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miércoles, 23 de julio de 2025

XIX Jornada MEDES: El español de la ciencia multilingüe

 

El pasado 7 de julio de 2025 tuvo lugar en El Escorial y en el contexto de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense-, la XIX Jornada MEDES de Fundación Lilly, bajo un título tan significativo como “EL ESPAÑOL DE LA CIENCIA MULTILINGÜE”. 

Porque defender el multilingüismo en la ciencia es sinónimo de compromiso para acercar la ciencia al entorno más próximo, a quien la necesita, a quien la quiere o a quien le interesa o le podría interesar. Si nadie cumpliera con esta misión, la cultura científica no se incrementaría y la percepción social de la ciencia no mejoraría. Si bien el inglés es la lengua hegemónica que se utiliza en la comunicación de la ciencia en el ámbito internacional, es crucial atender al resto de lenguas que local y regionalmente contribuyen a ello. 

Fortalecer una lengua en la ciencia es fruto de un engranaje complejo; no se produce espontáneamente. Implica trabajar desde muchos ámbitos y, a ser posible, de manera coordinada. Desde las instituciones, los medios de comunicación o la divulgación, pero también desde la investigación, la política a todos los niveles y la diplomacia científica; en definitiva, haciendo que confluyan ciencia y política. 

Por otra parte, que los contenidos científicos producidos en un idioma estén en el entorno digital, sean visibles y recuperables es una cuestión crucial en la fortaleza de este idioma en la ciencia. Hacer que las publicaciones, conjuntos de datos u otros resultados de investigación en nuestras lenguas sean “descubribles”, es decir, puedan saltar a la vista de un usuario que busca información, es otro pilar en el que trabajar a nivel científico y técnico. También lo es incrementar los corpus de literatura científica en español para que nutran las aplicaciones de inteligencia artificial generativa más diversas. Si nuestros contenidos científicos no alimentan tales sistemas, los resultados que producen o el conocimiento que trasladan resultarán incompletos y sesgados. 

Finalmente, no hay duda de que el multilingüismo y la traducción son pilares fundamentales para la comunicación global de la ciencia y la preservación de la diversidad cultural. En este sentido, la investigación en terminología es indispensable para que el uso de nuestras palabras en la ciencia prevenga del uso de barbarismos, pero también para mejorar la calidad de las traducciones tanto humanas como automáticas, cada vez más precisas y contextuales gracias a los avances en inteligencia artificial y procesamiento del lenguaje natural. 

La XIX edición de la Jornada MEDES se estructurará en tres conversaciones dinámicas dedicadas a analizar las políticas públicas para promover la comunicación de la ciencia en diferentes idiomas; los retos que ofrece el multilingüismo digital en el ámbito científico; así como las oportunidades que ofrece la tecnología para mejorar la precisión de la traducción e interpretación, poniendo especial énfasis en el campo de la medicina. 

- MESA REDONDA 1: “Políticas lingüísticas de la ciencia”, moderada por Elea Giménez, investigadora científica del CSIC, y Guillermo Escribano, Director General del Español en el Mundo. 

- MESA REDONDA 2: “De la Torre de Babel a la tecnología del lenguaje“, moderada por Manuel González Bedia. Vicerrector de Innovación, Transferencia y Formación Permanente (Universidad de Zaragoza). 

- MESA REDONDA 3: “Terminología multilingüe en el ámbito institucional: un momento clave”, moderada por Luis González Jiménez, Terminólogo en la Dirección General de Traducción (Comisión Europea). 

En este enlace está disponible la grabación de la Jornada, a través de nuestro canal de YouTube de Fundación Lilly.  

Y dentro de estas Jornadas también se entregaron los Premios MEDES 2025. El podcast "Miel y Limón. Pediatras al micro" ha sido galardonado con el premio a la Mejor Iniciativa por su labor en la divulgación del conocimiento biomédico en español, y la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (SEBBM) ha recibido el premio a la Mejor Institución por su destacada contribución a la promoción del español en la comunicación científica biomédica. 



lunes, 26 de agosto de 2024

Medicina en español VII: pasen, lean y aprendan

 

Fue en el año 2015 cuando realicé en este blog la primera reseña al proyecto de Fernando A. Navarro, médico y traductor, maestro del lenguaje y amigo, y que en formato de libro se titula Medicina en español. Realmente el inicio de este proyecto alrededor del placer del lenguaje médico comienza en el año 2006 en la sección “Laboratorio del lenguaje” de Diario Médico. Y es a partir del año 2015 cuando otros dos buenos amigos, José Antonio Sacristán, como director de Fundación Lilly, y Manuel Guzmán, como coordinador de la iniciativa MEDES (MEDicina en Español) consideran recopilar estas contribuciones periódicos en un libro. El primero fue ese, publicado en 2105, luego vinieron otros, y hace unos meses pudimos recibir su último tomo: Medicina en español VII. De hecho, la serie de libros de Medicina en español de Fernando A. Navarro van parejos a la serie de libros de Cine y Pediatría, otro proyecto que también tiene el apoyo de Fundación Lilly.  

Y sí, la saga continúa y como bien expresan en el prefacio otros dos amigos (José Ramón Zárate, periodista especializado en salud vinculado a Diario médico, y Elea Giménez Toledo, coordinadora de la Plataforma ES-Ciencia del CSIC) este libro permite leer y navegar sobre las palabras, sobre las palabras de un idioma tan rico como el español (y los distintos españoles) y su aplicación a la ciencia, tarea colectiva en el que todos (lectores, escritores, docentes, científicos, instituciones,…) podemos contribuir a cuidar y mejorar. Y aunque cada libro se divide en distintos apartados, cada libro tiene la vida de su tiempo. De las palabras de su tiempo. Por ello, en los dos libros previos (V y VI) tuvo gran impacto el lenguaje alrededor de la covid-19 y en este tomo VII eclosiona la importancia de la inteligencia artificial (IA) y herramientas como el ChatGPT (cuyas siglas el autor denomina como GePeTo, para facilitar la pronunciación de las siglas y hacer un guiño al cuento de Carlo Collodi y que, como Pinocho, parece ser un diablillo que, desde el momento de cobrar vida, se ríe de su creador , miente tanto como habla). 

Os invito a conocer Medicina en español VII, a sumergirse en sus 331 páginas divididas en 10 apartados temáticos, a cada cual más interesantes, curiosos y divertidos, una fuente continua de aprendizaje. Estos son sus 10 apartados, lo que por sí mismo habla de su interés: 

I. ¿De dónde viene? 
II. Lengua viva 
III. Del hombre al nombre 
IV. Dudas razonables 
V. Inteligencia artificial 
VI. Medicina y literatura 
VII. Bien decir 
VIII. ¡Qué difícil es el inglés! 
IX. Humor y lenguaje 
X. Varia et curiosa 

Como nos recuerda su autor, ese “Laboratorio del lenguaje” de donde todo procede, es un florilegio de recomendaciones, dudas, etimologías, errores, anglicismos y curiosidades varias del lenguaje médico.



miércoles, 15 de marzo de 2023

Epónimos en Medicina: argumentos a favor y en contra


Los epónimos son muy frecuentes en ciencias de la salud y una parte fundamental del lenguaje y de la cultura histórica de los médicos, ya que numerosas personas han dado nombre a enfermedades, síndromes y signos, partes anatómicas, procesos fisiológicos y patológicos. A pesar de ser términos etimológicamente vacíos, están ampliamente arraigados en la educación médica y en historia de la medicina, de manera que sería muy difícil prescindir de ellos, o incluso, como proponen algunos, erradicarlos. En la actualidad, no es frecuente que surjan nuevos epónimos médicos, ya que todos los desarrollos importantes de la medicina son fruto del trabajo en equipo y, por ello, es difícil bautizarlos con nombres que incluyan a todas las personas involucradas. 

Continúa el debate científico en la literatura médica con argumentos a favor y en contra de su uso, tal como revisamos en este artículo de la serie Comunicación científica y que os aconsejamos revisar en toda su extensión. 

El mayor número de epónimos proceden de finales del siglo XIX y principios del XX, cuando los idiomas científicos predominantes eran el inglés y el alemán. Desde el siglo pasado, el nombramiento de nuevos hallazgos con epónimos se empezó a dejar de lado y los términos pasaron a ser más descriptivos, denominando a los nuevos hallazgos con nombres de objetos naturales que permitieran hacer una asociación directa con la enfermedad, técnica, estructura anatómica, etc. 

A) Argumentos a favor del uso de epónimos 

1. Uno de los argumentos más fuertes tiene que ver con que el uso de epónimos supone un respeto a la tradición y a la historia, ya que reconocen el descubrimiento y al descubridor. 

2. Los epónimos son parte integrante del lenguaje médico aprendido, pues fuimos educados, tanto en la etapa de grado como en la de postgrado, con el aprendizaje de los epónimos. 

3. Una vez aceptados universalmente, son signos lingüísticos unívocos que facilitan la comprensión de muchos términos sin necesidad de explicar su concepto, facilitando la comunicación. Aportan precisión al lenguaje pues evitan, en algunos casos, las largas letanías de síntomas encadenados con los que se denominan algunas enfermedades y que resultan poco prácticas por ser excesivamente prolijas. Un ejemplo es la “tetralogía de Fallot”, que es mucho más fácil de decir que “enfermedad cardiaca congénita cianótica por defecto septal ventricular, estenosis pulmonar, hipertrofia ventricular derecha y dextroposición aórtica”. 

B) Argumentos en contra del uso de epónimos 

1. Los epónimos son denominaciones etimológicamente vacías. Las denominaciones de las enfermedades deberían ser descriptivas, indicando los principales síntomas y signos con los que se manifiestan. Por ejemplo, "herniación de las amígdalas del cerebelo" se entiende mejor que su epónimo "malformación de Arnold-Chiari". 

2. Los epónimos son a menudo criticados por su falta de exactitud histórica, prestando por ello un tributo inmerecido a quienes no fueron los verdaderos descubridores. La historia de la medicina está llena de ejemplos de personas que describieron una enfermedad mucho antes de la persona a la que finalmente se le adjudicó el descubrimiento. 

3. Los epónimos están sometidos a procesos de homonimia, polisemia y sinonimia La polisemia es el significado múltiple de una palabra, como el “signo de Babinski”, que designa, al menos, cinco fenómenos distintos de la exploración neurológica. La homonimia consiste en la identidad fónica (homofonía) y gráfica (homografía) de dos palabras con significados diferentes producida por la evolución coincidente de dos palabras que tienen significados distintos; por ejemplo el epónimo “Pick”, que puede referirse a la enfermedad de Pick (en honor al psiquiatra checo Arnold Pick), la pericarditis de Pick (cuyo nombre se debe al médico checo-austríaco Friedel Pick) y la célula de Pick (en honor al patólogo alemán Ludwig Pick). 

4. Su utilización constituye un abuso del culto a la personalidad y, en determinados casos, perpetúan nombres de individuos vanidosos que accidentalmente y con poco merecimiento intervinieron en la descripción de una enfermedad o proceso. Un caso especial son las atrocidades cometidas por los médicos nazis. 

5. No siempre existe unanimidad sobre el descubridor de la enfermedad, como lo demuestra el hecho de que existan epónimos compuestos por varios nombres o enfermedades para las que se emplean varios epónimos diferentes, lo que puede apreciarse fácilmente consultando alguno de los diccionarios de epónimos publicados. Un buen ejemplo de esto es la enfermedad de Jakob-Creutzfeldt, que también puede llamarse enfermedad de Creutzfeldt-Jakob19. 

6. El nombre propio también puede ser engañoso o confuso. Por ejemplo, "quiste de Baker" no tiene nada que ver con el quiste de los panaderos (baker en inglés), sino que es un quiste lleno de líquido que se produce detrás de la rodilla en las personas con artritis, nombrado por el cirujano inglés William Morrant Baker. 

7. Existen epónimos que se definen con otros epónimos. Por ejemplo, el síndrome de Dandy-Walker se define como “atresia del agujero de Magendie”; a su vez, “agujero de Magendie” se define como “orificio central ubicado entre los dos agujeros de Luschka”, que están situados en los ángulos laterales del ventrículo y dan paso a vasos sanguíneos de la piamadre que, entrando en la cavidad ventricular, se arborizan, constituyendo los plexos coroides. 

Así pues, los epónimos están ampliamente arraigados en la historia de la medicina, la educación y el lenguaje médico. A pesar del debate científico existente en la literatura médica a favor o en contra de su uso, su erradicación, aunque fuera deseable, requeriría un esfuerzo extraordinario y supondría realizar una purga de proporciones colosales. Existe una propuesta para que las enfermedades, las estructuras y los fenómenos fisiológicos o patológicos se denominen de acuerdo con sus características descriptivas como el color (por ejemplo, “el núcleo rojo” y “la sustancia negra” del mesencéfalo), su similitud morfológica con un objeto natural (“hipocampo”, estructura cerebral descrita por el anatomista del siglo XVI Giulio Cesare Aranzio, que advirtió una gran semejanza con la forma del caballito de mar o hipocampo), localización (“corteza cerebral”), etc., que utilizar epónimos; sin embargo, los epónimos pueden ser útiles para nombrar condiciones médicas multisintomáticas o procedimientos quirúrgicos complejos que no pueden condensarse de forma conveniente y razonable en uno o varios términos. 

Algunos epónimos tienden a ser reemplazados en la literatura, como enfermedad de Hirschsprung, que está siendo sustituida por megacolon agangliónico o aganglionosis; enfermedad de Pompe, sustituida por glucogenosis II; enfermedad de Christmas, sustituida por hemofilia B; enfermedad o mal de Pott, sustituida por espondilitis tuberculosa o tuberculosis vertebral; síndrome de Edwars, al que se prefiere trisomía 18; tumor de Wilms, para el que se propone nefroblastoma. 

Lo razonable parece ser mantener los epónimos clásicos que han perdurado en el tiempo, sea porque tienen mayor importancia clínica, mayor sensibilidad, especificidad y significación diagnóstica, o por su mayor importancia histórica.

lunes, 26 de julio de 2021

Libros "Medicina en español V", la saga continúa

 

Fue en el año 2015 cuando anunciamos desde este blog la presentación de “Medicina en español”, el libro del doctor Fernando A. Navarro que bajo el apoyo de Fundación Lilly recopilaba sus interesantes aportaciones en la sección “Laboratorio del lenguaje” de Diario Médico. Pues bien, han pasado unos cuantos años y se han ido editando diferentes libros. De forma que hace dos meses fue presentado ya el tomo quinto, “Medicina en español V”. 

El propósito de este proyecto es contribuir a la aclaración de dudas, etimologías, errores y curiosidades del lenguaje médico escrito en castellano. A lo largo de 325 páginas, la obra incluye un centenar de artículos, distribuidos en diez secciones, desde la titulada «De dónde viene» hasta la denominada «Varia et Curiosa», pero también secciones del interés como “Dudas razonables” , “Lenguaje jergal” o “Medicina y literatura”. 

El libro nos ilustra sobre el origen de algunos términos; nos confirma el desuso de algunas palabras y la pujanza de otras; nos muestra términos técnicos con apellidos ilustres; nos aclara dudas y vacilaciones frecuentes en relación con el uso del lenguaje; nos desbroza la jerga médica, el lenguaje informal de los profesionales sanitarios; nos cultiva acerca de la relación entre medicina y literatura, la historia, y hasta el cine, que despierta el apetito intelectual. Con este libro Medicina en español V se pretende – como en los libros previos - contribuir a mejorar el conocimiento y uso del lenguaje médico en español y a concienciar a la comunidad científica sobre la importancia de utilizarlo de forma apropiada y precisa.

Quien tenga interés dentro del territorio de España en este libro, puede solicitarlo de forma gratuita tras rellenar un formulario que se puede encontrar en este enlace y enviarlo a la dirección de correo electrónico: fl@fundacionlilly.com. 

Un libro y una colección que vale tener para leer y disfrutar del lenguaje y la cultura. Porque Fernando A. Navarro es médico y traductor, maestro del lenguaje. Comparto con él muchas cosas, principalmente amistad, pero también un pasado común como compañeros de Facultad de Medicina y un presente de más de dos décadas de trabajo conjunto como miembros de Fundación Lilly y del Comité Técnico de MEDES – MEDicina en ESpañol. 

Porque no es la primera vez que hablamos de este autor en nuestro blog. Ya lo hicimos en el año 2011 con el Diccionario de términos médicos de la Real Academia Nacional de Medicina y en el año 2014 con el Diccionario de dudas y dificultades de traducción del inglés médico. Hoy cabe hablar de este nuevo libro de Fernando, y lo hago con conocimiento de causa y el conflicto que marca la amistad. Además, de forma paralela, la colección “Medicina en español” y “Cine y Pediatría” avanzan año a año; él con su quinto volumen alrededor del lenguaje, nosotros con nuestro décimo volumen alrededor del séptimo arte en la infancia y adolescencia.



lunes, 8 de julio de 2019

Jornada "El lenguaje médico centrado en el paciente" en vídeo: una joya entre la medicina y la filología


El pasado 1 de julio tuvo lugar en El Escorial y en el contexto de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense-, la XIV Jornada MEDES de Fundación Lilly, bajo un título tan significativo como “LENGUAJE MÉDICO CENTRADO EN EL PACIENTE”

Un reunión muy especial - diría que única en España - fusión de ciencia y letras, de medicina y filología. Allí donde más de 200 asistentes de todos los ámbitos (clínicos y científicos, editores y revisores de revistas biomédicas, profesionales de la bibliotecas y de la cienciometría, periodistas y escritores, traductores médicos y documentalistas médicos, filólogos y antropólogos, gestores y presidentes de asociaciones de pacientes, etc.) se dieron cita alrededor de la ciencia médica y del lenguaje en español. 

Un programa que resultó especialmente atractivo, con ponentes de primera línea. Y hoy podemos compartir toda la Jornada en este vídeo de casi 8 hs de duración, y divido en estos cuatro tramos. Es mucha información, pero os aseguro que vale la pena, dosificarlo en distintos momentos y días para disfrutar del lenguaje y la palabra. 

- CONFERENCIA invitada, a cargo de Fernando A. Navarro, médico y traductor médico: “Lenguaje médico, lenguaje de pacientes” y que puso ya el listón tan alto, que nos transportó por un vaivén de sentimientos y sensaciones, del humor a la reflexión. 
Con él aprenderemos el significado de "No te pongas a las nueve, que no te vale el santolio...Como te dé una miaja de apechusque, la roscas"

- MESA REDONDA 1: “El lenguaje médico: el poder de la palabra”, moderada por Bertha M. Gutiérrez, Catedrática de Historia de la Ciencia de la Universidad de Salamanca. 

- MESA REDONDA 2: “El lenguaje médico desde la perspectiva del paciente“, moderada por José Antonio Sacristán, Director de Fundación Lilly. 

- MESA REDONDA 3: “Estrategias para mejorar la comunicación”, moderada por Rafael Aleixandre, Doctor en Documentación Médica e investigador del CSIC.

Mensajes muy claros en relación con el lenguaje médico, la comunicación y el valor la palabra para construir una relación médico-paciente que genere confianza, complicidad, respeto, seguridad y esperanza. Y por ello, solo cabe un colofón al estilo de Pablo Neruda: “Salimos ganando… Se llevaron el oro y nos dejaron el oro… Se lo llevaron todo y nos dejaron todo… Nos dejaron las palabras”.

miércoles, 3 de julio de 2019

INMUNOMEDIA: docencia multimedia de un docente “de cine”


Hay veces que se cierran círculos de forma inesperada. Y todo concuerda felizmente. 

Algo así ocurrió en la XIV Jornada MEDES, “Lenguaje médico centrado en el paciente”. En la tercera mesa redonda, bajo el epígrafe “Estrategias para mejorar la comunicación”, tuvo lugar la ponencia “El lenguaje médico y las nuevas tecnologías y tendencias”, que fue realizado por el Prof. Alfredo Corell, profesor titular en Inmunología en la Universidad de Valladolid. Entre sus mensajes parece claro que hay que ponderar el valor del buen uso de internet y las redes sociales para difundir ciencia de calidad y para vencer la “infoxicación”, donde los usuarios aprecian cada vez más la imagen sobre la palabra, donde la blogosfera está cayendo en desuso respecto a la multimedia, y estas herramientas multimedia deben ser parte de la innovación en docencia y en comunicación. 

La primera sorpresa fue saber que Alfredo Corell es también el coordinador del proyecto INMUNOMEDIA, quien recibiera hace meses el Premio MEDES 2018 al mejor proyecto en la difusión del español médico. Un premio que concedimos por unanimidad por hacer de la innovación un empeño de larga trayectoria, y cuyo objetivo principal era suplir la falta de contenidos de calidad en español en Inmunología, además de combatir los efectos del exceso de información o “infoxicación” en la materia. Con ese fin, se recopilaron los apuntes de los estudiantes, muchos de ellos enriquecidos con dibujos muy precisos, y todo ello entró de lleno también en las redes sociales. Como razón del éxito internacional de INMUNOMEDIA, cabe citar las "inmunopíldoras", pequeños vídeos explicativos que, con concisión, ritmo y códigos actuales difunden a nivel mundial conceptos esenciales de inmunología. De forma que se trata, actualmente, del portal mas reproducido del mundo en inmunología, con casi 2,5 millones de visitas, especialmente desde México y España. 

Más allá o de forma simultánea se desarrolla Inmunomedia 4.0, que quien quiera conocer mejor os aconsejo revisar este artículo, pero en cuyo resumen nos explican “El nuevo profesor-tutor desempeña competencias que incluyen el uso de las nuevas tecnologías, el diseño de Objetos de Aprendizaje Multimedia (OAM) y la supervisión del aprendizaje del alumnado. En este contexto, Inmunomedia 4.0 –proyecto en el que participan las Universidades de Valladolid, Alicante, Complutense y Toulouse III- pretende responder a necesidades y carencias en la docencia de la Inmunología en titulaciones Biomédicas: en primer lugar “Elaborando y difundiendo OAMs" de Inmunología de calidad, como la colección de “Inmunopíldoras” de gran impacto entre universitarios hispanoparlantes; en segundo lugar "Coleccionando OAMs en tablones" (“Content Curation”) que proporcionan a estudiantes y profesores información útil, etiquetada, contrastada y organizada por Módulos. De las diferentes herramientas de “Content Curation” utilizadas, las de mayor repercusión han sido las colecciones realizadas con “Scoop.it” y “Pinterest”; en tercer lugar "Implicando activamente a los estudiantes" de diferentes universidades en la elaboración de un “Periódico Universitario de Inmunología” tras emitir en twitter noticias de interés inmunológico usando hashtags, que se rastrean y generan un diario en “Paper.li”; y finalmente "Impulsando la tercera misión universitaria" elaborando materiales divulgativos multimedia de inmunología y difundiéndolos en redes sociales, a los pacientes e incluso en lugares públicos (colección de videos “Canal Defensas”)." 

La segunda sorpresa, o quizás ya no, después de lo anterior, es conocer que Alfredo Corell ha sido elegido este año como el mejor profesor universitario de España según la II convocatoria de los premios Educa Abanca. Estos premios conocidos como los "Goya de la Educación" realzan la figura del buen docente y tienen como característica principal que ningún profesor se puede presentar individualmente, deben ser sus alumnos quienes lo propongan. Y no es de extrañar, pues su método docente utiliza clases en los bares, obras de teatro en el aula, una página web o las lecciones por YouTube, además de cualquier método tradicional conocido. 

Y es así como hace un par de días en El Escorial tuve, entre otras muchas experiencias, la oportunidad de aprender que hay una universidad viva más allá de ANECA, que hay docentes que aman su profesión pese a las dificultades, que los alumnos se merecen que los docentes salgamos de nuestra zona de confort. Por ello, tuve el placer de regalar “Cine y Pediatría 8” a Alfredo, pues a un docente “de cine” le resultará amable un libro que lleva por título “una oportunidad para la docencia y la humanización en nuestra práctica clínica”. Porque un libro vale lo que valen sus lectores… y por ello esta foto que hoy sirve de presentación a este post. 

Y por ello el círculo se cerró felizmente. Y así es el azar, aunque quizás nada ocurra por casualidad.

Os dejo una “inmunopíldora” de INMUNOMEDIA, pues una imagen vale más que mil palabras, porque este vídeo vale más que este post.

miércoles, 12 de junio de 2019

XIV Jornada MEDES: Lenguaje médico centrado en el paciente


En medicina, la comunicación, como parte esencial del acto médico, contribuye a generar confianza, complicidad, respeto, seguridad y esperanza; una comunicación inadecuada, por consiguiente, puede incidir de modo negativo en todos estos aspectos. 

Aunque la cuestión del lenguaje centrado en el paciente, desde luego, es compleja y de solución nada fácil, esta XIV Jornada MEDES pretende identificar algunos de los principales problemas que hacen ineficiente la comunicación entre el médico y el paciente, así como abordar algunas de las posibles soluciones que favorezcan que en medicina, las palabras no sean solo palabras; sino que sean una parte fundamental del arsenal terapéutico y contribuyan, por un lado, a mejorar la asistencia médica prestada; por otro, a humanizarla. 

La Jornada MEDES tendrá lugar el próximo 1 de julio en El Escorial, como es habitual, y dentro de los Cursos de Verano. 

Un programa atractivo que podéis revisar en este enlace, pero que atesora este esquema: 

- CONFERENCIA invitada: Lenguaje médico, lenguaje de pacientes. 

- MESA REDONDA. El lenguaje médico: el poder de la palabra 

- MESA REDONDA 2. El lenguaje médico desde la perspectiva del paciente 

- MESA REDONDA 3: Estrategias para mejorar la comunicación 

Te esperamos en El Escorial. Un año más y con MEDES, la MEDicina en Español y el español como lenguaje y seña de identidad que hay que cuidar. 

Os dejamos abajo el programa completo.
 

miércoles, 17 de octubre de 2018

Sobre el buen uso del lenguaje médico en la información (científica y no científica)


"Geográficamente, América Latina y el Caribe la conforman 41 países en los que vivimos 570 millones de personas, que hablan más de 600 idiomas, con la particularidad que en el único que una buena parte tenemos en común, el español, poco o nada nos entendemos..."  Estas palabras formaban parte de la conferencia inaugural del Congreso ALAPE que tuvo lugar en Cartagena de Indias (Colombia) en el año 2012, la fiesta académica más importante en pediatría de América Latina y el Caribe. Y tuvo un broche de oro con la lectura inaugural por parte de su presidente, el Dr. Hernando Villamizar, bajo el título "Los tesoros perdidos más buscados del mundo"

Pues seis años después, el español y la pediatría nos une y bajo otra perspectiva. En este caso en el XV Congreso Internacional de Pediatría que se acaba de celebrar en Mérida (Yucatán, México). Y allí pude retomar un tema que no es la primera vez que defiendo: "Sobre el buen uso del lenguaje médico en la información (científica y no científica)". 

En este enlace os dejo la presentación completa, pero os incluyo los puntos esenciales en este post. 

Los objetivos de esta ponencia fueron: 
- Objetivo general: reconocer la importancia del lenguaje médico como instrumento que debemos cuidar en la formación y en la información 
- Objetivos específicos: 1) Revisar las cualidades, defectos y errores del lenguaje médico; 2) Reconocer la importancia del buen uso del lenguaje en formato clásico y en formato virtual (internet); y 3) Aproximar la realidad del lenguaje médico en los medios de información. 

Un buen entorno para hablar de la importancia de las PALABRAS (las palabras como herramientas del escritor... y también del científico, de los periodistas, de los profesionales de la formación, de los profesionales de la información) y del LENGUAJE (de su forma y fondo, de su continente y contenido). 

Una presentación con cuatro partes: 
- De la palabra al lenguaje... del cielo al purgatorio 
- Lenguaje científico y lenguaje médico 
- Comunicación por internet: ¿lenguaje o jeroglífico? 
- Los medios de información y el lenguaje médico 

Y con cinco puntos de interés: 
- Un RETO. MEJORAR el lenguaje médico, pues científicos, sanitarios, periodistas y otros profesionales de la información… deben aprender a ESCRIBIR mejor y a TRADUCIR mejor. 
- Un HÁNDICAP. Escribimos sobre PAPEL y también en soporte VIRTUAL. Internet es la RED que nos puede acompañar al cielo del lenguaje médico... o al purgatorio 
- Una DIFERENCIA. El LENGUAJE CIENTÍFICO (MÉDICO) no es equivalente al LENGUAJE LITERARIO, ni a otros lenguajes 
- Un DESEO. Que los ÉXITOS de nuestro lenguaje científico (médico) en español se llegue a equiparar a los éxitos del lenguaje literario en español 
- Una OPORTUNIDAD. Que el lenguaje ESPAÑOL sea el punto de encuentro para COMPARTIR y SUMAR en la información médica (científica y no científica).  

Porque lo cierto es que en América Latina y Caribe hay muchos idiomas, y también muchos españoles. Pero con el español nos entendemos, pese a los modismos de cada país o región... y eso nos permite sumar. En mi reciente viaje por Yucatán he podido enriquecerme con los modismos, y eso solo es bueno, pues habla de la riqueza y diversidad de nuestro idioma. Por ejemplo: 
"Camino angosto, no rebase" es nuestro "Camino estrecho, no adelante" 
"Si tomas, no manejes" equivale a nuestro "Si bebes, no conduzcas" 
"En el carro, no platicar con el celular" para nosotros sería "En el coche, no hablar con el móvil"
"Pase por la regadera antes de ir a la alberca" equivaldría a "Dúchese antes de ir a la piscina". 

Y por ello este colofón literario, el que nos regala Pablo Neruda, motivo de reflexión de una historia pasada, con luces y con sombras, pero una historia común (aprovechemos las oportunidades y fortalezas de ello): 
“Salimos perdiendo… Salimos ganando… 
Se llevaron el oro y nos dejaron el oro… 
Se lo llevaron todo y nos dejaron todo… 
Nos dejaron las palabra...”

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Sobre el lenguaje médico en la información


En el XVI Congreso SEMED (Sociedad Española de Medicina del Deporte) se celebró el Simposio bajo el título: "Divulgación de contenidos de salud y deporte para la población general, ¿estamos preparados para ello?". Una mesa con tres ponencias, a cargo de la Dra. Raquel Blasco, responsable de la Unidad de Medicina Interna del CEREMEDE de la Junta de Castilla y León, D. Ricardo Aparicio, periodista deportivo y de temas de salud con más de tres décadas de experiencia, y yo mismo. 

Comparto mi presentación, bajo el título "Sobre el lenguaje médico en la información" y cuyos objetivos son: 
- Objetivo general: reconocer la importancia del lenguaje médico como instrumento que debemos cuidar en la formación y en la información 
- Objetivos específicos: 1) Revisar las cualidades, defectos y errores del lenguaje médico; 2) Reconocer la importancia del buen uso del lenguaje en formato clásico y en formato virtual (internet); y 3) Aproximar la realidad del lenguaje médico en los medios de información. 

Un buen entorno para hablar de la importancia de las PALABRAS (las palabras como herramientas del escritor... y también del científico, de los periodistas, de los profesionales de la formación, de los profesionales de la información) y del LENGUAJE (de su forma y fondo, de su continente y contenido). 

Una presentación con cuatro partes: 
- De la palabra al lenguaje... del cielo al purgatorio 
- Lenguaje científico y lenguaje médico 
- Comunicación por internet: ¿lenguaje o jeroglífico? 
- Los medios de información y el lenguaje médico 

Y con cuatro puntos de interés: 

- Un RETO. MEJORAR el lenguaje médico, pues científicos, sanitarios, periodistas y otros profesionales de la información… deben aprender a ESCRIBIR mejor y a TRADUCIR mejor. 

- Un HÁNDICAP. Escribimos sobre PAPEL y también en soporte VIRTUAL. Internet es la RED que nos puede acompañar al cielo del lenguaje médico... o al purgatorio 

- Una DIFERENCIA. El LENGUAJE CIENTÍFICO (MÉDICO) no es equivalente al LENGUAJE LITERARIO, ni a otros lenguajes 

- Un DESEO. Que los ÉXITOS de nuestro lenguaje científico (médico) en español se llegue a equiparar a los éxitos del lenguaje literario en español 

Un recorrido con afán de aprendizaje y con el agradecimiento expreso a las enseñanzas de maestros y amigos del lenguaje, como los Dres. Fernando Navarro, Berta Gutiérrez y Rafael Aleixandre (muchos de cuyos ejemplos utilizados son suyos). 

Y con un colofón literario, el que nos regala Pablo Neruda: 
“Salimos perdiendo… Salimos ganando… 
Se llevaron el oro y nos dejaron el oro… 
Se lo llevaron todo y nos dejaron todo… 
Nos dejaron las palabra...”


 

lunes, 25 de julio de 2016

Medicina en español II: la saga continúa


Hace ahora un año y en este blog, nos hacíamos eco de la presentación del libro Medicina en español, una obra de Fernando A. Navarro, editado por Fundación Lilly. Y hoy nos hacemos eco de la aparición, hace un mes, de Medicina en español II que es, como consta en su portada, un "florilegio de recomendaciones, dudas, etimologías, errores, anglicismos y curiosidades del lenguaje médico".

Fernando A. Navarro es médico y traductor, maestro del lenguaje, y un referente nacional e internacional en este campo. Por ello, este nuevo libro lo celebramos con alegría los que intentamos aprender y cuidar nuestro idioma. En realidad el libro Medicina en español II (que sigue la estela de su predecesor) recoge algunos de los artículos que, durante los 10 últimos años, Fernando publica en Diario Médico, concretamente en la sección "Laboratorio del lenguaje", un espacio dedicado al lenguaje especializado de la medicina-

El propósito de Medicina en español II es, a lo largo de sus 300 páginas, invitarnos a la lectura de un gran número de artículos alrededor del lenguaje en medicina, distribuidos en diez secciones, desde la titulada «Al pan, pan» hasta la denominada «Varia et curiosa», pasando por «Del hombre al nombre», «Dudas razonables» o «Las apariencias engañan». 

Porque en este libro (ya serie) de Medicina en español coinciden dos ámbitos que pudieran parecer antagónicos: la precisión de la investigación y la medicina y el arte de la lengua, ciencia y humanización. Y, con ello, coincide en muchos aspecto con el libro (ya serie) de Cine y Pediatría, donde también combinamos ciencia y humanización. 
Y, por ello, la foto que inicia este post tiene mucho sentido, pues en la XI Jornada MEDES de título "El español médico y la biomedicina en español: pasado, presente y futuro" recibimos una alegría mayor cuando todos los compañeros del Consejo Asesor y Técnico de MEDES recibieron como regalo nuestros libros. 

Una foto con pasado, presente y futuro... y mucho sentido y sensibilidad junto a Fernando Navarro, maestro del lenguaje y compañero de viaje. Larga vida a la saga Medicina en español.

lunes, 6 de junio de 2016

El español médico y la biomedicina en español: pasado, presente y futuro.


La Iniciativa MEDES es un proyecto singular que tiene como objetivo promover el uso del idioma español como vehículo de transmisión del conocimiento biomédico, así como favorecer su difusión nacional e internacional mediante diversas actividades de investigación, formación y divulgación. 
Entre estas actividades destaca la organización anual de la JORNADA MEDES, que este año estará dedicada a un aspecto de notable interés y permanente actualidad: EL ESPAÑOL MÉDICO Y LA BIOMEDICINA EN ESPAÑOL

Es evidente que no hay una correlación entre el español como lengua de la cultura, la literatura, la política o la diplomacia con el español de la ciencia y la tecnología. Aquel español goza de fortaleza y reputación; éste, en cambio, carece del prestigio suficiente para estar a la altura de la dimensión que a nuestro idioma le confieren tanto el número de personas que lo hablan (unos 500 millones) como el número de países en los que se utiliza, además, como primera lengua. Aunque también conviene apuntar que en un momento en el que tan claro es el liderazgo del inglés como idioma de la ciencia médica, sin embargo el español de la biomedicina parece no sucumbir gracias precisamente a la necesidad de comunicación entre sí de los profesionales de los países de habla hispana. 

Se conmemora este año 2016 el IV Centenario de la muerte de Cervantes y, para recordarlo, serán muchas las actividades que se llevarán a cabo en todo el mundo y especialmente en el ámbito hispanohablante. Como lo es en la vida misma, también es muy notable la importancia de la medicina y los médicos en la obra cervantina. Tal vez esto se deba, o no, a la cercanía familiar que Cervantes tuvo con la ciencia médica a través de la profesión de su padre, barbero sangrador, un puesto en la atención más primaria de la sanidad de la época. Pero probablemente obedezca más al valor que en sí misma tuvo la medicina en aquellos momentos en España, una ciencia que en el conjunto de la actividad científica del siglo XVI tuvo un peso mucho mayor que el que actualmente tiene. 

La Fundación Lilly quiere hacer un guiño a esta conmemoración dedicando la XI Jornada MEDES a debatir sobre la salud de nuestro idioma como vehículo de transmisión de la ciencia: a echar una mirada a sus momentos más saludables, que los tuvo en el pasado, y a diagnosticar sus achaques más o menos crónicos, que los tiene en el presente. Pero, sobre todo, este encuentro anual ha de servir para reflexionar sobre el porvenir de nuestro idioma e identificar los mejores remedios y prácticas que en el futuro incrementen el vigor del español como lengua de intercambio científico y comunicación del conocimiento biomédico. 

Pues bien, cuando llega el verano, llegan las Jornadas MEDES de Fundación Lilly. Y ya estamos en la número XI, que se celebrará el jueves 7 de julio de 2016, en el marco de los Cursos de Verano Complutense de El Escorial. Como en ediciones anteriores, el objetivo de este encuentro es el establecimiento de un foro de debate abierto en torno a la actualidad de la publicación y de la información en español en el contexto de las ciencias de la salud. Y que este año tiene un programa especialmente atractivo con el siguiente formato: tres mesas redondas (sobre el pasado, presente y futuro del español en biomedicina) y dos conferencias (una inaugural y otra de clausura). 

- Conferencia inaugural: El valor del idioma español. Carmen Caffarel Serra (Exdirectora general de RTVE. Exdirectora del Instituto Cervantes) 
- Primera mesa: Luces y sombras del español biomédico a lo largo de la historia, moderada por Fernando A. Navarro (Traductor y médico especialista en Farmacología Clínica. Autor del Diccionario de dudas y dificultades de traducción del inglés médico). 
- Segunda mesa: Situación actual del español como vehículo de transmisión del conocimiento biomédico, moderada por Javier González de Dios (Jefe de Servicio de Pediatría del Hospital General Universitario de Alicante, Codirector de CONTINUUM, plataforma de formación de la AEP). 
- Tercera mesa: El futuro del español como lengua del conocimiento, moderada por Bertha Gutiérrez (Doctora en Medicina y en Filología Hispánica. Profesora Titular de Historia de la Ciencia en Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca. Directora de la revista Panacea) 
- Conferencia de clausura: Paleontología de la mente: el origen del lenguaje. Juan Luis Arsuaga Ferreras (Catedrático de Paleontología en Facultad de Ciencias Geológicas de la Universidad Complutense. Director del Centro Mixto UCM-ISCIII de Evolución y Comportamiento Humanos).

Lo dijo el propio Cervantes: "El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho". Así que yo creo que, con un programa así, no queda más remedio que viajar a El Escorial para aprender mucho... Os esperamos...no en un lugar de la Mancha en este caso, sino en un lugar llamado El Escorial. 

Todo lo anterior y con más detalle en el programa adjunto.

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lunes, 17 de agosto de 2015

Comunicación científica (XXV) Lenguaje médico (3). Defectos en el título de los artículos publicados en las revistas pediátricas españolas


El título es la frase más importante del artículo científico y necesita estar redactado con corrección para captar la atención del lector e inducirle a leer todo el artículo. De la acertada elección de las palabras que lo forman depende también que el artículo sea recuperado en las bases de datos bibliográficas. El objetivo de este trabajo es determinar la corrección de los títulos en una muestra de artículos publicados en revistas pediátricas españolas. 

En este artículo se han revisado 3.043 artículos publicados en revistas pediátricas españolas durante el periodo 2008-2013. Para determinar su corrección se siguieron las recomendaciones de los manuales de estilo y de redacción científica, artículos previos y las recomendaciones de la Real Academia Española. 

Como resultados cabe destacar que numerosos títulos presentaron algún defecto o eran mejorables. El defecto más frecuente ha sido la falta de concisión por el uso de palabras o expresiones que no aportan información. Menos frecuentes han sido las faltas de claridad y el uso de siglas. 

Este artículo demuestra que muchos de los títulos escritos por los pediatras españoles son mejorables. Deben elegirse y redactarse con la máxima corrección, pues la presencia en el título de palabras superfluas, los errores de sintaxis y cualquier otro defecto refleja descuido del autor y puede ser determinante en la decisión de leer todo el artículo o de rechazarlo. 

Toda la información en el artículo adjunto y en el enlace propio de Acta Pediátrica Española.

 

lunes, 27 de julio de 2015

Trescientos años de la Real Academia Española no son nada en medicina


PANACEA, en la mitología griega, fue una diosa de la salud, la que todo lo cura gracias a una cataplasma o poción. De ahí devino el concepto de panacea en medicina, una sustancia para curar todas las enfermedades, y en sentido figurado como algo destinado a resolver por completo un gran y multifacético problema. Pero con ese nombre también se conoce a una revista profesional especializada de reconocido prestigio y destinada a ayudar a resolver la mayoría de los problemas de traducción médica: Panace@. 
Una revista que es una “panacea” para los profesionales de la traducción, redacción, edición, corrección de estilo, terminología, lexicografía y demás actividades conexas en el campo de la medicina y de sus ciencias afines. Y también para el común de los lectores que creemos que es importante cuidar nuestro idioma español. 

Acaba de aparecer el último número, libre en formato electrónico (http://www.tremedica.org/panacea/PanaceaActual.htm), el que marca la próxima celebración de los 15 años de vida de la revista. Una revista de imprescindible lectura y consulta para los amantes del lenguaje médico. Una revista que si no existiera, hubiera que inventarla. Una revista vinculada a buenos amigos, sin duda a Fernando A. Navarro, uno de sus primeros impulsores, y a su directora actual, Bertha Gutierrez Rodilla, quien tuvo el honor de encargarme la editorial, que lleva por título “Trescientos años de la Real Academia Española no son nada en medicina”. 

 En el artículo comienzo con una frase de Friedrich Hölderlin, “El lenguaje es el bien más precioso y a la vez el más peligroso que se ha dado al hombre”, para desgranar el tema en los siguiente epígrafes: 
- El brillo del español en literatura, traslúcido en ciencia 
- El español en medicina, mucho por mejorar 
- El español en la era de internet: la nueva piedra de Rosetta 
- Próximos pasos en años venideros: revoluciones y evoluciones 

 Y para celebrar el valor de las palabras y de las palabras en español, finalizo recordando este texto de Pablo Neruda, publicado en su poemario de 1974, “Confieso que he vivido”: "...Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan… Me prosterno ante ellas… Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito… Amo tanto las palabras..."

 

lunes, 6 de julio de 2015

Comunicación científica (XXIV) Lenguaje médico (2). Los epónimos en el lenguaje médico de la Pediatría


Los epónimos son muy frecuentes en ciencias de la salud y una parte fundamental del lenguaje y de la cultura histórica de los médicos, ya que numerosas personas han dado nombre a enfermedades, síndromes y signos, partes anatómicas, procesos fisiológicos y patológicos. A pesar de ser términos etimológicamente vacíos, están ampliamente arraigados en la educación médica y en historia de la medicina, de manera que sería muy difícil prescindir de ellos, o incluso, como proponen algunos, erradicarlos. 

El mayor número de epónimos proceden de finales del siglo XIX y principios del XX, cuando los idiomas científicos predominantes eran el inglés y el alemán. Desde el siglo pasado, el nombramiento de nuevos hallazgos con epónimos se empezó a dejar de lado y los términos pasaron a ser más descriptivos, denominando a los nuevos hallazgos con nombres de objetos naturales que permitieran hacer una asociación directa con la enfermedad, técnica, estructura anatómica, etc. 

En este artículo haremos una revisión a epónimos de personajes históricos o mitológicos, de personalidades literarias o personajes de la literatura popular, del primero que describió un hallazgo, de animales, etc. Continúa el debate científico en la literatura médica con argumentos a favor y en contra de su uso. Lo razonable parece ser mantener los epónimos clásicos que han perdurado en el tiempo, sea porque tienen mayor importancia clínica, mayor sensibilidad, especificidad y significación diagnóstica, o por su mayor importancia histórica. 

Algunos epónimos tienden a ser reemplazados en la literatura, como enfermedad de Hirschsprung, que está siendo sustituida por megacolon agangliónico o aganglionosis; enfermedad de Pompe, sustituida por glucogenosis II; enfermedad de Christmas, sustituida por hemofilia B; enfermedad o mal de Pott, sustituida por espondilitis tuberculosa o tuberculosis vertebral; síndrome de Edwars, al que se prefiere trisomía 18; tumor de Wilms, para el que se propone nefroblastoma; etc.  
Toda la información en el artículo adjunto y en el enlace propio de Acta Pediátrica Española.

 

miércoles, 24 de junio de 2015

Comunicación científica (XXIII) Lenguaje médico (1). Usos y abusos de las abreviaturas y siglas en el lenguaje médico


Los diferentes tipos de abreviaciones (abreviaturas, siglas y símbolos) son ampliamente empleadas en todos los campos científicos y especialmente en ciencias de la salud, utilizándose normalmente como recurso para ganar tiempo y ahorrar espacio. Sin embargo, pueden producir problemas de comunicación entre los profesionales de los diferentes niveles asistenciales y pueden conllevar interpretaciones erróneas que pueden producir graves consecuencias, sobre todo en las prescripciones de medicamentos en la edad infantil. 
En este artículo se revisan las reglas que definen su construcción y uso, se describen los problemas de su utilización en la comunicación científica, se proponen soluciones para evitarlos y se detallan algunos buscadores de siglas en internet. 

Las abreviaciones son instrumentos imprecisos y peligrosos, sujetos al capricho del creador y carentes de equivalencia internacional, lo que puede conducir a confundir la realidad que tratan de describir, ya que una misma abreviación puede tener diferentes significados. En el lenguaje científico, el abuso de abreviaturas, siglas y acrónimos que no han sido internacionalmente aceptados por los comités de normalización convierten al lenguaje en un instrumento impreciso, con graves problemas para su comprensión, ya que en ocasiones se establecen por simple economía lingüística del creador. Además, evolucionan, aparecen otras nuevas que las sustituyen, pierden o cambian de significado, se utilizan en nuevas situaciones en las que es difícil reconocerlas o caen en desuso. 

El número de opciones terapéuticas disponibles ha aumentado y eso también afecta a la infancia y adolescencia, especialmente en pacientes crónicos o complejos que padecen cáncer, diabetes mellitus o fibrosis quística y a quienes se les prescriben regímenes de medicación muy complejos que debe transmitirse con extraordinaria precisión, y con más celo cuando un niño o niña se transfiere desde el hospital a otros centros asistenciales. La vigilancia continua y un énfasis en la terminología ambigua, sobre todo cuando se prescribe, pueden ayudar a limitar el daño causado al idioma y al paciente. 

Los diccionarios de siglas pueden ser de gran utilidad en la compresión de textos médicos, así como las listas de abreviaciones científico-médicas anexas a algunos manuales de terminología médica y de estilo. También proliferan en Internet listas de siglas que pueden ir actualizando los propios profesionales que acceden a ellas y que también informan de las últimas incorporaciones. 

Toda la información en el artículo adjunto y en el enlace propio de Acta Pediátrica Española.

 

lunes, 1 de junio de 2015

Un libro necesario: Medicina en español


La semana pasada, Fundación Lilly, en el marco del convenio de colaboración suscrito con la Real Academia Española (RAE), presentó en la sede académica el libro "Medicina en español", una obra del doctor Fernando A. Navarro. 

Fernando A. Navarro es médico y traductor, maestro del lenguaje. Comparto con él muchas cosas, principalmente amistad, pero también un pasado común como compañeros de Facultad de Medicina y un presente de trabajo conjunto como miembros del Comité Técnico de MEDES – MEDicina en ESpañol desde hace más de una década. 
Porque no es la primera vez que hablamos de él en nuestro blog. Ya lo hicimos con el Diccionario de dudas y dificultades de traducción del inglés médico y con el Diccionario de términos médicos de la Real Academia Nacional de Medicina. Hoy cabe hablar de este nuevo libro de Fernando, y lo hago con conocimiento de causa y el conflicto que marca la amistad. 

El propósito de "Medicina en español"  es contribuir a la aclaración de dudas, etimologías, errores y curiosidades del lenguaje médico escrito en castellano. A lo largo de casi 300 páginas, la obra incluye un centenar de artículos, distribuidos en diez secciones, desde la titulada «De dónde viene» hasta la denominada «Dudas razonables», y también explicaciones sobre la distinción entre parejas de términos afines o muy semejantes, trucos sobre el uso o la traducción del inglés médico, consejos sobre la importancia de la precisión, la claridad y la veracidad a la hora de comunicar algo por escrito, comentarios o anotaciones sobre grandes figuras médicas de ayer y hoy, sobre la historia de nuestro lenguaje, o sobre el español y otras lenguas, tanto clásicas como modernas. 

Porque en este libro "Medicina en español" coinciden dos ámbitos que pudieran parecer antagónicos: la precisión de la investigación y la medicina y el arte de la lengua. Y porque, además, es un libro que viene con un pan bajo el brazo: porque este libro se puede adquirir gratuitamente enviando este documento anexo a Fundación Lilly. 

Mañana, 2 de junio, se presenta el libro en Salamanca, su ciudad. Y sólo hay que confirmar la asistencia en este enlace. Los miembros de MEDES estamos de enhorabuena esta semana con la presentación de dos libros: el 2 lo hará Fernando en Salamanca con "Medicina en español" y el 3 lo haremos nosotros en Alicante con "Cine y Pediatría 4".

lunes, 1 de diciembre de 2014

La importancia del lenguaje en el entorno biosanitario


En el Colegio Mayor de Santiago,el Zebedeo de Salamanca, más conocido como Colegio Mayor de Fonseca o Colegio de los Irlandeses (debido a que, durante un tiempo, este centro acogió a los estudiantes de ese país que venían a Salamanca por la persecución inglesa a los católicos de Irlanda), un magnífico edificio plateresco con piedra de Villamayor donde dejaron su impronta Diego de Siloé, Rodrigo Gil de Hontañón y Juan de Álava, tuvo lugar en mayo de 2014 un encuentro muy especial sobre “MEDICINA Y LENGUAJE. La importancia del lenguaje en el entorno biosanitario” que reunió a profesionales sanitarios, clínicos, investigadores básicos, lingüistas, traductores, periodistas. 

Un total de 9 ponentes y 19 invitados a una jornada muy especial con una excepcional organización y la belleza de vivirlo en la Sala de Pinturas del Colegio Mayor de Fonseca. Y que confirman las palabras de Paulo Coelho: “Hay en el mundo un lenguaje que todos comprenden: es el lenguaje del entusiasmo, de las cosas hechas con amor y con voluntad, en busca de aquello que se desea o en lo que se cree”.

Y esta voluntad y entusiasmo vivida entonces, pervive ahora gracias a la monografía que la Fundación Dr. Antonio Esteve recoge de aquella reunión bajo el título de “La importancia del lenguaje en el entorno biosanitario”, coordinado por el prestigioso traductor médico Fernando A. Navarro, autor del Diccionario de dudas y dificultades de traducción del inglés médico, y por la profesora de lenguaje médico de la Universidad de Salamanca Bertha M. Gutiérrez Rodilla. 
El libro se divide en cuatro apartados, y sirvan las palabras de la propia web de Fundación Dr. Antoni Esteve para explicarlo. 
1) El lenguaje en la labor asistencial 
Abre el apartado sobre el lenguaje en el ámbito asistencial el pediatra José Ignacio de Arana, que pide a sus colegas de profesión una mayor claridad y exactitud en el uso de la palabra con sus pacientes, sobre todo en el pronóstico. “Nuestro lenguaje debe descender desde el olimpo de la ciencia a la lengua coloquial”, reclama. Por su parte, Bárbara Navaza, de la International Medical Interpreters Association, ilustra sobre dos disciplinas, la interpretación sanitaria y la mediación cultural, que son de vital importancia para garantizar la comunicación médico-paciente en un país con más de seis millones de extranjeros empadronados.

2) El lenguaje en la investigación biosanitaria
Abordando el lenguaje en el ámbito de la investigación, Juan Aréchaga, catedrático de Biología celular de la Universidad del País Vasco, defiende que el castellano sólo logrará convertirse en idioma internacional de la ciencia si lo hace desde revistas de alcance global. Jesús Porta Etessam, director del área de cultura de la Sociedad Española de Neurología, recomienda a las revistas en español que utilicen todos los recursos y la tecnología para promocionar a sus autores. 

3) El lenguaje en la docencia 
El lenguaje en la docencia, tercer bloque del libro, lo examinan Josep-Eladi Baños y Elena Guardiola, ambos del Departamento de Ciencias experimentales y de la salud de la Universitat Pompeu Fabra. “Hablar y escribir correctamente no debería constituir un objetivo secundario de los profesores universitarios”, concluyen. Otras dos expertas en el manejo del lenguaje médico en las aulas, Bertha Gutiérrez (Universidad de Salamanca) y Carmen Quijada (Casa de las Lenguas de la Universidad de Oviedo), han luchado por diseñar dos competencias terminológicas que deberían asumir los alumnos al terminar la carrera y por una futura asignatura sobre lenguaje biosanitario. 

4) El lenguaje como puente entre los profesionales biosanitarios y la sociedad 
El último bloque se centra en los medios de comunicación. El periodista Gonzalo Casino propone para frenar el declive de la información científica una mayor especialización de los profesionales y la elaboración de un libro de estilo del periodismo médico con un glosario de los términos más problemáticos. Javier González de Dios, co-responsable del blog Pediatría basada en pruebas, de la revista Evidencias en Pediatría y de la plataforma de formación Continuum, advierte a los científicos que no les queda otro remedio que unirse a las tecnologías de la información y la comunicación, siempre que lo hagan con el mismo lenguaje preciso que utilizarían por otros medios. 

En este enlace se puede solicitar o descargar gratuitamente en PDF la Monografía Dr. Antonio Esteve La importancia del lenguaje en el entorno biosanitario.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Palabras y expresiones inglesas de traducción difícil o engañosa en investigación clínica, bioestadística y MBE


La semana pasada recordábamos que este año se conmemora el 300 aniversario de la creación de la Real Academia Española. Y en el artículo de opinión "El español como vehículo de transmisión de los avances científicos" exponíamos nuestra visión de las “revoluciones” pendientes y de los muchos pasos por caminar en los años venideros si queremos conseguir que el español tenga un lugar mejor en la investigación científica y en la publicación biomédica. 

Y quizás uno de los primeros pasos sea un buen uso del español en el lenguaje médico. Porque así como el idioma universal de la ciencia en los siglos XVII y XVIII fue el francés, en los siglos XIX y principios del XX fue el alemán, es más que evidente que en el siglo XX y XXI el idioma de la ciencia y los científicos es el inglés. 
Y es por ello que, desde hace muchos años las publicaciones médicas en lengua española son en gran medida el resultado de un proceso de traducción a partir del inglés. No es sólo que una cuarta parte de los libros de medicina editados en España e Hispanoamérica corresponda a traducciones de obras extranjeras; se trata fundamentalmente de que la mayoría de los artículos de nuestras revistas incorporan más de un 80% de las referencias bibliográficas en inglés. 

Debemos aceptar, pues, que en un país como España, de ciencia dependiente, todo autor médico es en buena medida también traductor.  El peligro más grave para el traductor lo forman las palabras y expresiones cuyo significado desconocemos, pero tienen apariencia similar en inglés y castellano. Debido a esta aparente similitud, las pasamos directamente de un idioma a otro sin confirmar su significado en los diccionarios o los libros de consulta. 

Hace 15 años, gracias al saber y amistad de un mago de la palabra y del lenguaje, como Fernando A. Navarro, publicamos en Anales de Pediatría el artículo "Palabras inglesas de traducción engañosa en Pediatría", cuyo objetivo era presentar un glosario con algunas de las palabras inglesas que más frecuentemente son causa de traducciones erróneas o impropias en los textos pediátricos. Digamos que, de aquella buena intención, el éxito se ha demostrado escaso, pues aún es difícil asistir a alguna ponencia científica en que las enfermedades no sean "severas" y todo se pase por el tamiz de la "evidencia" científica. 

Ahora tenemos el honor y la gratitud de que la revista Emergencias haya publicado nuestro artículo "Palabras y expresiones inglesas de traducción difícil o engañosa en investigación clínica, bioestadística y «medicina basada en la evidencia»", cuyo objetivo es analizar cerca de dos centenares de palabras y expresiones inglesas de traducción difícil o engañosa en el ámbito de la investigación clínica, la bioestadística y la medicina basada en pruebas. Y lo hacemos con un glosario que no pretende ser exhaustivo, desde luego, pero que sí recoge gran parte de los términos más frecuentes, útiles o complicados a los que debemos enfrentarnos como lectores o autores de artículos científicos. 

Porque lo más importante en la valoración de una publicación científica es el «fondo» del artículo (lo que se dice), pero también debemos prestar atención a la «forma» (cómo se dice), pues el estilo científico puede condicionar que el trabajo sea aceptado o leído. Las palabras son la herramienta del escritor: el empleo de la palabra exacta, propia y adecuada es una regla fundamental del buen estilo científico. Y, hoy por hoy, los científicos aún debemos aprender a escribir mejor, a traducir mejor, a expresarnos mejor. 

En el campo de la traducción, las palabras no siempre son lo que aparentan; y el mejor modo de decir algo en una lengua no siempre consiste en calcar, imitar o remedar el modo de decirlo en la otra. Por otro lado, cada año se acuñan en inglés neologismos médicos por millares, que hemos de importar rápidamente en castellano con la máxima precisión, claridad, rigor y corrección si queremos que nuestro idioma siga siendo útil como lengua de cultura y nos permita expresar el mundo que nos rodea, así como las hipótesis científicas que pretenden explicarlo. 

Para aquéllos interesados en este tema, os dejamos ambos artículos: el previo de Anales de Pediatría y el actual de Emergencias. A ambos podéis acceder a través de los enlaces de la revista que os dejamos o bien a través del PDF en Slideshare adjuntos.

Feliz traducción...