sábado, 9 de septiembre de 2023

Cine y Pediatría (714): “Atrapados en la red”, atroz denuncia del abuso sexual a menores en internet


En el año 2021 se publicó el informe “Abuso sexual de menores en internet” y que contó con la colaboración del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil, UNICEF España, EUROPOL–European Cybercrime Centre (EC3), Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil (FAPMI) y EU KIDS ONLINE, entre otras instituciones. Su objetivo era analizar la problemática del abuso y explotación sexual de menores de edad en el contexto de internet, con el objetivo de ayudar a los diferentes profesionales que trabajan en el ámbito de niños, niñas y adolescentes a ampliar sus conocimientos sobre la forma en que desarrolla, mejorar sus capacidades de prevención y respuesta ante la diversidad de situaciones de abuso existentes, y contribuir a extender este conocimiento en la sociedad. El ámbito de trabajo fueron tres países: España, Portugal y Malta. 

El abuso y explotación sexual de menores de edad en internet hace referencia a aquellas situaciones de abuso sexual que afectan a personas menores de 18 años, incluyendo la producción de imágenes o vídeos sobre ese abuso y su difusión en línea. Entre las situaciones de abuso o explotación sexual del menor de edad se pueden incluir su incitación o coacción hacia actividades sexuales, la trata de niños, niñas y adolescentes con fines sexuales, su explotación comercial sexual, otras prácticas sexuales, o de espectáculos o materiales sexuales. Y esta definición está estrechamente relacionada con otros conceptos: 
- Coacción y extorsión sexual a menores de edad: chantaje que tiene como objetivo conseguir de los menores (niños, niñas o adolescentes) imágenes o vídeos de connotación sexual, encuentros para un abuso físico, o dinero. El chantaje se produce bajo amenaza, por ejemplo, de exponer públicamente aspectos íntimos del menor de edad que se han conseguido previamente (confesiones, imágenes, etc.). 
- Grooming en línea: proceso en el que un adulto intenta establecer contacto por Internet con el menor, incluso pudiendo hacerse pasar por otro menor de edad, buscando establecer una relación de confianza que facilite el chantaje con fines sexuales. 
- Materiales de abuso sexual contra menores de edad: se refiere tanto a contenidos que muestran actos de abuso sexual de menores y/o se focalizan en sus zonas genitales o anales, como contenidos de explotación sexual de menores de edad, término en el que se incluyen además, otros contenidos, incluso normalizados o cotidianos con fines sexuales. 
- Contenido sexual autogenerado: en los casos en que los menores toman imágenes de sí mismos en poses comprometedoras o con fines sexuales, tanto si se trata de contenidos voluntarios como coaccionados. Además, siempre existe el riesgo de que estos contenidos puedan circular en línea o fuera de ella para perjudicar a los menores de edad, o sean usados como herramienta de extorsión por otras personas. 

El documento, de 26 páginas, se desarrolla en cuatro apartados: 1) Contexto de abuso y explotación de menores de edad en internet; 2) Prevención de situaciones de abuso y explotación de menores de edad en internet; 3) Detección de posibles casos de abuso y explotación de menores de edad en internet; 4) Recursos de interés. Y bien vale la pena su revisión en este enlace. 

Como también vale la pena esta reciente película documental checa: Atrapados en la red (Barbora Chalupová, Vit Klusák, 2020), un experimento cinematográfico que explora el oscuro mundo de los abusos sexuales a menores en internet, un tema arduo y difícil de ver, pero que debiera prescribirse para ver en familia o en los institutos con nuestros hijos y alumnos. El nuevo documental nos descubre una dura realidad para provocarnos y tomar partida, como ya lo hicieran estos directores en su célebre Daliborek, el youtuber nazi (2017), definida como un inclasificable cruce entre American History X (Tony Caye, 1998) y la serie Los Simpson, una visión tragicómica de la vida de un hombre checo solitario que ha dedicado su vida al odio, la mentira, la PlayStation y Facebook, un neonazi radical del siglo XXI. Y lo común en ambas producciones es que parece que asistimos a una historia de terror, donde la realidad siempre supera la ficción,  

Atrapados en la red comienza informando al espectador con estos mensajes de atroz estadística: “El 60% de los niños checos pasan tiempo en internet sin control parental. El 41% confirma haber recibido imágenes pornográficas de otra persona. Uno de cada dos niños chatea con desconocidos. Una quinta parte no rechazaría conocerse en persona”. Y tras ello, se nos devuelve varias imágenes luminosas de niños, niñas y adolescentes literalmente pegados a sus móviles en diversos ambientes, una imagen tan habitual en la República Checa (donde se ha grabado este documental) como en España y la mayor parte del mundo ya. 

Luego se nos informa de varios aspectos en la realización de la película. El anuncio del casting: “Los realizadores de un documental buscan una actriz adulta con aspecto de niña entre 12 y 13 años. Por favor, acude al casting con ropa de niña”… Y el resultado: “Veintitrés chicas se presentaron al cásting. Diecinueve habían sufrido algún tipo de abusos en internet de niñas”. Y el método de actuación: “Tres actrices. Tres habitaciones infantiles. Diez días en internet de 12 a 24 hs”. Ellas son las actrices, Sabina Diouhá (ahora Niki), Anezka Pithartová (ahora Tynka) y Tereza Texcá (ahora Mishika). Y con este código de conducta: “1. No nos acercamos a nadie, solo respondemos. 2. Al principio, las actrices deben enfatizar que tienen 12 años. 3. No flirteamos, no seducimos, no provocamos. 4. Ante órdenes sexuales, respondemos “no sé”, “soy tímida”. 5. Mandamos fotos desnudas después de muchas peticiones y súplicas. 6. Los encuentros en persona deben ser iniciativa del depredador. 7. Durante el proyecto, consultamos a psicólogos, sexólogos, abogados e investigadores criminales. 8. Plataformas que utilizamos: Facebook, Skype, Lide.Cz, Snapchat y Omegle”

Y es así como tres jóvenes actrices mayores de 18 años fingen ser menores de edad y desenmascaran lo que sucede cuando se registran en una popular sala de chat en línea, un experimento revelador que muestra cómo esta forma moderna de acoso sexual se ha convertido en una amenaza demasiado común y muy extendida, una forma particular ver el modus operandi de actuar, manipular, aprovecharse y abusar de niños de 12 años de edad. Sexting, grooming y cyberbyllyng se dan cita, esta triada de anglicismos que son el lobo feroz de tantas caperucitas de la red que se ven sometidas a esa lacra que es la pederastia. “Todo lo que he visto aquí es la más baja inmundicia con la que me he topado”, dice el abogado asesor de las tres actrices en un momento dado. Una película que pone los pelos de punta, pero que es necesaria, porque quizás permite dimensionar mejor el problema que un simple informe escrito. 

Atrapados en la red es una película que nos remueve de la silla, nos revuelve el estoma, nos deja atónitos y nos hace preguntarnos cómo hemos llegado hasta aquí, y cómo se puede mejor (porque parar es imposible). Basta ver la espeluznante cara del equipo de grabación en cada llamada entrante a las tres chicas. Y es muy descorazonador ver cómo una de ellas se emociona cuando encuentra a alguien a quien solo le gusta hablar con gente y le advierte de los peligros de la red, de ahí su afirmación: “Después de estos 10 días me emociono cuando encuentro a alguien decente”. Y el colofón final de Atrapados en la red es el siguiente: “Durante 10 días de filmación, un total de 2458 hombres contactaron con nuestras tres actrices. En las semanas siguientes, las actrices asistieron a 21 encuentros. La policía de la República Checa solicitó el material filmado y, sobre la base del mismo, se iniciaron procedimientos legales”. 

De verdad, este tipo de películas son necesarias. Porque el cine no es solo diversión y entretenimiento. También es conciencia y denuncia social, y Atrapados en la red es esta atroz denuncia del abuso sexual a menores en internet.

 

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