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miércoles, 17 de noviembre de 2010

Ideas falsas sobre vacunas (II): "La mayoría de las personas que enferman han sido vacunadas"

Proseguimos nuestro recorrido sobre las creencias erróneas sobre las vacunas.

Una frase que también podemos escuchar con frecuencia es que "La mayoría de las personas que enferman han sido vacunadas". Como ayer, copio y pego la respuesta a este argumento de los CDC y publicada en la web de la OMS (los subrayados en negrita son míos, porque me parecen puntos importantes sobre los que es necesario incidir):

"Este es otro argumento que se encuentra con frecuencia en las publicaciones contrarias a las vacunas; se pretende sugerir que esto demuestra que las vacunas no son eficaces. De hecho, es cierto que en una epidemia el número de enfermos vacunados es con frecuencia mayor que el de no vacunados, incluso en el caso de vacunas como la del sarampión, que sabemos que tiene una eficacia, cuando se utiliza de la forma recomendada, de alrededor del 98%.

La explicación de esta paradoja aparente se basa en dos factores. En primer lugar, ninguna vacuna tiene una eficacia del 100%. Para que las vacunas sean más seguras que la enfermedad, la bacteria o virus se destruye o debilita (se atenúa). Por razones relacionadas con las características propias de cada individuo, no todas las personas vacunadas desarrollan inmunidad. La mayoría de las vacunas administradas de forma sistemática en la infancia son eficaces en entre el 85% y el 95% de los receptores. En segundo lugar, en un país como los Estados Unidos las personas vacunadas son muchas más que las que no han sido vacunadas.

El siguiente ejemplo hipotético permitirá comprender mejor cómo la combinación de estos dos factores hace que puedan producirse epidemias en las que la mayoría de los enfermos han sido vacunados.

«En un colegio hay 1.000 estudiantes y ninguno ha tenido sarampión anteriormente. Todos los estudiantes menos cinco han recibido dos dosis de la vacuna contra el sarampión, de manera que están plenamente inmunizados. La totalidad de los estudiantes se expone al virus del sarampión y todos los estudiantes sensibles resultan infectados. Por supuesto, los cinco estudiantes no vacunados serán infectados. Pero es previsible que algunos de los 995 que han sido vacunados no respondan a la vacuna. La eficacia de dos dosis de la vacuna contra el sarampión puede ser superior al 99%. Siete estudiantes del colegio no responden a la vacuna y resultan también infectados. Por consiguiente, siete de los 12 casos, alrededor del 58%, son estudiantes plenamente vacunados.»

Como puede verse, esto no demuestra que la vacuna no haya funcionado, sólo que al haber sido vacunados la mayoría de los estudiantes del colegio, aquellos que fueron vacunados pero no respondieron a la vacuna son más que los que no fueron vacunados. El ejemplo puede analizarse desde otro punto de vista: el 100% de los estudiantes que no fueron vacunados enfermaron de sarampión, frente a menos del 1% de los que habían sido vacunados. La vacuna contra el sarampión protegió a la mayoría de los estudiantes; si ninguno hubiera sido vacunado se hubieran producido probablemente 1.000 casos de sarampión.

La OMS agradece el permiso concedido por los CDC de Atlanta para presentar una versión revisada del documento Six common misconceptions about immunization (seis ideas falsas extendidas acerca de la inmunización)."

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