miércoles, 28 de octubre de 2020

Preguntas y respuestas sobre la vacuna frente a la COVID-19

 

Diario Médico nos regala artículos de divulgación médica muy interesantes, como el publicado en el mes de septiembre en relación con las vacunas frente a la COVID-19, cuya lectura merece una reflexión y síntesis. Y más en estos momentos en que los ensayos clínicos de las vacunas frente al SARS-CoV-2 discurren en paralelo a una auténtica carrera bioética, logística y legal para decidir cómo se priorizarán las vacunas cuando estén disponibles. 

Y para contestar a 7 preguntas se reúnen un conjunto de expertos de sociedades científicas, entre ellos la SEMFyC, el Comité de Bioética y la Asociación Española de Vacunología. 

1. ¿Quiénes deber ser la prioridad en la vacunación? 
Dado que no habrá vacunas para todos, al menos en un primer momento, este es un tema relevante. Con una cobertura de inmunizado superior al 60% se puede comenzar a hablar de inmunidad de grupo y, dado que según los estudios de seroprevalencia de la población estaremos en alrededor de un 10%, harán falta muchas vacunas para llegar a ese objetivo. 
Por tanto, será precisa una priorización de pacientes y población para acceder a la vacuna con respaldo científico y bioético. Hay bastante consenso que la priorización debe hacerse en función de la vulnerabilidad: lo ideal sería vacunar a todos los mayores de 60 años y los menores de 60 años con una patología de base (diabetes, cirrosis, enfermedad renal crónica y pacientes inmunodeprimidos). A ellos habría que añadir también a los colectivos de profesiones esenciales, empezando por los sanitarios (que tratan a pacientes con mayor carga viral) y otras profesiones de riesgo como policías o maestros. 
La vacuna inicialmente no estaría desaconsejada para ningún colectivo, con las reservas que se hagan a embarazadas y niños pequeños según los resultados de los ensayos clínicos. 

2. ¿Qué vacuna o vacunas debe elegir España?, ¿hay que descartar la vacuna china y la rusa? 
La falta de transparencia sobre los ensayos clínicos realizados está detrás del descarte implícito sobre el uso futuro de las vacunas rusas y chinas. Hay información más transparente de la investigación llevada a cabo en la Unión Europea y Estados Unidos, pero cualquier vacuna valdría si cumple los criterios que la OMS ha definido como válidos: seguridad y una efectividad al menos del 50%. Sea como sea, la cautela será clave en la fase III de desarrollo. 
Es probable que cada vacuna tenga un perfil de eficacia diferente en cada rango de edad. 

3. ¿Debe excluirse de la vacunación a quien ya se haya contagiado?, ¿hay que hacer test previo para vacunar? 
Será un tema de debate, pues no está bien definido el tiempo de inmunización natural del SARS-CoV-2 y tendrá que tomarse una decisión a medida que se conozca mejor cómo se comparta el virus. Pero ante un contexto de escasez de vacunas, es posible que haya que realizar test previamente y presumir inmunidad en los positivos. 

4. ¿Debe obligarse a vacunar a toda la población?, ¿habrá libertad para decidir? 
Los movimientos antivacuna no son nuevos y en nuestro país nunca se ha logrado la obligatoriedad de otras vacunas. Es cierto que la ley de salud pública permite obligar a la vacunación en casos concretos cuando se ponga en riesgo la salud de terceros. Cierto es que si bien desde el punto de vista legal este tema alberga pocas dudas, no así desde la bioética. Será mejor convencer y explicar de forma bien clara que el principal beneficiado es el que vacuna, pero que colabora con la salud de todos. Y para conseguir una inmunidad de rebaño es necesario asegurar que un número determinado de personas se inmunice (y no parece que no se vaya a conseguir con la opinión global sobre la vacuna). 

5. ¿Hay que prohibir la compra privada de vacunas por personas que no sean de riesgo? 
Es la otra cara de la moneda de los antivacuna, que corresponde a los que quieran vacunarse cuando no figuren en los grupos de riesgo prioritarios. Situación que ya se ha vivido con otra vacunas. Se supone que en esta pandemia COVID-19, con compras centralizadas de su vacuna en España y resto de Europa, debería ser muy complicado que haya vacunas para la vacunación privada. Será muy complicado imaginar a corto plaza una situación de libre acceso a este tipo de vacuna porque la normativa tendrá que ser estricta ante un problema de salud pública con éste. 

6. ¿Cuándo es factible que comience la vacunación de los primeros colectivos? 
La mayoría de los expertos (salvo nuestro Ministro de Sanidad, Illa, que para dar noticias erróneas es una maravilla) opinan que no será hasta el primer semestre de 2021 en el mejor de los escenarios. Además se precisarán dos periodos de vacunación, dos dosis separados ente ellas al menos un mes, y que conseguirán inmunidad probablemente dos semanas después de la segunda dosis. 
Y en este punto, se debe resolver antes la duda de si el coste de la vacuna lo va a asumir el Gobierno central o el autonómico. Y, aunque las vacunas van a salir a precio de coste asequible, España debiera tomar una posición activa en la producción de esta vacuna, pensando que a medio y largo plaza esta enfermedad se puede quedar con nosotros. 

7. ¿Cómo se repartirán las dosis entre las Autonomías? 
Los expertos no duda que debe ser la población vulnerable en cada una el criterio para conocer cuántas vacunas recibe cada Autonomía, y no otros criterios como la situación epidemiológica de la comunidad en ese momento. Y ello partiendo de un cálculo estimado de 3 millones de dosis de vacunas disponibles en un primer momento para España. 

Y mientras la carrera científica y política continúa en busca de la vacuna frente al SARS-CoV-2, será necesario tener la mejor respuesta para estas preguntas (y otras) para abordar la otra carrera bioética, logística y legal para decidir cómo se priorizarán las vacunas cuando estén disponibles.  

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