viernes, 6 de diciembre de 2013

Mandela


Permitidme el "off topic". Que no lo es tanto. Está nuestra sociedad muy necesitada de modelos a seguir. De gente a quien admirar. De seres humanos cuya vida ha sido ejemplar. Estas personas son necesarias y desafortunadamente aparece una cada muchos años. Demasiados.

Además, este "off topic" no lo es tanto. Todos necesitamos ejemplos de comportamiento a seguir, pero más aún nuestros niños y adolescentes. A diario la televisión nos bombardea con "productos basura" que, lamentablemente, sirven como "guía" a nuestros jóvenes, el segmento de población más influenciable y más necesitado de modelos. De buenos modelos.

Nelson Mandela no fue un superhombre aunque sus acciones y comportamientos pudieran poder calificarlo como tal. No. Fue un ser humano como nosotros. Pero un ser humano dotado de la suficiente inteligencia ("inteligencia emocional", diríamos ahora), de la necesaria visión y fuerza de voluntad como para ser capaz de convertir el odio en amor. El resentimiento en perdón. Los recelos y desconfianzas acumulados por décadas de represión, de racismo desaforado y de violencia de los blancos hacia los negros de Sudáfrica fueron sistemáticamente combatidos - con mucho esfuerzo y sacrificio por parte de Mandela - con Amor (y la "A" mayúscula no es un error), con misericordia, con prudencia, con perseverancia...

Venció la desconfianza de sus rivales blancos y de sus compañeros negros de partido que clamaban venganza tras su liberación después de 27 años de cárcel. Sorprendió a todos. Venció a todos. Evitó una guerra civil en su país. Se sirvió, para sus buenos propósitos, de todo lo que estaba a su alcance. El deporte, por ejemplo, y si habéis visto "Invictus", formidable película protagonizada por Morgan Freeman, lo comprenderéis. El rugby es en Sudáfrica el deporte rey por excelencia y su selección nacional, los "Springboks", estaba formada casi íntegramente por blancos. Mandela consiguió que bancos y negros (que aborrecían en general el rugby por ser "deporte de blancos" y a los Springboks ya no digamos) se sintieran representados por esa antes odiada selección y ahora representativa de todo un país, independientemente del color de sus componentes. 

Mandela logró todo esto y mucho más. Hoy se nos ha ido y no dejo de pensar cuántos Mandelas nos hacen falta... Con solo uno en cada país quizá sería suficiente para hacer nuestro planeta más habitable.

San Juan de la Cruz escribió: "Pon amor donde no hay amor y sacarás amor". Tenía razón. Es lo que Mandela hizo y es lo que obtuvo.

Descansa en paz, Nelson. Te lo has ganado.



1 comentario:

Merche dijo...

Bello homenaje para una gran persona, y pienso como tu, ojalá hubieses uno como él en cada país .