jueves, 16 de agosto de 2012

Lo mejor que nos dejó las Olimpiadas de Londres 2012


Durante las pasadas dos semanas, Londres y el deporte fueron el centro de atención del mundo. El mayor espectáculo deportivo (los Juegos Olímpicos -JJOO-) nos ha dejado un medallero, muchos nombres e imágenes para el recuerdo. 

Ese medallero olímpico dominado por las dos superpotencias: la que es (Estados Unidos, con 104 medallas, 46 de oro) y la que será (China, con 88 medallas, 38 de oro). Y seguido por el magnífico papel del anfitrión: Gran Bretaña (con 65 medallas, 29 de oro). El discreto papel de España, 21 en el medallero (con 17 medallas, 3 de oro), gracias, sobre todo, al gran papel de las chicas atletas y a los deportes en el agua. 

Nombres como los del estadounidense Michael Phelps (que se despide con el récord de medallas olímpicas: 22 en tres JJOO, 18 de oro), el jamaicano Usain Bolt (que se proclama el mejor velocista de la historia), el somalí nacionalizado británico 'Mo' Farah (quien somete a todo el continente africano con sus oros en 5.000 y 10.000), el keniata David Rudisha (y su elegante récord del mundo en 800), la china Ye Shiwen (y sus inquietantes récords en la piscina con 16 años), esa sociedad ilimitada entre Kevin Duran & Lebron James (con esa bella final de baloncesto para enmarcar entre España y USA), el mexicano Oribe Peralta (que con sus dos goles sometió a Brasil y dio el oro en fútbol a su país), el sudafricano Oscar Pistorius (primer atleta amputado que compite en unas Olimpiadas con sus prótesis y realizó un gran papel en 400), y un largo etcétera. 

Imágenes para el recuerdo en cada una de las sedes olímpicas del deporte, en el acto de inaguración y en el acto de clausura. Imágenes de los deportistas con valores olímpicos, llegando exhaustos a la meta o llorando de emoción ante su himno nacional. La gloria o la nada tras cuatros años de duros esfuerzos. 
Pero entre todas ellas hay una imagen que es la que más me impactó, y que el motivo de este post de hoy. Me refiero al homenaje que los JJOO 2012 realizaron en su inaguración al NHS (National Health Service) o sistema nacional de salud público británico. Y, de forma más concreta, al Great Ormond Street Hospital (GOSH), el primer hospital pediátrico de Inglaterra, fundado en Londres en 1852 y que cuenta con los derechos de James Mathiew Barrie para que sea este hospital el encargado de dar los permisos para autorizar las representaciones de su obra cumbre (Peter Pan).

Esto es, para mi, lo mejor que me ha dejado las Olimpiadas de Londres 2012. Una ciudad, un país, se siente orgulloso de sus sistema de salud público y lo expresa al mundo (al igual que expresó otros bienes del país, como la música pop o la literatura).
¿Os imagináis unas próximas Olimpiadas 2020 en Madrid?. Es posible..., porque no (a la tercera irá la vencida). Lo que no tengo tan claro es que en el acto inagural se ofreciera un homenaje sentido a nuestro SNS (Sistema Nacional de Salud), no inferior en calidad y resultados al NHS británico. O que en la pista aparecieran niños representando el cuidado en hospitales pediátricos emblemáticos de la capital, como el Hospital Infantil La Paz o el Hospital Infantil Niño Jesús.

Esto es lo mejor para mi de estas Olimpiadas. Un país se siente orgulloso de su sistema nacional de salud... y lo expresa al mundo y a lo grande... y lo defiende desde arriba (no desde abajo, y sin necesidad de verse obligado a salir con pancartas a las entradas de los hospitales por la situación que hoy vivimos en España).

¡ Qué grande el espíritu olímpico !. Os dejo una imágenes de lo mejor del deporte. Pero no nos olvidemos de la imagen de arriba. No nos olvidemos...

 

2 comentarios:

Unknown dijo...

Completamente de acuerdo. Yo también pensé lo mismo "¿qué sacaremos los españoles?"...uff es muy triste la situación pero es la que tenemos, pero creo que no deberíamos conformarnos y lo que deberíamos hacer es luchar por cambiar esto!!!

p.d: me gusta mucho vuestro blog, pero nunca me había decidido a firmaros ;)

www.upciencia.com

Javier González de Dios dijo...

Gracias, Lorena por tus comentarios. El inconformismo bien orientado es un buen inicio para el cambio. El otro es la unidad.