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sábado, 30 de abril de 2022

Cine y Pediatría (642) “El acontecimiento” de “9 meses” inesperados

 

Los embarazos en adolescentes se describen como embarazos precoces en mujeres que no han alcanzado la mayoría de edad jurídica y están en situación de dependencia de la familia de origen. El embarazo suele implicar un riesgo en la trayectoria vital de las jóvenes adolescentes, un serio y prevalente problema médico-social. Por todo ello, el embarazo de la adolescente se convierte en una consulta “sagrada” en sanidad que precisa de una relación médico-paciente empática, asertiva y profesional. 

No es de extrañar que sea un tema tratado de forma recurrente en el cine y, en concreto, ya presente en Cine y Pediatría. Sirvan algunos ejemplos en orden cronológico: Un sabor a miel (Tony Richardson, 1961),  Adiós cigüeña, adiós (Manuel Summers, 1971),  Palíndromos (Tod Solonz, 2004),  Quinceañera (Richard Glatzer y Wash Westmoreland, 2006),  Juno (Jason Reitman, 2007),  Precious (Lee Daniels, 2009),  El mejor (Shana Feste, 2009),  Blog (Elena Trapé, 2012) o  Nunca, casi nunca, a veces, siempre (Eliza Hittman, 2020), entre otras. Y a estas películas llenas de sentido y sensibilidad, de emociones y reflexiones, hoy se suman dos películas en idioma francés, que no es la primera vez que comentamos que casi viene a ser un sello de calidad: El acontecimiento (Audrey Diwan, 2021), desde Francia y que nos habla de cómo se planteaba un embarazo no deseado en una adolescente en la década de los sesenta, y 9 meses (Guillaume Senez, 2015), desde Bélgica, que nos enfrenta a una situación similar en la actualidad. 

Desde Francia, El acontecimiento (2021) es un drama francés fundamentado en la novela autobiográfica de Annie Ernaux, “L´événement”. La historia nos transporta a la primavera de 1963, donde una joven llamada Anne (brillante Anamaria Vartolomei), estudiante en la Universidad de Letras en Angulema, descubre que se ha quedado embarazada, con lo que sus oportunidades para terminar sus estudios - y llevar la vida que quiere - han quedado de repente muy reducidas, por lo que desea poner una solución que busca desesperadamente. Y la película se disecciona en los diversos hechos que acaecen a medida que pasan las semanas de gestación, que son éstas: 3 semanas, 4 semanas, 5 semanas, 7 semanas, 9 semanas, 10 semanas y 12 semanas. Una cuenta atrás para que pueda llegar el acontecimiento, que no es otro que conseguir el aborto de su hijo. 

Anne vive en una residencia universitaria, donde todo se comparte entre reflexiones filosóficas alrededor de Camus y Sartre, muy apropiado para aquella época. Tras conocer su precoz embarazo, Anne solicita al primer doctor que haga algo con su situación, pero la ley era implacable entonces (con cárcel incluida por practicar un aborto), y repite su solicitud con otro ginecólogo: “No me voy a ir. ¡Ayúdeme! Quiero continuar con mi estudio…Tengo un problema y no pienso quedármelo”. Avanza la gestación, llegan los vómitos y ya no puede ocultar a sus amigas la situación, quienes también están atemorizadas por su plan: “No es asunto nuestro, ¿quieres acabar en prisión con ella?”. 

Ella sigue intentándolo de cualquier forma y hasta se introduce una aguja de tejer por la vagina para provocarse el aborto. Y un ginecólogo más le expresa su parecer: “El feto ha aguantado…Debe aceptarlo. No hay alternativa”. Acude al padre de su hijo para pedirle que le ayude a conseguir su objetivo, pero no lo consigue: “Tu siempre igual de insolente. Crees que así vas a solucionar tus problemas”. Con todo ello llega el desapego a las clases de la universidad, mientras oculta la realidad a sus padres. Y el tiempo se le agota. 

Finalmente una compañera le proporciona la dirección de una señora que provoca abortos clandestinos en su casa, y consigue amasar el dinero para ello vendiendo sus libros y otras posesiones. Pero le explican que es una lotería y si se complica y ha de llegar al hospital “hay quien pone aborto espontáneo, pero otros ponen aborto provocado; y si sobrevives, tienes suerte y acabas en prisión”. Llega en el límite de tiempo y todo acontece en la mesa de la cocina de una vieja casa con deficientes medidas de asepsia: “Se lo advierto, ni un grito. Si no, paro. Las pareces son muy finas”. Tras introducirle la sonda, debe esperar 24 horas al resultado, pero no llega y vuelve a repetir el proceso: “No podemos hacer nada. Poner una segunda sonda puede traer complicaciones. Si quiere volver a hacerlo, será bajo su responsabilidad”. Y llegan las complicaciones, y entre estertores (sin dejar nada a la imaginación) expulsa el feto en la taza del wáter, y logran detener su hemorragia en el hospital. Y la lotería fue que indicaron los sanitarios como aborto espontáneo. Y en la escena final, consigue retomar los estudios. Y en uno de los exámenes finales le cae un texto de Victor Hugo. Fin.. y ahora a reflexionar sobre el acontecimiento. 

Desde Bélgica, 9 meses (2015) es el sorprendente debut en la dirección del belga Guillaume Senez, un film sobre la paternidad en la adolescencia o, más bien, sobre la imposibilidad de ser madre o padre. Una película, como la anterior, conmovedora y violentamente atractiva en esa relación de noviazgo de dos quinceañeros, Maxime, Max (Kacey Mottet-Klein) y Mélanie, Mel (Galatéa Bellugi). Juntos exploran, con amor y torpeza, su sexualidad hasta que Mélanie nos descubre: “Estoy embarazada…creo”; Maxime inicialmente no acepta bien la nueva noticia y duda (“¿Estás seguro que es mío? Quizás has estado con alguien más”), pero poco a poco empieza a concienciarse de la idea de convertirse en padre y convence a su pareja para tenerlo, pese a que todas las voces a su alrededor le dicen lo contrario. 

Y ello en unos adolescentes que juegan a decir “te odio” para expresar “te amo”, ambos procedentes de familias con estructura complicada: Max vive con padres separados, Mel con una madre soltera. Y en realidad aún son niños que juegan en pandilla a la Xbos y comen pizza mientras debaten su pueril futuro alrededor del fútbol y hablan de Eden Hazad, como su ejemplo (conocido el mal rendimiento de este futbolista en el Real Madrid, nos hace pensar que la película es de hace unos años). 

Acuden a un ginecólogo y a un orientador sexual, cuyas palabras no pueden dejar indiferentes cuando habla a la pareja: “Es complicado tener un hijo a los quince. Te da mucho trabajo. Sin la ayuda de vuestros padres, es aún más difícil. Vais a tener problemas. Podéis hacer esa elección, podéis quedaros con el bebé. Es posible. Pero requiere muchas responsabilidades que están más allá de vuestra edad”. Y cuando, pese a todo, Max decide continuar con el embarazo, resuenan aún más las palabras del adulto dirigiéndose a Mel: “Tienes que recordar esto. Al final eres tú quien decide…Si no estáis de acuerdo, tenéis que pensarlo bien, pero es una decisión muy importante que requiere muchas responsabilidades”. Y pese a estos (demasiados) dirigidos consejos, los jóvenes deciden seguir adelante con el embarazo. Pero la noche de felicidad y complicidad de la pareja en la feria se rompe cuando ella le expresa: “Max, tenemos que pararlo, lo del bebé”. Ante esto, Max intenta descargar sus dudas y su tensión en los entrenamientos de fútbol, más cuando es seleccionado por un cazatalentos.

Cuando informan a los padres, estos establecen un debate entre ambas familias de cómo abordar un aborto a los tres meses y medio de gestación. Y hasta plantean, delante de sus hijos, y de una forma tan cumplida como comercial, repartir los gastos de viajar a Holanda a realizar la intervención. Realmente es una decisión tomada por la madre de Mel, pues ella pasó por lo mismo y no quiere que se reproduzca tener un bebé a esa edad: “Lo he pasado yo misma. Créeme. ¿Qué sabes de la vida?... Vas a tener que dejar la escuela para cuidar de tu hijo”. Pero la joven pareja quiere seguir adelante con el embarazo y cuando la madre de Mel le dice que no comenta ese error estúpido, ella le responde con algo muy contundente: “¿Soy un error estúpido?”. Y los jóvenes se apoyan pensando en un futuro mejor cuando Max consiga ser un jugador de fútbol profesional. Y suena la canción “Misses” del grupo belga de indie pop Girls in Hawaii, y se renueva la ilusión de los nuevos padres en la ecografía del último trimestre cuando les confirman que será un chico. 

La experiencia similar que tuvo la madre de Mel fue tan negativa que no ayuda a su hija al tomar la decisión de seguir adelante con su maternidad; y, además, la echa de casa y tiene que instalarse en un hogar para adolescentes con su misma situación. Mientras tanto, Max fracasa en su estancia para ascender en el fútbol, pues decide abandonar ante la preocupación por Mel. Al final de la gestación, Mel es acogida con aprecio en la casa de Max, mientras su madre se mantiene en la distancia. 

Cuando se aproxima el parto, Mel está nerviosa, duda, llora y tiene miedo. Finalmente las dudas le hacen volver con su madre y tomar una decisión imprevista al final cuando da al hijo en adopción. Max intenta recuperarlo, pero su deseo no es suficiente para la institución gubernativa que tienen ahora que decidir dónde deberá crecer feliz y con seguridad el bebé. Finalmente lo puede ver, tomarlo torpemente en sus brazos durante algún minuto, sacar una foto de recuerdo, poder preguntarle si le va a ir bien y decirle adiós. 

Y con este final se nos queda el alma bastante vacía después de 9 meses, porque, aunque el sistema social haya funcionado, no lo ha hecho lo más importante: el amor a la vida, a todas las vidas. Por ello 9 meses es una película conmovedora y violentamente atractiva que no solo habla de la adolescencia, también sobre la paternidad precoz o, más bien, sobre la imposibilidad de ser padre. 

Y en ambas películas cabe destacar el papel de sus jóvenes protagonistas: la debutante actriz franco-rumana Anamaría Vartolomei en El acontecimiento, y la francesa Galatéa Bellugi y el suizo Kacey Mottet-Klein en 9 meses. Y cabe destacar a Kacey Mottet-Klein, pues fue el niño actor fetiche de la rompedora directora franco-suiza Ursula Meier en Sister (2012) y en Home: hogar dulce hogar (2015), de forma que la propia directora le llegó a dedicar un corto documental titulado Kacey Mottet Klein, nacimiento de un actor (2015); ambas películas ya en Cine y Pediatría, como también la película Cuando tienes 17 años (André Téchiné,  2016). 

Dos películas que nos recuerdan algo tristemente frecuente: que los 9 meses que nos llevan a uno de los más hermosos acontecimientos de la vida, no siempre son (ni han sido) un tiempo feliz. 



miércoles, 27 de abril de 2022

Comienza el curso de Continuum "Enfermedades exantemáticas víricas"

 

En breve comienza el curso de Continuum "Enfermedades exantemáticas víricas", un curso coordinado por la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP). 

Este curso proporcionará al alumno conocimientos y habilidades necesarios para mantener y mejorar su competencia en el diagnóstico y manejo de las principales enfermedades exantemáticas víricas, reconociendo aquellas situaciones que, bien por las características de la propia infección, bien por las características del huésped, requieran un diagnóstico y manejo diferencial, más allá del tratamiento sintomático. 

Los objetivos del curso son: 
- Reconocer las lesiones elementales dermatológicas presentes en las enfermedades exantemáticas víricas de mayor interés, su distribución y características diferenciales. 
- Plantear un adecuado diagnóstico diferencial de la infección, incluyendo infecciones de origen bacteriano u otra etiología que requieran un abordaje distinto. 
- Realizar un tratamiento correcto, más allá del sintomático, cuando esté indicado (como casos graves de algunas etiologías o complicaciones). 
- Actualizar las medidas preventivas según la evidencia científica (prevención primaria-vacunación, evitar contagios en centros educativos, etc.). 

Y estos serán los capítulos que se van a tratar: 
- Lesiones dermatológicas víricas. Generalidades 
- Exantemas maculopapulosos (I) 
- Exantemas máculo-papulosos (II). Exantemas paravirales 
- Exantemas purpúrico-petequiales 
- Exantemas vesiculosos 

El curso comienza el próximo 12 de mayo 2022 y estará en activo hasta el 30 de junio 2022. Un curso tutorizado en cada una de las cinco unidades didácticas y con 62 horas lectivas. 

Toda la información e inscripciones en la página web de Continuum. Os esperamos...

lunes, 25 de abril de 2022

Pruebas diagnósticas en COVID-19: valoración crítica de la evidencia

 

Se presenta un resumen del apartado de la utilidad de las pruebas diagnósticas en COVID-19 pediátrico, que forma parte del documento COVID-19 en Pediatría: valoración crítica de la evidencia, comentado recientemente y comentado en este blog.  

El documento se ha actualizado con fecha 30 de noviembre de 2021, revisando las revisiones sistemáticas (RS) y metaanálisis (MA) publicados desde la primera versión del documento hasta dicha fecha y siguiendo los principios de la medicina basada en pruebas, donde se han seguido unos pasos muy estructurados: dar respuesta a una serie de preguntas clínicas estructuradas y establecer una jerarquización de la importancia clínica de las medidas de efecto valoradas, determinar el riesgo de sesgo de los estudios seleccionados utilizando las herramientas QUADAS y Newcastle-Ottawa, elaborar tablas de evidencia que están disponibles en el documento completo, y realizar recomendaciones jerarquizadas en función de la calidad de la evidencia, los valores y preferencias, el balance entre beneficios, riesgos y costes, la equidad y la factibilidad. 

Es importante la lectura completa del artículo publicado en Revista de Pediatría de Atención Primaria, pero conviene resumir los principales resultados: 

- La reacción en cadena de la polimerasa con transcripción inversa (RT-PCR) se considera el patrón oro, siendo todas las marcas comerciales eficaces. 

- Las muestras salivares presentan una validez similar a las nasofaríngeas, pudiendo ser una opción en contextos ambulatorios de baja prevalencia. 

- Las pruebas antigénicas presentan menor sensibilidad y especificidad, aunque podrían ser consideradas en pacientes con síntomas de menos de cinco días de duración. 

- Las pruebas serológicas son altamente específicas, ofreciendo mejores resultados tras 14 días del inicio y podrían ser de utilidad en casos de síndrome inflamatorio multisistémico (SIM-Peds). 

- En casos moderados y graves de COVID-19 se recomienda realizar analítica con LDH, proteína C reactiva, ferritina y procalcitonina, por el riesgo de coinfección. En estos pacientes, la ecografía a pie de cama podría ser una alternativa en caso de clínicos entrenados. 

En el texto se fundamenta en cada pregunta PICO y en cada respuesta la calidad de la evidencia (alta, moderada, baja y muy baja) y el grado de recomendación (fuerte o débil, a favor o en contra).

sábado, 23 de abril de 2022

Cine y Pediatría (641). La polivisión familiar de Jaime Rosales en “La soledad” y “Hermosa juventud”

 

Jaime Rosales es un peculiar director español fiel a un cine muy característico, sosegado e introspectivo, al que le gusta narrar historias de personajes urbanos corrientes e inmersos en los problemas de la cotidianeidad. Y para ello se fundamenta en varios pilares, como es el buen retrato de sus personajes (cuyos actos tienen consecuencias y de los que son responsables bajo una perspectiva ética), el buen manejo del tempo narrativo, los silencios y los fueras de campo, incluso con recursos de gran originalidad como la polivisión (herramienta que permite dividir la pantalla en dos mitades para mostrar puntos diferentes de la misma escena). Es Jaime Rosales un buen alumno de Robert Bresson o de Yasujiro Ozu, cineastas que declara admirar. En realidad, Rosales comenzó a trabajar como guionista de cine y televisión, pero para expresar ese mundo interior propio, hace que en el año 2000 funde con José María de Orbe la productora Fresdeval Films, con la que sacará adelante sus proyectos “sobre temas de interés social, humano y cultural”, como él mismo declaró. 

Su primer largometraje, Las horas del día (2003) no pasa desapercibido, allí donde Abel, un tipo de apariencia apocada que cuida a su madre postrada en la cama, esconde el triste alma enferma de un asesino, sin razones aparentes para matar, a no ser el hastío interior que propicia el entorno social donde se desenvuelve. Pero su despegue en el séptimo arte deviene con La soledad (2007), película que se alzó con tres Goyas, incluida Mejor película, desbancando a la gran favorita de esa edición, como fue El orfanato (Juan Antonio Bayona, 2007). Luego llegaron Tiro en la cabeza (2008), basada en el asesinato de los dos guardias civiles a manos de tres terroristas etarras, Sueño y silencio (2012), sobre cómo un accidente transforma la vida de una familia, Hermosa juventud (2014), alrededor de la supervivencia de dos jóvenes en la España actual, Petra (2018), sobre la búsqueda del padre que no se conoció, y Girasoles silvestres (2022), aún pendiente de estreno. 

El cine de Jaime Rosales reclama un público que vaya más allá del cine de entretenimiento, dispuesto a esforzarse para disfrutar de sus historias y de su honestidad detrás de la cámara. Y en Cine y Pediatría quiero hoy reseñar dos de sus obras, aquellas que han sido premiadas en el Festival de Cannes, y que atesoran aspectos de interés en relación con la familia, la juventud y los hijos: La soledad y Hermosa juventud

- La soledad (2007) disecciona la vida paralela de dos mujeres y madres a través de sus problemas y superaciones. Y para ello fragmenta la historia en cinco capítulos (I. Adela y Antonia; II. La ciudad; III. La tierra firme; IV. El ruido de fondo; y V. Epílogo) y la pantalla en dos partes en casi todas las escenas de interior (esa polivisión, que una vez vista no se olvida). Una experiencia visual, con cámara fija, incluso con planos vacíos donde los personajes dialogan fuera de plano, actores poco conocidos que impresiona por su naturalidad en esos entornos vitales llenos de ruido ambiente.

Historias paralelas y encontradas en Madrid de dos madres coraje, Adela y Antonia. Adela (Sonia Almarcha), en la tercera década de su vida, separada de su marido Pedro (José Luis Torrijo, Goya a mejor actor revelación), deja atrás su pueblo leonés natal para marcharse con su hijo lactante a la capital. Antonia (Petra Martínez), en la sexta década de su vida, regenta una tienda de barrio y la buena relación con sus tres hijas (Helena, Nieves e Inés) se complica ante varios acontecimientos familiares. Adela comparte piso con Inés y su novio y sus vidas se cruzan, allí donde la carestía económica no es ajena al devenir de sus personajes para salir adelante. Y dos hechos inesperados cambian el devenir de los acontecimientos: “Siento vergüenza, me siento culpable de que si no me hubiese ido a Madrid…” confiesa una abatida Adela a su abatido marido. Y con esa polivisión que aporta Rosales a sus escenas, sentimos la soledad de una madre de perder un hijo y la soledad de unas hijas de perder una madre. Sin más. Y sin menos. 

- Hermosa juventud (2014) narra las vivencias de Natalia (Ingrid García Jonsson) y Carlos (Carlos Rodríguez), dos jóvenes enamorados que acaban de entrar en la veintena y que luchan por sobrevivir en la España actual dentro de su barrio de Madrid. Natalia vive con su madre separada, y dos hermanos menores; Carlos con una madre enferma y casi inválida. Son parte de esa juventud ya tan reconocible que no tienen grandes ambiciones porque no albergan grandes esperanzas y se ahogan entre botellones en los polígonos industriales y en esos barrios alrededor de la M30, M40 y M50. 

Se buscan la vida con cualquier trabajo con el que puedan sacar algo de dinero y por ello, y por el dinero fácil, llegan a grabar una película porno casera (es tal el descarnado realismo que hasta forma parte del elenco Torbe, el conocido productor español de cine X). El embarazo inesperado de Natalia complica las cosas, tal como le expresa su madre: “Fantástico, genial. ¿Qué piensas hacer? Tú no tienes trabajo, yo no tengo dinero. No es un buen momento para que tengas un hijo, Natalia”. Y las dudas se ciernen sobre Carlos: “Lo único que pienso es que va a venir y no voy a poderle dar nada. No voy a ser un buen padre… Aún quiero seguir haciendo mis cosas. Y con un niño cambia todo”

Y al igual que Jaime Rosales en La soledad se apoyó narrativamente en la polivisión, aquí recurre a un peculiar uso de la cámara a través de los videojuegos y chats para narrar la historia y las movidas de pareja, así como una original manera de describir el embarazo y nacimiento de su hija. Un buen recurso narrativo para llegar al nacimiento de Julia, que se convertirá en el principal motor de sus cambios. 

Es en esos momentos cuando Natalia comienza la frenética entrega de curriculums en tiendas y comercios, con poca (o nula) esperanza. Y comienza a dimensionar una realidad que obviaron previamente, lo que demuestra en los consejos que da a su hermano menor: “Si dejas de estudiar te va a pasar como a mí y como a Carlos y no vas a tener nada”. Y ello junto con las dificultades propias de la crianza, expresadas en esta reflexión de su madre: “Si te dijeran lo duro que es, nadie tendría hijos. Desapareceríamos del planeta”. Y todo ello en un entorno donde la palabra paro todo lo cubre, paro en los hijos, en los hermanos… y en los padres. 

Natalia, Carlos y su hija viven en la casa de la abuela materna. Surgen las discusiones de pareja porque él “no está dando un palo al agua” y algo le deja claro: “No te enteras de que tenemos una niña, no te enteras de que la tenemos que sacar adelante”. Y ya la situación no da para más, pues cada vez son más en casa y la abuela no puede tirar del carro con el mismo dinero. Así que Natalia busca irse fuera de España, porque “para limpiar váteres no hace falta alemán” y “a cualquier sitio mejor que éste si aquí no hay nada que hacer”. Y es aquí donde surge un recurso narrativo similar al anterior, con esas imágenes de móvil y chats que pasan deprisa y sin sonido, para contar su viaje y experiencia en Alemania. Y esas conversaciones por Skype con Carlos y con su madre, quien se quedó al cargo de la hija. Pero, finalmente en Alemania, el futuro no llegó a ser tan alentador, y acaba haciendo lo mismo que hizo en España con el porno, solo que ahora sola. Y así termina esta Hermosa juventud, con un fundido en negro. Y ahora a digerirlo…, pues probablemente nuestra realidad actual iguale o supere lo aquí descrito. 

Dos ejemplos en la filmografía de Jaime Rosales para entender la ética y la estética de este peculiar director que nos enfrenta a su particular polivisión de una realidad familiar y social que no nos es ajena, y con tres maternidades de fondo (la de Adela, la de Antonia y la de Natalia). Pero que, cuando nos la muestra con este grado de verismo, sentimos que esa hermosa juventud está tan alejada de nuestro ideal que nos deja sumida en una profunda soledad.

     


miércoles, 20 de abril de 2022

Comienza el curso de Continuum "Patología crítica neonatal 2022"

 

En breve comienza el curso de Continuum "Patología crítica neonatal 2022", un curso coordinado por la Sociedad Española de Neonatología en su segunda edición, tras el éxito del curso realizado en el año 2020. 

Este curso proporcionará al alumno conocimientos y habilidades necesarios para mantener y mejorar su competencia en la patología crítica neonatal, teniendo en cuenta la evidencia disponible sobre la reanimación y patología crítica de órganos y sistemas en este período y la repercusión que puede tener el aprendizaje de una detección y actuación urgente.

Los objetivos del curso son: 
- Conocer las recomendaciones de la reanimación del neonato a término y prematuro. 
- Saber identificar y realizar actuación inicial ante el fracaso respiratorio agudo neonatal y con sospecha de cardiopatía congénita. 
- Actualizar las nuevas tendencias frente a la patología metabólica aguda neonatal. 
- Identificar a los neonatos con signos de obstrucción intestinal. 

Y estos serán los capítulos que se van a tratar: 
- Reanimación cardiopulmonar del recién nacido 
- Insuficiencia respiratoria aguda del recién nacido 
- Obstrucción intestinal neonatal 
- Asfixia y encefalopatía hipóxico-isquémica cerebral 
- Patología metabólica aguda neonatal 
- Hipoxemia y bajo gasto sistémico en el recién nacido con sospecha de cardiopatía congénita. 

El curso comienza el próximo 28 de abril 2022 y estará en activo hasta el 23 de junio 2022. Un curso tutorizado en cada una de las seis unidades didácticas. 

Toda la información e inscripciones en la página web de Continuum. Os esperamos...

lunes, 18 de abril de 2022

Recomendaciones de vacunación de la población pediátrica procedente de Ucrania

 

Se van a cumplir los dos meses de la invasión rusa a Ucrania (acaecida el 24 de febrero de 2022) y ya son casi 5 millones el número de refugiados ucranianos que han salido de su país. En estos momentos, la distribución de éstos por países viene encabezada por los colindantes: Polonia a la cabeza destacada con 2,7 millones, seguido de Rumanía (800.000), Rusia (480.000), Hungría (450.000), Moldavia (420.000) y Eslovaquia (330.000). 

El número actual de refugiados ucranianos que han llegado a España se estima que supera la cifra de 75.000, con un perfil claro: dos de cada tres son mujeres y uno de cada tres son menores de edad. De ahí el impacto sobre la atención pediátrica. Y en este sentido, el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP) ha publicado un documento de interés sobre “Recomendaciones de vacunación de las personas procedentes de Ucrania”, documento que compartimos debajo, pero del que se extraen algunas conclusiones clave: 

- El calendario vacunal ucraniano no contempla la vacunación frente a neumococo, meningococos, varicela y virus del papiloma humano. 

- Solo el 35 % de la población por encima de los 12 años habría completado la pauta vacunal de 2 dosis frente a la covid y los niños de 5 a 11 años no han sido vacunados. 

- Las mujeres embarazadas requieren una atención especial y asegurar las vacunaciones de tosferina, gripe y covid. 

- Y a ello se suma un hecho ya constatado tras su presencia con nosotros: el alto nivel en Ucrania de desconfianza y rechazo vacunal, lo que se viene constatando hace años y cuyas causas son varias (a las preocupaciones clásicas sobre la seguridad de las vacunas y la confiabilidad de las autoridades sanitarias y políticas, se suma la intensificación de la circulación de noticias falsas en los dos últimos años, aprovechando la crisis por la pandemia y la inestabilidad de la región). 

Este es un tema de suficiente calado en nuestra salud poblacional como para tenerlo presente. De las correctas pautas de vacunación de los niños y niñas ucranianos, también depende la salud de nuestra población infantojuvenil en España.

sábado, 16 de abril de 2022

Cine y Pediatría (640) “El nuevo Nuevo Testamento” según la hija de “dios”

 

Nos encontramos en Semana Santa, esta semana clave en la fe de los cristianos. Y desde nuestra infancia, estas fechas han estado asociadas a un determinado cinematografía, principalmente películas vinculadas a esa historiografía de Cristo, del Antiguo y Nuevo Testamento, de la fe y, también en ocasiones, de un adoctrinamiento no siempre positivo. Pero quitando el lastre aleccionador político-religioso, nada saludable, cabe reconocer algunos títulos de siempre y de ahora: Quo Vadis (Mervyn LeRoy, 1951), La túnica sagrada (Henry Koster, 1953), Marcelino, pan y vino (Ladislao Vajda, 1954),  Los Diez Mandamientos (Cecil B. DeMille, 1956), Narazín (Luis Buñuel, 1958), Ben-Hur (William Wyler, 1959), Espartaco (Stanley Kubrick, 1960), Rey de Reyes (Nicholas Ray, 1961), Barrabás (Richard Fleischer, 1962), El Evangelio según San Mateo (Pier Paolo Pasolini, 1964), La historia más grande jamás contada (George Stevens, David Lean, Jean Negulesco, 1965), Las sandalias del pescador (Michael Anderson, 1968), Jesucristo Superstar (Norman Jewison, 1973), Jesús de Nazaret (Franco Zefirelli, 1977), La vida de Brian (Terry Jones, 1979), Escarlata y negro (Jerry London, 1983), La misión (Roland Joffé, 1986), El príncipe de Egipto (Simon Wells, Steve Hickner, Brenda Chapman, 1998), El jardín del Edén (Alessandro D'Alatri, 1998), La pasión de Cristo (Mel Gibson, 2004), Noé (Darren Aronofsky, 2013), Últimos días en el desierto (Rodrigo García, 2015), Little Boy (Alejandro Monteverde, 2015), Resucitado (Kevin Reynolds, 2016), El joven Mesías (Cyrus Nowrasteh, 2016), María Magdalena (Garth Davis, 2018), Los dos Papas (Fernando Meirelles, 2019), etc.  

Y a estas propuestas anteriores, hoy quiero compartir una película tan rompedora como extraordinaria: El nuevo Nuevo Testamento (2015), la última película del director, guionista y dramaturgo belga Jaco Van Dormael, quien tiene una corta y exquisita filmografía basada en complejas películas, aclamadas por la crítica. Desde Cine y Pediatría ya hemos hablado de su ópera prima, Totó, el héroe (1991), una fábula surrealista sobre la adopción, y El octavo día (1996), una peculiar road movie con el síndrome de Dowm como protagonista.   Y en estas fechas vale la pena recordar El nuevo Nuevo Testamento, singular, ingeniosa y mordaz película, combinando géneros tan dispares como la comedia, el drama o la fantasía, con vocación de cuento y ese color e imaginación que bien pudiera funcionar como una fusión de la película británica La vida de Brian (Terry Jones, 1979), la estadounidense Matilda (Danny de Vito, 1996) y la francesa Amélie (Jean-Pierre Jeunet, 2001).  

Una película que comienza con esta frase que ya nos descoloca: “Dios existe y vive en Bruselas”. Y con ello nos muestra a esta particular familia que vive en un pequeño piso con una gran habitación secreta, allí donde el padre “dios” (Benoît Poelvoorde) organiza el mundo con un ordenador, un ser despótico y grosero con su esposa (Yolande Moeau), esa mujer sumisa que se dedica a confeccionar punto de cruz y a jugar con su colección de cromos de jugadores de béisbol, y un padre que maltrata a su hija de 10 años, Éa (Pili Groyne), quien se convierte en la constante voz en off de esta historia. Y poco después conocemos que Éa tenía un hermano al que mataron, con el que habla en forma de figura y al que llama JC (abreviatura de Jesucristo). 

Y es así como Éa decide rebelarse contra su padre “dios”, accede a su ordenador y revela a todas las personas del mundo el día de su fallecimiento con un mensaje que llega a sus teléfonos móviles, con lo que hace que de repente todas las personas reflexionen sobre qué hacer con los días, meses, o años que les quedan por vivir. Y luego, por consejo de JC, huye de casa en busca de seis nuevos apóstoles (en total serán 18, como los jugadores de un equipo de béisbol) para escribir un nuevo Nuevo Testamento. 

Y si el guion ya es particular, la estructura no se queda a la zaga, pues nos lo cuenta en nueve capítulos con estos bíblicos títulos: Génesis, Éxodo, El evangelio según Aurelie, El evangelio según Jean Claude, El evangelio según El Obseso, El evangelio según el Asesino, El evangelio según Martine, El evangelio según Willy y El cantar de los cantares. Creo que solo por esta orientación, os aseguro que la película se ve con una sonrisa en la boca, una sorpresa tras otras y una apuesta a la reflexión constante. Y en donde vale la pena analizar a sus particulares protagonistas

Cuando Éa llega al mundo real a través del tambor de la lavadora, lo primero que hace es elegir a un escriba del nuevo Nuevo Testamento y elige a Víctor (Marco Lorenzini), un vagabundo disléxico que continuamente pregunta por sus dudas de ortografía. Y poco a poco, va encontrando a sus seis nuevos apóstoles: Aurelie (Laura Verlinden), la joven más guapa y deseada del barrio, que vive sola con su brazo izquierdo postizo; Jean Claude (Didier De Neck), soltero y sin hijos, esclavo de su trabajo y quien decide dejarlo todo y recorrer el mundo siguiendo a una bandada de pájaros; Marc (Serge Larivière), quien se llamaba a sí mismo el obseso, por las chicas y por el sexo, como secuela de aquella niña alemana de la que se enamoró cuando veraneaba de pequeño en la Manga del Mar Menor; François (François Damiens), atrapado con la muerte y los entierros, nunca quiso a nadie y nunca lloraba y se compró una escopeta cuando supo su día final; Martine (Catherine Deneuve), acomodada dama que, cuando conoce su pronto fin, decide acostarse con jóvenes, pero que al final se enamora de un orangután de circo; Willy (Romain Gelin), ese un niño que siempre estuvo enfermo, si bien más bien estaba sometido por su madre a un síndrome de Munchausen por poderes y que, desde que conoce lo poco que le quedaba de vida, decide hacerse niña. 

Éa va conociendo uno a uno, recoge sus lágrimas y les pone una música particular a su vida, a uno música de Pourcel, a otro de Haendel, o Schubert, o de circo, o la canción “La Mer” de Charles Trenet. Y a cada uno les inventa un sueño. Y a medida que se suman a la causa, la madre de Éa ve que aparecen nuevos apóstoles en el cuadro de “La última cena” hasta que suman 18, como los jugadores de beisbol, deporte que tanto gusta a la “diosa” sumisa de su madre. Y eso lo cambiaría todo. 

Y cada día de la semana ocurre algo en la vida de cada uno de estos seis apóstoles. Y el domingo todo el mundo decidió acercarse al mar a morir. Pero la madre diosa lo cambia todo al reiniciar el ordenador y el mundo se llena de color, flores y bondad. Mientras al “dios” varón es expulsado a Uzbekistán, ¿quién da más…?. Con un guion excelente del propio realizador y de Thomas Gunzig, desde el primero al último plano, es capaz de mostrar un humor corrosivo, inteligente, lo que se desprende en cada una de sus decisiones, todas ellas inesperadas y sin patrones concretos y que no puede dejar indiferente. 

Es El nuevo Nuevo Testamento una película que debe verse sin perjuicios, dejándose llevar por la imaginación, paladeando el disfrute de las nuevas ideas disfrazadas de comedia, y ese hacernos pensar en temas mayores de una forma tan surrealista. Película que tiene poco que ver con las películas enunciadas al principio de este post alrededor de la Semana Santa. Pero por encima de esta forma, tan atrevida como entrañable, cabe quedarse con las reflexiones de fondo que nos deja.

 

miércoles, 13 de abril de 2022

Salud mental infantojuvenil en tiempos COVID

 

No es una novedad que, desde el inicio de la pandemia por COVID-19, han transcurrido casi dos años y medio que han contribuido a empeorar la salud mental de la población. Y, específicamente, también se ha deteriorado la salud mental de los niños y adolescentes

Antes de la pandemia ya se estimaba en España que en torno al 10% de los niños y al 20% de los adolescentes sufría trastornos mentales, con consecuencias que se pueden prolongar a lo largo de toda su vida. En la actualidad, estos problemas se han acuciado. Así lo ha constatado el Grupo de Trabajo Multidisciplinar sobre Salud Mental en la Infancia y Adolescencia, del que forman parte la Sociedad de Psiquiatría Infantil (SPI), la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP) y la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), todas ellas sociedades de la Asociación Española de Pediatría (AEP). Además, el trabajo de este grupo también cuenta con el aval de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA) y de la Sociedad Española de Pediatría Social (SEPS). 

Compartimos este documento, que se difundió con motivo del Día Mundial de la Salud, celebrado el pasado 7 de abril, y en el que se destacan los siguientes puntos: 

- La pandemia COVID-19 ha provocado un aumento de hasta el 47% en los trastornos de salud mental en la infancia y adolescencia. 

- Se alerta sobre que los casos de ansiedad y depresión y los diagnósticos de TDAH se han multiplicado por tres o cuatro desde 2019, y los comportamientos suicidas han aumentado hasta un 59%. 

- Todo lo anterior se traduce en patologías de salud mental infantojuvenil más graves, con afectación de menores edades y más hospitalizaciones. 

- Los integrantes de este Grupo de Trabajo Multidisciplinar sobre Salud Mental en la Infancia y Adolescencia reclaman un aumento de recursos, la incorporación de psicólogos clínicos en los centros de salud y la mejora de la coordinación con escuelas y familias, atribuyendo a los pediatras de Atención Primaria un papel clave.

lunes, 11 de abril de 2022

Fundamentos de Medicina basada en la evidencia

 

La revista electrónica Evidencias en Pediatría (EvP) nace en el año 2005 como fruto de la experiencia previa adquirida por un grupo de pediatras españoles sobre el paradigma científico y la metodología de trabajo conocida como Medicina basada en la evidencia (MBE) o, si se utiliza un término menos anglosajón, como Medicina basada en pruebas. Más de 17 años de camino, habiendo estado en primera línea en sus inicios y en la primera década, por lo que hablar de ella es pura emoción.

EvP se publica de manera trimestral y las secciones habituales son: Editorial, Archivos valorados críticamente, Comentarios asociados, Fundamentos de Medicina basada en la evidencia, Evidentia praxis y Traducciones. Y hoy quiero destacar la sección Fundamentos de Medicina basada en la evidencia, sección que contiene artículos de contenido didáctico, cuyo objetivo es exponer las bases de la MBE, así como aspectos diversos sobre metodología de la investigación. 

Durante este tiempo se han publicado hasta la fecha un total de 64 artículos, que pueden revisarse en este enlace, con acceso libre a cada documento. Y estas publicaciones pueden clasificarse en dos grupos de trabajos, que han correspondido con dos periodos directivos en la propia revista. 

a) La primera parte abarca el periodo 2005 a 2013, etapa en la que la dirección de EvP estuvo a cargo de los Dres. José Cristóbal Buñuel, Paz González Rodríguez y Javier González de Dios. Y a ellos corresponde el temario básico de este periodo, donde se puso especial énfasis en los fundamentos más importantes relacionados con los cinco pasos fundamentales de la MBE: 1) formular preguntas estructuradas a partir del problema clínico a analizar; 2) realización de búsquedas bibliográficas sistemáticas y exhaustivas de las mejores pruebas disponibles en la literatura ; 3) adquisición de los fundamentos teóricos de la valoración crítica de documentos científicos (incluyendo los documentos CASPe y las listas guía de comprobación) ; 4) consideración de la aplicabilidad de los resultados de la valoración a nuestra práctica clínica; 5) evaluación de su rendimiento, en base a estudios de adecuación de la práctica clínica a la evidencia científica. 


b) La segunda parte abarca el periodo 2005 a 2022 (pero continúa), etapa en la que la dirección de EvP estuvo a cargo fundamentalmente en los Dres. Carlos Ochoa Sangrador, Manuel Molina Arias y Eduardo Ortega Páez. Y a ellos corresponde el temario básico de este periodo, donde se ha puesto especial énfasis en los aspectos epidemiológicos y estadísticos para la investigación y, por ende, herramientas necesarias para la MBE 

Y estos capítulos partían del artículo “Tipos de estudios epidemiológicos” y el último publicado corresponde con  “Regresión binaria logística simple”.  

Creo que después de todo este tiempo, no hace falta hablar de la utilidad de EvP. Pero hoy quiero destacar la importante información teórica disponible en esta sección.

sábado, 9 de abril de 2022

Cine y Pediatría (639) “Condenados” por culpa del heavy metal

 

Es Atom Egoyan un director canadiense de familia armenia poco prolífico en su producción, pero especializado en dramas tan hondos y dolientes que dejan tras de sí un poso de tristeza. Fue en la década de los 90 un director de prestigio (en ocasiones de culto) y un autor mimado de Cannes a través de sus arriesgadas películas. Hace justo diez años hablamos de él en Cine y Pediatría con dos películas que le consagrarían en su proyección internacional, dos películas que son dos fábulas, dos cuentos de hadas, y que convierten a Egoyan en una mezcla de Esopo, Samaniego y hermanos Grimm del séptimo arte: El dulce porvenir (1997), una fábula que funciona como la versión moderna del “El flautista de Hamelin”; y El viaje de Felicia (1999), una fábula que funciona como la versión moderna de “La bella y la bestia” o de “Caperucita Roja”. Dos películas con introspección psicológica de los personajes a través de la presencia estelar de dos jóvenes adolescentes, no aptas para todos los públicos, pero muy recomendables para los amantes del buen cine.  Y estas fábulas adquieren un cénit de intriga y perversión con Cautivos (2014), una película sobre el secuestro de niños y niñas alrededor del terrible mundo de la pederastia bajo su peculiar visión.  

Pues hoy este director regresa con otra película en la que conserva esos principios: Condenados (2013), en lo que es una historia basada en hechos reales y fundamentada en el libro “Devil´s Knot. The True Story of the West Memphis Three” de Mara Leveritt. Como reportera de investigación, esta autora estadounidense es conocida por examinar la interacción de la política y la justicia penal en ciertos delitos graves, y en este caso se centra en lo que se conoció como “los tres de West Memphis”.

La película comienza en aquel 5 de mayo de 1993 donde tres amigos de 8 años (Stevie Branch, Michael Moore y Chris Byers), que viven en la ciudad de West Memphis (en el estado de Arkansas), salen una tarde a jugar con sus bicicletas hacia el bosque de Robin Hood y no regresan a sus casas. Cuando se activa su búsqueda por los vecinos y la policía, sus cuerpos desnudos y atados con los cordones de los zapatos aparecen en el fondo del río. Unas escenas que no ahorran en crudeza. 

A partir de ahí comienzan las investigaciones, donde las autoridades locales se ven sometidas a una gran presión popular para que encuentren lo antes posible a los culpables. El testimonio de un niño amigo de los chicos asesinados y una serie de pruebas circunstanciales centran sus sospechas en tres chicos entre 16 y 18 años vinculados a grupos de heavy metal: Jason Baldwin, Damien Echols y Jessie MissKelley Jr. Son arrestados y aparecen las supuestas conexiones, como la manifestación del predicador: “Hay una conexión innegable entre el heavy metal y el satanismo”, donde se asimila una secta satánica como la reencarnación del mal. Y se les pide la pena de muerte a los tres. 

El detective Robin Lax (Colin Firth) intenta investigar el caso junto con los abogados de los tres adolescentes, en realidad chicos inadaptados y uno de ellos con cierto grado de retraso mental. Y el comentario de Damien es revelador: “La policía da miedo. Hacen lo que sea para que la gente diga lo que quieren oír…¿Por qué se acusaba a la gente de brujería en Salmen?”. A partir de ahí se realizan las distintas vistas de un juicio que duró un año, y donde se confirmaron graves discordancias en las declaraciones y las pruebas, incluyendo la presencia aquella noche de un hombre negro lleno de sangre y barro y del que nunca se supo nada. Pero vestir de negro y con indumentaria gótica, oír música heavy metal y leer libros de brujería fueron la suma suficiente para ser acusados, pese a las irregularidades manifiestas y a que se declararon inocentes de forma repetida. Finalmente Jason y Jessie fueron condenados a cadena perpetua y Damien a recibir una inyección letal el 5 de mayo de 1994, justo un año después del asesinato de los tres niños. 

En el proceso hasta el propio detective es investigado y acosado, y su justificación para seguir adelante es clara: “Cuando pasa algo así, cuando un pueblo pierde tres niños y sacrifica a tres más para vengarse, para mí es personal. Y a lo mejor me obsesiono un poco”. Pero es que en este camino, hasta la propia madre de Steve (Reese Witherspoon) acabó dudando de la culpabilidad de los tres jóvenes. 

Y al final, un largo colofón con la cámara paseándose por la orilla del río donde encontraron los cuerpos de los niños (y al que llaman la Guarida del Diablo), resume la situación, años después, de los implicados en el caso. Un caso cerrado con graves errores y donde estos tres adolescentes fueron condenados ya socialmente antes del juicio. Porque formar parte de la tribu urbana del heavy metal era sinónimo de drogadicción, depravación moral y satanismo, y ha sido un motivo de cruzada necesario para algunos moralistas. Por ello, "los tres de West Memphis" eran los sospechosos perfectos para satisfacer a la opinión pública. 

En la película se hace una expresa referencia a aquellos acontecimientos ocurridos en el año 1692 en la ciudad de Salem, próxima a Boston, una de las muestras más paradigmáticas de histeria colectiva y un claro ejemplo de lo que nunca debe ser la justicia. Y en Cine y Pediatría recordamos con detalle este hecho al analizar la película Nación salvaje (Sam Levinson, 2018), a la que definimos como la versión “millennial” de las brujas de Salem. Pero esta historia también nos retrotrae a la película danesa La caza (Thomas Virtemberg, 2012), en lo que es una magnífica reflexión sobre la anulación de la presunción de inocencia y donde el falso culpable y el fascismo social se dan la mano.  

Porque nada es perfecto, tampoco la justicia. De ahí la importancia de respetar las garantías procesales (imparcialidad del juez, publicidad del proceso, asistencia de abogado, prohibición de dilaciones indebidas y buena utilización de las pruebas disponibles) con la finalidad de asegurar las condiciones necesarias para el logro de un proceso justo. Y Atom Egoyan, con su particular estilo, se hace eco en este caso real. Y fue tan mediático que se han hecho otras versiones, como la película neozelandesa West of Memphis (Amy Berg, 2012) o la miniserie de televisión del año 2020 The Forgotten West Memphis Three.

 

miércoles, 6 de abril de 2022

Nuevo número de Evidencias en Pediatría: marzo 2022

 

Un nuevo trimestre y un nuevo número trimestral de la revista Evidencias en Pediatría ha llegado: ciencia con calidad y conciencia. 

El número libre en todos sus contenidos pueden ser consultados en este enlace, pero os dejamos los temas tratados. 

Editorial: 
En vacunas, seguridad y confianza van de la mano 

Artículos Valorados Críticamente: 
Las vacunas triple vírica y varicela no se asocian con un mayor riesgo de autismo o encefalopatía 

Durante la pandemia COVID-19 las enfermedades mentales se duplicaron en los adolescentes 

La oximetría de pulso es una herramienta eficaz para identificar cardiopatías congénitas críticas 

La vacuna de ARN BNT162b2 frente a la COVID-19 parece segura y eficaz en niños mayores de 4 años 

Razón entre neutrófilos y linfocitos: un marcador de afectación digestiva en la púrpura de Schönlein-Henoch 

En niños ¿se puede acortar el tratamiento de la neumonía adquirida en la comunidad a 3 días? 

¿Existe un riesgo aumentado de autismo en los prematuros? 

Nueva estrategia contra el paludismo. Quimioprofilaxis estacional junto con la vacunación antimalárica 

Comentario asociado: 
Impacto de la pandemia COVID-19 en la salud mental de los niños y adolescentes. 

Fundamentos de Medicina Basada en la Evidencia: 
Regresión logística binaria simple.

lunes, 4 de abril de 2022

Twitter o cómo evitar ir de Chris Rock a Will Smith


 

Este fin de semana han celebrado las XIII Jornadas de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, que han tenido lugar en el Palacio de Congresos de la ciudad de León. Nueve mesas redondas y cinco simposios en dos intensos días de actualización, pruebas y controversias alrededor de las vacunas y la vacunación. Porque hacer que las evidencias científicas calen en las vivencias de la población es un verdadero reto y ese rugido de las vacunas, asimilando el león rampante del escudo de la hermosa ciudad de León, debe ser bien audible con rigor y educación para combatir las fake news, controversias y polémicas que buscan la difusión de la discordia. Y, sin dudas, el buen uso de las redes sociales es un camino. 

Y de alguno de estos aspectos versó la primera mesa redonda, por título “DesENREDando las vacunas” y que tuvo un desarrollo dinámico, eficaz y simpático. Y aunque las redes sociales son muchas, hubo un especial énfasis en Twitter. Y es que Twitter bien merece una revisión, pues no cabe duda que es la red más polémica y cañera, allí donde los rascas y rezascas campan a sus años, y uno - por semejanza a uno de los trending topic de esta última semana – he titulado en el post como "Twitter o cómo evitar ir de Chris Rock a Will Smith". 

Porque son bien conocidas las ventajas y desventajas de Twitter: 

- Entre las ventajas se destaca que es una red social muy simple y dinámica, sencilla y práctica y que viraliza las noticias entre tus seguidores (y también los seguidores de tus seguidores) con más rapidez que otros medios. 

- Entre las desventajas está el tener que resumir en 140 caracteres (y por ello se han conformado los “hilos” que permite conectar varios tweets para proporcionar más contexto, o para ampliar una opinión), pero especialmente el que hay mucho spam en la red, cuando no un campo de batalla en las controversias con insultos hacia las personas ocultos en perfiles falsos, lo que acaba generando desconfianza en la red, cuando no disgustos. 

En realidad, como todo en la vida, si el usuario tiene claro el por qué y para qué de Twitter, existen más ventajas que desventajas. Y en la información y difusión de noticias sobre vacunas, el incremento entre lo positivo y negativo de Twitter puede ser más marcado, por ese situación entre antivacunas y provacunas. Por ello, en el funcionamiento de Twitter resultó muy interesante en esa mesa redonda el hablar de términos (todos anglicismos, qué le vamos a hacer…) de gran interés para conocer algo más de su dinámica, y de ese Chris Rock frente a Will Smith más habitual del que quisiéramos: troll, bot, throlling, botnet, algoritmos, shadow ban y deboosting. 

¿Qué es un troll? Un troll es una persona que inicia intencionalmente un conflicto online u ofende a otros usuarios para distraer y sembrar divisiones mediante la publicación de declaraciones incendiarias o fuera de tema en una comunidad digital o red social. Su objetivo es provocar en otros una respuesta emocional y descarrilar los debates. Un troll es diferente de un bot porque un troll es un usuario real, mientras que los bots son automáticos. Los dos tipos de cuentas son mutuamente excluyentes. 

¿Qué es un bot? Un bot es una cuenta automatizada de redes sociales, administrada por un algoritmo, y no por una persona real. En otras palabras, un bot está diseñado para hacer publicaciones sin intervención humana. Hay tres indicadores que permiten identificar un bot: el anonimato, los altos niveles de actividad y la amplificación de determinados usuarios, temas o hashtags. A los bots se los encuentra especialmente en Twitter y otras redes sociales que permiten a los usuarios crear múltiples cuentas. 

¿Qué es el trolling? El trolling, sin embargo, no se limita a los trolls. De hecho, los trolls usan bots para amplificar algunos de sus mensajes. En este sentido, los bots pueden y han sido utilizados para fines de trolling

¿Qué es una botnet? Una botnet es una red de cuentas bot administradas por el mismo individuo o grupo. Quienes administran botnets, son conocidos, en inglés, como bot herders o shepherds. Los bots están diseñados para fabricar un engagement que hace que en el tema en el que se involucran las botnets parezca que haya más usuarios "reales" de los que realmente hay. 
El objetivo de una botnet es hacer que un hashtag, un usuario o una palabra clave parezcan más comentados (de manera positiva o negativa) o populares de lo que realmente son. Los bots se dirigen a los algoritmos de las redes sociales para influir en la sección de tendencias, lo que a su vez expone a usuarios desprevenidos a conversaciones amplificadas por robots. 

¿Qué son los algoritmos? Los algoritmos en redes sociales son empleados para calificarnos. Y en el ejemplo de los tuits es fácil entender: si seguimos a pocas personas sí podríamos seguir en el time line todos los tuits que publican esas cuentas; pero si, como ocurre muy frecuentemente, seguimos a cientos o miles de personas entonces se  multiplica la cantidad de información exponencialmente. Por tanto, se recurre a que sea un algoritmo, una fórmula, la que decida qué es relevante (contenido destacado) y quién es relevante para presentar dicha información. 

Y en esto que nos muestra esta red social está asociado a otros términos (dos anglicismos más, que Dios nos pille confesados por esta degradación del lenguaje): shadow ban y deboosting
El shadow ban consiste en la ocultación de una persona o su contenido en las búsquedas, presentación, etc. El deboosting es menos evidente aún, pues consiste en bajar la relevancia de algo o alguien simplemente por una decisión de esa red social. Alguien que consiguió una puntuación alta como “relevante”, y los “privilegios” que conlleva, es así “defenestrado”. Y con él su contenido. 

Y es que quien esté en Twitter debe conocer a lo que se enfrenta… Y saber cómo combatirlo. Más que nada para no acabar como en la última noche de los Premios Óscar. Porque una red social debe ser un lugar para sumar y compartir con “netiqueta” y sentirte bien. Todo lo que se aleje de esto debería plantear otros caminos. También en vacunas, un tema que cabe defender con rigor, ciencia y conciencia. 

sábado, 2 de abril de 2022

Cine y Pediatría (638): “Libertad”… divino tesoro

 

El premio más codiciado de todo festival de cine es el de Mejor película. Y así ha sido también en los Premios Goya. Un galardón que ha viajado en su primera edición de El viaje a ninguna parte (Fernando Fernán Gómez, 1986) a la número 36, con El buen patrón (Fernando León de Aranoa, 2021). En este recorrido las películas que han obtenido mayor número de premios Goya son: Mar adentro (Alejandro Amenábar, 2004) con 14 estatuillas (de 15 candidaturas), ¡Ay, Carmela! (Carlos Saura, 1990) con 13 estatuillas (de 15 candidaturas), Blancanieves (Pablo Berger, 2012) con 10 estatuillas (de 18 candidaturas) y La isla mínima (Alberto Rodríguez, 2014), con 10 estatuillas (de 17 candidaturas). Y los directores que más veces han obtenido el premio Goya a la Mejor película son Pedro Almodóvar (con 4 galardones) y Alejandro Amenábar (con 3 galardones). Por otro lado, los directores noveles que han conseguido con su ópera prima el Premio a la Mejor película son Agustín Díaz Yanes (por Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto, 1995), Alejandro Amenábar (por Tesis, 1996), Achero Mañas (por El Bola, 2000), Raúl Arévalo (por Tarde para la ira, 2016) y Pilar Palomero (por Las niñas, 2021). Las cinco también obtuvieron el Premio al Mejor director novel. 

Y algunas de estas películas forman parte ya de la familia de Cine y Pediatría, y hoy, como prolegómeno a la película que hoy nos convoca, las recordamos por orden cronológico: El Bola (Achero Mañas 2000),  Los otros (Alejandro Amenábar, 2001),  Camino (Javier Fesser, 2008),  Pan negro (Agustí Villaronga, 2010),  Vivir es fácil con los ojos cerrados (David Trueba, 2013),  La isla mínima (Alberto Rodríguez, 2014), y  Las niñas (Pilar Palomero, 2020).  Y también recordamos otras películas que consiguieron el premio de Mejor director novel: Alas de mariposa (Juan Bajo Ulloa, 1991),  Familia (Fernando León de Aranoa, 1997),  Eva (Kike Maillo, 2011),  A cambio de nada (Daniel Guzmán, 2011), Verano 1993 (Carla Simón, 2017),  Carmen y Lola (Arantxa Etxebarría, 2018) y la ya enunciada  Las niñas (Pilar Palomero, 2020). 

Y la película que hoy nos convoca cierra ese repóquer de directoras de cine españolas que se han llevado el Goya a Mejor director novel de forma consecutiva: Carla Simón por Verano 1993 (2017), Arantxa Echevarría por Carmen y Lola (2018), Belén Funes por La hija de un ladrón (2019), Pilar Palomero por Las niñas (2020) y este año Clara Roquet por Libertad (2021), quien también es guionista. 

Es Libertad una película llena de matices, pausada y sin subrayados, una historia que se desarrolla en verano en el chalé familiar de la familia Vidal con vistas a ese Mediterráneo de la Costa Brava, un guion entrelazado entre cinco mujeres: Ángela (Vicky Peña), la abuela asolada por el Alzheimer; su hija Teresa (Nora Navas, quien se alzara con el Goya a Mejor actriz de reparto), quien sufre ese deterioro de su madre y se nos insinúa en un matrimonio a la deriva; la nieta mayor Nora (María Morera), la adolescente de 14 años que es eje central de la historia, reclusa de sus miradas a todo lo que le rodea, a la deriva entre los juegos de niños que le parecen ridículos y las conversaciones de los adultos que le aburren; Rosana (Carol Hurtado), la solícita criada colombiana; y Libertad (Nicolle García, quien fuera nominada a actriz revelación), su hija pródiga, adolescente de 15 años que regresa tras muchos años sin ver a su madre, pero cuyo pensamiento no es otro que volver a irse. La llegada de la rebelde y magnética Libertad se convierte en la puerta de entrada a un verano distinto para Nora, y la forja de una amistad desigual (con esa diferencia de clase) le hace plantearse aspectos distintos a la zona de confort de la casa familiar, descubriendo aspectos de una libertad que añora y necesita. Como la libertad que quizás también necesitan el resto de mujeres protagonistas, cada una atrapada en su mundo e historia. 

“Yo me siento muy agobiada aquí. Necesito irme”, le dice Libertad a Nora. Y a través de diálogos y escenas pausadas y muy corrientes transcurre la historia y el verano, apostando por la fuerza (y la magia) de la sencillez al narrar este especial y pausado (como una tarde de estío) coming of age. Y en la fiesta de verano en honor a la abuela Ángela, esta realiza una premonitoria despedida en medio del guateque: “Me tengo que ir”. Y el final del verano llega y aboca en un final de matiz tan sencillo como la propia película, mientras suena la canción “Si supieras” de Manoella Torres. 

Y es que de nuevo, como ocurriera en otra reciente historia en Cataluña en un verano – hablamos de Verano 1993 – esta historia, con un lúcido retrato de la adolescencia y las diferencias de clase, también tiene mucho de autobiográfica. Y lo desarrolla sin estridencias, quizás una de sus virtudes. El contraste entre una Libertad criada por su abuela en Colombia, sin referentes paternos y con una independencia marcada por las escasas restricciones impuestas, y una Nora sumergida en un entorno protector de una familia acomodada en Cataluña. Y, tanto la chica emigrante como la burguesa, descubrirán algo cuando la vida adulta que acompaña al fin de la inocencia se abre paso en lo que dura un verano. 

Y Clara Roquet se apoya en la buena dirección de estas actrices, algunas veteranas, otras noveles. Y nos regala Libertad - rodada en Barcelona, Blanes, Lloret de Mar, Sitges, Vilanova i la Geltrú y Sant Andreu de Llavaneres -, una nueva aportación de esta estimulante ola de cineastas españolas. Una lúcida película sobre un verano que expira y una nueva conciencia que emerge: “Hemos sido muy felices aquí todos estos veranos, ¿verdad?”, pregunta Ángela a su hija. Y al igual que hemos recordado Verano 1993, no podemos olvidarnos de otra historia en otro verano lleno de conflictos y con las mujeres como epicentro: La inocencia (Lucía Alemany, 2019), con esa adolescente interpretada con brillantez por Carmen Arrufat, como aquí María Morera desprende naturalizada y sutileza. 

Es Libertad el titulo de esta película que hace referencia al nombre de la adolescente emigrante, pero que también juega con ese retrato sobre la libertad, término manipulado hasta la náusea y que cambia de significado según la clase social a la que pertenezcas, y al género y edad que se tenga. Una historia sutil llena de verdad y de realidad, en una sociedad que reflexiona sobre el concepto de libertad en un entorno económicamente complicado. Una ráfaga de aire fresco al cine español que los Premios Goya no han pasado por alto.