lunes, 7 de noviembre de 2016

El problema del alcohol en menores ocurre a diario, no vale acordarse solo ante las desgracias


Hemos conseguido combatir el TABACO en la sociedad. Por algún motivo de difícil de entender no ocurre lo mismo con el ALCOHOL en nuestro país. Cuando ya nadie duda de los efectos beneficiosos de prevenir el tabaquismo, con el alcohol no tenemos la misma sensación. Y el consumo de alcohol en la adolescencia y juventud es un importante problema de salud pública en España y en todos los países occidentales. 

La adolescencia es esa etapa de la vida en la que el individuo transita desde la dependencia física y emocional de la infancia a la independencia del adulto. El adolescente se enfrentará tarde o temprano con el dilema de su consumo. Y a día de hoy no conozco a ningún joven que haya fallecido un fin de semana por un paquete de tabaco y, sin embargo, son muchos las consecuencias asociadas al consumo de alcohol, algunas fatales: muertes, accidentes de tráficos con consecuencias graves, peleas y reyertas con lesiones, ingresos hospitalarios, situaciones familiares complicadas, etc. 

Desde este blog hemos denunciado esta tibieza institucional frente al alcohol en varias ocasiones: apoyando la prevención del alcoholismo en la adolescencia, hablando de la alcohorexia, como nuevo trastorno de la conducta alimentaria, denunciando las nuevas formas de consumo del alcohol (como el eyeballing, el tampodka, el bring drink) o el famoso (desgraciadamente) botellón. Si es cierto que, desde finales del año pasado, comenzó la campaña 'Menores, ni una gota. Más de 100 razones para que un menor no beba alcohol', impulsada por la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE) y que cuenta con la colaboración del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad,... pero con escasa repercusión mediática y social. 

Pero no sirve acordarse de Santa Bárbara cuando truena. No vale sacar el tema a bombo y platillo ahora que una niña de 12 años ha fallecido el pasado martes en el Hospital 12 de Octubre de Madrid tras ingresar con un cuadro de coma etílico. La pequeña se bebió junto a otros cuatro compañeros de su instituto una botella de ron y otra de vodka durante cuatro horas en un descampado de San Martín de la Vega, en un típico (y desgraciado) botellón. Sobre las 23 horas la chica se desmayó y sus amigos se asustaron mucho. No sabían qué hacer y tampoco llamaron a ningún servicio de Emergencia ni a la Policía. Ellos mismos la trasladaron en un carrito de hierro de un supermercado al centro de salud situado en la Avda. del 12 de Octubre del municipio. Emplearon casi más de media hora en un recorrido de unos 500 o 600 metros... y ya todo fue inútil. La tragedia se incrementa al conocer que esta menor que murió por coma etílico ya había sido trasladada dos veces a su casa por la Policía en estado ebrio previamente. 

¿Qué hacer...? Muchas cosas en relación con los valores, tanto en la familia, como en los centros escolares, como en la sociedad. La educación y la prevención es la clave, pero las leyes y normativas deben acompañar. 

Y comenzamos enunciando algunas pautas contra el alcohol en la adolescencia, divulgados de nuevo en los últimos días
- DIALOGAR: evitar sermonear y fomentar la conversación de forma explícita buscando espacios de diálogos. Hablar de lo que ha ocurrido, en este caso, una muerte por coma etílico, para prevenir y ayudarles a interpretar esa realidad. 
- OCIO SALUDABLE: desarrollar de forma habitual actividades al aire libre y fomentar el ejercicio físico. El deporte es poco compatible con el deseo de beber alcohol. 
- COHERENCIA: dar un buen ejemplo y posicionarse siempre en contra del consumo de alcohol. Predicar con el ejemplo en casa. 
- EN EL INSTITUTO: fomentar en los centros educativos que sean los adolescentes de cursos superiores los que sensibilicen a los pequeños porque tienen una gran influencia sobre ellos. 
- MENSAJE ÚNICO: si nuestros hijos han coqueteado ya con el alcohol, padre y madre deben transmitir un mensaje único, ser consecuentes y rigurosos y especificar que hay cosas que no se van a consentir. Comprender que el adolescente puede haberse equivocado pero sin quitarle importancia, tratar de que nos cuente por qué lo ha hecho pero sin miedo a represalias y supervisar siempre con prudencia. 
- INDICIOS DE CONSUMO: hay determinados síntomas ante los que los padres tienen que estar alerta, como que sus hijos comiencen a tener problemas de conducta que afecten a su vida diaria, que abandone prácticas de ocio saludable como el deporte o el teatro, que tenga un peor rendimiento escolar, que no acepten las normas y desafíen continuamente la autoridad. En estos casos sería recomendable pedir la orientación de un profesional. 

Educación, prevención y normas firmes. No mesarse el cabello, eso no vale. El problema del alcohol en menores ocurre a diario, no vale acordarse solo ante las desgracias.

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