jueves, 21 de enero de 2016

Suicidio por bullying: ¿Le importa a alguien?


Diego dejó una carta de despedida. No es secreta, puede leerse en la prensa generalista. Dice así:

""Papá, mamá, estos 11 años que llevo con vosotros han sido muy buenos y nunca los olvidaré como nunca os olvidaré a vosotros. Papá, tú me has enseñado a ser buena persona y a cumplir las promesas, además, has jugado muchísimo conmigo. Mamá, tú me has cuidado muchísimo y me has llevado a muchos sitios. Los dos sois increíbles pero juntos sois los mejores padres del mundo. Tata, tú has aguantado muchas cosas por mí y por papá, te estoy muy agradecido y te quiero mucho. Abuelo, tú siempre has sido muy generoso conmigo y te has preocupado por mí. Te quiero mucho. Lolo, tú me has ayudado mucho con mis deberes y me has tratado bien. Te deseo suerte para que puedas ver a Eli. Os digo esto porque yo no aguanto ir al colegio y no hay otra manera para no ir. Por favor espero que algún día podáis odiarme un poquito menos. Os pido que no os separéis papá y mamá, sólo viéndoos juntos y felices yo seré feliz. Os echaré de menos y espero que un día podamos volver a vernos en el cielo. Bueno, me despido para siempre. Firmado Diego. Ah, una cosa, espero que encuentres trabajo muy pronto Tata. Diego González".

La carta es ya de por sí estremecedora. Un suicidio infantil más.

Mucho se habla de violencia de género, y con razón. Pero ¿quién protege a los niños? En la llamada "violencia de género" hay una legislación, un teléfono de ayuda... se han destinado tiempo y recursos para minimizar ese drama. Mi pregunta es: ¿Por qué no se establecen medidas semejantes para combatir activamente el acoso escolar, el maltrato entre iguales, el bullying en definitiva?

Porque nada se está haciendo. Rebuscando en la prensa leo que entre el 5-10% de los niños españoles sufre acoso escolar grave. Leo que, según datos de la OMS, "Cada año se suicidan en el mundo alrededor de 600 mil adolescentes entre los 14 y 28 años, cifra en la que, por lo menos la mitad, tiene alguna relación con bullying; siendo los países europeos, los más golpeados por este fenómeno, al contabilizar alrededor de 200 mil suicidios por año.". Leo que en 2013 se quitaron la vida en España nueve niños de edad comprendida entre 9 y 14 años, constatándose una alarmante tendencia creciente respecto a años previos. ¿Cuantos de estos suicidos tuvieron que ver con el acoso escolar?

Estamos ante una lacra social de primera magnitud. El bullying es una práctica común en colegios e institutos y no parece existir ninguna medida que defienda a estos niños y niñas. El motivo está claro: Al menos para mí: los niños no tienen voz propia, no tienen organización que les defienda y... y además los niños no vtan en las elecciones generales. A nuestros políticos el acoso escolar les importa menos que nada.

Escribo esta entrada desde el horror y la impotencia de la noticia del suicidio de este niño. Y desde el horror y la impotencia de quien tiene la seguridad que hechos similares van a seguir produciéndose en nuestro país. Para vergüenza y escarnio de nuestra sociedad y de quienes la dirigen.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Desgraciadamente, se están produciendo más muertes por suicidio que por accidentes de tráfico, con todo lo que insisten en la seguridad al volante y la protección infantil, pero en las aulas ¿quién los protege?, tengo dos amigas que han tenido que cambiar a los niños de cole con 4 y 5 años, porque en el centro no hacían nada y el inspector dió como solución el traslado, con los años el tema empeora, el tema está además que los profesores ya no tienen autoridad y los padres se montan en cólera si recriminas a su hijo.

Saludos empáticos,

Verónica

Núria dijo...

Hay un problema de fondo en la educación de las familias que se extrapola a la sociedad nuestra. Familias donde impera el autoritarismo y las relaciones verticales, desiguales y prepotentes. Y esos niños que crecen y se "educan " en esos ambientes violentos y hostiles, ejercen la misma hostilidad y violencia hacia sus iguales. Es un gran problema de fondo sociocultural que se alimenta del desamor de unos padres hacia sus hijos, de unos individuos hacia otros, de una sociedad carente de valores profundos. Me entristece y me horroriza como madre de dos criaturas de 6 y 2 años....