miércoles, 1 de octubre de 2025

Terapia cinematográfica (16). Prescribir películas para entender el duelo por la muerte de un hijo

 

Para unos padres, la muerte de un hijo no es solo la pérdida de un ser amado; es la aniquilación de un futuro, la desintegración de una parte de su propia identidad y un cuestionamiento profundo de sus creencias más arraigadas. Es un hecho que altera el orden natural de la vida y, aunque siempre es una experiencia muy dolorosa, también hay diferencias entre un fallecimiento esperado en la infancia o adolescencia de un hijo (cuando procede de una enfermedad grave o terminal) y un fallecimiento intempestivo (por accidente, homicidio, suicidio, etc.). Sea como sea, las implicaciones son vastas y multifacéticas: crisis de identidad ( la identidad de "padre" o "madre" queda suspendida en un vacío), fractura en la pareja, aislamiento social, impacto en la salud mental y física y crisis existencial. 

Y aunque popularmente se conocen estas cinco fases del duelo de Elisabeth Kübler-Ross, en el duelo parental este proceso es mucho más complejo, caótico y, sobre todo, no lineal. Las fases se solapan, se repiten y su intensidad varía enormemente de una persona a otra: shock y negación, ira y culpa, negociación, desorganización y desesperación, reorganización y aceptación. 

La muerte de un hijo o una hija es una de las experiencias más devastadoras que puede enfrentar un ser humano. Y las películas que abordan la muerte de un hijo nos invitan a ser testigos de este viaje desolador. Al adentrarnos en estas historias, no solo exploramos el dolor ajeno, sino que también reflexionamos sobre nuestra propia capacidad para amar, perder y, en última instancia, encontrar un nuevo significado en medio de la más profunda oscuridad. Y desde esta sección de Terapia cinematográfica hoy recogemos 7 películas argumentales alrededor del duelo por la pérdida de un hijo o hija. Estas películas son, por orden cronológico de estreno: 

- Un grito en la noche (Everything Put Together, Marc Foster, 2000), para adentrarnos en las consecuencias del síndrome de muerte súbita del lactante. 

- La habitación del hijo (La stanza del figlio, Nanni Moretti, 2001), para reconocer las fases del duelo en una familia que acaba de perder a su hijo adolescente en un accidente deportivo. 

- Los secretos del corazón (Rabbit Hole, John Cameron Mitchell, 2010), para visualizar cómo un matrimonio trata de salir de la madriguera del dolor tras la muerte de su hijo de 4 años en un accidente de automóvil. 

- Alabama Monroe (Felix Van Groeningen, 2012), para hacernos recordar que, no pocas veces, la pérdida del hijo rompe el círculo del amor familiar y nos tatúa el corazón. 

- Más allá de las palabras (Louder Than Words, Anthony Fabian, 2013), para reconocer a esos padres coraje que de un mal hacen un bien, de forma que sus actos y hechos son la mejor memoria de la hija fallecida. 

- Mass (Fran Kranz, 2021), para viajar en busca de respuestas entre los traumas del duelo por la pérdida del hijo y la salvación del perdón. 

- Una estrella fugaz (Ignasi Guerrero, Arturo Méndez, 2024) , para adentrarnos en las vivencias y secuelas de la muerte perinatal alrededor de una UCI neonatal. 

Siete películas argumentales para acompañar en el duelo a estos padres y familiares en distintos escenarios en que se produce la muerte del hijo, bien sean situaciones esperadas por una enfermedad o situaciones inesperadas por un accidente. Siete oportunidades para intentar trascender a la pérdida y llegar a modelar las aristas del duelo. 

Se puede revisar el artículo completo en este enlace o en este otro


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