lunes, 23 de agosto de 2010

El blues de una generación perdida

En España, las notas de corte para cursar estudios de Medicina son disparatadamente elevadas. Ocurre así desde hace ya muchos, demasiados años. Ello está propiciando una preocupante escasez de licenciados (ahora, con el Plan Bolonia, supongo que se les llamará "grados") en nuestra profesión.

Cada año se cuentan a centenares los jóvenes que, deseando estudiar Medicina, no pueden acceder a las facultades. Testimonios de esta situación podemos leerlos cada año por estas fechas en la prensa: "Los 'matrícula de honor' que no superan la nota de corte", "Todos quieren ser médicos", "Listas de espera antes de empezar a estudiar"...

La cosa no tendría mayor importancia si en España sobraran médicos. Pero no sobran. De hecho, faltan. Por mucho que sesudos estudios realizados por respetables fundaciones intenten alarmarnos diciéndonos que dentro de 15 años sobrarán médicos, lo cierto es que aquí y ahora, faltan.

Lo veo en mi ámbito, la atención primaria. Lo veo en la ciudad en la que trabajo, Girona. Lo contrasto y lo confirmo con otros colegas que trabajan en otras ciudades de España. En mi ámbito, faltan médicos de familia y faltan pediatras.

Por otra parte, la formación MIR no puede garantizar actualmente el recambio generacional. Son pocos los estudiantes que acaban Medicina ya que son pocos los que pueden comenzarla (las estratosféricas "notas de corte"). Se presentan al examen MIR un 40% de licenciados extranjeros. Lo cual a mi me parece muy bien pero... muchos de ellos, una vez acabado su periodo formativo, volverán a sus países de origen. Es lógico que así sea pero entonces, ¿quién va a cubrir ese recambio generacional que ya está teniendo lugar?

Podrían venir médicos de otros países y de hecho vienen (bienvenidos). Pero a los especialistas formados en otros países se les ponen mil trabas para poder ejercer aquí, y de ello tengo experiencia personal: muchos pediatras de diversos países de Latinoamérica me han contactado en los últimos años para conocer los trámites de homologación de su título. Y lo cierto es que es una auténtica pesadilla burocrática. A alguno he podido ayudar. A la mayoría, ha sido imposible.

En resumen: no permitimos a los estudiantes españoles que lo desean cursar estudios de Medicina (la mayoría de colegas que yo conozco, yo el primero, no se acercaron en su día ni de lejos a las disparatadas notas que se están exigiendo para entrar); formamos pocos especialistas y casi la mitad provienen de otros países a los que, probablemente, retornarán cuando acaben la residencia; y las trabas burocráticas de homologación de títulos son incontables. Tenemos un sistema formativo médico que se hace el harakiri a sí mismo impidiendo el acceso a jóvenes suficientemente preparados para ser excelentes médicos y no se exige a los licenciados de otros países que, tras su formación, permanezcan un mínimo de tiempo en nuestro país trabajando para el sistema sanitario que les formó en justa contraprestación.

Yo no soy gestor sanitario e igual por eso estoy escribiendo tonterías. Pero es mi experiencia personal, experiencia compartida con amigos, familiares y conocidos, tanto del ámbito sanitario como ajenos al mismo. Una generación entera de jóvenes estudiantes entusiastas está siendo desperdiciada por la incapacidad de acceder a las - por otra parte - tropecientasmil facultades de Medicina que existen en España.

Para mi se trata de una generación, lamentable e irresponsablemente, perdida.

6 comentarios:

Dr. Bonis dijo...

Que raro eso de que faltan médicos de familia y pediatras. Ninguno de mis compañeros jóvenes médicos de familia tiene un contrato estable en Atencion primaria 2 años después de terminar la especialidad y están con contratos temporales de una semana a 3 meses de duración. Los pediatras que terminaba acaban haciendo contratos de guardias o emigrando al extranjero porque no quieren trabajar en primaria tampoco.

Las ofertas en el sector privado no son muy alentadoras con salarios de mileurista o de correturnos.

Las únicas especialidades con buena salida posterior son aquellas con acceso aun mas restringido (derma, plástica, anestesia aunque cada vez menos...).

A ver si lo que van a faltar es médicos con vocación de esclavos en este país...

Por otra parte no olvidemos que el hijo del eminente catedrático con lucrativa consulta privada no es sometido a nota de corte, tiene la universidad privada y posteriormente el MIR en hospital privado.

Anónimo dijo...

NOTA: no sé si este comentario volverá a llegarte por duplicado, no sé por qué, me indica un OpenID error al intentar identificarme... :-( Así que, si ya lo has recibido, simplemente bórralo.

Hola, Cristóbal... Pues a mí me queda alguna duda... A ver si consigo explicarme, porque tengo la impresión de que el titular de la noticia no concuerda con la letra pequeña.

Hasta donde sé (y salvo que haya cambiado en años posteriores a mi ingreso en la Facultad), no hay una "nota de corte"; lo que sí hay es unos numerus clausus. Es decir, lo limitado es el número de personas que accederán a tal o cual carrera, no la nota que se exige a priori. La nota de corte es una consecuencia, no una condición previa.

Para mí siempre ha sido un matiz con cierta dosis de interés. El problema no es la nota de mi expediente y la selectividad (siendo importantes), sino si hay X personas por delante o no que me vayan a impedir el acceso.

Cuestión similar al acceso al MIR. ¿Cuánto se pide para X especialidad en el hospital Y? A priori, nada... Que no te quiten las plazas disponibles.

Saludos, ;-)

doctorin dijo...

En mi opinión el aumento de las notas medias para acceder a las facultades de Medicina lo único que muestra es que la Educación Secundaria y la Selectividad son hoy en día mucho más fáciles (además de que se barema de forma diferente). En mi Facultad (Oviedo) las plazas han aumentado un 25% desde que yo entré (hace más de 15 años) y las notan de acceso han subido unos 2 puntos.

Por mi contacto con estudiantes de medicina en prácticas no tengo la percepción de que ahora sean más listos que nosostros.

Amalia Arce dijo...

Pues sí, lamentable pérdida de vocaciones.
Al igual que tú, yo en estas fechas tampoco hubiera sido médico, mi nota de corte estaba también bastante lejos de lo que se pide ahora.
Dos consecuencias a simple vista: personas que ven sus deseos frustrados (aunque visto con perspectiva y con las condiciones laborales de los médicos igual es un favor a largo plazo) y facultades de medicina y después hospitales llenos de personas con perfiles quizá demasiado similares....y digo yo que de todo tiene que haber en esta vida...
Un saludo

chio dijo...

yo iba a comentar algo que ya se ha mencionado más arriba, me llama mucho la atención esto de que faltan pediatras o especialistas, ya que ha todos los recién acabados de este año, nos ha costado bastante encontrar algún trabajo "semidecente" y ninguno tenemos un contrato estable ni algo estable. A los pediatras nos costó algo menos (depende de las subespecialidades, aunque sé de un hospital público madrileño que tiene a casi todos los recién acabados esperando en el paro) pero a otros especialistas tipo oftalmología se lo han puesto mucho peor.
Creo que en las consultas y en el día a día si que se siente la falta de médicos, en la gran presión asistencial, pero esas plazas que echas de menos nunca se crearán.

cristobal dijo...

Tengo que agradeceros a todos vuestra participación y comentarios que, sin duda, contribuyen a enriquecer - y mucho - el post.

En el mismo me había centrado en la parte "docente" del problema, tanto en el pre como el post-grado. No había hablado de las condiciones laborales que se ofrecen a los médicos que acaban la carrera y/o la especialidad, tema que pensaba meter en alguna otra entrada.

Pero teneis razón, y ya lo adelanto aquí: en general las condiciones laborales que se ofrecen a los MIR una vez acabada la especialidad son, en general, indecentes. La precariedad laboral es la norma y no la excepción. Los contratos por meses, por semanas, por días (hasta por horas) son no sólo una forma de desincentivar la incorporación de los nuevos especialistas al mercado laboral sanitario sino una elemental falta de respeto.

No sé cómo está ahora el tema de la "emigración" de médicos españoles a otros países, pero en tiempos no lejanos creo que Finlandia "importaba" médicos de familia españoles. El Reino Unido también. Con el presonal de enfermería también creo que sucede algo similar, no sé si en estos países que he mencionado o en otros.

La inseguridad laboral, los trabajos basura y otras lindezas de nuestro sistema sanitario están contribuyendo también, y de modo intenso, a que esa generación perdida lo sea aún más.

De nuevo, gracias por vuestros comentarios.