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sábado, 29 de marzo de 2014

Cine y Pediatría (220). “El primer grito”… no será el último


“Cuenta el Talmud que, mientras permanece en el vientre de su madre, un niño posee todo el saber acumulado en sus vidas anteriores. Por eso, antes del nacimiento, aparece un ángel que sella el labio del afortunado con un dedo, conminándolo así a mantener ese saber en secreto. La intervención angelical deja una huella en el rostro del bebé: la pequeña hendidura entre el labio superior y la base de la nariz. En ese preciso instante, el niño ingresa a la vida olvidándolo todo… y grita por primera vez…”. 

La leyenda talmúdica cierra El Primer Grito, película documental francesa que Gilles de Maistre estrenó en el año 2008, y que cubre la crónica de diez partos registrados en Francia, Estados Unidos, México, Brasil, Nigeria, Tanzania, Japón, Vietnam, India y Siberia el 29 de marzo de 2006, día de eclipse solar. El Primer Grito nos muestra una visión global del mundo sobre el nacimiento, la preparación de las mujeres en las diferentes culturas, desde un parto acuático asistido por delfines en México, hasta un parto en el desierto por los Tuaregs. Así mismo, nos muestran las diferentes rituales ancestrales alrededor de parto, junto con la tecnología en las sociedades occidentales. 

Una película documental que sacude y emociona profundamente, dando una visión global de las diferentes practicas actuales para recibir al ser humano…. y que permite relativizar y reflexionar sobre las posicione demasiado estancas en la forma y manera en que hemos de nacer. Y así lo expresó su director: "No solo es una pelicula sobre el nacimiento, es también sobre las mujeres. Es un himno a la vida, un homenaje a la feminidad y a la maternidad. Cada vez que nace una criatura, es un nuevo paso de la humanidad hacia su futuro. Es la conquista de nuestra sobrevivencia, de nuestra evolución y criatura a criatura se escribe nuestra historia de todos [...]. La mujer está entre el sufrimiento y la alegría, entre vida y muerte. Lo que la anima es de una violencia sin nombre. Ella oscila entre fragilidad y toda la potencia, hay una dimensión sagrada y eternamente femenina en la noción de transmision de la vida. Ser un hombre y poder aproximarse a ello es fascinante"

Y es así como durante la película acompañaremos durante 48 horas las vivencias de diferentes madres y de diferentes partos en distintos países y distintos continentes, ya que cada una de estas mujeres representan una realidad social y cultural, con un rostro diferente del mundo: 
- Sandy en Francia, un embarazo habitual en nuestro entorno, con los cursos preparto y un parto hospitalario con atención médica. 
- Elizabeth en Siberia, en donde la ginecóloga toma la decisión de realizar una cesárea. 
- Sunita en la India conmueve, porque después del parto conoce que su bebé es una mujer y su rostro de decepción es profundo , pues la India es una sociedad patriarcal más, donde el ser mujer es indicio de inferioridad. 
- Mané de los Tuareg es una historia que estremece, sobre todo el hecho de que en su cultura se obliga a las mujeres a ir a parir al desierto, sobre la arena, porque las tiendas se reservan para los hombres. 
- Yuyiko en Japón nos muestra como el parto natural es posible y comparte ese acto tan maravilloso y mágico del nacimiento con su hija. 
- Majtonré de los Kayapo y Kokoya de los Masai son ejemplos de parto natural, no sin dificultades, no sin paradojas, porque quizás no todo es natural. Por ejemplo, por el hecho de que Kokoya era la esposa número 10, cuyo marido tenía ya 100 hijos, un tipo de patriarcado donde curiosamente las mujeres pueden ser desde pequeñas reservadas para los hombres a cambio de ganado. 
- Gaby, Christina y Pilar de México, también nos muestran una historia que impresiona, sobre todo los partos en la piscina recibiendo a sus recién nacidos alrededor de delfines. 
 - Vanessa de Quebec, una mujer que lucha por su decisión de recibir a su hijo en casa sin partera y sin ninguna intervención médica, algo excepcional. 

Con seguridad, El Primer Grito ha sacudido (y seguirá sacudiendo) muchas conciencias al acercarnos a este momento mágico que es el recibir una nueva vida. Porque esta película documental tiene a sumarse a otras muchas películas alrededor del embarazo y el parto, algunas de ellas ya comentadas en un artículo previo. Películas que nos trasladan emociones y reflexiones y a la que hemos de sumar El Primer Grito, tanto por su calidad cinematográfica como por su interés antropológico, tanto por su fuerza testimonial como por su capacidad para darle al nacimiento un significado poético, estético y universal (y no cursi, publicitario o unidimensional). 

Si a estas virtudes de la película le sumamos la banda sonora de Armand Amar, entonces se convierte en una pequeña joya. Porque Armand Amar nació en Jerusalén, se crió en Marruecos y, posteriormente, se ha instalado en Francia, por lo que nadie mejor que él, influenciado por tres culturas tan diferentes como la hebrea, la islámica y la occidental, para reflejar musicalmente un espíritu de concordia y entendimiento entre sonoridades diametralmente opuestas. Se dio a conocer a los aficionados a la música de cine, gracias al film Amen (Costa-Gravas, 2002) y, desde entonces, combina su carrera musical con la participación en más proyectos cinematográficos, como este El Primer Grito
Y en la magnífica B.S.O. destacamos una canción nuclear: “A New Born Child”, interpretada por una cantante tan comprometida como Sidnead O´Connor. Una canción que va dedicada a todos los profesionales (ginecólogos, matronas, pediatras, enfermeras,…) que ayudan a hacer realidad esta experiencia cada día, pero, especialmente dedicado a las madres, mujeres cuyo protagonismo es diario. 
"Así como dos respiraciones se convierten en aliento, 
como dos susurros se convierten en un grito, 
un milagro descansa ante nosotros, 
la gloria de un niño recién nacido. 
Estos ojos entrecerrados ya ven, 
mirando dentro sin mirar, 
testimonio de la verdad ante nuestros ojos, 
la gloria de un niño recién nacido. 
Aquí donde la larga senda de la vida comienza, 
así sean príncipes, reinas o reyes, 
relajado e indefenso al lado de su madre está, 
la gloria de un niño recién nacido".

Ya hemos publicado dos artículos sobre embarazo y parto en el cine (ver I y II), pero esta película debe formar parte de esa selección... y entrar por la puerta grande, como ocurre con el primer grito en la vida.

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