miércoles, 2 de julio de 2014

Neo-Dividencias. Prematuridad y viabilidad: en busca de datos objetivos que ayuden al dilema


Debido a los avances en los cuidados obstétricos y neonatales, el número de niños que nacen prematuramente y su supervivencia se han incrementado significativamente durante las últimas décadas. La disminución de la mortalidad sin aumentar la morbilidad y sus secuelas constituye uno de los retos más importantes de la medicina perinatal, sobre todo en el grupo de menor edad gestacional (EG): 22-26 semanas. En este grupo de recién nacidos (RN), al límite de la viabilidad, las decisiones acerca de los cuidados obstétricos y neonatales continúa siendo un problema clínico y ético de gran trascendencia para profesionales y familias. 

En España no existen estudios que hayan analizado la morbimortalidad específica por EG, ofreciéndose habitualmente los resultados globales para todo el grupo de RN al límite de la viabilidad. Por otra parte, la variabilidad en las definiciones operativas, junto con el hecho de que habitualmente sean datos procedentes de un solo centro, hacen que los resultados sean difícilmente generalizables. El conocimiento de los resultados de una amplia área con un similar entorno cultural y organizativo podría constituir una base ideal para la toma de decisiones, así como una útil referencia para los programas de mejora continua de la calidad asistencial. 

Y este es el objetivo del recién estudio publicado en Anales de Pediatría y que procede de la base de datos multihospitalaria española SEN1500: conocer las tasas específicas de supervivencia al alta hospitalaria y de supervivencia sin morbilidad mayor conocida en RN con EG ≤26 semanas en España durante el periodo 2004-2010. Se excluyeron los nacidos extramuros, los fallecidos en el paritorio y los que tenían malformaciones incompatibles con la vida. 

Los resultados obtenidos, sobre un total de 3.236 pacientes, es que la supervivencia específica por EG fue de 12,5, 13,1, 36,9, 55,7 y 71,9% a las 22, 23, 24, 25 y 26 semanas de EG, respectivamente. La supervivencia sin hemorragia intracraneal grave, leucomalacia periventricular, displasia broncopulmonar y/o retinopatía de la prematuridad fue del 1,5, 9,5, 19,0 y 29,9% a las 23, 24, 25 y 26 semanas, respectivamente. 
Según estos datos, en España, la supervivencia sin morbilidad mayor en < 23 semanas de EG es excepcional, y en RN de 23 y 24 semanas, muy baja. Los RN ≥25 semanas de EG tienen posibilidades razonables de supervivencia y, en ausencia de malformaciones mayores u otras complicaciones relevantes, se les debería ofrecer reanimación activa y cuidados intensivos. Pero, para estos datos de partida en España, es fundamental la actualización continua de los datos propios de cada centro y su comparación con los resultados poblacionales de referencia. 

El límite de la viabilidad se constituye así en un límite estadístico sujeto a variaciones y a dilemas. Aun cuando la supervivencia de los RN más inmaduros ha ido aumentando en las últimas décadas, definir el límite de la viabilidad sigue siendo hoy complejo y en muchas ocasiones aleatorio, aunque hay un acuerdo para situar este límite entre las semanas 21 a 25. Los datos presentados a nivel global en España (ajustados con los resultados de cada centro) son los que deben regir la toma de decisiones en base a los principios fundamentales de la bióetica y fundamentado en pruebas científicas. De hecho, también versa del mismo tema la editorial anexa al estudio original comentado.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Supervivencia con secuela grave de 70% a las 26 sem es malo. Que hay de la opinion de los padres?

Anónimo dijo...

Gracias por la entrada. Tuve un prematuro de 24 semanas hace 10 años, falleció con dos semanas... De vez en cuando salta a los medios algún caso que sobrevive con salud, pero jamás se habla de los muchos que se quedan en el camino...o los que tienen graves secuelas.. Creo que es importante que la sociedad conozca la realidad completa de los grandes prematuros y el drama oculto que a muchas familias nos ha tocado vivir para intentar prevenir la prematuridad.

Anónimo dijo...

Al menos en mi experiencia hace 10 años, no opinamos, no recibimos información de las posibilidades de nuestro hijo ni antes ni después del parto, no pudimos estar con el más que una hora al día...ni asesoramiento psicológico antes ni después de su fallecimiento...meros espectadores y depués apáñate como puedas. Tardé en aceptar la pérdida...pero lo hice, sin embargo no acepto hoy el modo en que ocurrió todo, la forma tan deshumanizada con la que se trató.

Javier González de Dios dijo...

Si la tecnología fue el gran hito del siglo XX en la Peri-Neonatología, estamos convencidos que la humanización debe ser el gran reto del siglo XXI. Así que entendemos vuestros comentarios y os puedo asegurar que se está trabajando mucho y bien (en muchos hospitales) para que las cosas sean más humanas y próximas al paciente y la familia... especialmente en los momentos más duros. http://www.pediatriabasadaenpruebas.com/2014/06/impacto-de-la-humanizacion-en-la-salud.html