viernes, 18 de abril de 2014

Organismos internacionales (OMS, CDC...) y Tamiflú. ¿Ha cambiado algo?


Pues de momento... no.

Y es difícil comprender cómo, después de la publicación en el British Medical Journal (BMJ), de la nueva revisión sistemática liderada por Tom Jefferson sobre la eficacia de los inhibidores de la neuraminidasa (IN) para el tratamiento de la gripe, organizaciones internacionales líderes como la OMS, los CDC de Atlanta... siguen recomendando estos productos.

Si nos damos  una vuelta por la web de la OMS comprobamos que la última actualización de su documento de tratamiento farmacológico de la gripe pandémica data de 2010.  Puede entenderse que desde la publicación de la última revisión sistemática del BMJ ha transcurrido muy poco tiempo... pero ¿tanto cuesta poner una alerta, algo que indique que el documento está en proceso de revisión a la vista de las nuevas pruebas obtenidas?

A fecha de hoy, el oseltamivir sigue formando parte de la lista de medicamentos esenciales de la OMS para su uso en niños. Hace ya cuatro años en este mismo blog hablamos de este hecho tan llamativo como sospechoso. Y recordamos la definición de medicamento esencial: "son medicamentos que satisfacen las necesidades prioritarias de salud en la población. La selección viene dada por: pertinencia para la salud pública, prueba de su eficacia y seguridad, y su eficacia comparativa en relación a su costo. La OMS recomienda que los ME estén disponibles en los sistemas de salud en todo momento, en cantidades suficientes, en la presentación farmacéutica adecuada, con las garantías de calidad e información y a un precio que los pacientes y la comunidad puedan pagar". ¿Los IN cumplen estos criterios? No los cumplían en 2009, menos aún en 2014 a la vista de las nuevas pruebas obtenidas.

Cambiemos de organismo. Nos vamos a los CDC. Vía Twitter leí hace dos días el siguiente tuit de la cuenta @fiebreytos:
 ... Y es cierto. La posición de los CDC es más preocupante, porque se ha reafirmado en la recomendación del uso de los IN después de la publicación de la revisión sistemática del BMJ. La reafirmación de los CDC viene con fecha del 10 de abril de 2014. Hace apenas una semana.

¿Qué lecciones hemos de extraer de estos hechos los médicos de a pie que a diario visitamos pacientes? Que hemos de seguir luchando por desarrollar un criterio propio y personal, que es fundamental que adquiramos herramientas que nos permitan realizar una adecuada lectura crítica de un artículo para que no nos den gato por liebre... y, por supuesto, debemos asumir que las recomendaciones de los grandes organismos internacionales no son "palabra de Dios", hemos de ser muy críticos con las mismas... porque muchas veces no existe concordancia entre esas recomendaciones y las pruebas que pretenden sustentarlas. 

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