sábado, 1 de junio de 2013

Cine y Pediatría (177): “Néixer”, donde nacer es mucho más que un verbo


Con motivo de la celebración de la Semana Mundial por el Parto Respetado (del 20 al 27 de mayo de 2013) y bajo el lema "Silencio. Mujer pariendo, bebé naciendo", se ha estrenado en Alicante una película documental: Néixer (Ana Victoria Pérez, 2012). 

Tal como consta en su webNéixer (Nacer) es una película realizada en la Comunidad Valenciana con el objetivo de mostrar un material audiovisual actualizado sobre el parto hoy en día y que, de alguna forma, entronca con una polémica universal: parto hospitalario frente a parto domiciliario, parto intervencionista frente a parto respetado. El documental muestra (y no oculta, dado el perfil de sus colaboradores) una clara orientación hacia un parto planteado desde un punto de vista respetuoso con las madres, acorde con el momento de intimidad, delicadeza y vulnerabilidad de la mujer en este momento vital. Una película que da protagonismo a la parturienta, respetando su proceso fisiológico y la capacidad innata de su cuerpo de vivir esa experiencia sin intervenciones innecesarias, que afecten a corto y largo plazo su salud y su estabilidad emocional. Una película en la que paseamos por la visión de ginecólogos, matronas, pediatras, enfermeras, psicólogos, antropólogos, doulas y, sobre todo madres y padres. Un documental realizado en la Comunidad Valenciana, pero que no es diferente a otras realidades de nuestro país y otros países. 

Este documental apoya dos principios: la autonomía de la embarazada (y de los padres) para elegir el modo de parir y la prevención cuaternaria (evitar el exceso de diagnóstico, tratamiento y prevención sanitario). A través de madres, familias, matronas, obstetras y pediatras conoceremos de primera mano cómo se desarrollan los partos de un modo más humanizado y cómo apoyar las pautas de la Estrategia de Humanización del Parto Normal que, paulatinamente, se está implantando en los paritorios de España desde el año 2009. El documental es didáctico y tiene buen tono y tino para abordar con respeto este tema, si bien no muestra todo el espectro de las posibles “realidades” del embarazo, parto y periodo neonatal, sino la cara más amable del parto que en la película se denomina “respetado”. 

Una película con vivencias, experiencias y emociones que se sitúan en el lado de cómo vivir un parto desde el empoderamiento. Su directora, la cubana Ana Victoria Pérez, alias “Bebé”, se formó como actriz en el Instituto Superior de Arte de La Habana. Como ella misma nos cuenta: “La maternidad es una experiencia que te cambia la vida, en muchos sentidos; en sentido literario, emocional y, en algunos casos también, profesional. Mi doble experiencia como madre y parturienta, me llevó a la necesidad de expresar la situación de los paritorios en La Comunidad Valenciana. Creo que es importante la manera en que llegamos al mundo. Es importante para el bebé, para la madre y para todos los que intervienen en el parto. ¿Por qué no plasmar todas esas inquietudes también a través del cine?”. De ahí nació este proyecto, con el apoyo de Canal 9 y también fundamentado en el  crowdfunding (o micromecenazgo), proyecto que concentra un material maravilloso en una película documental de 60 minutos, pero que procede de más de 30 horas de grabación. 

Un documental alrededor del embarazo y parto que no dejará indiferente y que permitirá una polémica abierta y un coloquio constructivo. Este mismo coloquio es que se ha desarrollado en el Diario Información de Alicante tras la proyección de la película, y de cuyo evento acepté ser el moderador. Y por una razón principal: por utilizar el cine como desencadenante de emociones y reflexiones, en este caso alrededor de un tema tan actual. Y por un reto principal: conjugar los dos principios fundamentales de la atención sanitaria del siglo XXI (humanización y seguridad) con las mejores pruebas científicas (lo que se ha venido en llamar como medicina basada en la evidencia, aunque hay pocas cosas menos “evidentes” que la medicina basada en la evidencia). Y por un valor añadido más, que es porque dos de los “actores” son buenos amigos: por un lado, el Dr. José María Paricio, pediatra de reconocido prestigio por la defensa de sus ideas alrededor de la lactancia materna y la no medicalización en la atención sanitaria; y Fidel Romero Salord, antropólogo y alma inquieta, cuya amistad emana de una polémica que establecimos en la revista Evidencias en Pediatría cuando publicamos un artículo y una editorial sobre la polémica entre el parto domiciliario y el parto hospitalario

Néixer, verbo valenciano que significa nacer, es una mirada bella y reflexiva sobre el parto. Y lo hace enlazando experiencia y ciencia, aportaciones lúcidas y testimonios conmovedores, historias vivas y descubrimientos científicos. Y lo desarrolla con un buen guión bien documentado, personajes y secuencias ágiles con una estética cuidada y un adecuado fondo musical. Y es verdad que en el documental “nacen”, como los bebés, las intuiciones, los cuestionamientos, las emociones, las dudas y las polémicas. El cine, que es en definitiva un juego de luces y sombras, se convierte en esta obra en una oportunidad para el descubrimiento conmovedor de la experiencia, universal e íntima, de dar a luz. Nacer se convierte, entonces, en algo más que un verbo. Porque Néixer es puro cine documental que se convierte en arte, ciencia y conciencia, en emociones y reflexiones. Y es cine bueno para todos, en donde la conclusión que yo acepto es que no existe una forma de parir universal, pero si hay una tendencia clara en la obstetricia y perinatología: un parto hospitalario humanizado y seguro que combine el aforismo de ofrecer la máxima calidad con la mínima cantidad de intervenciones y en el lugar más cercano al paciente. Y, que a su vez, combine bien los cuatro principios bioéticos fundamentales: beneficiencia, no maleficiencia, justicia y autonomía. 

Y, como dice una conocida editorial de Lancet “Women have the right to choose how and where to give birth, but they do not have the right to put their baby at risk”. Porque entre parir en casa con los medios que proporciona el sistema de salud holandés o hacerlo a las bravas, hay un trecho; como hay un trecho entre parir en un hospital privado con porcentajes de cesáreas superiores al 60% y hacerlo en un hospital de la sanidad pública que ha incorporado todos los medios de humanización: en la película veréis cómo se puede dar a luz en el Hospital de La Plana en Villareal (Castellón) y entonces confirmaremos que, en un tema como éste, posturas extremas no llevan a ningún puerto, y sólo veremos las sombras, pero nunca la luz.
En este tema de cuál es el mejor lugar para nacer, como en muchos otros de sanidad, sólo cabe manejarse bien en la ponderación del triángulo constituido por humanización, seguridad y evidencias. Porque ya hablamos de Nacer-Diario de maternidad. Y hoy hablamos de Néixer...

  Ya hablamos en su momento de Nacer. Diario de maternidad. Hoy nos ha tocado hablar de Néixer.

2 comentarios:

Alejandra dijo...

Felicidades por la entrada Javier, y por tu papel en el día de ayer como moderador. Fui una de las mamás que intervino (la que se parecía a la niña del exhorcista en sus partos, jejejeje) y quedé muy contenta del debate aunque se me quedó corto, porque apenas dio tiempo a interpelarse y se pudieron decir muchas cosas más.

Estoy de acuerdo contigo en todo lo que expones, yo soy partidaria de dar a la mujer una capacidad de elegir informada, de todos los riesgos y beneficios en cada caso, y de respetar esa capacidad de elección.

Creo que muchas mujeres se han visto obligadas a plantearse partos domiciliarios por la situación hospitalaria actual a la que todavía le queda camino, mucho camino, que se ha empezado a andar afortunadamente. Yo soy partidaria de conseguir un parto humano y respetado en el hospital, porque creo que es la opción óptima para conjugar humanidad, respeto y seguridad.

Pero siendo una gran defensora de la sanidad publica, que en mi primer parto me informé y mucho, rellené mi plan de parto y conjugue eso con la confianza hacia los profesionales de la sanidad (mis padres fueron trabajadores de la sanidad publica y se la importancia de dar confianza al profesional), me sentí traicionada, me sentí insegura y tuve que vivir con mi pequeño trauma que todavía un poco me dura.

Pocas opciones me quedan, y en este segundo parto intento conjugarlo con un parto hospitalario en la privada llevado por Alicia Fontanillo, que espero que salga bien, pero es que no me quedan más opciones!! No puedo volver a entrar por la puerta de un hospital como si me fuese a tocar la lotería, en mi primer parto (H. de Elda) cuando preguntabas si se leerían mi plan de parto te contestaban "pues depende de quien te toque", pues los que me tocaron (dos turnos) eran de los de no leer, no se si por coyunturas del día o por costumbre. No es normal que a una le informen menos del progreso de su parto que de una operación de juanetes!!
Bueno, espero de verdad que el camino se siga andando y que los profesionales sigan luchando por ello!!

Beatriz dijo...

Interesante análisis y excelente intervención en el debate, Javier
No me lo podía perder..., nuestros pediatra y ginecóloga favoritos en una misma sala, Javier y Alicia, todo un lujo
Dentro de la limitación en la capacidad de elección, en referencia al debate, me quedo y me guío por "la confianza" en estos profesionales