viernes, 28 de agosto de 2015

La importancia del juego en la infancia


Hace un mes tuvimos la oportunidad de ir a un lugar donde nacen los sueños, llamado así por ser un lugar donde se construyen juguete. Porque Alicante es una provincia juguetera, especialmente la Hoya de Castalla, con dos municipios muy representativos: Onil e Ibi. 

En concreto, el pequeño pueblo de Onil (de 7.500 habitantes) se ha especializado en muñecas, de ahí que la famosa muñeca FAMOSA en realidad sea un acrónimo de Fabricas Agrupadas de Muñecas de Onil Sociedad Anónima. Y es en esta localidad donde se fabricó la primera muñeca en España y donde más muñecas se fabrican del país. Por ello aquí se encuentra el Museo de la Muñeca, con más de 1400 muñecas de distintas épocas, porque aquí nacieron Nancy, Mariquita Pérez, Paola Reina y tantas otras. Allí vivimos una jornada especial y el nacimiento de un proyecto conjunto, que podéis recordar en este enlace de la web de nuestro Servicio de Pediatría,

Y donde nacen los sueños, nace también la importancia del juego en la infancia, algo tan obvio que a veces se nos olvida y conviene recordar. Y por ello, y a propósito de la preparar la presentación anterior, me encontré con la figura de Francesco Tonucci, pensador, psicopedagogo y dibujante italiano, defensor acérrimo de la infancia y de la “Ciudad de los niños”. A él se le deben muchas citas sobre como científico, como didacta, como pedagogo.

Aprovecho aquellas frases de Tonucci recogidas en la web Rejuega y disfruta jugando para recopilar algunas de sus principales frases sobre el valor de jugar en nuestra niñez.

1. Jugar para un niño es la posibilidad de recortar un trocito de mundo y manipularlo, sólo o acompañado de amigos, sabiendo que donde no pueda llegar lo puede inventar. Así define el juego, el juego libre que es la verdadera necesidad del niño.
2. Todos los aprendizajes más importantes de la vida se hacen jugando en la primera etapa de vida (de 0 a 6 años). De aquí la importancia del juego en estas edades y el permitirles explorar en libertad.
3. Mientras el adulto juega para divertirse el niño juega para jugar. Entender esta diferencia nos permitirá valorar mejor el jugar. No les hace falta jugar para divertirse a los niños como a nosotros, ellos juegan por jugar!
4. Del juego libre solo tenemos que saber lo que nuestros hijos sólo nos quieran contar. Y ya está. No hacen faltan más preguntas sino el saber que ha disfrutado y que nos cuenta aquello que nos quiere contar. Miremos entre líneas si queremos pero no busquemos más.
5. Tenemos que hacer que nuestros niños tengan algo que contar. Y esto solo se puede hacer si el niño tiene tiempo de jugar libremente. Este debería de ser el material a llevar al colegio al día siguiente para trabajar.
6. El verbo jugar sólo se puede conjugar con el verbo dejar. No con acompañar o cuidar.
7. El juego es placer y no soporta vigilancia y acompañamiento. La autonomía es un camino que se enseña poco a poco y debemos fomentarla para que su juego pueda comenzar a ser menos vigilado y acompañado y pase a ser un juego libre.
8. El juego de un niño no se puede evaluar, pero si se evaluara habría que darle un 15 sobre 10. Es su tarea por excelencia y se ha de aceptar tal cual es, así como se debe de aceptar al niño. Tanto por lo que haga como por cómo lo haga debe de recibir un alago y nunca una crítica a su juego.
9. No sabemos cuánto gana-aprende un niño jugando. Ni tampoco nos debería preocupar ya que simplemente de la experiencia del juego libre el niño adquiere conocimientos. Lo importante es fomentar una experimentación variada y rica.
10. Se deberían tener pocos juguetes pero buenos. 
11. Un juguete bueno es aquel que sin ser nada concreto puede ser todo. Facilitar juguetes a los niños que aporten variedad de juego tanto para jugar solos o con amigos, como para poder crear más de un juego con el mismo objeto: el barro, la pelota, piezas de construcción, las muñecas….
12. Jugar libremente significa salir de casa: jugar en la calle sin vigilancia del adulto, encontrarse con amigos, decidir un juego entre todos, dedicarle un tiempo libremente y vivirlo con ilusión o desilusión. Ambos sentimientos forman parte del juego.
13. Hoy la casa es una imitación de la ciudad, en ella están todas las comodidades pero está todo bajo vigilancia. Pero si la necesidad del niño es jugar libremente y compartir su tiempo con sus amigos, se entiende que un niño que no sale de casa no puede jugar.
14. Ofrecerle a los niños tiempo libre y la posibilidad de elegir los espacios donde jugar.
15. El juego necesita variedad de entornos para hacerlo más rico. Ir siempre al mismo parque (no adaptado para un juego libre de calidad), empobrece sus experiencias lúdicas.
16. Que los padres jueguen con los niños es perfecto si realmente los padres quieren jugar, sin fingir ni sentirse obligado. Pero tengamos presente que la verdadera necesidad del niño es jugar con otros niños libremente y tener la posibilidad de jugar con niños de diferentes edades.
17. Los padres pensamos que podemos pagar con juguetes nuestro sentimiento de culpabilidad por no poder dedicar más tiempo a nuestros hijos, pero lo único que conseguimos es hacer de nuestros hijos “propietarios de juguetes”, porque una vez pasada la excitación del momento del regalo y el rato de juego que no suele durar muchos días, el juguete pasa a formar parte de la colección de juguetes inmóviles en el cuarto de los niños.
18. Dejar jugar libremente y permitir que se encuentren con el riesgo en sus juegos (adecuado a sus edades), de esta manera conseguiremos una parte fundamental en la que se basa el juego que es la realización de un deseo.
19. Los niños necesitan disfrutar de sus ciudades porque de esta manera desfogan toda la energía acumulada que tengan de la escuela, la casa… Si les impedimos descargar esta energía en edades tempranas, evitaremos que exploten en la adolescencia.
20. Los juegos son seguros si lo utilizan para jugar libremente, es decir: si lo usan para lo que necesitan usar. Por ejemplo: unas tijeras de verdad, si las usan para cortar como las usamos nosotros, serán seguras!

Podremos estar más o menos de acuerdo, pero queda la reflexión y la importancia de un acto que, en un mundo tecnológico y tecnificado (también en la infancia), hace que cada vez sea más extraordinario en la infancia: jugar en la calle en libertad, como cuando muchos de los que leemos esto hacíamos en nuestra niñez.

El juego es esencial… y no hablamos de las videoconsolas (que se contabilizan hasta por generaciones), claro está. Porque el juego es considerado el principal medio de aprendizaje para los niños. Algunos lo consideran como el trabajo más serio durante la infancia, la manera más natural de experimentar y aprender, dado que favorece el desarrollo del niño en diferentes aspectos: socioemocional, psicomotriz y cognitivo.

1 comentario:

Guillermo el pediatra dijo...

"La eternidad es un niño que se divierte" (Heráclito)

Muy buena la entrada, un saludo.