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martes, 5 de julio de 2016

Pautas para un verano saludable según los pediatras de Atención Primaria

http://www.familiaysalud.es/

Las vacaciones de verano ya están aquí. Y la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), a través de su web "Familia y Salud", ha elaborado una serie de recomendaciones dirigidas a los padres sobre prevención de accidentes y sobre un adecuado aprovechamiento del tiempo. Estas recomendaciones pueden consultarse en este documento. Son las siguientes:


Seguridad en el agua. Medidas de protección

El agua es uno de los elementos que más preocupa a los padres en estas fechas, pero existen una serie de pautas que pueden hacer que tu hijo se maneje sin riesgos en el medio acuático. En la medida de lo posible es importante enseñar a los niños a nadar y a bucear desde pequeños. Recuérdales que intenten bañarse acompañados, es más divertido y podrán pedir ayuda si tienen algún problema. Si te quedas en la orilla, no les pierdas de vista y asegúrate de que ellos puedan verte (recuerda que nunca debes dejar a un niño al cuidado de otros niños). Desde pequeños, incúlcales la importancia de conocer y respetar las zonas de baño y las señales de advertencia, así como las indicaciones de las banderas en la playa. Cuidado: todos los años mueren niños ahogados por falta de supervisión.

Recuerda que tú eres el mejor ejemplo para tu hijo, no te metas de forma brusca en el agua, ni te tires de cabeza sin comprobar antes la profundidad. Utiliza siempre cremas protectoras solares, con factor 15 o superior. Si es posible, aplícalas 30 minutos antes de estar expuesto al sol y vuelve a aplicarlas cada dos horas y después del baño. Protege tus ojos y los de tus hijos con gafas de sol. Los rayos del sol pueden lesionar tu piel y ojos, produciendo quemaduras y cáncer. Dales de beber agua de forma continua y procura que estén a la sombra.

Primeros auxilios. ¿Qué puedo hacer yo?

Casi siempre, la primera persona que atiende una emergencia no es un profesional sanitario, sino un familiar o viandante. Por eso es bueno tener unos conocimientos básicos para saber qué hacer en estas situaciones, ayudando a accidentados o enfermos repentinos mientras llegan los sanitarios.

Lo más importante en estos escenarios es conservar la calma y tratar de evitar nuevas lesiones o que se agraven otras existentes. Es importante no mover al niño accidentado, salvo que corra peligro en el lugar en que está o haya que practicarle una reanimación cardiopulmonar. Mientras el personal sanitario llega hasta el lugar, debe tranquilizar al herido y mantenerlo caliente; no es recomendable darle comida, bebida ni medicación.

Recuerda que la actuación básica en primeros auxilios se resume en las siglas P.A.S. (Proteger, Avisar, Socorrer).

1. PROTEGER. Hay que hacer seguro el lugar del accidente. Siempre es mejor alejar el peligro que mover al accidentado (cortar la corriente si hay un electrocutado, controlar el fuego y ventilar si hay humo, aparcar bien y señalizar el siniestro si hay un accidente de tráfico…).

2. AVISAR. Llamar al 112. En primer lugar hay que identificarse. Después, informe del lugar exacto, tipo de accidente y las circunstancias que lo pueden agravar. Se debe informar también del estado del paciente y de sus heridas.

3. SOCORRER. Siempre hay que tener presente dos prioridades: salvar la vida y evitar que las lesiones se agraven. Se hará una valoración primaria para identificar las situaciones que pueden amenazar la vida (estado de consciencia, respiración, circulación sanguínea, buscar pulsos, hemorragias…) y una valoración secundaria analizando el resto de lesiones, siguiendo un orden descendente desde la cabeza hasta las extremidades:

Si la persona está consciente y es capaz de comprender, hay que tranquilizarle y ofrecerle confort hasta que lleguen los sanitarios. Si no reacciona pero sí respira, hay que colocarla en posición de seguridad (posición lateral, extender un brazo por encima de la cabeza y flexionar la rodilla para estabilizarlo). Si no respira, habrá que iniciar la reanimación cardiopulmonar básica.

Deberes escolares, ¿Cómo ayudar?

Hoy en día, los padres se implican más que nunca en los deberes escolares. Pero no siempre lo hacen de forma adecuada. Un mal apoyo puede generar dependencia y transmitirle la idea de que no es capaz de hacerlos por sí mismo.

Es fundamental estar cerca y disponible para apoyar y guiar al niño cuando le haga falta. Asegúrese de que el niño sepa que le va a ayudar si surge algún problema, aunque también es importante que trabaje de forma independiente.

Algunas estrategias para que el camino resulte más fácil son:

- Establece una rutina de trabajo y un horario regular. Enséñale a distribuir el tiempo y a dividir los deberes en pequeñas tareas más asequibles.

- Organiza estratégicamente las sesiones de deberes. Algunos niños pueden preferir hacer primero los trabajos más difíciles. En cambio, otros prefieren primero las tareas más fáciles. El descanso es fundamental.

- Incúlcale habilidades organizativas. Puede ser útil enseñarle técnicas de estudio. Al principio un niño no es organizado de manera natural, no sabe cómo estudiar, así que ayúdele a aprenderlo.

- Enséñale a aplicar las cosas del colegio al mundo real. Aprovecha cualquier momento para reforzar lo aprendido. Le resultará más atractivo.

- Anímale a pedir ayuda cuando le haga falta. Elogia siempre su esfuerzo, mucho más que los resultados obtenidos.

Si el niño se queja constantemente de los deberes o le cuesta mucho hacerlos puede indicar un problema. En algunos casos, los niños sólo necesitan aprender y practicar unos buenos hábitos. Si tu hijo lo pasa realmente mal al intentar entender o hacer los deberes, puede que haya problemas de aprendizaje, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o dificultades visuales o auditivas que interfieran en su progreso. Decálogo del niño viajero

Si vas a viajar este verano es importante planificar tu viaje con antelación. La AEPap recomienda leer el “Decálogo del Niño viajero”, un documento que recoge las diez normas básicas a tener en cuenta antes de viajar para disfrutar al máximo del viaje.

De entre las recomendaciones más destacadas destaca la importancia de informarse acerca de las vacunas necesarias, ante un viaje internacional es muy importante asegurarse de que nuestros hijos tienen todas las dosis de vacunas correspondientes para su edad. Pero hay otras vacunas que pueden ser necesarias, según el destino (Fiebre Amarilla, Hepatitis A, Fiebre Tifoidea, Cólera, etc…) Se trata de completar el número de dosis adecuadas en el mínimo tiempo posible antes del viaje.

Además es recomendable preparar y llevar un botiquín en el que guardar cosas tan básicas como un termómetro, tiritas, suero oral o ibuprofeno o protegerse frente al calor, así como la tarjeta sanitaria europea o un seguro de viaje si vas a salir al extranjero. Es esencial protegerse de los mosquitos que transmiten enfermedades como dengue, zika, malaria.

La serie de decálogos de la AEPap, que entre otros incluye el del niño viajero, consisten en un conjunto de documentos en el ámbito de la promoción y educación para la salud, sobre temas relevantes y útiles para los padres, como el manejo de la fiebre, la promoción de una alimentación sana, las vacunas, Accidentes en la Infancia, uso de antibióticos etc. Se editan en formato de carteles para su difusión desde las consultas de pediatría de AP y en documento pdf descargable gratuitamente desde la web FamiliaySalud.eshttp://www.familiaysalud.es/.

lunes, 16 de marzo de 2015

Neo-Dividencias. Aspectos éticos alrededor de la "zona gris" de la viabilidad


El pasado 13 de marzo tuvo lugar el III Curso Básico de Bióetica de la Asociación Española de Pediatría (AEP). Una gran experiencia gracias al equipo del Comité de Bioética de la AEP que regaló a los casi 80 asistentes un viaje “Pedi-Ético” imprescindible.

Gracias a Carmen Martínez, Isolina Riaño, Marta Sánchez Jacob y María Tasso por llenar de hechos, valores y deberes el Salón de Actos del Hospital General Universitario de Alicante. Comparto la ponencia que pude defender, bajo el título de “La ética del inicio de la vida: comienza el viaje” y que tenía marcados los siguientes objetivos:
- Objetivo general: deliberar sobre los límites de viabilidad del recién nacido y otros problemas éticos en el inicio de la vida, entre la incertidumbre clínica y la esperanza humana.
- Objetivos específicos: 1) Conocer la prematuridad como problema sanitario y los distintos “tipos” de prematuros; 2) Diferenciar las diferentes estrategias bioéticas de enfrentarse a la “zona gris” de viabilidad; 3) Aproximarnos a las mejores recomendaciones de actuación.

En la presentación adjunta se desarrolla el tema en seis apartados, expuestos en la presentación adjunta:
- La NEONATOLOGÍA como especialidad
- La PREMATURIDAD como problema sanitario
- Los LÍMITES DE VIABILIDAD como conflicto
- La LEY como normativa
- La BIOÉTICA como guía en la toma de decisiones
- El método deliberativo y las CONCLUSIONES.

Un tema siempre de interés en el que cabe considerar dos premisas: 1) no es lo mismo ayudar a vivir a quien está viviendo que impedir morir a quien se está muriendo (encarnizamiento terapéutico); 2) no todo lo técnicamente posible es éticamente correcto y la lucha por la vida ha de tener unos límites racionales y humanos.
Y donde el método deliberativo es una buena ayuda para la ética del inicio de la vida, donde realizamos toma de decisiones entre la incertidumbre clínica y la esperanza humana.

 

lunes, 29 de septiembre de 2014

Cóctel de despropósitos: Reflexiones a propósito del caso Ashya King


El Comité de Bioética de la Asociación Española de Pediatría acaba de publicar una nota en su web que consideramos de gran interés para poder contribuir a su difusión desde este blog y lo hacemos con su mismo título. Y por dos motivos: por el tema que trata y por el análisis a través de los hechos, los valores y los deberes. 

En las últimas semanas, un nuevo caso con repercusión mediática ha saltado a la prensa, el caso Ashya King: "Ashya, un niño británico de 5 años afecto de un tumor cerebral (meduloblastoma), es sacado por sus padres del hospital de Southampton donde se encontraba ingresado, sin permiso de los profesionales. Se moviliza la Interpol, y el niño es finalmente localizado en España, e ingresa en el Hospital Carlos Haya de Málaga, mientras sus padres son encarcelados de manera cautelar y se les retira transitoriamente la tutela".

Desde esta nota, nos plantean las siguientes cuestiones abiertas a la reflexión y que recomiendo su lectura íntegra en el post original

- En primer lugar, el caso trae de nuevo a colación la relevancia de la comunicación médico-paciente.¿En qué punto se quiebra la alianza terapéutica dando paso a actitudes extremas, en lugar de favorecer un consenso entre padres y profesionales en beneficio del niño? 

- El segundo aspecto a tener en cuenta es el papel de los medios de comunicación y redes sociales. ¿Qué rol ejercen en situaciones de gran estrés emocional? 

 - Un tercer aspecto a considerar es el de la responsabilidad profesional. ¿Dónde situar el derecho a una segunda opinión o el deber de firmar el alta voluntaria? 

- La cuarta reflexión nos lleva a la referencia a las creencias religiosas de los padres y cómo ponderarlo con procurar el mejor beneficio para su hijo desde sus valores. 

- Y finalmente, aunque no menos importante, considerar los efectos perjudiciales directos que lo anterior ocasiona al pequeño. 

Como nos describen los autores de esta nota, el desenlace se materializa en el traslado del pequeño a Praga, en jet privado, para recibir la terapia de protones propuesta por los padres, a pesar de su falta de evidencia científica como opción terapéutica para el meduloblastoma, cuyo abordaje, consensuado por expertos en todos los protocolos internacionales, consiste en quimioterapia y radioterapia (estándar o hiperfraccionada) cráneo-espinal. 
De todo ello, se puede inferir que la consecución de cualquier objetivo influido y favorecido por la repercusión mediática, en este y otros casos similares, no siempre es beneficioso para los pacientes, puede resultar engañoso para la opinión pública, y cuestiona de forma acrítica el buen hacer de muchos profesionales. La toma de decisiones con menores debe ser, en la medida de lo posible, un proceso más consensuado y meditado, y menos compulsivo de lo que parece desprenderse de este caso, desde todas las instancias que participan. 

Gracias al Comité de Bioética por esta reflexión a través de los hechos, los valores y los deberes. Gracias por este regalo, que es una enseñanza para leer y entender mensajes periodísticos (demasiado sensacionalistas y escasamente reflexivos) que pueden aumentar las ventas, pero no ayudan a nadie. Y lo peor: no es un caso aislado...