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miércoles, 5 de noviembre de 2025

El camino de jefe a líder y de líder a "gefe" en el Congreso Nacional de Estudiantes de Medicina

 

El Congreso Nacional de Estudiantes de Medicina (CNEM) que cada año se celebra en el Colegio de Médicos de Alicante gracias a la organización de los estudiantes de Medicina de la Universidad Miguel Hernández se ha convertido, por su calidad y pervivencia, en el congreso más sólido y conocido de estas características en España. Y da buena muestra de ello el que este año 2025 se ha celebrado del 27 al 31 de octubre la XLIII Edición Nacional y la XXI Internacional. 

Mi participación en el CNEM se prolonga ya durante nueve ediciones, en un principio como tutor de las comunicaciones de estudiantes y en las últimas ediciones como ponente: 

- En el año 2016 (XXXIV CNEM) con la organización de la Mesa redonda: “Transexualidad, un abordaje entre la ciencia y la conciencia”


 - En el 2022 (XL CNEM) con una novedad, porque se inicia la participación de la Asociación Española de Pediatría (AEP) en la entrega del Premio de Investigación Materno-Infantil, y que se complementó con la ponencia “Pediatría, una especialidad de cine en el CNEM”

- En el 2023 (XLI CNEM) se repite la participación de la AEP en la entrega del Premio de Investigación Materno-Infantil, y que asocié a la ponencia “Prevención cuaternaria: la contención como imperativo ético”

- En el 2024 (XLII CNEM) una nueva edición de la entrega del Premio de Investigación Materno-Infantil, y que vino de la mano de la ponencia “Pediatría social, crucial frente a la vulnerabilidad en la infancia”

Y en este 2025 (XLIII CNEM) se repite la entrega del Premio de Investigación Infantil (en representación de la AEP) y lo hemos vinculado a la ponencia “Liderar no es jefear”. Y ello porque cabe difundir ente los estudiantes la importancia de la gestión de equipos y el liderazgo como herramienta fundamental. 

En este enlace os dejamos la presentación, pero vale la pena recordar el liderazgo situacional y re-conocer en este DECÁLOGO las principales características de un buen líder en sanidad: 

1. Sabe motivar, sabe qué decir en cada momento y cómo decirlo para que el equipo esté dispuesto a dar lo mejor de sí mismo y lograr objetivos. 

2. Es un visionario, visualiza la meta a dónde quiere llegar y traza el diseño de una estrategia para conseguirlo. 

3. Comprende a cada miembro de su equipo y usa el diálogo como gran instrumento. Entiende cuáles son las necesidades de las personas que lidera y es comprensible con ellas. Dialoga hasta quedar afónico, pero también reconoce los límites y hasta donde llegar, es decir, reconoce que "una cosa es una cosa y seis mediadocena". 

4. Conoce las fortalezas y debilidades de cada uno de los compañeros y suple los puntos débiles de unos con los puntos fuertes de otros. Conoce las amenazas y oportunidades de su organización y combate las amenazas potenciando las fortalezas. 

5. Es seguido por el equipo, es respetado pero querido al mismo tiempo. Un líder tiene que ser capaz de generar la confianza necesaria para que todos caminen en la misma dirección. y el buen líder sabrá cómo mantener el difícil equilibrio ya comentado pro Maquiavelo en "El Príncipe" entre temor y amor. Y entre ese temor y amor, aparece la conocida soledad del jefe, que hay que aceptar como dentro del sueldo... y combatirlo con la mejor de las resiliencias. 

6. Persigue beneficios a nivel grupal y no individual. Busca el bien común no la gloria solitaria, porque lo común perdura en el tiempo, lo individual es siempre cortoplacista. Lo dice un proverbio africano: "Si quieres ir rápido, camina solo; si quieres llegar lejos, ve acompañado". 

7. Libera el potencial de las personas. Aporta la confianza que cada componente del equipo necesita para dar lo mejor de sí mismos. Teniendo en cuenta que en sanidad conviene saber que no nos reunimos de manos de obra, sino de cerebro de obra: los mejores cerebros de obra, que son nuestros compañeros, todos con una gran formación. 

8. Cree en lo que hace. Si él mismo no confía en lo que está haciendo, difícilmente lo podrá transmitir a su equipo. Y lo hace con ilusión y pasión, ¿por qué no...? 

9. Sabe solucionar problemas, es resolutivo. Es creativo y capaz de vislumbrar varios caminos para resolver el mismo problema. Y además los problemas se deben solucionar en el menor tiempo posible, mejor antídoto frente a la maligna procrastinación. 

10. Es observador. Estudia cuidadosamente su entorno y detecta las oportunidades que se presentan ante él, es entrañable y detecta la bondad de las personas que trabajan con él. Y aquí entramos en un campo maravilloso, ya bien defendido por Joan Carles March en su libro "Lidera con corazón", muy recomendable. 

Un camino de jefe a líder, y de líder a “gefe” (gestor de felicidad). Porque “jefear” no es complicado, pero conocemos los resultados. Lo importante (y complicado) es liderar. Eso nos hace mejores a todos, con un efecto Pigmalion maravilloso... 

En este vídeo, creado por NotebookLM usando la ponencia previa, se resumen de forma amena los principales mensajes.

 

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