sábado, 6 de noviembre de 2010

Cine y Pediatría (43). “Hard Candy”, nuestra Caperucita del siglo XXI


Hard Candy (David Slade, 2005) es una película independiente, la ópera primera de su director, quien trabajó previamente en videoclips y cuya corta trayectoria posterior en la dirección sólo nos acerca a la tercera entrega de La saga crepúsculo: Eclipse, estrenada este mismo año 2010.

Hard Candy narra en formato de thriller psicológico una versión peculiar del cuento de Caperucita Roja, casi exclusivamente con dos personajes: Hayley Stark (Ellen Page), una encantadora adolescente de 14 años, y Jeff Kohlver (Patrick Wilson), un fotógrafo de 32 años, quienes se conocen a través de Internet y mantienen una relación hablando en chats. Hasta que un día deciden verse en el mundo real en un café y entonces nuestra “caperucita” Hayley decide ir con el “lobo feroz” Jeff a su casa con el pretexto de ver el video en concierto de un grupo. Cuando Jeff despierta se da cuenta de que está atado a una silla… A partir de ahí comienza el “tour de force” interpretativo entre los dos actores con una puesta en escena casi teatral, destacando el bombazo que supuso la dura interpretación de la adolescente Ellen Page (creíble en todo momento en sus 14 años a pesar de tener ya 18 en el momento del rodaje), que predecía un futuro prometedor, como así ha sido. La teatralidad de Hard candy la convierte en una película “de dos personajes”, interesante, aunque quizás no esté a la altura de ilustre ejemplos con este esquema como La huella (Joseph L. Mankiewicz, 1972), La muerte y la doncella (Roman Polanski, 1994) o Palabras encadenadas (Larua Mañá, 2003).

Ellen Page ha aparecido posteriormente en sucesivos éxitos de Hollywood, desde la tercera entrega de la saga de los X-Men (X-Men: la batalla final de Brett Ratner, 2006) hasta la novedosa y esperada Origen (Christopher Nolan, 2010), pasando por otra sorprendente película que le valió la nominación al Globo de Oro 2008 y al Oscar a la mejor actriz: Juno (Jason Reitman, 2007), película que merecerá en algún momento un apartado especial en este blog. La actuación de Ellen Page y el guión de Brian Nelson es lo más destacable de esta obra. La idea original surgió de una noticia que ocurrió en Japón: chicas adolescentes entablaban relaciones con hombres mayores que ellas a través de Internet y, cuando el hombre mayor queda con la joven, ésta y varias amigas suyas le están esperando para asaltarle y darle una paliza. A partir de esta noticia surgió la idea de la película, en la que el guión muestra un submundo en donde se cuestionan los valores y los prejuicios, y en donde se juega constantemente con los conceptos de conciencia, moralidad y culpabilidad.

Hard Candy es el título original de la película y como fue estrenada en España, tras su triunfal paso por el Festival de Sitges. El título de estreno en Venezuela (Dulce venganza) o en México (Niña mala) preludia el fondo de esta película, toda una llamada de atención frente a la pederastia, quienes entiendo que se lo pensarían dos veces al ver esta película. La apuesta era muy arriesgada, pues el tema es francamente peliagudo para una ópera prima. Curiosamente uno de los productores ejecutivos fue Paul Allen, cofundador de Microsoft, de quien hablamos en la entrada de la semana pasada, como también hablamos de las sombras asociadas a Internet, algo que percibimos en esta pelícla.
La pederastia es un tema verdaderamente complicado, no exclusivamente para el espectador de USA (siempre nos sorprenderá la doble moralidad norteamericana), sino en todos los países, también en España. En ese sentido, la línea trazada por Hard Candy es aséptica, por su interés en no permitir la deducción de demasiados juicios morales. Se ha llegado a comentar que desde La naranja mecánica (Stanley Kubrick, 1972) o Funny Games (Michael Haneke, 1997 y quien, curiosamente, también la reversionó en 2007) no se había visto algo tan sórdido en la gran pantalla. Hard Candy se ha relacionado con dos películas: Freeway (Mathew Bright, 1996) que rescribía también el cuento de Perrault en clave de comedia negra con una moderna Caperucita (una joven Reese Witherspoon) haciéndoselas pasar canutas a aquel lobo con piel de psiquiatra samaritano; y la película japonesa Audition (Takashi Miike, 1999), que se convierte en una experiencia agotadora y extenuante.

Otras películas han tratado en la historia del cine el grave problema de la pederastia, de muy diversa manera. Anotamos 5 largos y 2 documentales como ejemplo:
- Inevitable comenzar con Lolita, basada en la novela del mismo título de Vladimir Nabokov y llevada a la pantalla en dos ocasiones. La original, en 1962, dirigida por Stanley Kubrick protagonizada por James Mason (en el papel del profesor Humbert Humbert), Sue Lyon (Lolita) y Shelley Winters (como su madre Charlotte). La copia, en 1997, dirigida por Adrian Lyne, protagonizada por Jeremy Irons, Dominique Swain y Melanie Griffith en los respectivos papeles. Atrevida película, máxime debido a los criterios conservadores de la sociedad y a la época en que se desarrollan los hechos.
- El leñador (Nicole Kasell, 2004): rehacer la vida después de pasar doce años en prisión no es fácil para Walter (Kevyn Bacon) , condenado por una agresión sexual, y máxime cuando traba amistad con una niña pequeña y tiene sobre si la sospecha y mirada acusadora de todo el pueblo.
- Oscura inocencia (Gregg Araki, 2004): trata del efecto del abuso sexual en la niñez en dos muchachos y de cómo estas experiencias pasan factura cuando son adultos, especialmente si esas experiencias inhibidas no salen a la luz y tienen un correcto tratamiento.
- Juegos secretos (Todd Field, 2006): en inglés titulada Little childrens y entre cuyos actores también encontramos a Patrick Wilson, en este caso no en el papel de pederasta (aquí vemos a un magnífico Jackie Earle Haley, nominado al Oscar a mejor actor secundario).
- La duda (John Patrick Shanley, 2008): cuenta la historia de un colegio religioso en el Bronx, donde la hermana Aloysius (Meryl Streep) descarga todas sus sospechas sobre el padre Flynn (Philip Seymour Hoffman). Dos grandes de la interpretación para llevar a la pantalla la adaptación de la obra de teatro homónima.
- Capturing the Friedmans (Andrew Jarecki, 2003): documental que se adentra en lo que ocurrió a la familia judía de clase media de los Friedman, cuyo caso pronto se convirtió en un escándalo sexual en el condado de Nassau.
- Twist of Faith (Kirby Dick, 2004): documental sobre el confrontamiento que un hombre realiza a la iglesia católica por los abusos sufridos de adolescente; fue candidata en su año al Oscar al mejor documental largo.

Muchos ejemplos. Pero, sea como sea, Ellen Page ya es nuestra Caperucita del siglo XXI. Una Caperucita que denuncia un grave problema para infancia (la pederastia) que hay que atajar de raíz en cualquiera de sus formas. El lobo sabe que Internet se ha convertido en un buen refugio: no olvidemos de proteger a los niños de esta madriguera.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mil gracias por la información sobre películas tan completa acerca del tema de la pederastia.
No he encontrado otro sitio tan completo.
Sólo aclarar que la película de "Juegos secretos" apenas trata el tema de la pederastia, es una buena película pero para nada ahonda en el tema. El pedófilo es apenas un elemento muy secundario del film.
Recomiendo y sin duda, las mejores hasta el momento de las que he podido ver "Hard Candy", "Lolita" y "Mysterious Skin" ( soberbias!!!.

Manuel dijo...

Hola. Me ha gustado mucho, yo estoy haciendo un trabajo sobre el Análisis de la película y me gustaría saber de dónde han sacado la información sobre, que la película se basa en la noticia de chicas japonesas que al quedar con hombres les pegan ya que me parece interesante analizar este tipo de comportamiento. Muchas gracias.