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jueves, 24 de julio de 2014

Nuevos tratamientos de la Hepatitis C: no consintamos que predominen los criterios economicistas


Desde hace unos meses asistimos a la publicación, incluso en prensa generalista, de las novedades que se han producido recientemente en el tratamiento de la hepatitis C. Nuevos antivirales están consiguiendo, según los estudios publicados sobre el tema, tasas de curación de hasta el 95%. Hacía mucho tiempo que en medicina no se había visto un cambio tan radical en cuanto a las esperanzas de curación de una enfermedad.

La prevalencia de hepatitis C en la edad pediátrica a nivel mundial no es despreciable, ni mucho menos. Depende en gran medida del nivel de desarrollo socioeconómico de un país. En un artículo publicado en noviembre de 2013 en World J Gastroenterol se informa de prevalencias máximas que oscilan entre 0,36%, en Estados Unidos y Europa, hasta 5,8% en países en vías de desarrollo.

Así que el problema no es banal ni mucho menos. El problema de los nuevos tratamientos es su elevadísimo precio. En la web de la plataforma "No, gracias" podemos consultar algunos datos que son escandalosos:

"Producir una pastilla de Sofosbuvir cuesta 2.5 euros y se vende por 650 euros. Un tratamiento de 3 meses cuesta 55.000 euros. Existen 800 mil españoles infectados".

Tal cual.Nos encontramos ante el lamentable hecho de que un tratamiento completo cuesta unos 80.000 euros al precio actual de estos medicamentos. Un precio a todas luces abusivo y que ha provocado que el Gobierno - al menos de momento - no haya incluido estos antivirales en el catálago de medicamentos del SNS.

Nos encontramos, por lo tanto, ante un nuevo ejemplo de primacía de criterios economicistas sobre criterios de salud de la población. Una primacía a todas luces inmoral, se está jugando con la salud de centenares de miles de personas en España y de millones en todo el mundo. Los niños no son una excepción.

El Gobierno debe encontrar el camino para que estos fármacos eficaces para resolver una infección grave sean financiados, y la tiene que encontrar ya. Desde este blog nos adherimos a las propuestas de la plataforma "No gracias" para resolver esta cuestión, propuestas que podéis consultar en su web y que también ponemos aquí:

"Si el Gobierno realmente quiere defender la salud pública tiene distintas herramientas en su poder, la mayoría complementarias entre si, para debilitar la posición dominante de la empresa farmacéutica y bajar significativamente el precio del fármaco.
  • Una licencia obligatoria. El Gobierno podría iniciar los trámites para la emisión de una licencia obligatoria para fabricar Sofosbuvir como un producto genérico, como establece el Acuerdo de Doha de Salud Pública de la Organización Mundial del Comercio para limitar los derechos de propiedad intelectual en caso de necesidad de salud pública. Mediante estas flexibilidades en el derecho internacional, el Gobierno Español podría promover la producción de Sofosbuvir por una empresa de productos genéricos a un precio mucho menor o importarlo de otro país en su versión genérica. Concretamente, el artículo 31 del acuerdo de TRIPS de la OMC afirma que cualquier país puede emitir licencias obligatorias para “permitir la producción de un producto patentado por otros o utilizar el proceso patentado sin el consentimiento del titular de la patente”. 
  • Oponerse a la patente. Puede desafiar judicialmente la legalidad de la patente sobre Sofosbuvir, como está haciendo el Gobierno de India. Al parecer, no ha existido verdadera innovación que justifique una nueva patente ya que la misma molécula fue patentada previamente como un medicamento contra el cáncer. 
  • Formar un bloque con otros países europeos para unas compras públicas coligadas. Hacer compras conjuntas con otros estados europeos para mejorar la capacidad de negociación. Pero, incluso, el establecimiento de un precio europeo máximo para Sofosbuvir, propuesto por Francia, ha sido rechazado tanto por la Comisión Europea como por el Gobierno Español, en una muestra de extrema pasividad ante las farmacéuticas. 
  • Negociar conjuntamente con otros países la compra (buy-out) o pagar la cesión de la patente a un fabricante de genéricos. De esta manera podría fabricar y vender el fármaco como genérico. De hecho, Egipto ha llegado a un acuerdo para importar de India Sofosbuvir como genérico, a un precio 100 veces menor que el precio exigido por Gilead en Europa."

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