lunes, 14 de junio de 2010

Investigación de excelencia en España: duro peregrinaje


En el último mes dos artículos de interés han puntualizado sobre el término “excelencia” en la investigación en España, bajo el prisma de las publicaciones científicas.

- En la revista Endocrinología y Nutrición, Fernando Alfonso, reciente exdirector de Revista Española de Cardiología, orienta su artículo especial hacia los rigurosos estándares de calidad editorial en que las revistas españolas tienen que competir, con dos principios claros: publicar trabajos originales de investigación de calidad e incrementar la visibilidad / difusión de sus contenidos científicos. Se aboga porque cada sociedad científica apoye la excelencia de su revista científica oficial, con la subvención económica correspondiente (incluso con programas de I+D orientados a ellas) y fundamentado en equipos editoriales y de dirección con capacidad de liderazgo. Competir con las mejores revistas internacionales de calidad de cada área de investigación (básica o clínica) de la Web of Science (WOS) es cada vez más difícil; y conseguir situar alguna revista española en el primer cuartil de cada especialidad, un reto aún lejano. Para medir la calidad, impacto y méritos de la investigación hay que considerar diferentes indicadores cienciométricos, que van más allá del Factor de impacto, como el SCImago SJR, el Eigenfactor o el índice de Hirsch (y sus variantes). Sobre cómo favorecer el éxito de las revistas biomédicas españolas en el ámbito internacional ya hemos hablado en nuestro blog.

- En la revista Medicina Clínica, el equipo de Evaluación de la Ciencia y Comunicación Científica del Departamento de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad de Granada publica un artículo sobre la participación de alguna institución española en 6 revistas de primer nivel en la WOS en el periodo 2004-05 (Nature, Science, NEJM, JAMA, The Lancet y Proceedings of the National Academy of Sciences), considerando su papel como investigador principal (todo los autores son españoles o primer/último firmante) o secundario (posición intermedia en la autoría). La participación de instituciones españolas se cifró en un 2,1% de todos los artículos, inferior al 3,3 % que representa nuestro país en el conjunto de la WOS. En más de la mitad de los trabajos (54%) la institución española desempeña una responsabilidad secundaria (posición intermedia en la autoría).

En el área de investigación de la Pediatría estos resultados se antojan más complicados y el peregrinaje más largo. Pero no imposible. Es cuestión de implementar la cultura de la “excelencia” en todas nuestras actividades, sean asistenciales, docentes o investigadoras.

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