sábado, 19 de marzo de 2011

Cine y Pediatría (62). Cuatro joyas del cine francés reflexionan sobre la aventura de educar


Con la entrada de nuestra semana anterior nos paseamos por películas cuya temática se basaba en la educación desde la perspectiva de profesores de institutos y adolescentes problemáticos. Si hay una profesión que ha sido idealizada por el séptimo arte (aparte de la de médico), esta ha sido la de profesor. Y no es para menos: se trata de las personas que están forjando los conocimientos y transmitiendo valores en las futuras generaciones. Hablo de la figura del profesor que es tutor y es mentor, de la figura respetada (algo lejana a lo que hoy se sufre).

Algunos profesores por antonomasia de la gran pantalla fueron relatados en la entrada previa. Pero no son los únicos. Con un toque british, la historia de Mr Chip, basada en la novela de James Hilton, se ha llevado al cine en dos ocasiones como Adiós, Mr Chips: la primera dirigida en 1939 por Sam Wood y con Robert Donat como actor; y la segunda dirigida en 1969 por Herbert Ross, y con Peter O´Toole en el papel de profesor. También Mr Holland (Richard Dreyfuss) es un ejemplo de dedicación a la enseñanza y cómo enseñar a entender la vida a través de la música en Profesor Holland (Stephen Herek, 1995). Muchos ejemplos y de todas las edades: desde el viejo maestro republicano (Fernando Fernán Gómez) de La lengua de las mariposas (José Luis Cuerda, 1999) a la joven maestra adolescente de Ni uno menos (Zhang Yimou, 1998). Maestro para todos los gustos y de todas las nacionalidades: así, bajo el título de El maestro reconocemos dos películas, una japonesa de 1993 (el legado final de Akira Kurosawa) y otra española de 1957 (Aldo Fabrizi y Eduardo Manzanos).

Pero destacamos una filmografía que muestra una interesante tradición en abordar el tema de la educación en la infancia de forma sugerente: el cine francés. Centramos nuestra atención en cuatro películas especiales que, para algunos, bien pueden situarse en la lista de las mejores películas que nos han llegado de Francia en la última década.

Hoy empieza todo (Bertrand Tavernier, 1999). Centro educativo: guardería en una zona deprimida (social, cultural y económicamente) de un pueblo del norte de Francia, en donde la minería ha dado paso a la especulación. Alumnado: niños preescolares. Profesor: Daniel Lefèbvre (Philippe Torrenton), director de una escuela infantil, uno de esos héroes anónimos comprometido día a día con su profesión y su vida; y que se preocupa sinceramente por los problemas de los niños y sus familias. Valores añadidos: refleja toda la problemática de una pequeña comunidad industrial (paro, alcoholismo, desestructuración familiar, abusos, etc) y, sobre todo, la falta de esperanza en el futuro que aflora de cada uno de estos problemas. De este modo la escuela se convierte en una isla de color donde los niños pueden escapar de la cruda realidad que les envuelve. Características de la película: Tavernier es uno de los cineastas imprescindibles del panorama europeo (Ley 627, 1992; La hija de D´Artagnan, 1994; Capitán Conan, 1996; La pequeña Lola, 2004), incansable luchador y aquí lo demuestra con esta película de cine social, rodado con técnica documental, con algunos actores profesionales y otros tomados directamente del medio educativo. Aunque Tavernier ha sido, por su radicalidad de izquierdas, uno de los cineastas más vapuleados por la crítica de su país, no ocurrió así con esta película contestataria y subversiva contra las jerarquías pedagógicas, a la vez que humanista y lírica, una película con la emoción a flor de piel y con lágrimas en los ojos. Premio de la Crítica Internacional del Festival de Berlín y Premio del Público en el Festival de San Sebastián.

Ser y tener (Nicolas Philibert, 2001). Centro educativo: pequeña clase única de educación primaria en un pueblo de la Landa francesa, en el norte de Francia. Alumnado: una docena de alumnos de distintas edades, entre 4 y 11 años del colegio de Saint-Étienne sur Urson, elegido entre más de 100 clases únicas que el director visitó. Profesor: Georges López (Georges López), emigrante español en Francia, profesor de 55 años a punto de retirarse y que apreciamos volcado en sus alumnos; y que se esfuerza y disfruta guiando a los niños para corregir sus defectos, potenciar sus virtudes y crear motivación. Valores añadidos: película documental sobre las "escuelas unitarias", centros que reúnen en torno a un solo profesor a los niños de un pueblo o zona rural, desde preescolar hasta el final de la enseñanza primaria. Para bien o para mal, los más pequeños comparten con los mayores sus experiencias y sus aprendizajes. Está considerada un himno a la enseñanza y su soporte son los tres elementos que confluyen en la educación infantil: padres, alumnos y maestros. El maestro, comprometido con sus alumnos, los educa y los conoce, y esta labor se complemente con la de los padres, quienes, a pesar de sus limitaciones, conmueven con su implicación en el proceso de enseñanza. Recupera la auténtica esencia de la educación: el compromiso para ayudar a los alumnos a ser personas, a ampliarles las visiones del mundo y a hacerles ciudadanos. Características de la película: fue un gran éxito en Francia, donde llegó a provocar un debate nacional y supuso un revulsivo para las estructuras educativas del país. Premiada en el Festival de Cine de Valladolid 2002, también consiguió el Premio del Cine Europeo 2003 al mejor documental. Es un documental estimulante, de esos que no dejan indiferentes y que provocan la reflexión, a la vez que permiten reconocer el infravalorado trabajo desarrollado por muchos maestros.

Los chicos del coro (Christophe Barratier, 2004). Centro educativo: internado de reeducación de menores en plena postguerra mundial. Alumnado: escolares hijos de mineros. Profesor: Clément Mathieu (Gérard Jugnot), profesor de música en paro, descubre que la música atrae poderosamente el interés de los alumnos y se entrega a la tarea de familiarizarlos con la magia del canto, al tiempo que va transformando sus vidas para siempre. Valores añadidos: música, docencia, buenos sentimientos y valores humanos; el profesor Mathieu da lecciones de música que son lecciones de vida. Características de la película: la primera infancia, la música y la enseñanza son los tres temas circulares en Los chicos del coro, que logró un gran éxito de público y crítica, incluyendo la nominación al Oscar a la mejor película extranjera (que le arrebató Mar adentro de nuestro Alejandro Amenábar). Uno de los mayores éxitos fue la banda sonora de la película, obra de Bruno Coulais (y que contiene dos temas corales compuestos por el propio director); especial cuidado se puso en la elección de los niños coristas de la película.

La clase (Laurent Cantet, 2008). Centro educativo: instituto de un barrio conflictivo de París. Alumnado: adolescentes de distintas nacionalidades seguidos durante un año escolar, actores no profesionales. Profesor: Mr Marin (François Bégaudeau) se interpreta así mismo, pues la película parte de su libro autobiográfico titulado “Entre les murs” y sus experiencias como profesor y director de lengua francesa en un instituto de secundaria. Valores añadidos: muestra de forma cruda y natural la realidad de las aulas, con el choque de culturas (caucásica, árabe, africana, china, etc) como trasfondo. Un profesor muy reconocible en nuestros días, para quien el día a día con sus alumnos, en lugar de resultar una experiencia de transmisión del conocimiento, es más una lucha por la supervivencia en clase y un debate continuo. Características de la película: Palma de Oro del Festival de Cannes 2008, además de ser nominada al Oscar a la mejor película extranjera (galardón que recibió la japonesa Despedidas de Yojiro Takita), sorprendió a propios y extraños por el estado de gracia en rodar en un aula de instituto con cuatro cámaras. El director organizó talleres con los alumnos de un instituto, y logró que 25 siguieran comprometidos con el proyecto cuando arrancó el rodaje. La sensación de frescura y la apariencia de verosimilitud es tal que cuesta creer que profesor y alumnos no sean profesionales del cine para dar esa sensación tan lograda de naturalidad.

Cuatro ejemplos de la última década de cine francés y educación que nos transporta a clásicos como Jean Vigo (Cero en Conducta, 1933) y, especialmente, a François Truffaut (Los cuatrocientos golpes, 1959; La piel dura, 1976). Cuatro joyas del cine francés que reflexionan sobre la aventura de educar y cuyas imágenes incitan a la reflexión mucho tiempo después de haber sido impregnadas en la retina.

Esta entrada de cine va dedicada a todos los maestros que siguen creyendo en su profesión y en la aventura de su magisterio. Y en especial a Antonio Tomás, maestro de música en educación primaria, amante de su profesión, amigo de la infancia, amigo del alma.



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