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lunes, 20 de agosto de 2012

Muerte súbita del lactante, colecho... y otros hechos


El síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) es un tema de gran interés en Pediatría. En "Evidencias en Pediatría" ha sido tratado en distintas ocasiones: tanto respecto a la diferencia conceptual entre sudden infant death syndrome (SIDS)y sudden unexpected death syndrome (SUDS), como en el estudio de factores de riesgo que pueden prevenir su presentación (posición al dormir, chupete, ropa de cama, lactancia materna, o colecho). 

La relación colecho y SMSL ha sido motivo de sendas publicaciones, tanto por M Aparicio y cols, dentro del Grupo de Trabajo de Pediatría Basada en la Evidencia, como por L Landa y cols, compañeros del Comité de Lactancia Materna de la AEP. Conclusiones similares respecto al beneficio del colecho para la lactancia materna, pero divergentes respecto a las conclusiones respecto al colecho y SMSL. 

Las conclusiones M Aparicio y cols son: "Con la evidencia disponible no se puede asegurar que el colecho sea una práctica segura. Aunque los resultados de los estudios publicados hasta la fecha (mayoritariamente de tipo casos y controles) son poco homogéneos, sí sugieren que existe un cierto riesgo asociado al colecho en sí, más acentuado en edades más tempranas (hasta 14-20 semanas de vida).Así, en el momento actual se debe recomendar, como forma de dormir más segura, que los lactantes menores de seis meses duerman en cunas cerca de la cama de sus padres. Esto no quiere decir que el colecho esté contraindicado.... En el caso de que los padres decidan elegirlo como opción para el cuidado de su hijo, se les debe informar sobre los riesgos asociados de determinadas conductas, principalmente el efecto del tabaco o haber bebido alcohol (más de dos cervezas, un vaso de vino o un vaso de bebida espirituosa) o ingerido drogas o medicación sedante en las 24 horas anteriores. El colecho nunca debe producirse en un sofá, y tampoco debe darse de comer o tranquilizar al bebé en un sofá donde el adulto pueda quedarse dormido con él en brazos"

Las conclusiones de L Landa Rivera y cols son: "No existe evidencia científica firme que desaconseje la práctica de colecho en los bebés amamantados, en ausencia de factores de riesgo conocidos; en cambio, sí existe evidencia de los efectos nocivos del consumo sistemático de fórmulas lácteas infantiles y de las prácticas disruptivas en la relación materno filial (como acostumbrarlos a dormir solos, a que lloren, a que se alimenten cuando “les toca”), cuya consecuencia futura puede ser la aparición de conductas disfuncionales en estos lactantes....En ausencia de pruebas que demuestren el perjuicio de la práctica del colecho en los bebés amamantados, y siendo este beneficioso para la práctica y el mantenimiento de la lactancia materna, la decisión sobre la práctica de colecho debe ser de los padres". 

Lo conveniente es leer la metodología y comentarios de ambos artículos. Esta polémica ha sido bien reflejada en una interesante carta al editor de R Ugarte y G Pin, miembros del Grupo de Sueño de la AEPap, quienes concluyen: "Recomendar la lactancia materna está en el ánimo de todos los pediatras y en nuestro quehacer cotidiano procuramos que se materialice, pese a que algunos no recomendemos el colecho por las razones antes expuestas". 

Curiosa e interesante la polémica la establecida con el triángulo colecho, lactancia materna y SMSL. Porque con los mismos datos publicados en la literatura científica, se obtienen diferentes conclusiones o matices fundamentales. ¿Cuál es la causa...?. ¿Existe el sesgo asociado al grupo de trabajo o comité científico...?.

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