miércoles, 24 de abril de 2024

Hacia una hospitalización pediátrica segura, ¿qué hacer y qué no hacer?


Son varios los recursos que hemos ido compartiendo en el blog sobre la web de la Sociedad Española de Pediatría Interna Hospitalaria (SEPIH), desde el camino como subespecialidad pediátrica, pasando por la utilidad de sus protocolos o la novedad editorial del libro de Pediatría Interna Hospitalaria.    

Y hoy queremos destacar el documento y la infografía sobre Hacia una hospitalización pediátrica segura, ¿qué hacer y qué no hacer?  Y donde se analizan los cinco pasos de la hospitalización: 
1. Acogida 
2. Atención Sanitaria 
3. Notificación 
4. Ambiente laboral 
5. Alta hospitalaria 

Un interesante documento para conocer y aplicar.

 

lunes, 22 de abril de 2024

Mujer y Medicina: el Síndrome de “ya llegaréis”


Se denomina TECHO DE CRISTAL a la limitación velada del ascenso laboral de las mujeres al interior de las organizaciones. Se trata de un techo que limita sus carreras profesionales, difícil de traspasar y que les impide seguir avanzando. Es invisible porque no existen leyes o dispositivos sociales establecidos y oficiales que impongan una limitación explícita en la carrera laboral a las mujeres. 

Sobre este tema hablamos en el blog hace más de una década e, incluso, dedicamos el libro Cine y Pediatría 12 a este tema, con el propósito de romper el techo de cristal a través de las directoras en el séptimo arte. Pues este es un tema recurrente y no resuelto. 

Y vale la pena revisar el artículo publicado en el mes de marzo en Diario Médico, bajo un título muy significativo: Mujer y medicina: el síndrome de “ya llegaréis”. Porque en 2017 se produjo un vuelco significativo en España: por primer vez en la historia, las mujeres médico colegiadas superaron en número a los varones, y la diferencia no ha dejado de crecer desde entonces. Pero si lo enfocamos a algunas especialidades (con Pediatría y Obstetricia-Ginecología como paradigmáticas) esta diferencia a favor de las mujeres es abrumadora. De hecho, siempre digo que hay muchas pediatras, pero ya pocos pediatros… Aún así, los datos del Observatorio Womeds (una iniciativa de FACME- Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas) evidencian que la presencia masculina es abrumadoramente mayoritaria en las jefaturas de servicio y sección del Sistema Nacional de Salud (SNS), así como en las presidencias científicas y colegios de médicos, los decanatos y los puestos de liderazgo en investigación. 

Sirvan algunos datos actuales: 
- De los egresados en las Facultades de Medicina de España el 70% son mujeres. 
- De los 302.000 médicos colegiados en España, ya el 54% son mujeres. 
- De los especialistas que trabajan en los centros sanitarios públicos, el 58% son mujeres. 
- Del porcentaje de jefes de servicio en el SNS en España, solo el 33% son mujeres (con un intervalo que va del 21% en la Región de Murcia y al 52% en Navarra). 
- De las 46 sociedades científicas que forman parte de FACME, solo 12 tienen un mujer como presidenta (y solo 8 tienen más de la mitad de mujeres en sus juntas directivas). 
- De los 52 Colegios de Médicos provinciales en España, en 21 de ellos las mujeres ocupan menos del 40% de los sillones de sus directivas. 
- De las 46 Facultades de Medicina, el 24% tienen una decana, el 10% cátedras de Medicina ocupadas por mujeres y el 22% plazas de profesor titular vinculado ocupadas por mujeres. 

Así que quizás sí, ante tanto que queda por caminar, el cambio de denominación del techo de cristal en Medicina por el de Síndrome de “ya llegaréis”, quizás no sea una mala propuesta…

sábado, 20 de abril de 2024

Cine y Pediatría (746). “Collisions” frente a la migración


La migración es un fenómeno creciente en el mundo, alimentado por las persistentes desigualdades, la falta de oportunidades y las tensiones sociales. Migraciones del campo hacia las ciudades, o desde sus países de origen hacia países desarrollados, con la esperanza de mejorar sus niveles de vida y encontrar mejores opciones para su desarrollo personal. Hay múltiples motivos para explicar el crecimiento en la migración internacional (aunque es un hecho que ha existido siempre), que sigue siendo un claro indicador de que los derechos y necesidades de millones de personas no está siendo satisfechos y cuya cara más dura es la desintegración familiar. Se estima que hay un total de 190 millones de migrantes internacionales en todo el mundo. Y entre ellos hay muchos niños y niñas en tránsito. Y todos ellos merecen protección, atención y toda la ayuda necesaria para salir adelante, pasando a un segundo lugar aspectos como por qué abandonaron su hogar, cuál es su lugar de origen, dónde se encuentran o por qué llegaron allí. 

Desde Cine y Pediatría este es un tema que se ha analizado desde diversos puntos de vista en películas de diferentes nacionalidades, y un ejemplo es el film revisado la semana pasada: la película francesa Mi hermano pequeño (Léonor Serraille, 2022), alrededor de una madre y dos hijos que viajan de Costa de Marfil a Francia. Pero donde también recordamos: la película estadounidense La buena mentira (Philippe Falardeau, 2014) sobre un grupo de niños huérfanos de Sudán que son acogidos en Estados Unidos; la película mexicana Los lobos (Samuel Kishi, 2019), con una madre y dos hijos que viajan de México a Estados Unidos; la película estadounidense Minari. Historia de mi familia (Lee Isaac Chung, 2020), alrededor de una familia surcoreana en busca del sueño americano; la película española Adú (Salvador Calvo, 2020), una de cuyas historias es la de dos hermanos de Camerún que llegan a España; la película belga Tori y Lokita (Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne, 2022), dos niños que se desplazan de Benín a Bélgica; la película francesa La brigada de la cocina (Louis-Julien Petit, 2022), sobre diferentes jóvenes inmigrantes de muy diferentes nacionalidades (bajo el conocido acrónimo de MENA) de diversas nacionalidades que se establecen en Francia; o la película española Chinas (Arantxa Echevarría, 2023), dos niñas y una adolescente chinas en busca de su identidad e integración en España.         

Y hoy llega una más: la película estadounidense Collisions (Richard Levien, 2018), la cual explora el devastador impacto que podría tener en los inmigrantes la política de administración Trump a través de una familia mexicana, de nuevo una madre con sus dos hijos (este conjunto vemos que se ha repetido en varias historias de las ya analizadas). Un film que comienza así: “Cada cuatro minutos, un niño ciudadano de los Estados Unidos es separado de unos de sus padres por deportación”. Y tras una escena donde la policía irrumpe armada en una casa de hispanos, otro cartel muy significativo: “Some are under a lucky star and some are born into collisions. Mexican Proverb”. Un cartel en inglés que nos descubre la palabra que es el título de esta película: Collisions. Y cuyo guion es una adaptación de la historia del novelista Malin Alegria. Realmente tiene un formato por sus personajes y su entorno bastante similar a la película Los lobos, previamente referida. 

Yoana (Ana de la Reguera) emigró de Oaxaca a Estados Unidos con sus dos hijos, Itan (Izabella Álvarez) y Neto (Jason García Jr.), y ahora trabaja en la limpieza en varios lugares para salir adelante. Itan es una adolescente de 12 años en la actualidad, estudiosa e inteligente, quien también debe hacerse cargo de su hermano de 8 años; hablan ya inglés y no les apetece ser mexicanos. Un día llegan del colegio y su madre no está (lo que enlazamos con la primera escena de la película), por lo que pasan a los Servicios de Protección Infantil: “Nos cuesta encontrar una familia que quiera cuidar dos niños”. La única posibilidad es que se haga cargo un hermano de la madre, el tío Evencio (Jesse García), camionero de profesión, quien vive solo y con pocos apegos, tampoco a sus sobrinos. 

A partir de ahí comienza una particular “road movie” por las interminables carreteras de los Estados Unidos, pues viajan en camión en busca de Yoana, antes de que la deporten, tarea no fácil pues hay alrededor de 700 centros de detención en el país y no les informan dónde la han trasladado. Reciben el mensaje que se encuentra en Fénix, y hacia allá se dirigen, en un viaje donde Evencio se acompaña de bebida, canciones mexicanas y mujeres de compañía. Pero, como tantas veces hemos visto, el viaje mejora la sintonía con sus sobrinos, a los que acaba protegiéndoles de los peligros que acompañan al viaje. “Si mamá se va a México, ¿podemos vivir contigo?”, le pregunta Neto. Aunque Itan acaba descubriendo un secreto sobre su tío y su padre fallecido. 

Es finalmente en Tijuana donde se reeencuentran y reconcilian. Y entre lágrimas… y todo por decir, finaliza. Sin final feliz. Sin soluciones. Con más preguntas que respuestas ante la migración y ante los hijos de la migración. Porque el camino de la vida (y de la Green Card) es muy duro. Y con algunas leyes, más. Porque la infancia de la migración es una realidad cada vez más patente.