viernes, 9 de diciembre de 2011

Aumento de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial con atomoxetina


La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) sigue emitiendo notas sobre fármacos de uso pediátrico.

En esta ocasión es el turno de la atomoxetina, fármaco indicado en el trastorno de déficit de atención con/sin actividad en niños mayores de 6 años y adolescentes.

Al parecer, la mayoría de sujetos tratados con este fármaco experimentan un leve aumento de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial. Pero en una proporción de estos pacientes (6-12%), dicho aumento llega a ser importante desde el punto de vista clínico: nada menos que un incremento en más de 20 latidos por minuto y/o 15-20 mm de Hg en la presión arterial.


En vista de estos nuevos datos, la AEMPS ha emitido unas nuevas recomendaciones sobre el uso de atomoxetina que hemos de tener muy presentes:
  • El uso de atomoxetina está contraindicado en pacientes con trastornos cardiovasculares o cerebrovasculares graves en los que se puede esperar un deterioro con un incremento en la presión arterial o en la frecuencia cardiaca clínicamente importante.
  • En aquellos pacientes en los que se esté considerando el tratamiento, se recomienda realizar un minucioso examen físico e historia clínica para evaluar la presencia de enfermedad cardíaca.
  • Atomoxetina debe utilizarse con precaución en pacientes que pudiesen empeorar por un aumento de la presión arterial o de la frecuencia cardiaca, tales como pacientes con hipertensión, taquicardia, o enfermedades cardiovasculares o cerebrovasculares.
  • La frecuencia cardíaca y la presión arterial se deben medir y registrar en todos los pacientes antes de que comiencen el tratamiento con atomoxetina, así como después de cada ajuste de dosis y al menos cada 6 meses durante el tratamiento. Si el paciente desarrolla síntomas que sugieran un trastorno cardiaco durante el tratamiento, debe ser remitido a un cardiólogo para una evaluación inmediata.

Es de agradecer el interés de la AEMPS en su realización de revisiones sobre la seguridad de fármacos de uso pediátrico. Y en cuanto al TSAH y su tratamiento, recordemos pediatras, neuropediatras y psiquiatras que este trastorno requiere un proceso diagnóstico exhaustivo y prolongado en el tiempo (evitando la posibilidad de los falsos positivos), que la atomoxetina no es un fármaco de primera elección y que el tratamiento se debe completar con terapia cognitivo-conductual.

Os dejo la nota de la AEMPS sobre la atomoxetina bajo estas líneas.

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