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lunes, 1 de mayo de 2023

Directoras de cine que han contribuido (y contribuyen) a romper el techo de cristal

 

Se denomina techo de cristal a la limitación velada del ascenso laboral de las mujeres al interior de las organizaciones. Se trata de un techo que limita sus carreras profesionales, difícil de traspasar y que les impide seguir avanzando. Es invisible porque no existen leyes o dispositivos sociales establecidos y oficiales que impongan una limitación explícita en la carrera laboral a las mujeres, pero es una realidad objetiva y mantenida en el tiempo. A pesar de ocupar las mujeres hoy día mejores puestos y mayores oportunidades laborales, la condición de la mujer aún continúa limitada bajo la existencia de ciertos parámetros. 

El techo de cristal impide a las mujeres pasar a un nivel mayor y tiene que ver con fenómenos de las mismas empresas y con la repartición del poder. Las mujeres ascienden hasta cierto nivel, pero los directivos generales, jefes, catedráticos y otros puestos de alta responsabilidad suelen ser hombres y esto tiene varias causas. El famoso techo de cristal afecta a todos los ámbitos profesionales, en un amplio espectro que abarca desde la ciencia al arte. Y que también abarca al séptimo arte. 

Este artículo, publicado en Revista Pediatría de Atención Primaria, es un homenaje todas aquellas directoras de cine que han contribuido a romper este techo de cristal. Y lo hacemos destacando las 74 películas que desde Cine y Pediatría tienen a mujeres en la dirección, número que contextualiza este techo de cristal, pues son más de 700 películas las analizadas en los trece años de recorrido del proyecto. Hemos dividido el análisis en directoras internacionales (en un recorrido de 51 películas desde El pequeño Tate de Jodie Foster en el año 1991 hasta CODA: Los sonidos del silencio de Siân Heder del año 2021) y en directoras españolas (en un recorrido de 23 películas desde El camino de Ana Mariscal del año 1963 hasta Cinco lobitos de Alauda Ruiz de Azúa del año 2022). 

Y así, cuando consigamos un mundo más justo, equitativo y sin brechas de género, podremos decir que vivimos en una sociedad “de cine”. Y compartir este tema y artículo (que se puede revisar completo en este enlace) en un 1 de mayo, Día del Trabajo, es todo un símbolo también. Y así lo hacemos desde este blog y desde Cine y Pediatría. 

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