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miércoles, 7 de agosto de 2019

Bibliometría e indicadores de actividad científica (XIII): Los indicadores bibliométricos en el análisis de la calidad de las revistas científicas


Los indicadores bibliométricos son herramientas muy útiles a la hora de colaborar en el análisis de la calidad de las revistas científicas. Estos indicadores se basan en datos extraídos de las publicaciones científicas, asumiendo que el resultado de la investigación es nuevo conocimiento que se da a conocer a través de publicaciones. Por otro lado, la evaluación de las revistas se ha convertido en un pilar de gran importancia en los procesos de evaluación de la calidad científica, ya que las conclusiones que pueden obtenerse de estos procesos de evaluación aportan información detallada sobre la situación real de cada publicación, así como de su calidad y difusión. Por ello, en los últimos años, han surgido numerosos recursos que, combinando de diversas formas los indicadores bibliométricos con otros criterios, ponen a disposición de la comunidad científica y de las agencias de evaluación diversas clasificaciones y rankings que ordenan las revistas según su calidad. Aunque el recurso de máxima referencia en este ámbito es el Journal Citation Report (JCR) de Web of Science y, en menor medida, el Scimago journal Rank (SJR) de Scopus, existen otras fuentes alternativas que también sirven de referencia a la hora de evaluar la calidad de una revista. 

En algunos casos, la creación de estas fuentes alternativas surge precisamente por la dificultad de algunas revistas para ser evaluadas en JCR o SJR. Las razones de esta dificultad no son siempre debidas a la calidad, sino a factores más amplios y complejos. Estos factores son varios y diversos, entre los que se pueden encontrar la barrera idiomática (publicaciones en habla no inglesa), temática (publicaciones con un foco muy local), o el hecho de pertenecer al ámbito de las Ciencias Sociales y Humanas, menos representadas sobre todo en JRC. 

En el presente trabajo se realiza una descripción de algunos de estos recursos alternativos, todos ellos de acceso gratuito y libre. Para ello, se lleva a cabo una breve definición de cada uno, así como una explicación de cuál es su procedencia (quién lo crea, actualiza y financia) y la descripción de sus criterios para que una revista pueda ser aceptada. Los recursos que se describen son los siguientes: MIAR, ARCE, CARHUS Plus+, Clasificación Integrada de Revistas Científicas - CIRC, Latindex y ERIH Plus. 

Toda la información en el artículo anexo y que también se puede recuperar de la revista Acta Pediátrica Española.

miércoles, 28 de junio de 2017

Se publica mal y demasiado: sufre la calidad


Con este título tan provocador el último número de Diario Médico nos acerca a una realidad inexorable y patente desde hace tiempo, pero que no abordamos en la profundidad que se merece. El mundo de la publicación científica está sujeto a continuos cambios, que en el siglo XXI se estiman vertiginosos, donde predomina la cantidad sobre la calidad, la difusión sobre el rigor. Y que nos ha abocado a un entorno donde publicar ya no tendría como fin primario dar a conocer un avance científico relevante, sino que se constituye en el medio o requisito burocrático para justificar una ayuda, ganar una oposición o engordar un currículo (a expensas del consabido factor de impacto y de los primeros cuartiles). 

Y esa conocida y nefasta presión por publicar (en los investigadores básicos principalmente, en busca de los sexenios, pues en los investigadores clínicos se constituye en una rara avis) es responsble del nacimiento de tantas revistas "depredadoras" (es raro no recibir alguna invitación en mi correo varias veces a la semana) que cobran por aparecer, carecen de supervisores y de una revisión por expertos fiable, y distorsionan cada vez más un mercado revuelto. Es tal la burbuja de revistas científicas actual que algunos opinan que sobraría el 90% de lo que se publica, lo que se considera un derroche (de tiempo y recursos) imperdonable. 

En vista de la escalada de precios de suscripción a las grandes revistas científicas y la polémica entre el copyright y el copyfight, surgieron no hace mucho iniciativas de acceso abierto en las que se paga por publicar, y con ello surgen interrogantes sobre ese sesgo cómo influye en el listón de calidad o en el incremento de invenciones, plagios o falsificaciones de la ciencia. Y no menos en duda presenta el sistema de revisión por pares. Surgen así nuevos sistemas de publicación, tema que no es nuevo en este foro, pero sobre el que no existe una solución que convenza a todos. Se habla de los servidores de preimpresión (tipo arXiv.org) que exponen los estudios a la discusión y revisión pública antes de su confirmación: en comparación con las revistas científicas de alta calidad son de bajo coste al ahorrarse la revisión por pares y la edición de textos; y en comparación con las revistas de acceso abierto se eliminan las tasas de autor y disminuye la corrupción que a veces va ligada a ellas. 

Es evidente el entorno de "infoxicación" científica, donde se publica en exceso como producto de diversos factores (pero uno predominante es la mercantilización del mercado), donde la calidad se ve perjudicada por la cantidad y donde hay demasiada información que deriva en desinformación científica. Todo esto conlleva un acto de reflexión personal e institucional, y un verdadero debate sobre la credibilidad de los sistemas actuales de publicación científica, donde a los sesgos ya conocidos (el sesgo de idioma, el sesgo de los datos positivos sobre los negativos, etc.) se suma el sesgo de pagar por publicar. Porque ha cambiado el modelo de negocio, pero no está claro que se haya preservado la calidad de los investigadores, editores y revisores. 

En su momento comentamos que los nuevos sistemas de publicación aparecen ante 5 revoluciones y ante 5 preguntas clave. 
 Las 5 revoluciones (que tienden a evoluciones) son: 
- La revolución de conomiciento (The Knowledge Revolution) 
- La revolución de la red (The Web Revolution) 
- La revolución del acceso abierto (The Open Access Revolution) 
- La revolución de las bibliotecas (The Librarian Revolution) 
- La revolución de la medicina basada en pruebas (The Evidence Based Medicine Revoluton) 

Las 5 preguntas clave son:  
- ¿Publicación en papel o electrónica? 
- ¿Publicación en inglés o en español? 
- ¿Publicación primaria o secundaria? 
- ¿Publicación tradicional u Open Acess? 
- ¿Publicación de revistas 1.0 ó 2.0? 

Pero probablemente las preguntas ya son otras muchas...

miércoles, 13 de enero de 2016

Ciencias de la Vida: comunicarnos, entendernos y crecer en español


El título de este post viene recogido de la Editorial publicada hace unos meses por la revista Educación Médica, cuyo autor es mi buen amigo el Dr. José Antonio Gutiérrez Fuentes, un médico internista buen conocedor del panorama científico en España, después de su larga trayectoria entre los que se incluye su cargo de Fundador y Primer Presidente del Centro Nacional de Investigación Oncológica (CNIO), Director General del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) o Miembro del Consejo Honorífico de Fundación Lilly, entre otros muchos. 

Un firme defensor de la calidad de la investigación. Pero también un firme defensor de la calidad de la publicación en español, de su difusión y visibilidad en el panorama internacional, aspecto que comparto y que compartimos en el proyecto MEDES (MEDicina en ESpañol) desde hace más de una década. Porque el interés en publicar en inglés (idioma de la ciencia en buena parte del siglo XX y actualmente) no debe excluir que se pueda y deba también publicar en español. A medida que se disponga de medios de difusión científicos competitivos en nuestro idioma, mucha de la ciencia que se realiza y escribe en español podrá ser transmitida, leída, referenciada y, en definitiva, tenida en cuenta. Además, potenciar los medios de comunicación científica en español no solo no debe contraponerse con la publicación en revistas extranjeras, sino encontrar en ello aspectos complementarios. La publicación en español no debe entenderse como una actitud “frente al”, sino “aliada con” el inglés.

La creciente potencialidad del mercado editorial en Iberoamérica y la cada vez mayor contribución en biomedicina de los autores de habla hispana hacen posibles y necesarios los medios de comunicación científica en español. Se trata de lograr una mayor difusión de la ciencia que se realiza en nuestros países y que permita elevar el nivel de calidad y el impacto de sus revistas. Pero, aunque las revistas científicas españolas han experimentado mejora en los últimos años (en repertorios como la Web of Science o el Journal Citation Reports), aún estamos lejos de estar bien y para superar esta situación, deberían darse una serie de circunstancias para mejorar, que el autor apunta:
- Por un lado necesitamos un decidido esfuerzo editorial, y lograr que los investigadores vean en las revistas científicas españolas recipientes dignos y competitivos de sus trabajos.
- El prestigio de las revistas se alcanza solo a través de la calidad de los trabajos que publican. El autor quiere saber que dichas revistas son leídas y valoradas en los lugares adecuados, y que, a través del factor de impacto correspondiente, se les concede el mayor reconocimiento objetivo.
- Incremento del número de suscripciones en bibliotecas, fuente esencial de financiación de las revistas, ya que las suscripciones individuales suelen venderse a precio de coste.
- Criba y selección dentro del excesivo número y escasa calidad de algunas revistas, lo que se traduce en escasos números por volumen anual, irregularidad en su aparición, tiradas muy cortas, mala distribución y pobre visibilidad exterior, especialmente en Internet.
- Apuesta por la calidad real de los manuscritos con adecuados controles de calidad en el proceso de edición, producción y distribución.
- Defensa de la utilización del idioma español, sin ignorar que en el terreno de la comunicación científica actual y particularmente en las revistas profesionales, cuya misión prioritaria debiera ser publicar artículos originales de investigación y darlos a conocer a la comunidad científica internacional, el inglés resulta imprescindible -como lo fueron en su día el latín, el francés o el alemán-.

Podemos reafirmar que la utilización del español encuentra sitio preferente en la aproximación del conocimiento al que ha de ponerlo en práctica (en el caso de la Medicina el médico clínico), a través de la divulgación de aspectos básicos del conocimiento científico, en forma de revisiones de temas de actualidad o específicamente docentes. Existe una importante necesidad y mercado para ello, sin renunciar a llegar a tener publicaciones en español de alto contenido científico y factor de impacto. Aconsejamos la lectura de esta editorial adjunta. Pero para llevar a cabo todo lo anterior se hace necesario una estrategia en investigación y desarrollo que integre adecuadamente políticas industriales, tecnológicas y científicas.

Este es un tema que hemos comentado reiteradamente en este blog. Y que volvemos a comentar. Y por una sencilla razón: porque es posible comunicarnos, entendernos y crecer en español.


miércoles, 1 de julio de 2015

Bibliotecas virtuales de ciencias de la salud: realidad y oportunidad


"Tradicionalmente las bibliotecas se han configurado sobre tres grandes pilares: colección, organización y difusión. Estas tres actividades, que siempre han distinguido una biblioteca de depósitos de libros continúan ofreciéndose en las bibliotecas virtuales (BV), pero con un profundo cambio: las colecciones desarrolladas ahora son virtuales, la organización se apoya en plataformas tecnológicas, y la difusión y acceso pasan a realizarse en un entorno totalmente virtual...” 

Con este párrafo comienza una Editorial de la revista Atención Primaria de este año, firmada por María Luisa Alonso y mi buen amigo, Carlos González Guitián, como primer autor. Y de casta le viene al galgo, pues Carlos ahora es el director de la BV del Servicio Galego de Saúde, pero en su tiempo fue el creador y el alma de un portal que marcó un antes y un después en medicina: Fisterra. Por lo tanto , es un artículo escrito desde el conocimiento profundo de lo que se trata. 

Las BV deberían ser los nuevos espacios de gestión del conocimiento en el Sistema Nacional de Salud. En el año 2009 se expuso el Estudio de viabilidad para la creación de la Biblioteca Virtual del Sistema Nacional de Salud, pero han pasado bastantes años y no ha sido posible llegar más allá de la fase de proyectos, con un suma desigual por parte de las Comunidades Autónomas (CCAA): mientras Galicia tiene un buen desarrollo, en otras, como la Comunidad Valenciana no hay atisbo de ello, con un peligro asociado, pues en esta CCAA se ha llegado a formular la extinción de plazas de bibliotecarios. 

El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (MSSSI) debe promover políticas que garanticen el acceso a recursos de calidad y a unos servicios mínimos. Algunos pasos se han dado, como el libre acceso a Biblioteca Cochrane desde 2003 y a Uptodate desde 2013, y desde finales de 2014 se ha dado otro paso más: se ha ofertado a todas las CCAA que lo soliciten una plataforma creada a partir de una herramienta de descubrimiento (Discovery tool) y un resolvedor de enlaces, como un recurso de demostrada eficacia para recuperar en una sola interfaz los recursos de cada CCAA. 
El caso es que “España es diferente” y algunas CCAA no han solicitado este recurso y otras han decidido no participar: el caso es ser distinto, a costa de practicar la ineficiencia en este campo como en otros tantos (algún día hablaré de la Historia Clínica Electrónica… y la teoría del caos, por ejemplo). 

La cuestión está así: en algunas CCAA las BV son ya una realidad y de ello se benefician los profesionales sanitarios; en otras CCAA las BV son una oportunidad, que algunas ya están implementando y otras no. A estas últimas (y ellas saben quiénes son) ya les vale de procrastinar… Porque la procrastinación está superando la resiliencia de los profesionales sanitarios. En este campo y en otros muchos. 

Gracias Carlos por tu trabajo, y en tu nombre el de todos los bibliotecarios de ciencias de la salud que trabajan con tanto ahínco.

miércoles, 16 de julio de 2014

Comunicación científica (XIII). Conocimientos básicos para elaborar un artículo científico (8):¿Dónde publicar?. La calidad, importancia e impacto en las publicaciones biomédicas


Una vez contestadas a las dos preguntas básicas en el proceso de publicación de un artículo científico (¿por qué? y ¿para qué?), resta contestar una pregunta clave: ¿dónde? La elección de la revista adecuada en donde publicar un trabajo depende de diversos aspectos que hay que tener en cuenta, sin perder el rumbo del proceso de investigación: antes de valorar el impacto de la revista se debe haber considerado previamente la calidad científica y la importancia clínica. 
- La calidad es indicativa del rigor científico, bien sea por el conocimiento que aporta, por su corrección metodológica, o por la originalidad con el que se ha diseñado el estudio o se ha resuelto la pregunta de investigación. El inconveniente es que, al no ser un concepto absoluto, la calidad requiere ser valorada por homólogos mediante un juicio que resultará subjetivo y con riesgo de sesgos. 
- La importancia (o relevancia) es indicativa de la influencia potencial que el estudio puede tener para el avance del conocimiento científico, así como sobre los problemas de salud y la práctica clínica en sus diversos aspectos (diagnósticos, terapéuticos, preventivos, etc.). 
- El impacto es indicativo de la supuesta difusión o visibilidad a corto plazo de una investigación entre la comunidad científica. Eugene Garfield fue el primero en sugerir el concepto de medición del “impacto” mediante la contabilización de las citas que recibían las publicaciones individuales e introdujo el factor de impacto, basándose en el promedio de las citas recibidas por las revistas. 

Así pues, debe quedar muy claro que el impacto de una publicación vendrá por añadidura, pero que antes debemos aprender a realizar artículos fundamentados en la calidad científica y en la importancia clínica. Si no aprendemos a investigar (y publicar) con calidad (rigor) sobre temas importantes (relevantes) para la sanidad, difícilmente conseguiremos llegar a tener impacto (entendiendo como tal las revistas científicas en que publiquemos) o ese impacto será poco menos que estéril. 

La esencia de las publicaciones científicas no debiera ser el hacer curriculum, sino el avanzar y mejorar en la atención sanitaria. Y aunque es lícito optar por revistas de alto factor de impacto (en los primeros cuartiles del Science Citation Index-Journal Citation Reports), no debemos caer en la impactolatría y sus variantes (“impactofilia”, “impactofobia” e “impacto¿qué?”). 

La evolución de la publicación científica ha sido tal desde el inicio del siglo XXI que posiblemente supera cualquier pronóstico. Al menos, deberemos ser capaces de contestar o de enfrentarnos a alguna de las siguientes cuatro cuestiones: 
-¿Publicación en revistas en papel o revistas digitales? 
-¿Publicación en español o en inglés? 
-¿Publicación en revistas de pago o revistas de acceso libre (Open Acces)? 
-¿Publicación con factor de impacto u otro indicador bibliométrico? 

La ciencia y el arte de investigar y publicar en biomedicina y ciencias de la salud se aprende a lo largo de toda la vida profesional. Es un aprendizaje largo, costoso y continuo. Un aprendizaje que comienza en el pregrado, que prosigue en el postgrado y que se mantiene durante todo el periodo de formación continuada. Porque sólo con un entrenamiento previo con publicaciones más sencillas y en revistas en español, se puede conseguir avanzar a las publicaciones complejas y en inglés. Y porque siempre debemos tener muy claro que para llegar al impacto científico, hay que partir de la calidad científica y la importancia clínica de la investigación. Así lo debemos hacer y así lo debemos enseñar.

Toda la información en el archivo adjunto y en el enlace propio de Acta Pediátrica Española.

 

lunes, 7 de julio de 2014

Nuevos formatos de edición para revistas científicas


En el último Congreso SEMES 2014 (XXVI Congreso Nacional la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias) tuvo lugar una Mesa redonda sobre "Aspectos de actualidad en la edición de revistas biomédicas", con tres interesantes ponencias:
- "Las bases de datos y su importancia como principal fuente de indicadores bibliométricos", desarrollada por el Dr. Oscar Miró, editor de la revista Emergencias (la única revista en español en primer cuartil de su especialidad en JCR).
- "La revisión por pares y otras nuevas posibilidades en la revisión de manuscritos", defendida por el Dr. Fernando Alfonso, ex-editor de Revista Española de Cardiología (la revista española con mayor factor de impacto con edición bilingüe).
- "Nuevos formatos de edición de revistas científicas", que tuve el honor de exponer, en base a la experiencia adquirida como 9 años de editor de la revista Evidencias en Pediatría y 2 años al frente de la plataforma de formación Continuum.

Abajo os dejo la presentación defendida en el último apartado y que tenía los siguientes objetivos:
1) Objetivo general: Reflexionar sobre los nuevos formatos de edición de revistas científicas en el siglo XXI.
2) Objetivos específicos: a) Intentar responder a 5 preguntas clave; b)Profundizar en las posibilidades de edición 2.0; c) Presentar la experiencia con Evidencias en Pediatría.
El centro de atención se planteó en dar respuesta a las 5 preguntas clave:
- ¿Publicación en papel o electrónica?
- ¿Publicación en inglés o en español?
- ¿Publicación primaria o secundaria?
 - ¿Publicación tradicional u Open Acess?
- ¿Publicación de revistas 1.0 ó 2.0?

Lo que es evidente es que la edición científica es un paradigma cambiante, en donde las revistas científicas 2.0 surgen como la convergencia de aptitudes. Y con tres ámbitos principales de actuación 2.0 de las revistas:
- En los números convencionales de la revista.
- En el portal de la revista o editor.
- Formar parte de redes sociales y servicios 2.0.

Lo cierto es que nuestra experiencia en Evidencias en Pediatria, revista sin factor de impacto (y que nunca lo tendrá, por sus características), es que el formato 2.0 nos ha convertido en la revista en español más leída... y en donde conservamos íntegra la credibilidad. Y esta mesa redonda ha sido una gran oportunidad para exponer nuestro camino recorrido...

Y es así como el campo de los nuevos formatos de edición para revistas científicas se convierte en un tema vital y apasionante.


miércoles, 18 de junio de 2014

Dime qué cuartil tienes, y te diré quien eres...


Sobre indicadores bibliométricos, luces y sombras del factor de impacto y enfermedades asociadas al mismo (entre ellos la impactolatría, la impatofilia, la impactofobia y el impacto¿qué?) hemos hablado repetidamente desde este blog. Es un tema de reflexión siempre interesante alrededor de la medicina, la ciencia y los científicos. 

Aunque realmente es difícil ponerse de acuerdo en las cifras exactas en el número de revistas en el mundo y en las distintas bases de datos, recientemente pudimos realizar una aproximación a propósito de una ponencia en un congreso. 
- El número de revistas científicas en el mundo es superior a 22.000 (y la mitad, al menos, son biomédicas). 
- En España hay al menos 400 revistas biomédicas. 
- El número de revistas registradas en las principales bases de dato y repertorios varía en número: 8.637 en Science Citation Index-Expanded, 8.400 en Embase, 6.800 en Scopus, 5.642 en PubMed/Medline, 877 en LILACS, etc. 
- Science Citation Index se convierte en el "sancta sanctorum", pues publica anualmente el factor de impacto (FI) de las revistas biomédicas en la base conocida como Journal Citation Reports (JCR). 
- El top 5 de FI del total de 8.637 revistas en SCI fue para CA-Cancer J Clin (FI= 153,459), N Engl J Med (FI= 51,658), Rev Mod Phys (FI= 44,982), Chem Rev (FI= 41,298) y Nat Rev Genet (FI= 41,063). 
- En el último JCR publicado (del año 2012) se registraron un total de 122 revistas pediátricas en el área Pediatrics. El top 5 de FI fue para J Amer Acad Child Adol Psychiatr (FI= 6,970), Pediatrics (FI= 5,119), Arch Pediatr Adol Med (FI=4,282), J Pediatr (FI= 4,035) y Eur Child Adol Psychiat (FI= 3,699). 
- Y dentro del FI nos encontramos los cuartiles. Si un listado de revistas ordenadas de mayor a menor FI se dividiera en cuatro partes iguales, cada una de las partes sería un cuartil. En el área de Pediatrics, dado que son 122 revistas en cada cuartil nos encontramos 30 revistas; en el primer cuartil (Q1) las 30 primeras revistas por orden de FI, en el segundo cuartil (Q2) de la 31 a la 60, en el tercer cuartil (Q3) de la 61 a la 90 y en el cuarto cuartil (Q4) de la 91 al final. 
- En el último JCR publicado (del año 2012) se registraron un total de 125 revistas publicadas en España, de las cuales 41 eran de Biomedicina y Ciencias de la Salud. De estas 41 revistas, el top 5 correspondía a Aids Rev (FI= 4,075, publicada en inglés), Rev Esp Cardiol (FI= 3,204, publicada en bilingüe), Inter J Develop Biology (FI= 2,613, publicada en inglés), Emergencias (2,578, publicada en español) e Inter Microbiol (FI= 2,556, publicada en inglés). 
- Dentro de las 41 revistas españolas de Biomedicina y Ciencias de la Salud, sólo dos están en el Q1 de su área: Aids Rev y Emergencias. El resto se distribuyen como seis revistas en Q2, diez en Q3 y 23 en Q4. La única revista pediátrica española en JCR (Anales de Pediatría) se encuentra en Q4 con un FI de 0,867. 

Todo esto está muy bien, pero conviene no perder el horizonte. Y para llegar a la excelencia en la investigación científica y en la publicación biomédica, antes de llegar al "impacto", hay que iniciarse en la "calidad" y seguir con la "importancia". Si es así, el impacto llegará por gravedad... Como recordatorio: 
- La "calidad" corresponde al rigor científico. Rigor en el fondo y en la fonda de la publicación científica, como principio de la investigación que debemos difundir en las nuevas generaciones. 
- La "importancia" es la relevancia de la publicación aplicada a la práctica clínica. 
- El "impacto" es la difusión o visibilidad a corto plazo de una investigación entre la comunidad científica. 

Pero es importante volver a recordar que el FI corresponde a revistas, no a autores. Pero sobre todo, conviene recordar que hay vida científica (y útil para la clínica) más allá del FI… y de los cuartiles.

lunes, 16 de junio de 2014

Comunicación científica (XII). Conocimientos básicos para elaborar un artículo científico (7). El sistema de revisión por pares (peer review) a debate: fortalezas y debilidades


Hacer ciencia es sinónimo de investigar y de hacer visible la investigación como publicación científica. Existen, al menos, tres justificaciones para publicar: 1) porque una investigación no acaba hasta que no se escribe el trabajo (en forma de artículo como producto final de la investigación científica); 2) porque un trabajo escrito no es válido hasta que no se publica (con valoración de la calidad por expertos o sistema peer-review); y 3) porque una publicación sirve para dar a conocer el trabajo, y permite repetirlo o a falsearlo. 

La revisión por pares (peer-review) es un eslabón imprescindible en el proceso de publicación de las mejores revistas y constituye un mecanismo fundamental de control de calidad. Consiste en la valoración crítica de los manuscritos enviados a las revistas por parte de expertos que no forman parte del personal editorial, con el fin de medir su calidad, factibilidad y rigurosidad científica. 

En este artículo se analizan las diversas formas de revisión (simple ciego, doble ciego y abierta), los criterios para ser revisor (conocimiento del tema, imparcialidad, academicidad, innovación y responsabilidad), las fortalezas, debilidades y limitaciones del sistema (lentitud, arbitrariedad, anonimato, falta de concordancia entre revisores y trato diferencial) y algunas falacias que conviene desterrar. 

Toda la información en el archivo adjunto y en el enlace propio de Acta Pediátrica Española.

 

lunes, 7 de octubre de 2013

¿Publicar o perecer?


Este fin de semana se ha celebrado en Oporto el 14º Congreso Nacional de Pediatría. He tenido la oportunidad de ser “palestrante” (una palabra preciosa en portugués que es el equivalente a conferenciante; porque realmente subimos a la palestra a dar una conferencia) en la Mesa redonda titulada: “¿Publicar o perecer?”
En ella se ha reunido a los editores de tres revistas de tres países: Dr Renato Procianoy, editor de Jornal de Pediatría (Brasil), Dr Joao Eurico de Fonseca, editor de Acta Reumatológica Portuguesa (Portugal) y Dr Javier González de Dios, editor de Evidencias en Pediatría (España).

Aunque mi intervención estuvo ligada al “Análisis de la productividad, colaboración, impacto y ámbitos temáticos de la Pediatría española en el contexto europeo y mundial” (y sus análisis DAFO), mis compañeros palestrantes si abordaron aspectos concretos de cómo conseguir una política eficiente de publicación y cómo orientar a los autores a que valoren a priori qué va a considerar un editor como un buen artículo y, por tanto, que tenga mayores garantías de ser publicado. 
Seis puntos clave: 
- Que sea un trabajo original (original por novedoso y original por tipo de artículo) 
- Que interese a los lectores de la revista 
- Que se encuadre en el perfil editorial de la revista 
- Que pueda general potencialmente muchas citaciones
- Que se fundamente en los criterios éticos establecidos 
- Que sea de fácil lectura (y fácil lectura en ciencia significa: frases cortas, voz activa, afirmaciones positivas y palabras simples). 
Y también cabe recordar las principales razones para rechazar un artículo Original: 
- Metodología inadecuada: 1) Grupo control no adecuado; 2) Grupo de estudio no representativo; 3) Tamaño muestral inadecuado; 4) Análisis estadístico inadecuado. 
- Tema del artículo repetitivo 
- Artículo no inteligible 
- Tema no adecuado para el perfil de la revista.

Una de las labores esenciales del equipo editorial de una revista científica es conseguir la mayor visibilidad de la revista (amén que el mayor factor de impacto posible). Y esto se consigue con 5 puntos esenciales:
1) Publicar en un idioma que conozca la mayoría de la comunidad científica. Hoy en día es el inglés. Un recurso para revistas de países no anglosajones es la publicación bilingüe. Pero invertir en mantener el idioma original (en España el español, en Portugal y Brasil el portugués) y publicar también en inglés es una de las inversiones más rentables que se puedan conocer en ciencia médica.
2) Colocar la revista en bases de datos y repositorios internacionales. Sin duda, PubMed, Embase y Science Citation Index son unas "mecas" a la que toda revista de calidad debe aspirar.
3) Conseguir el libre acceso. Sin duda, uno de los puntos esenciales para la visibilidad y que se enlaza como los movimientos Open Access o PLoS.
4) Editar la revista en forma electrónico, bien simultáneamente a la edición en papel (ej. Anales de Pediatría) o sólo como edición electrónica (ej. Evidencias en Pediatría).
5) Cuidar la calidad editorial, en todos y cada uno de sus pasos, que será la base para que tenga lugar el rigor científico y que éste sea el mejor compañero de viaje de la visibilidad.

Sin duda, al hablar de publicar o perecer siempre aparece el omnipresente factor de impacto (FI) de las revistas y cómo conseguirlo. Curiosamente las dos revistas pediátricas en portugués más importantes están sufriendo un devenir muy diferente: mientras Jornal do Pediatría en Brasil ha seguido una política de gran interés (entre otros aciertos con la publicación en bilingüe portugués e inglés) y demuestra con orgullo su 80% de rechazo de artículos y su FI 2012 de 1,154 (la mejor clasificación para una revista de fuera del ámbito anglosajón), Acta Pediátrica Portuguesa en Portugal tiene grandes dificultades para mantener una publicación regular, y ello le impide estar en las bases bibliográficas y repositorios esenciales. 

Ya comentamos en el blog hace un tiempo esta diatriba entre los dos mundos en Medicina alrededor del FI: 1) el mundo de los investigadores “básicos”, muy ligados a la “impactofilia”, algo impuesta por todo lo relacionado con los sexenios y carrera profesional y ligado a la máxima conocida de “publish or perish”; 2) el mundo de los médicos “clínicos”, más ligados a la “impactofobia” y al “impacto¿qué?”, pues a la postre uno no tiene la sensación de que se enseñe bien en el pre y postgrado el valor de la investigación bien hecha (la investigación que nos hace mejores médicos y que se traduce en mejora en la atención de nuestros pacientes y la salud poblacional) o que se tenga muy en cuenta en los méritos profesionales (las “publicaciones” se tienden a minusvalorar en las oposiciones para una plaza en propiedad, con menor peso, en ocasiones, que el conocer el idioma autonómico en cuestión). En esta antítesis (no deseable) no existe un responsable, sino muchos. Porque son muchas voces y durante muchos años las que reclaman un cambio que dignifique la investigación y acabe con esta morbilidad asociada al FI. 

Porque publicar es mucho más que tener “impacto”. Publicar significa investigar; investigar significa disponer de rigor científico (y otras cualidades) que, sin duda, se filtran también en el rigor (y otras cualidades) con el que tratamos a nuestros pacientes. No me invento nada, está demostrado: los profesionales sanitarios, los servicios y/o los hospitales que lideran la investigación y la publicación biomédica de calidad atesoran mejores niveles de satisfacción en la relación médico-paciente y en aspectos de humanización de la práctica clínica. 

Así que está claro: publica sin perecer… y no persigas el FI, sino tu excelencia profesional.

lunes, 3 de junio de 2013

Análisis DAFO de la publicación pediátrica española


Desde hace años, ha tomado fuerza la necesidad de evaluar el rendimiento de la actividad científica y su impacto en la sociedad con el fin primordial de adecuar convenientemente la asignación de los recursos destinados a investigación y desarrollo. 

En el año 2011, la Asociación Española de Pediatría (AEP) becó un proyecto de investigación bajo el título de "Análisis de la productividad, colaboración, impacto y ámbitos temáticos de la pediatría española en Europa y en el mundo (2006-2010)", que fue presentado oficialmente en el 61° Congreso Nacional de Pediatría (Granada, 1 de junio del 2012) y en el XVI Congreso Latinoamericano de Pediatría (Cartagena de Indias, 15 de noviembre del 2012) y que hemos dado buena cuenta de los resultados en distintos posts de este blog: objetivos y metodología, indicadores de productividad, indicadores de colaboración y redes, indicadores de impacto y sociodemográfico e indicadores de productividad e impacto en el contexto europeo y mundial

Este documento oficial acaba de ser publicado en sendos artículos científicos: dos en Anales de Pediatría (ver artículo 1 y 2) y otro en Pediatric Research (pendiente de publicación). Creemos, por el rigor metodológico seguido y la multidimensionalidad de los indicadores cienciométricos analizados, que el estudio refleja bastante bien la "salud" actual de la publicación pediátrica española en el mundo. Y, por ende, el desarrollo de la investigación pediátrica. 
Y ello ha dado pie a que escribamos la editorial anexa, que no es otra cosa que un análisis DAFO (acrónimo de las iniciales de Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) de la publicación pediátrica en España. El modelo DAFO o SWOT (Strengths, Weakness, Opportunities and Threats) ha alcanzado una gran importancia dentro de la dirección estratégica y es una herramienta muy útil para ordenar el análisis interno (debilidades y fortalezas) y externo (amenazas y oportunidades) de un proyecto, organización o empresa. 

De forma esquemática, estableceremos un análisis DAFO sobre la base del siguiente esquema, aplicado a la publicación pediátrica en España y realizado a través de los datos encontrados en el estudio cienciométrico comentado: 
1. Análisis interno: a) fortalezas: ventajas que permiten aprovechar una oportunidad o hacer frente a una amenaza; b) debilidades: limitaciones que impiden hacer frente a una amenaza o aprovechar una oportunidad. 
2. Análisis externo: a) amenazas: factores del entorno que pueden afectar a la capacidad del proyecto para avanzar o mantenerse; b) oportunidades: factores del entorno que, si son aprovechados adecuadamente, pueden proporcionar ciertas ventajas y/o beneficios. 

No es la primera vez que aprovechamos el modelo DAFO en nuestros estudios cienciométricos. Lo hicimos recientemente con los estudios (comunicaciones y publicaciones) de la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP). 

Sin duda, no hay nada para realizar un circuito de mejora que saber de dónde partimos y con qué contamos. Confiamos que el estudio tenga utilidad y sea motivo de análisis y reflexión. Porque mejorar es nuestra lícita obligación.