viernes, 3 de octubre de 2014

Plagiocefalia posicional: casco, ¿sí o no?



Desde que, dentro de las recomendaciones para disminuir el riesgo de muerte súbita del lactante (SMSL), se incorporó la de "ponle a dormir boca arriba" se ha constatado, además de una disminción de los casos de SMSL, una "epidemia" de plagiocefalia posicional (PlP), derivada de mantener la cabeza constantemente apoyada contra el plano de la cuna. Existen casos de PlP leves, moderados y, por supuesto, graves en cuanto al grado de deformidad. Una de las intervenciones que se ha aonsejado para corregir esta deformidad craneal es el uso de casco.

¿Qué sabemos del uso de casco en estos niños? En "Evidencias en Pediatría" se ha abordado el tema en diversas ocasiones cuya lectura recomendamos:

Traducciones de artículos:
Sección "Del artículo al paciente":

Hasta la fecha de publicación de estos artículos no existía aún ningún ensayo clínico que demostrara o no la eficacia de esta intervención. Estos artículos recomendaban, en líneas generales, prudencia y hacer hincapié en la fisioterapia, las maniobras de rehabilitación y el consejo a los padres antes de recomendar el casco. Pero en fechas recientes hemos asistido a la publiación del primero de ellos, valorado críticamente en "Evidencias en Pediatría":
Este ensayo clínico se realiza con pocos sujetos participantes (dos grupos de 42) y los resultados se midieron a los 224 meses, no constatando diferencias significativas entre el uso de casco y la evolución natural. A la limitación que implica el escaso tamaño de muestra se ha de añadir que en el estudio se excluyeron los casos graves de deformidad y que seis niños del grupo de intervención no usaron el casco que debían llevar (y que un paciente del grupo control, sin casco, sí lo llevó). Estas "violaciones del protocolo" han podido influir también en los resultados, dado el muy reducido tamaño de la muestra. 

Sin embargo, como siempre en medicina, ha de imperar el sentido común: independientemente de las limitaciones del ensayo, no parece aconsejable recomendar intervenciones "invasivas" (y el casco lo es) en niños con plagiocefalia leve-moderada (todos los niños del ensayo la tenían), lactantes que muy posiblemente se recuperan espontáneamente de este problema, con ayuda de unas mínimas medidas de rehabilitación fisioterapia.

Queda por dilucidar si el casco es efectivo en casos de deformidad grave. Aún no se ha hecho un ensayo clínico que valore esta hipótesis. Parece razonable, hasta que se dispongan de más datos, derivar a ese escaso número de niños con PlP - la inmensa minoría - para tratamiento de su deformidad con casco hasta que se dispongan de datos fiables sobre la magnitud de su efecto.

1 comentario:

Anselmo Hdez dijo...

En este tema he observado una falta de formación por parte de los pediatras, valorar el grado de plagiocegalia con las erramientas adecuadas, tener a mano gráficas que te digan que posibilidades de recuperación tiene, no es lo mismo la plagiocefalia a los 6-7 meses que a los 18-24 meses. El casco es caró y esto es un handicad, normalmente lo indica en neurocirujano, que lamentablemte entiende mucho de craneosinostosis pero poco de plagicefalia posicional. Resumen hace falta mas formación en esta nueva epidemia, y estudios prospectivos, representativos y bien controlados que valoren esta y otras posibilidades terauticas, porque lo de "dejar las melenas largas"
no es la solucion.