miércoles, 23 de marzo de 2022

Hospital General Universitario de Alicante Dr. Balmis, el homenaje de un centro sanitario a las vacunas

 

Trabajo en el Hospital General Universitario de Alicante, uno de los hospitales públicos decanos de España. Y nuestro hospital ha cambiado recientemente de nombre en homenaje a uno de los alicantinos universales y uno de los principales referentes de la vacunología en nuestro país: y por ello ahora su denominación es Hospital General Universitario de Alicante Dr. Balmis. Y es un más que oportuno homenaje en estos tiempos de pandemia donde la vacunación ha sido un reto épico (y lo sigue siendo). 

Y este cambio de denominación y estos momentos, merecen el poder conocer a la figura de Francisco Javier de Balmis y Berenguer. Nació en Alicante en el año 1753 y fue un médico militar español y cirujano honorario de la corte del rey Carlos IV. Su nombre ha quedado vinculado a la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna (conocida como Expedición Balmis, en su honor) que realizó hacia las colonias españolas de América y Filipinas para difundir la vacuna de la viruela, un hito en la historia de la medicina. 

Corría el año 1796 cuando, durante el momento de mayor extensión del virus de la viruela en Europa, un médico rural de Inglaterra, Edward Jenner, observó que las lecheras adquirían ocasionalmente una especie de "viruela de vaca" o "viruela vacuna". Tomó suero de esta viruela vacuna y consiguió inocular a James Philips, un niño de 8 años, que mostró una viruela mucho más leve cuando la padeció. Rápidamente el método de Jenner se difundió por Europa, y Francisco Javier de Balmis traduce al español el libro donde se detallaba el procedimiento para vacunar. Cinco años después de la publicación de este descubrimiento, en 1803, el rey de España Carlos IV, que había perdido a una de sus hijas por la viruela, María Teresa, aconsejado por su médico de corte Balmis, mandó organizar una expedición para extender la vacuna a todos los dominios de Ultramar (América y Filipinas). Uno de los principales problemas que se presentaron a la hora de idear la expedición fue cómo conseguir que la vacuna resistiese todo el trayecto en perfecto estado. La solución se le ocurrió al mismo Balmis: llevar en el viaje a un número de niños, e ir pasando cada cierto tiempo la vacuna de uno a otro, mediante el contacto de las heridas. 

La Real Expedición Filantrópica de la Vacuna partió del puerto de La Coruña el 30 de noviembre de 1803. De allí viajó a San Juan de Puerto Rico, Puerto Cabello, Cartagena de Indicas, Caracas, La Habana, Mérida, Veracruz y la Ciudad de México. La vacuna llegó a lugares tan lejanos como a Texas en el norte y a Nueva Granada en el sur. Aunque no el propio Balmis, otros miembros de su expedición, entre ellos el doctor Josep Salvany (otra alma mater de esta expedición), llevaron la vacuna a América del Sur y al sur bajo dominio español en el Pacífico. Y la tercera figura en importancia es la rectora del orfanato Casa de Expósitos de La Coruña (de donde procedían los niños huérfanos), Isabel Zendal (quien acabó fundando una escuela de enfermería que todavía sigue en funcionamiento en México y el presidente de la República aún entrega cada año un premio que lleva el nombre de Isabel). Porque Zendal fue una personalidad española mucho más reconocida en México que en España. Casi como le estaba ocurriendo a Balmis. 

Y esta fue una expedición de carácter filantrópico que dio la vuelta al mundo y duró desde 1803 hasta 1814 (y se considera la primera expedición sanitaria internacional de la historia). Su objetivo era en principio que la vacuna de la viruela alcanzase todos los rincones del por entonces Imperio español, ya que la alta mortandad del virus estaba ocasionando la muerte de miles de niños. Para que la vacunación fuera posible y llegará a América, Balmis inoculaba el virus a dos niños cada ciertos días, niños que embarcaron en la expedición y que fueron perpetuando la llegada del virus en las lesione de su piel. La linfa vacunal se conservó mediante el paso directo de persona a persona durante el viaje, concretamente 22 niños que habían padecido la viruela. 

De esta forma, se hacía algo por paliar la acción de los conquistadores de haber extendido la enfermedad a América a principios del siglo XVI (se cree que las epidemias de la viruela, tuvieron un importante papel en la destrucción del imperio azteca), ya que la introducción de la vacuna fue una de las misiones sanitarias más importantes de la historia, el primer ejemplo de campaña de vacunación masiva en la historia (que ahora ha superado el coronavirus SARS-CoV-2). 

Y a Balmis se le ha reivindicado en la última década, principalmente en su provincia de nacimiento. Una estatua se encuentra en la entrada de nuestra Facultad de Medicina desde hace años. Y ahora su nombre ennoblece al hospital más importante de la provincia. Una buena oportunidad para recordar esta gran historia de las vacunas. Y cabe prescribir la película 22 ángeles (Miguel Bardem, 2016), cuyo guión se basa en la novela "Los Ángeles Custodios" de Almudena de Arteaga (2010), y donde se nos dice: "La viruela llegó de nuestros barcos y de nuestros barcos debe llegar la solución". 

No hay comentarios: