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sábado, 6 de agosto de 2016

Cine y Pediatría (343). "Brothers", el Boyhood a la europea


"No había nada en el espacio. Vino alguna cosa. Era Dios. Entonces creó la Tierra. Y creó dos personas". Así comienza una película documental noruega muy especial. Pero lo que creó, luego descubrimos, no eran Adán y Eva, sino que eran los dos hermanos protagonistas de esta película, por nombre Brothers, dirigida en el año 2015 por Aslaug Holm, a la postre madre de los protagonistas.

Rodada en 8 años, muchos la han denominado ya como el “Boyhood a la europea" (y al natural), dando como resultado un testimonio único sobre la niñez, la hermandad y la vida, una película con niños dirigida a los adultos, un documental difícilmente clasificable, pero que podría asemejarse al Direct Cinema americano o al Cinema Verité francés. Porque para la directora el hecho de tener hijos fue el comienzo de un todo y al grabar los pequeños momentos que tenía delante era grabar el todo y ahora el mundo entero se puede visualizar en este pequeña película documental, en el universo de la infancia de dos hermanos. Un río, una escuela, un quiosco, un campo de fútbol, un jardín trasero, pequeños espacios que contienen toda una infancia. Y aunque el tiempo sea infinito para un niño, para una madre pasa demasiado deprisa... y ella lo quiere atrapar

Porque fue año 2014, cuando Richard Linklater, un director muy especial, nos regala una película para recordar lo que algunos ya han definido como un hito del cine, pues el director la rodó durante 12 años con los mismos personajes y que actúa como una epopeya en la vida de un niño: Boyhood (momentos de una vida), una película sencilla, pero una hazaña épica del séptimo arte. Y de forma similar, pero incluso más profunda, sencilla y sincera, hoy hablamos de Brothers, esta película documental sobre la íntima relación entre dos hermanos: Markus tienes 14 años y Lukas 11, viven en localidad de Smøla, pueblo pesquero noruego, un paraíso cerca del mar, del río y de la naturaleza, allí donde ambos hermanos crecen bajo la atenta mirada de la cámara mostrando sus aventuras, sueños y anhelos para el futuro. A Markus le encanta el fútbol y quiere ser profesional, es aficionado al Liverpool; a Lukas, no le gusta tanto el fútbol y, aún siendo el menor, es el más filosófico y prefiere reflexionar sobre todo tipo de cosas. 

Aslaug Holm pone en cuestión existencial el otro lado de Boyhood.  Dos percepciones del tiempo, el relato y la historia, también de la imagen, enraizadas a su geografía, es decir, a su pertenencia contextual a una comunidad: por un lado a Noruega, y por otro a Estados Unidos. Y en Brothers las reflexiones existenciales serán recurrentes en todo el planteamiento del documental y de la propia vida, porque seremos partícipes de las primeras etapas de estos hermanos y de hechos trascendentales, por habituales en todas nuestras vidas: el primer día de la escuela, los deberes, la caída de los dientes de leche, el coleccionar cromos, el jugar con la pelota y a fútbol, el soñar con ser una estrella de fútbol ("Esa es la clave del éxito. Buen humor haciendo lo mejor que podáis", les dice su padre, como entrenador del equipo), la familia ("Lo más importante es tener una familia. Es bueno tener un hermano. Así no estás solo", reflexiona Lukas), los juegos de infancia, las rabietas, el jugar en la nieve y hacer muñecos de nieve, el formar tu grupo de rock adolescente, el temor al primer beso, el cambio de imagen (al estilo de los Green Day, con pendiente y teñido de pelo incluido), la rebeldía que acompaña al cambio hormonal,... Y sobre todo los pensamientos.

Porque Brothers está llenos de pensamientos de esos niños y adolescentes, a lo largo de esos 8 años de crecimiento:
"Mamá está haciendo esta película. Me está grabando desde que nací... Es mucho trabajo. Pero dentro de 10 años será divertido vernos de niño"
"¿Pero de qué crees que tratará? De que somos amigos y eso. Y hermanos"
"Tienes que estar asustado para ser valiente. Es algo que vale la pena recordar. Si puede ayudarte a ir más allá, es genial. Hacer cosas que al principio no te atreves a hacer. Un día simplemente las haces" 
"¿Qué crees que pasa cuando morimos?", les pregunta la madre. Y responde Lukas: "Conocemos a Dios. Está en todas partes. Está ahí y ahí y ahí... Es incluso más grande que yo"
"¿Cómo de grande es un pensamiento?, ¿es más grande que todo el mundo?"
"¿Pero de quién son los sueños que perseguimos?, ¿son los nuestros o los de nuestros padres?"
"Mamá dice que tenemos que mirar atrás al menos dos generaciones para entender quiénes somos"
"El tiempo nunca se detiene, solo sigue y sigue. Aunque todo lo demás acabe, el tiempo continuará. El tiempo solo sigue. No sabemos qué pasará al final de todo. Cada año es como un soplo de aire soplando el pasado..."
"Pienso en muchas cosas. Sé por qué no flotamos en el aire. Tenemos como un imán debajo que nos sujeta a la tierra".

Y también reflexiones de la propia madre: 
"Los mejores recuerdos de mi infancia son los días largos. Teníamos mucho tiempo. Lo teníamos todo por delante, todas nuestras aventuras, Recuerdo el ruibarbo en el jardín de la abuela, las ráfagas tormentosas en la estación que fuera. Quizás los recuerdos que tengo de mi propia infancia reviven a través de la cámara. Solíamos ir al fotógrafo para ser inmortalizados, para colgar un retrato en la pared para las futuras generaciones y así recordarles de donde vienen"
"Cuando era joven pensaba que te hacías más sabio con la edad. Fue así durante unos años. No sé exactamente cuando cambió, pero en algún momento me di cuenta de que estábamos perdiendo de vista lo que era importante. Pero quizás es demasiado tarde para encontrarlo de nuevo"
"Atrévete a pensar a lo grande. Sé valiente. Sal fuera y descubre el mundo. Hay muchas historias que debería haberos contado de mi infancia. Lo bonito que era simplemente esta tumbado en el muelle y esperar que empezara la vida".

Y porque, como alguien ha referido ya, la película nos recuerda en algún momento la obra maestra de Herman Melville, "Moby Dick". Porque el mar es un personaje más en la película, el pulso que marca el sentimiento y pertenencia histórico-familiar, allí donde la tradición y los recuerdos conforman todo lo que somos. Allí donde Auslag menciona esta obra: “Últimamente he estado pensando en la historia de la gran ballena blanca, Moby Dick, en el capitán que la perseguía sabiendo que ponía todo en riesgo, incluso su propia vida. La persecución se convirtió en obsesión. Me reconozco a mi misma como un cazador explorando para encontrar ballenas, perseguía el momento perfecto como fotógrafa.” Es esa obsesión en busca del momento perfecto la que dirige el objetivo de la cámara documental, incluso atestiguando por sus propios hijos lo cansado y lo obsesivo que es grabar todos los momentos de su vida. Y al final, le surge la pregunta ¿cuándo terminar? ¿cuándo dejar que el objetivo de la cámara deje de documentar la realidad? Y las posible respuesta de "¿no son las preguntas existenciales las que hace falta preguntar?, porque eso es de lo que trata la vida, y la película".
Y algo nos recuerda en la película la frase de Bergman: "Haz cada película como si fuera lo último que hicieras".

Solo un comentario final: no confundir esta pequeña obra noruega, Brothers, con la película estadounidense titulada de igual forma y dirigida en el año 2009 por Jim Sheridan, cuyos principales protagonistas son Tobey Maguire, Jake Gyllenhaal y Natalie Portman, película que es un remake de la película danesa del año 2004, Brødre, dirigida por Susanne Bier, quien, a su vez, se inspiró en el poema épico de Homero, La Odisea.

Como vemos, hay muchos tipos de hermanos... pero hoy hemos conocido la historia vital de dos hermanos noruegos. Una película menor que es grande, muy grande por lo que vemos (hay fotogramas que son verdaderos cuadros oníricos, con el mar y las flores y plantas contrastando con los diferentes cielos) y por lo que sentimos (esas reflexiones a nuestra propia infancia y nuestros sentimientos ya pasados, pero aún presentes).

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