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miércoles, 29 de septiembre de 2021

Vacunación antigripal en la infancia 2021-22, más vale tarde que nunca


Todas las vacunas implican ingente literatura científica a su alrededor, pero también marcada polémica asociada. Es casi una máxima que se repite con el tiempo y con cada vacuna. Y es posible que sea el producto farmacéutico con más debate a su alrededor. Y en ese debate, la cúspide de literatura científica y de polémica asociada suele ser para la vacuna antigripal. 

Pero es que la gripe es el prototipo de incoherencia sociosanitaria, pues de tan presente (acude puntualmente cada año) se le ha ido perdiendo el respeto. Y se nos ha olvidado que es la enfermedad infectocontagiosa que más muertes ha ocasionado en el mundo a lo largo del tiempo. Solo la suma de las pandemias de gripe española (1918-20) con 50 millones de fallecidos, la gripe asiática (1957) con 2 millones de fallecidos, la gripe de Hong Kong (1968) con 1 millón de fallecidos y la gripe A (2009) con 150.000 fallecidos, habla de su importancia. Y a ello habría que sumas los muy numerosos fallecimientos que ha ocasionado cada año en cada brote epidémico de los inviernos. Pero quizás no somos conscientes, pues no se cuentan una a una en los telediarios como ha ocurrido con la pandemia COVID-19. Y por comparación baste recordar que en estos 21 meses desde la aparición del SARS-CoV-2 se llevan contabilizados 4,3 millones de muertes en todo el mundo. Vale la pena comparar y reflexionar sobre ello. 

Pues bien, ante la gripe - y previo a la pandemia que ahora nos asola - estaban muy claras las recomendaciones de la vacunación antigripal en la población. Pero la realidad era bien diferentes respecto al porcentaje de los que recibían la aconsejada vacuna: < 40% de los profesionales sanitarios, < 40% de los pacientes con enfermedades crónicas de riesgo para la gripe, < 10% de las mujeres gestantes. 

Fue en la Jornada de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP) 2012 cuando el Comité Asesor de Vacunas (CAV) me solicitó, como miembro del Grupo de Trabajo de Pediatría Basada en la Evidencia, que pudiera revisar un tema polémico: "Vacunación universal antigripal en pediatría, ¿sí o no?". De las conclusiones de esa ponencia y cofirmado por miembros del CAV se publicó en Anales de Pediatría un artículo con el mismo título y con las siguientes conclusiones:   

“En base a estos resultados, es posible ofrecer las siguientes recomendaciones: 
a) Recomendaciones para la práctica clínica: la vacuna antigripal en la infancia tiene una adecuada relación entre beneficios, costes y riesgos. En todas las revisiones sistemáticas la vacuna antigripal es eficaz y efectiva en pediatría y, concretando con TIV, la eficacia oscila entre 58 y 65% y efectividad entre 28 y 61%. La eficacia y efectividad aumentan con edad y hay escasos estudios para permitir adecuada evidencia en < 2 años. 
b) Recomendaciones para la investigación: se plantean algunas futuras líneas de trabajo. 
- Se precisan más y mejores ECA sobre vacunas antigripales (principalmente con TIV) en lactantes de 6 a 23 meses. 
- Se debe seguir investigando en conseguir mejores vacunas antigripales (con mejor eficacia, efectividad e inmunogenicidad), mediante la adicción de adyuvantes (MF59, AS03), mayores dosis (0,5 ml) entre 6 y 23 meses y estudiar más la vacuna LAIV entre 6 y 23 meses. 
- Se debe seguir investigando en vacunas antigripales tetravalentes (con dos influenza A y dos influenza B) y cuya potencia inmunógena mejore para no ser precise la vacunación en todas las estaciones (sino que se realice cada dos estaciones, sin perder protección en la estación que no se vacuna). 
- Mejorar la predicción de las cepas vacunales responsables del brote epidémico. 
La reflexión final que subyace a esta revisión y a estos datos: ¿cuánta evidencia científica más es necesaria para abogar por la vacunación universal de la gripe en la infancia en España?” 

Y esta pregunta venía a colación, pues había ya países donde la vacunación era universal en la edad pediátrica (a partir de los 6 meses) en aquel año 2013 en que se publicó el artículo, a la cabeza Estados Unidos con un programa de vacunación universal en la edad pediátrica desde el año 2008. Y en la actualidad 69 países (una tercera parte de los del mundo) tienen un programa de vacunación sistemática antigripal anual en la infancia. 

La semana pasada fue noticia las actuales recomendaciones del Comité Asesor de Vacunas de la AEP frente a la epidemia de la gripe 2021-22 y que son: 
"- Todos los niños entre 6 y 59 meses. 
- Grupos de riesgo: niños a partir de los 5 años de edad y adolescentes en determinadas situaciones o con enfermedades de base que supongan un riesgo aumentado de padecer complicaciones de la gripe. 
- Personas a partir de los 5 años que convivan con pacientes de riesgo. 
- Personas que conviven con menores de 6 meses. 
- Todos los profesionales sanitarios. 
- Embarazadas, tanto para su propia protección como para la de su futuro hijo, en cualquier momento del embarazo. 
El CAV-AEP considera que la vacunación antigripal de los niños mayores de 6 meses, no incluidos en grupos de riesgo es una medida recomendable por cuanto esta práctica preventiva proporciona al niño protección individual y favorece la protección familiar y comunitaria”. 

En este enlace se puede revisar el documento resumido del CAV-AEP y en este otro enlace el documento completo (de 45 páginas) que lo sustenta.   

Por tanto, bienvenidas estas recomendaciones, con lo que España se viene a sumar a todos aquellos países que llevan más de una década aplicándolas. Porque más vale tarde que nunca. En mi caso llevo más de una década proponiendo una vacunación universal en la infancia, y mis pacientes pueden dar buena fe de ello. Y ahora recuerdo el post de hace una semana, respecto a los probióticos en la enterocolitis necrotizante, donde lo subtitulaba como la prisa mata, pero la pachorra remata. Que no se repita con este tema…

lunes, 14 de septiembre de 2020

Vacunación antigripal 2020-21: tiempo de coherencia… en la infancia, adolescencia y a todas las edades

 


El Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP) publica a principios de enero su propuesta de calendario para el nuevo año en curso, unas recomendaciones basadas en las mejores pruebas científicas. Y así lo destacamos en nuestro blog respecto a las recomendaciones vacunales para el año 2020.  

Pero también el CAV-AEP emite anualmente sus recomendaciones sobre la vacunación antigripal en niños y adolescentes, basándose en la revisión de la bibliografía existente y el análisis de la experiencia de las temporadas anteriores y, en particular, lo relativo a la efectividad y seguridad de las vacunas disponibles. Además este año, con la pandemia de COVID-19, se hacen más importantes estas recomendaciones, para evitar la coinfección por ambos virus. 

La campaña de vacunación comenzará este año en la primera quincena de octubre, probablemente antes para personas mayores institucionalizadas y profesionales sanitarios y sociosanitarios y después para el resto de grupos de riesgo, según ha anunciado el Ministerio de Sanidad. Los objetivos planteados son: 
- Mayores de 64 años y profesionales de los centros sanitarios y sociosanitarios: coberturas vacunales >75 %. 
- Personas con factores de riesgo y embarazadas: coberturas vacunales >60 %. 

Respecto a los profesionales sanitarios cabe recordar, un año más, que la vacunación antigripal es un acto de responsabilidad y coherencia. Porque si el objetivo planteado es conseguir coberturas vacunales > 75%, estamos a años luz. Porque tal como comentamos el año pasado, entre el personal sanitario (considerado como grupo de riesgo) se recogen unas tasas globales del vacunación del 33,9%, con grandes oscilaciones entre Comunidades Autónomas: entre el 20,7% de Ceuta, el 21% de Aragón y el 22,3% de Melilla por debajo y el 36,6% de Cantabria, el 46% de Galicia y el 58,7% de la Comunidad Valenciana. Y esto ni habla de responsabilidad ni habla de coherencia. Además, las tasas de vacunación son diferentes entre estamentos sanitarios (mayores en médicos y enfermeras, inferiores en auxiliares) y entre especialidades (siendo Pediatría una especialidad con razonable grado de compromiso frente a la vacunación antigripal... y ante todas las vacunas).  

Entre los grupos de riesgo contemplados en el documento del Ministerio de Sanidad solo se incluyen dos cambios relevantes respecto a la pasada temporada: 
- Se incluye a las mujeres en el periodo puerperal (en los 6 meses tras el parto) si no fueron vacunadas durante el embarazo. 
- También se ha eliminado la exclusión de la hipertensión arterial aislada del grupo de enfermedades cardiovasculares crónicas, quedando estos pacientes, entonces, incluidos como grupos de riesgo a vacunar. 

Cabe destacar que este año tampoco estará disponible en España la vacuna intranasal atenuada, por lo que solo se podrán utilizar vacunas inyectables inactivadas, aunque puede haber problemas de suministro a las farmacias comunitarias por la mayor reserva de dosis que han realizado el Ministerio y las CC. AA. para incrementar la cobertura de los grupos de riesgo, dada la pandemia COVID-19. Las Comunidades Autónomas emplearán en sus campañas financiadas los preparados trivalentes y tetravalentes (estas últimas en grupos de riesgo diferentes según las comunidades). 

El resumen de las recomendaciones del CAV-AEP para la vacunación antigripal en la infancia y la adolescencia en esta campaña 2020-21 se exponen en el documento adjunto al final del texto. 

Porque en estos momentos en que casi dos centenares de vacunas realizan una carrera por conseguir la vacuna frente al SARS-CoV-2 y la esperamos como agua de mayo, cabe no olvidar algunos puntos clave: 
- Que en el desarrollo de una vacuna precisa de muchos meses (y años) para cubrir cada una de las fases de su desarrollo y llegar sin prisas (aunque sin pausa) a esa fase 3 entre un número suficiente de enfermos para demostrar su eficacia y su seguridad (ojo, la seguridad es primordial). Por lo tanto, las prisas nunca han sido buenas, y para un tema tan delicado y clave como la vacuna frente a la enfermedad COVID-19 más, pues ya se han cometido demasiados errores, para que este pudiera llegar a ser uno más. 
- Que desde hace muchas décadas la vacuna antigripal sigue rigurosamente los pasos de investigación científica y que los Sistemas de Vigilancia de la Gripe (nacionales e internacionales) y el Centro Nacional de Gripe intentan buscar las cepas adecuadas cada año (con mayor o menor éxito, pero siempre con la mejor calidad). Y que pese a ello y pese a las campañas multitudinarias para que la población se vacune, nunca se consigue llegar a las coberturas objetivos… y este fracaso es especialmente doloroso entre los profesionales sanitarios. 
- Que este otoño puede ser un buen momento para la coherencia en la vacunación. Y mientras esperamos con prudencia la vacuna frente al SARS-CoV-2, no olvidemos de aplicar la vacuna antigripal (al menos según la recomendaciones, aunque hace ya 8 años que revisaba la posibilidad de una vacunación universal en la infancia… y de hecho ya se expresa en este documento como “niños cuyos padres desean la protección vacunal”) y el resto de vacunas del calendario vacunal. 

Por tanto, esta campaña de vacunación antigripal 2020-21 será un buen tiempo para la coherencia… en la infancia, adolescencia y a todas las edades. Estaremos atentos a los hechos (porque los hechos son amores y no buenas razones). 



lunes, 4 de noviembre de 2019

Campaña de vacunación antigripal y sanitarios: responsabilidad y coherencia


En estas fechas comienza (o ha comenzado ya) la Campaña anual de vacunación antigripal 2019-20. Porque frente a la gripe la medida preventiva fundamental es la vacunación. La Organización Mundial de la Salud recomienda llegar a unas tasas de vacunación del 75%, pero en España la tasa global de vacunación es de un 54% según los datos de la última campaña (2018-19). 

En el último año se apunta unas 6.300 defunciones atribuidas a la gripe, cifra que no podemos obviar, además de su elevada morbilidad y tasas de absentismo laboral y escolar. La misión fundamental de esta vacunación es proteger a la población más susceptible, es decir, a los mayores de 65 años, embarazadas, personas que padezcan alguna patología crónica (respiratoria o de otro tipo) y también el personal sanitario. 

Pero entre el personal sanitario (considerado como grupo de riesgo) se recogen unas tasas globales del 33,9%, con grandes oscilaciones entre Comunidades Autónomas: entre el 20,7% de Ceuta, el 21% de Aragón y el 22,3% de Melilla por debajo y el 36,6% de Cantabria, el 46% de Galicia y el 58,7% de la Comunidad Valenciana. Y esto ni habla de responsabilidad ni habla de coherencia. Y aunque en nuestra Comunidad Valenciana los resultados son los mejores de España, siguen estando muy alejados de ese 75% mínimo razonable. Además, las tasas de vacunación son diferentes entre estamentos sanitarios (mayores en médicos y enfermeras, inferiores en auxiliares) y entre especialidades (siendo Pediatría una especialidad con razonable grado de compromiso frente a la vacunación antigripal... y ante todas las vacunas). 

En esta campaña ya está disponible la vacuna tetravalente antigripal (con dos cepas A y dos cepas B: A/Brisbane/02/2018, A/Kansas/14/2017, B/Colorado/06/2017 y B/Phuket/3073/2013), aunque - como es desgraciadamente habitual - no se ha adaptado por igual en toda España, y solo 9 Autonomías siguen las directrices al acuerdo marco de centras la compras. El resto, pues ya se sabe que somos muy de reino de taifas... 

En una reciente sesión que nuestro Hospital General Universitario de Alicante ha ofrecido para concienciar de la vacunación entre el personal sanitario, se respondían de forma clara a algunas preguntas que cabe tener muy presentes - y sencillamente por una razón: todo profesional sanitario no vacunado es potencialmente una fuente de infección -: 
- ¿Debo vacunarme de la gripe? Sí, para proteger la salud de mis pacientes, la de mi familia, mis compañeros y mi salud. 
- ¿Qué se consigue cuando los profesionales sanitarios nos vacunamos de la gripe? Al menos las siguientes venajas: 1) disponer de un ambiente más seguro; 2) reducir la morbi-mortalidad asociada a los cuidados de salud; 3) disminuir el absentismo del personal; 4) reducir los costes de la atención sanitaria. 
- ¿Cuál es la gravedad de la gripe? La enfermedad gripal puede ir de leve a ser grave y es especialmente peligrosa para personas con un riesgo aumentado. 
- ¿Por qué debo vacunarme todos los años? Por que los virus de la gripe cambian y las vacunas son actualizadas de una temporada a otra, y porque la protección inmunitaria que ofrece la vacuna a la persona disminuye con el tiempo, por lo que la vacuna anual es necesaria para una protección óptima.  
Así que por un hospital libre de gripe, nos debemos vacunar por nuestros pacientes, por nuestra familia y por nuestra salud. A los sanitarios nos queda mucho por avanzar y lo debemos hacer por dos motivos clave: por responsabilidad y por coherencia