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miércoles, 1 de febrero de 2023

El arte de presentar en público en la universidad


Nos recuerda un proverbio chino que “hay tres cosas que nunca vuelven atrás: la palabra pronunciada, la flecha lanzada y la oportunidad perdida”. Con este pensamiento comienza el libro “El arte de presentar en público en la universidad. La competencia comunicativa oral en la docencia universitaria y su impacto en el alumnado”, una de cuyas autoras, Carme Hernández-Escolano, me regaló el libro hace unas semanas. 

Un libro de 190 páginas estructurado en tres bloques: 
- Bloque I. Marco teórico en tres aspectos: 1) competencia comunicativa oral como herramienta de intervención para la mejora del aprendizaje en la universidad; 2) competencia didáctica y desarrollo competencial comunicativo oral en la educación superior; 3) competencia comunicativa oral desde la perspectiva de la innovación y calidad educativa.
- Bloque II. Marco práctico con las experiencias desde tres universidades. 
- Bloque III. Otros contextos desde la perspectiva de la evaluación: en el grado y el máster, en la innovación social e inclusión universitarias y en los nuevos formatos pedagógicos (como el storytelling). 

La Declaración de Bolonia (1999) puso de manifiesto la voluntad común de construir un Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), un sistema universitario europeo comparable, orientado al desarrollo competencial y a la calidad. Y en este EEES se realzan las competencias genérico-transversales, donde la competencia comunicativa se ubica y vuelve a considerarse clave y requerida a cualquier titulado. 

El libro profundiza en todos esos aspectos, y donde queremos destacar los nueve criterios de evaluación en tres marcos: 

a) Lenguaje verbal: 
- Orden y estructura: existencia de introducción, cuerpo y conclusión en la presentación oral. 
- Vocabulario: utilización de un léxico adecuado al tema y a la audiencia. 
- Claridad y concisión: se entiende perfectamente todo lo que se explica y el mensaje es conciso. 

b) Lenguaje no verbal
- Gestualidad: utilización de gestos que interactúen con la audiencia y faciliten la comprensión del discurso. 
- Mirada: adaptación del discurso a las reacciones observadas en la audiencia. 
- Volumen y entonación: volumen adecuado, entonación variada y no monótona. 

c) Interés y eficacia: 
- Conclusión: existencia de unas conclusiones que respondan a los objetivos planteados. 
- Dominio del tema: responder con rigor y conocimiento a las preguntas que formule la audiencia. 
- Tiempo: ajustarse a lo establecido. 

Y concluyo con dos pensamientos de dos clásicos con los que comienzan algunos de los capítulos del libro: “Una cosa es saber y otra saber enseñar” (Cicerón) y “Quien saber pensar pero no sabe expresar lo que piensa está en el mismo nivel que quien no sabe pensar” (Pericles). 

La comunicación oral es una de las mejores herramientas en la práctica sanitaria (traducida como una buena entrevista clínica), pero no hay duda de que también lo debe ser en nuestra labor docente universitaria.

lunes, 5 de diciembre de 2022

Declaración de Málaga 2022: reflexión sobre el EEES, ANECA y otras lindezas universitarias

 

El Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) es un ámbito de organización educativo iniciado en 1999 con el Proceso de Bolonia que quiere armonizar los distintos sistemas educativos de la Unión Europea y proporcionar una forma eficaz de intercambio entre todos los estudiantes, así como dotar de una dimensión y de una agilidad sin precedentes al proceso de cambio emprendido por las universidades europeas. Se integran actualmente en el EEES aparte de los 27 países de la Unión Europea otros como Rusia o Turquía hasta llegar a la cifra total de 49 países participantes. 

En España se viene implantando desde el año 2010, pero su desarrollo ha supuesto una progresiva adaptación a este EEES, tanto en su división de la enseñanza (Grado, Máster, Doctorado), como en medición del trabajo en créditos (European Credit Transfer System, ECTS) o en el papel a adoptar por los distintos protagonistas de este método docente (alumno, profesor) como en otras novedades. A las siglas anteriores (EEES, ECTS) se suman otras como TFG (Trabajo Fin de Grado) o TFM (Trabajo Fin de Máster). Nuevos calendarios y nuevos sistemas de evaluación, más prácticas y menos teoría. 

Y con este panorama, hoy compartimos el conocido como “DECLARACIÓN DE MÁLAGA 2022. Estándares para la Educación Médica en el Grado: pensando en el futuro”, donde las nueve instituciones adheridas a la misma consideran que es un momento adecuado para realizar una reflexión profunda sobre el modelo de docencia y para definir las competencias en las que debemos formar a los futuros profesionales en el horizonte 2030-2040. 

Os dejamos el documento completo, realmente un documento con poco miga, pues lo comencé a leer con expectativas, pero estas se fueron enseguida al traste. Lo poco que dice es un conjunto de buenas intenciones, pero pocos líneas estratégicas, planes de acción e indicadores de calidad para testar el camino a seguir, con un buen organigrama y cronograma. Lo dicho, un documento de buenas intenciones sobre el diseño y desarrollo curricular, así como sobre el proceso de evaluación de los resultados de aprendizaje… y poco más. Palabras, pero nada de gestión. 

Eso sí, me ha llamado la atención estos tres párrafos en el punto V del apartado “Contexto actual”. Dice lo siguiente: 
“Las Ciencias de la salud, y especialmente la Medicina, se enfrentan en el momento actual a una deficiencia de profesorado médico en sus áreas, de conocimiento, tanto básicas como clínicas (confluyen ambas en la necesidad de enseñar una medicina centrada en el paciente) que compromete la calidad de la docencia. La ratio estudiante/profesorado debe disminuir de forma relevante, en consonancia con las características de la docencia en el Grado. 
Se ha producido una reducción generalizada y muy significativa del profesorado permanente en esta década (y se han establecido las necesidades de ese profesorado), más acuciante aún en el caso de profesorado vinculado a los centros sanitarios lo que obliga a una creciente participación del profesorado no permanente (fundamentalmente asociado) en las responsabilidades docentes, que tiene menor vinculación laboral con la universidad. 
Los criterios de acreditación para el profesorado de las áreas de conocimiento básicas y clínicas deben adecuarse y ponderar con justicia la relevancia y prioridad de la labor asistencial. Se precisa un mayor trabajo conjunto entre los ministerios, consejerías y agencias de calidad con competencias universitarias y sanitarias y las propias universidades, contemplando nuevas figuras de profesorado clínico, facilitando la incorporación de profesionales interesados en desarrollar su carrera académica, proporcionando una financiación suficiente y permitiendo la conciliación entre los ámbitos asistenciales, docentes e investigadores”. 

Pues bien, resulta que la responsabilidad de todo esto es de ANECA (por cierto, una de las nueve instituciones firmantes)… y es que llevamos décadas pidiendo los médicos clínicos que sus criterios cambien. Pero oídos sordos por parte de ANECA, mientras se ha provocado en este tiempo el desmantelamiento de muchos Departamentos clínicos, la desmotivación de muchos hospitales clínicos (y especialmente de su profesorado, sin recorrido profesional), la injusta e hipócrita valoración para llegar a optar a los puestos de Titular o Catedrático (en base a unas condiciones que muchos de los que evalúan no las hubieran superado actualmente) y sobre todo, con unos criterios que al clínico de pie – el que es profesor y tutor, el que ve pacientes y hace guardias, y a la vez realiza docencia e intenta investigar robando el tiempo al sueño y a la familia – no suele poder llegar). 

Es decir, que el punto que me queda más claro de esta “Declaración de Málaga 2022” es lo anterior, una correcta reivindicación. Lo demás está bien, pero sin un profesorado suficiente y motivado, el EEES no será posible y la universidad seguirá deteriorándose. Deteriorándose más de lo que está, pues la opinión del alumnado y los criterios de valoración en los rankings de las universidades son datos bien objetivos de la decrepitud de nuestra sistema universitario. Hace poco ya hablamos de la sinrazón del incremento de Facultades de Medicina en España o la crónica de una sinrazón anunciada. Hoy, suma y sigue... 

miércoles, 17 de febrero de 2021

Sesiones clínicas de estudiantes de Rotatorio: la Pediatría enseñada por sus estudiantes


El Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) ha supuesto un cambio en la educación universitaria desde la década anterior. Como es conocido ECTS es la sigla correspondiente al European Credit Transfer System (Sistema Europeo de Transferencia de Créditos) y es el sistema adoptado por todas las universidades del EEES para garantizar la homogeneidad y la calidad de los estudios que ofrecen. Los créditos ECTS representan el volumen de trabajo del estudiante de manera relativa, no absoluta: 1 crédito ECTS representan 25 horas de trabajo del alumno. 

En el caso del Grado de Medicina comprende 360 ECTS en seis años, que se dividen en: 276 obligatorias, 24 optativas, 54 del Rotatorio y 6 del Trabajo Fin de Grado (TFG). Los últimos 60 ECTS (Rotatorio + TFG) se realizan en el último año, fundamentalmente práctico, donde se finaliza con el Examen de Competencias Objetivo y Estructurado (ECOE ). 

El Rotatorio de los estudiantes en sexto curso es la parte esencial del último curso de un estudiante de Medicina. Se estructura en 9 rotatorios de 6 ECTS cada uno, y uno de ellos corresponde a Pediatría, con una duración de tres semanas (complementadas con otras tres semanas en Obstetricia-Ginecología). Y desde el curso académico 2015-2016 viene desarrollándose este modelo y son ya cinco los Rotatorios de alumnos (con 50-60 alumnos por año) durante este intervalo de tiempo. Y el final de cada alumno en su rotatorio es la presentación y defensa de un CASO CLÍNICO

Pues bien, durante estos cinco cursos se han presentado 268 sesiones de estudiantes en el Servicio de Pediatría del Hospital General Universitario de Alicante, que os adjuntamos en este enlace desde nuestra web. Y donde cabe considerar tres hechos: 
- La calidad y el empeño de los alumnos en la preparación de los casos clínicos. 
- El rigor y compromiso de los Tutores de Prácticas Clínicas, quienes han conseguido además, que no se haya repetido ningún tema. 
- La importancia clínica de esta colección de casos clínicos, un motivo para aprender de (y con) los alumnos. 

Porque gracias a estos alumnos y al trabajo colaborativo, hoy este repositorio de casos clínicos puede servir para aprender Pediatría desde la práctica.  Un repositorio que crece día a día, curso a curos. 

Y esto es parte del EEES, un EEES con sus luces (en la teoría) y sus sombras (en la práctica). Pero donde cabe dar lo mejor de cada uno de cara a los estudiantes y ello pese a la muy débil organización de las universidades en la mayoría de las ocasiones: sirva de antemano mi agradecimiento a la labor de los Tutores de Prácticas Clínicas, quienes reciben muy poco de la universidad a cambio de mucho. Los alumnos lo conocen. Pero debe ser conocido por todos…

lunes, 4 de junio de 2018

Repositorio de Casos Clínicos de Pediatría por Estudiantes de Medicina: su regalo a través del EEES


El Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) es un ámbito de organización educativo iniciado en 1999 con el Proceso de Bolonia que quiere armonizar los distintos sistemas educativos de la Unión Europea y proporcionar una forma eficaz de intercambio entre todos los estudiantes, así como dotar de una dimensión y de una agilidad sin precedentes al proceso de cambio emprendido por las universidades europeas. 

En España se viene implantando desde el año 2010, pero su desarrollo ha supuesto una progresiva adaptación a este EEES, tanto en su división de la enseñanza (Grado, Máster, Doctorado), como en medición del trabajo en créditos (European Credit Transfer System, ECTS) o en el papel a adoptar por los distintos protagonistas de este método docente (alumno, profesor) como en otras novedades.

A las siglas anteriores (EEES, ECTS) se suman otras como TFG (Trabajo Fin de Grado) o TFM (Trabajo Fin de Máster). Nuevos calendarios y nuevos sistemas de evaluación, más prácticas y menos teoría. El reto no era fácil, pues en Medicina se hace a través de mucho esfuerzo de los Tutores de Prácticas Clínicas, quienes realizan un enorme esfuerzo docente a cambio de poco o nada: y esto la universidad lo tiene que considerar, pues el voluntariado tiene las alas cortas y algo tan serio como es la preparación docente de nuestros futuros médicos no se puede dejar al azar de la voluntariedad y no profesionalizarlo con plazas docentes. Si esto no se tiene en cuenta, será la crónica de una muerte anunciada. Lo anunciamos hace un año y lo volvemos a repetir. 

Como vuelvo a repetir mi agradecimiento a los Tutores de Práctica Clínica, y conmigo el agradecimiento de cada uno de nuestros más de 130 estudiantes (de 5º y 6º curso) que cada año comparten la actividad asistencial, docente, investigadora y de gestión de nuestro Servicio de Pediatría.

Y hoy, al acabar de finalizar el tercer curso académico de Rotatorio de los alumnos de 6º curso Medicina de la Universidad Miguel Hernández (UMH), compartimos una pequeña joya y es el haber conseguido con las sucesivas presentaciones de Casos clínicos de fin de Rotatorio ya un verdadero Manual Práctico de Pediatría, un repositorio justo y necesario: en este ENLACE de nuestra web del Servicio de Pediatría del Hospital General Universitario de Alicante podéis revisar los 158 casos clínicos pediátricos actuales, realizados por los estudiantes con sus tutores y de utilidad para todos. Y con un valor añadido – y mérito de los Tutores – y es que no hay ningún tema repetido.

Nos dijo Hipócrates aquello de que “un buen médico es el que se equivoca raramente, pero el perfecto, el que reconoce sus errores”. Por tanto, aptitud y actitud van de la mano en la formación. Y lo cierto es que es un placer aprender con nuestros estudiantes alrededor del EEES.

lunes, 14 de agosto de 2017

El placer de aprender con nuestros estudiantes de Medicina ante el EEES


El Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) es un ámbito de organización educativo iniciado en 1999 con el Proceso de Bolonia que quiere armonizar los distintos sistemas educativos de la Unión Europea y proporcionar una forma eficaz de intercambio entre todos los estudiantes, así como dotar de una dimensión y de una agilidad sin precedentes al proceso de cambio emprendido por las universidades europeas. Se integran actualmente en el EEES aparte de los 27 países de la Unión Europea otros como Rusia o Turquía hasta llegar a la cifra total de 48 países participantes. 

En España se viene implantando desde el año 2010, pero su desarrollo ha supuesto una progresiva adaptación a este EEES, tanto en su división de la enseñanza (Grado, Máster, Doctorado), como en medición del trabajo en créditos (European Credit Transfer System, ECTS) o en el papel a adoptar por los distintos protagonistas de este método docente (alumno, profesor) como en otras novedades. 

A las siglas anteriores (EEES, ECTS) se suman otras como TFG (Trabajo Fin de Grado) o TFM (Trabajo Fin de Máster). Nuevos calendarios y nuevos sistemas de evaluación, más prácticas y menos teoría. El reto no era fácil, pues en Medicina se hace a través de mucho esfuerzo de los Tutores de Prácticas Clínicas, quienes realizan un enorme esfuerzo docente a cambio de poco o nada: y esto la universidad lo tiene que considerar, pues el voluntariado tiene las alas cortas y algo tan serio como es la preparación docente de nuestros futuros médicos no se puede dejar al azar de la voluntariedad y no profesionalizarlo con plazas docentes. Si esto no se tiene en cuenta, será la crónica de una muerte anunciada.

Recientemente, al finalizar el segundo curso académico de Rotatorio de los alumnos de 6º curso Medicina de la Universidad Miguel Hernández (UMH), nos permitió hacer un análisis del mismo en nuestro hospital. Algunas reflexiones vienen en el archivo adjunto, pero destacamos cuatro: 
- El agradecimiento a los diferentes Tutores de Prácticas Clínicas, por su dedicación docente durante cada una de las tres semanas de Rotatorio en 6º de Medicina y prácticas de 5º de Medicina. 
- La implicación de los 251 alumnos en los dos cursos (157 de 5º de Medicina y 94 de 6º de Medicina) y su grado de satisfacción.
- Las mutuas buenas valoraciones, con la buena noticia de que tanto las valoraciones de los docentes a los dicentes como viceversa, han sido excelentes. Y solo ha sido el reflejo del buen ambiente que se respira con ellos. En mi caso, la valoración ciega que los alumnos han volcado en la Universidad Miguel Hernández ha sido una media de 4,6 sobre 5, pero a buen seguro esta valoración es de todos. 
- El haber conseguido con las sucesivas presentaciones de Casos clínicos de fin de Rotatorio ya un verdadero Manual Práctico de Pediatría: en este enlace de nuestra web del Servicio de Pediatría podéis revisar los 103 casos clínicos pediátricos actuales, tras dos cursos académicos. 

Lo cierto es que es un placer aprender con nuestros estudiantes alrededor del EEES. Y abrir ventanas... Pero queda mucho por mejorar.