viernes, 24 de octubre de 2014

La motivación en la vida, la motivación en el trabajo


Uno elige los amigos. O los amigos eligen a uno. Sea como sea, es un tesoro que cabe abrillantar. Y yo tengo la suerte de tener muchos amigos que brillan, como el Prof. Jaime Merino, Catedrático de Medicina Interna de la Universidad Miguel Hernández y Jefe de Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario San Juan de Alicante. Como él se autodefine, médico, profesor y mil cosas más. 

Y entre esas mil cosas más de Jaime, escribe en Diario Información los domingos una sección que denomina “Área de Descanso”. Y hace unas pocas semanas compartió un artículo con el título "La motivación ayuda a crecer en la vida". Y, sinceramente, creo que es un mensaje que debe ser compartido. Y dado que tengo su permiso, hago suyas (y mías) sus palabras. 

Porque decía Tolstoi que “algunas personas son tan listas que hace que les guste hacer casi todo, incluso las cosas que tienen que hacer”. Y Virgilio remarcaba aquello de que “pueden porque creen que pueden”. Y así es, la motivación ayuda a crecer en la vida, también en el trabajo. Y eso crea felicidad. 

Y Jaime nos regala estos consejos para motivar en el trabajo, para ser verdaderos líderes de equipos más que jefes. 

1. Tener en cuenta sus opiniones, escucharles. 
2. Demostrarles el máximo respeto (cuidar las formas, no llamarles a gritos, consensuar agendas, temas, tiempos y contenidos) 
3. Tener reglas de juego claras: qué pasa si algo no se cumple según lo pactado. 
4. Si es preciso, censurarles la tarea, pero no a la persona. 
5. Motiva compartir la información: hay que explicar, explicar, explicar… sin desfallecer, cada uno debe saber lo que se espera de él. 
6. Motiva tener sentimiento de equipo, tu piensa: ¿trabaja contigo o para ti? 
7. Motiva hablar en plural: de mi equipo, tanto en público como en privado. 
8. Motiva demostrarles que ellos y su trabajo son importantes. 
9. Motiva delegar, pedir iniciativas y dar responsabilidades, de hecho a todos nos gusta que “nos den cancha”, por ello no se debe supervisar en exceso, no hacerlo es una muestra de confianza. 
10. Ayuda confirmarles que crees en ello y dejar espacio para la libertad de acción. 
11. El buen jefe utiliza a todos y reparte los éxitos, especialmente ante terceros y no, como es a veces habitual, usa a los demás para justificar los fracasos. 
12. Motiva ofrecer elogios sinceros, ellos es una gran herramienta para motivar y se usa poco o mal. Conviene saber que los elogios crean adicción. Si se tienen se necesitan más y se buscan. Si quieres motivar, recuerda: no te vayas hoy sin elogiar a alguno de los que trabajan contigo. Pero esos elogios deben ser sinceros, de corazón, no de “paripé”, eso se capta; deben ser oportunos, ofrecerlos en el momento adecuado, también ser proporcionados a lo conseguido o, mejor por el esfuerzo realizado, y concretos, ceñidos a los hechos. 

MOTIVACIÓN, una palabra que deberíamos escribir siempre en mayúsculas. Gracias por los consejos, Jaime, gracias por tu amistad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Probablemente "El MEDICO" de los que tenemos por esta zona, no solo esta en la cumbre profesional, universitaria, si no también en su faceta humanista. Pero en lo que realmente llega a los máximo es en lo personal.
Es una suerte haberlo tenido como profesor y ahora tenerlo como compañero, me agrada que se le reconozca como es debido.
Gracias Javier