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miércoles, 30 de noviembre de 2022

Arte y Medicina, la revista de ASEMEYA


ASEMEYA es una entidad en la que se agrupan más de dos centenares de profesionales de la medicina con inquietudes, afición y al menos una mínima obra realizada en los campos de la literatura, el arte o ambos. Los orígenes hay que buscarlos en el primer tercio del siglo XX, cuando se funda en Madrid la Asociación Española de Escritores Médicos para intentar reunir a un buen número de profesionales que realizaban labores periodísticas sobre cuestiones médicas y cuyas obras andaban desperdigadas por la prensa de la época.  

Es dudoso poder atribuir a la asociación fundada en 1928 el papel de germen de la actual ASEMEYA, si bien en los primeros años esta Asociación se parece mucho a la propia Asociación de la Prensa Médica, de la que en cierto sentido se había desgajado. Llegamos a los años cincuenta, a partir de los cuales su actividad se revitaliza, gracias en gran parte a presidentes de la talla de Bosch Marín, Blanco Soler, Zúmel y Rico-Avello. Y es en 1987 cuando se procede a una profunda reestructuración de la Sociedad Española de Médicos Escritores y pasa a englobar también el concepto de Artistas, para acoger de médicos con otras inquietudes en el mundo del arte. 

Hace ya ocho años, ingresé en esta asociación mediante el discurso de ingreso "¿Te atreves a prescribir películas en Pediatría?".  Y en este tiempo he podido comprobar que es una sociedad que precisa ser revitalizada. Por ello, considero muy favorable la noticia de que aparece “Arte y Medicina” como la revista de ASEMEYA y lo hace bajo la dirección de la Dra. Raquel Almendral, pediatra amiga a la que tuve el honor de formar en su etapa de residente en el Hospital San Juan de Alicante, y cuya pertenencia a esta sociedad es muy anterior a la mía.  

Como se nos explica en la editorial de presentación, “la revista ARTE y MEDICINA nace como continuación de «EL DESVÁN DE ESCULAPI0», su hermana mayor, a la que el Dr. Pedro Gargantilla, director y promotor de la misma, dotó de una calidad y estilismo propio de quien conoce de primera mano la medicina en su faceta literaria y artística. ARTE porque compacta el talento en diferentes disciplinas como la literatura, pintura, escultura, fotografía, canto, interpretación, etc., y MEDICINA porque representa el baluarte de la gran mayoría de los asociados de ASEMEYA”. 

Una revista que tendrá su espacio para la prosa, para la poesía y para la pintura. Y cuyo primer número podéis revisar en este enlace.  Larga vida al arte y a la medicina, y esa unión que nos ayuda a aunar ciencia y humanidades en nuestra profesión.

lunes, 24 de diciembre de 2018

En Nochebuena, una buena nueva "de cine"


Hoy celebraremos Nochebuena. Y en esta fechas hace años que deseamos que sea una Nochebuena “de cine”… Y se cumple. 

Porque en estas fechas, hace ya 4 años, Cine y Pediatría comenzó a formar parte de la familia de ASEMEYA (Asociación Española de Médicos Escritores y Artistas), cuyo junta y web se acaban de actualizar.  Fue en diciembre de 2014 el proyecto Cine y Pediatría tuvo el honor de entrar a formar parte de ASEMEYA y lo hizo con el discurso de ingreso que titulé “¿Te atreves a prescribir películas en Pediatría?". 
Y lo hice con la mejor compañía, la de dos amigos maestros del lenguaje, pues la Laudatio corrió a cargo del Dr. José Ignacio de Arana Amurrio y la Conversatio fue expuesta por el Dr. Fernando A. Navarro. Sonroja, en palabras finales de Fernando, al recordar que uno forma parte de una institución a la que pertenecieron ilustres miembros como Santiago Ramón y Cajal o Pío Baroja. Y en ese momento comenzó mi camino de friki a artista... y fue un regalo: porque la familia de "Cine y Pediatría" adquierió la condición de "artista". 

En los tres años posteriores, y gracias a la buena compañía de Lua Ediciones 3.0 aprovechamos estas fechas para convencernos de que es bueno REGALAR Cine y Pediatría, como estamos convencidos que es bueno (y necesario) "prescribir" películas.  En este ENLACE se puede acceder a los 7 libros publicados de Cine y Pediatría, con las ofertas de compra y sabiendo que es posible recibirlos de forma gratuita a toda España. 

Si os apetece conocer alguna información más sobre el valor docente del proyecto CINE Y PEDIATRÍA, os dejamos los enlaces al blog y los vídeos de presentación de los 7 libros publicados. 

- Información del libro "Cine y Pediatría 1" publicado en 2012 y el vídeo de presentación. 

- Información del libro "Cine y Pediatría 2" publicado en 2013 y el vídeo de presentación. 

- Información del libro "Cine y Pediatría 3" publicado en 2014 y el vídeo de presentación. 

- Información del libro "Cine y Pediatría 4" publicado en 2015 y el vídeo de presentación. 

- Información del libro "Cine y Pediatría 5" publicado en 2016 y el vídeo de presentación. 

- Información del libro "Cine y Pediatría 6" publicado en 2017 y el vídeo de presentación.

- Información del "libro Cine y Pediatría 7"  publicado en 2018 y el vídeo de presentación.

Y en esta Nochebuena damos una buena nueva: ahora que comenzamos la edición de Cine y Pediatría 8... podemos dar la noticia de que ha comenzado hace semanas la grabación de la PELÍCULA documental CINE Y PEDIATRÍA.
Una película con guión y dirección de Vicente Seva, director del Festival Internacional de Cine de Alicante, y al que agradecemos esta iniciativa. Una película que contará con los mejores actores y un entusiasta making off en el que participarán profesionales sanitarios, educadores, padres y familiares, asociaciones de pacientes, profesionales de los medios de comunicación, artistas más allá del séptimo arte,... y un mar de cine. Gracias a todos por acompañarnos en esta aventura... que se estrenará en el mes de mayo en el contexto del 16 Festival de Cine de Alicante.

De momento, SILENCIO, CLAQUETA,... ACCIÓN. 
Y el deseo de que tengáis una Feliz Nochebuena, una Nochebuena “de cine”.

lunes, 3 de diciembre de 2018

ASEMEYA, una asociación “de cine” y otras artes


ASEMEYA son las siglas de Asociación Española de Médicos Escritores y Artistas, entidad en la que se agrupan más de dos centenares de profesionales de la medicina con inquietudes, afición y al menos una mínima obra realizada en los campos de la literatura, el arte o ambos. 

Los orígenes hay que buscarlos en el primer tercio del siglo XX, cuando se funda en Madrid la Asociación Española de Escritores Médicos para intentar reunir a un buen número de profesionales que realizaban labores periodísticas sobre cuestiones médicas y cuyas obras andaban desperdigadas por la prensa de la época. Es dudoso poder atribuir a la asociación fundada en 1928 el papel de germen de la actual ASEMEYA, si bien en los primeros años esta Asociación se parece mucho a la propia Asociación de la Prensa Médica, de la que en cierto sentido se había desgajado. Llegamos a los años cincuenta, a partir de los cuales su actividad se revitaliza, gracias en gran parte a presidentes de la talla de Bosch Marín, Blanco Soler, Zúmel y Rico-Avello. Y es en 1987 cuando se procede a una profunda reestructuración de la Sociedad Española de Médicos Escritores y pasa a englobar también el concepto de Artistas, para acoger de médicos con otras inquietudes en el mundo del arte.

Fue en diciembre de 2014 el proyecto Cine y Pediatría tuvo el honor de entrar a formar parte de ASEMEYA y lo hizo con el discurso de ingreso que titulé “¿Te atreves a prescribir películas en Pediatría?". Y lo hice con la mejor compañía, la de dos amigos maestros del lenguaje, pues la Laudatio corrió a cargo del Dr. José Ignacio de Arana Amurrio y la Conversatio fue expuesta por el Dr. Fernando A. Navarro. Sonroja, en palabras finales de Fernando, al recordar que uno forma parte de una institución a la que pertenecieron ilustres miembros como Santiago Ramón y Cajal o Pío Baroja. Y en ese momento comenzó mi camino de friki a artista... 

Pues bien, en estos días que se cumplen los cuatro años de esa fecha, es un buen momento para recordar la renovación de ASEMEYA, tanto en su Junta Directiva (con el Dr. Alberto Infante Campos como presidente) como en su web, de renovado diseño y que os invitamos a conocer. 

Y en esa remozada web hemos podido actualizar los recuerdos de Cine y Pediatría, tanto la ceremonia de ingreso, como el discurso de ingreso o bien las distintas publicaciones desarrolladas hasta la fecha sobre:  
• Cine y Pediatría 
• Cine y cáncer en infancia y adolescencia 
• Cine y embarazo en adolescentes 
• Cine y música 
• Cine y adolescencia.

Y con ello os dejamos el enlace a nuestros libros (de distribución gratuita por España a través de la editorial Lua Ediciones 3.0) o nuestro Facebook Cine solo cine

Por ello, ASEMEYA, es una asociación de médicos artistas, es una asociación “de cine”… Un buen regalo de mi santo para el día de hoy.

lunes, 12 de octubre de 2015

Prescribir películas en Pediatría... , el recuerdo de "cine" del discurso de ingreso en ASEMEYA


Hoy, festividad especial en España, comparto una entrada especial. Como ya comentamos hace tiempo, en diciembre de 2014 el proyecto Cine y Pediatría (C&P) tuvo el honor de entrar a formar parte de la Asociación Española de Médicos y Escritos y Artistas (ASEMEYA) y lo hizo con el discurso de ingreso que titulé “¿Te atreves a prescribir películas en Pediatría? 
Y en estos días una revista amiga y generosa como es Revista de Pediatría de Atención Primaria (RPAP), reproduce de forma íntegra este discurso de ingreso y lo hace con el formato electrónico con el artículo que compartimos y que se puede visitar en la propia web.

Un discurso de ingreso que comenzaba con tres frases significativas, la de un cineasta estadounidense, la de un poeta y pensador uruguayo y la de una educadora italiana: 
“El escritor necesita una pluma, el pintor un pincel, el cineasta todo un ejército” (Orson Welles).
“Mucha magia y suerte tienen los niños que consiguen ser niños” (Eduardo Galeano).
“No me sigan a mí, sigan al niño” (María Montessori).

El discurso de ingreso  fue expuesto durante 45 minutos en los siguientes apartados 
- El STORYBOARD… hasta llegar aquí 
- El GUIÓN… de nuestro por qué, para qué y para quién 
- Los ACTORES… dentro y fuera de la pantalla 
- Los EFECTOS ESPECIALES… cuando es posible (y bueno) “prescribir” películas 
- THE END… “Cine y Pediatría”, una nueva trilogía.

Ciertamente, cuando leímos este discurso de ingreso, éramos trilogía. Ahora ya somos tetralogía y ya vamos camino de la pentalogía. Sea como sea, podéis leer dicho discurso íntegro gracias a RPAP, cuyo mensaje esencial es el siguiente.

En Pediatría (como en casi todas las ramas y especialidades de la medicina) nos encontramos con patologías y entornos socio-sanitarios muy sensibles para pacientes, familiares y para profesionales sanitarios. Es en estos entornos médicos donde no sólo hay que prescribir sofisticadas pruebas diagnósticas y modernos tratamientos, sino también películas (antiguas y modernas), que ayudan a comprender la enfermedad y los enfermos, a humanizar la atención, a mejorar el duelo y a profundizar en la relación entre profesionales sanitarios y pacientes. 
La prescripción de películas puede orientarse a muy diversos receptores: a estudiantes de medicina, a residentes de pediatría (y otras especialidades), a los propios especialistas médicos y a otros profesionales sanitarios. También podrían “prescribirse” a familiares de los niños enfermos e, incluso, a los propios niños y/o adolescentes (sanos o enfermos), estudiando muy bien el objetivo que se pretende en cada receptor, para que el mensaje positivo llegue correctamente. 

Porque, al igual que cualquier medicamento tiene indicaciones y contraindicaciones, condiciones de uso, interacciones y efectos adversos, asimismo, una película debe mirarse con los mismos ojos. No consiste en prescribir, sino en prescribir bien. No consiste en recetar, sino en hacer un buen uso de aquellas películas con alto valor humano, afectivo y emocional, por sus enseñanzas: en este caso hablamos de las que hemos denominado como películas “argumentales”. 
No todas las películas serán válidas para todos los potenciales espectadores y debe ser un tema que se maneje con la prudencia, ciencia y conciencia que se merece, teniendo muy presente (en el caso de que nos dirijamos a familias y pacientes) la fase de la enfermedad y el estado de ánimo.

Pero no debemos despreciar el valor que tiene el cine como arma educativa y como herramienta de reflexión, y el impacto que puede tener como estrategia de afrontamiento, cuando se pasa de un mero espectador a un auténtico protagonista en la vida real. Ahora bien, siempre que prescribamos una película estudiemos muy bien su “ficha técnica” con cada una de los pasos a seguir: 
1.Nombre de la película. 
2.Composición y forma cinematográfica (la propia ficha cinematográfica de la película). 
3.Datos clínicos: 3.1 Indicaciones terapéuticas. 3.2. Posología y forma de administración. 3.3 Contraindicaciones. 3.4 Advertencias y precauciones especiales de empleo. 3.5 Interacción con otras películas y otras formas de administración. 3.6 Reacciones adversas. 3.7 Sobredosis. 3.8 Incompatibilidades. 3.9 Período de validez. 

La prescripción de películas tiene especial interés en las denominadas como consultas “sagradas”, entendiendo como tal aquellos pacientes con problemas que exigen un respeto exquisito, y el tiempo necesario, un tiempo sin prisas para crear una atmósfera de serenidad espiritual y científica, de dignidad con lo que allí se debate entre médico, paciente y familia. Y, aunque toda consulta tiene algo de sagrado, de cruce de límites entre piel y espíritu, al que se puede aportar dignidad y humanidad, hay consultas más sagradas que otras, hay encuentros dignos del máximo respeto, donde no sólo mejoran para siempre la relación médico-paciente y obtienen un impacto en salud proporcional, sino que compensan al médico del diario apresuramiento tormentoso. Pongamos como ejemplo dos consultas “sagradas” en Pediatría (el cáncer infantil y el embarazo en adolescentes) y, a través de estos ejemplos, cabe tener la valentía de atreverse a prescribir películas “argumentales”. 

Y así finalizábamos, con estas frases de cine… y de pediatría: 

“Ve lo que los demás no ven. Lo que los demás deciden no ver, por temor, conformismo o pereza. Ver el mundo de forma nueva cada día”. Patch Adams (Tom Shadyac, 1998) 

“Tú cierra los ojos y abre bien la mente”. Un puente hacia Terabithia (Gábro Csupó, 2007) 

“Todos los niños son filósofos, pero solo unos pocos continúan siéndolo”. Sólo es el principio (Pierre Barougier y Jean-Pierre Pozzi, 2010) 

"Dedicado a todos los niños y jóvenes que quieren crecer en libertad". La educación prohibida (Juan Vautista, 2012).

En este Día del Pilar, Fiesta Nacional en España y conocida en su momento como Festividad de la Hispanidad, dedico este post a todos los lectores de España y Latinoamérica, a todos los pediatras de la Asociación Española de Pediatría (AEP), de la Sociedad Colombiana de Pediatría (SCP), de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), de las Sociedades Mexicanas de Pediatría, de la Sociedad Portuguesa de Pediatría (SPP) y de la Asociación Latinoamericana de Pediatría (ALAPE), entre otros, que han apoyado y apoyan C&P.

Y este post viene acompañado de un par de buenas nuevas: 

- La próxima presencia de C&P en el Festival Internacional de Cine de Gijón, gracias a mi buen amigo Fernando Comas y a Nacho Carballo, director del Festival.

- Y la presencia de C&P en el VIII Curso Internacional Mexicano de Pediatría en Puebla (gracias a su presidente, el Dr. Sergio Assia). 



Un buen regalo para la reciente efeméride, celebrada hace dos días: nuestra entrada 300 en C&P. Trescientos sábados seguidos, sin fallar uno, publicando un nuevo post cada semana… y esperemos que sean muchos más.


jueves, 4 de junio de 2015

Libro "Cine y Pediatría 4": el camino de "friki" a "artista"


Un mes de junio más, un Festival de Cine de Alicante más... y un nuevo libro del proyecto "Cine y Pediatría" llega a las librerías

En el blog venimos contando esta historia, porque "Cine y Pediatría" está esencialmente vinculado a este blog, al que le debemos todo, inicio y continuación: 
- Y en este año 2015, Libro "Cine y Pediatría 4": el camino de "friki" a "artista".

Con "Cine y Pediatría" hemos ya vivido experiencias en congresos científicos de pediatría (nacionales e internacionales), experiencias en actividades docentes (de pregrado, postgrado y formación continuada), experiencias en publicaciones científicas (pediátricas y no pediátricas) y, cómo no, también nos hemos hecho presentes en festivales de cine, principalmente en el Festival de Cine Internacional de Alicante en sus últimas cuatro ediciones: un extraordinario ejemplo de cómo ser profeta en nuestra tierra, de cómo recibir luz en la “ciudad de la luz”, así como se conoce a Alicante. 

Y este camino me llevó el pasado 15 de diciembre de 2014 a realizar, en la Organización Médica Colegial de Madrid, el discurso de ingreso a la prestigiosa Asociación Española de Médicos Escritores y Artistas (ASEMEYA), rodeado de colegas, amigos y familiares. Mi discurso de ingreso llevó el título "¿Te atreves a prescribir películas en Pediatría?", y sonroja el recordar que uno forma parte ya de una institución a la que pertenecieron ilustres miembros como Santiago Ramón y Cajal o Pío Baroja.

En el comienzo de mi discurso, abría la exposición con las tres frases: una de un director de cine estadounidense, Orson Welles (“El escritor necesita una pluma, el pintor un pincel, el cineasta todo un ejército”); otra del escritor y pensador uruguayo, Eduardo Galeano (“Mucha magia y suerte tienen los niños que consiguen ser niños”); y la última de la psicóloga y educadora italiana, María Montessori (“No me sigan a mí, sigan al niño”). 
Tres frases que condensan de alguna manera el ¿qué?, ¿por qué?, ¿para qué? y ¿para quién? de Cine y Pediatría y que no es otro que combinar el Cine y la Pediatría con un claro objetivo Docente.

Y aquí presentamos ya “Cine y Pediatría 4”, sabiendo que en numerología el 4 es símbolo de la creación, de la lucha contra los límites, de la mentalidad científica, capaz de alcanzar logros importantes y con ingenio para la organización. Quizás el 4 nos ha acompañado hasta aquí. 

Porque cuatro son las estaciones del año, cuatro son los puntos cardinales, cuatro son los elementos de la naturaleza. Pero también el 4 se hace presente en la religión (el tetramorfo de los Evangelistas) y en casi todas las expresiones artísticas: en literatura (El cuarteto de Alejandría de Lawrence Darrell), en música clásica (Las cuatro estaciones de Vivaldi), en ópera (Las 4 óperas épicas de Wagner en El anillo de los Nibelungos), en pintura (Las 4 estaciones de Giuseppe Arcimboldo) y también en cine... 

Y así continuamos el sueño que se hace realidad cada año en Cine y Pediatría. No creo que esto me dé la condición de “artista”, pero sí de “friki con causa” y una causa clara: que el cine siga siendo una oportunidad para la docencia y la humanización en nuestra práctica clínica. 

Con esta introducción os presento a un nuevo “hijo” de papel (Cine y Pediatría 4), muy especial por atesorar en su portada “hijos” de carne y hueso. Y es así como ficción y realidad hacen el proyecto más querido.  Y concluyo confesándoos algo que percibo tras estos 4 libros de "Cine y Pediatría": me siento un poco mejor pediatra y, sobre todo, me siento un poco mejor persona. 

Os dejamos el vídeo de presentación, con el que hemos realizado la presentación en el XII Festival Internacional de Cine de Alicante, y con el que estaremos en julio el Congreso de Pediatría en Monterrey (México).

 

miércoles, 1 de abril de 2015

Cine y Pediatría: ¿Te atreves a prescribir películas?


Ahora que estamos en la fase final de maquetación del libro "Cine y Pediatría 4" parece un buen momento para recordar una gran experiencia vivida hace casi 4 meses. El pasado 15 de diciembre en la Organización Médica Colegial de Madrid y rodeado de colegas, amigos y familiares, tuvo lugar la lectura del discurso de ingreso de "Cine y Pediatría" en la Asociación Española de Médicos Escritores y Artistas (ASEMEYA), evento que ya compartimos

El discurso de ingreso, bajo el título "¿Te atreves a prescribir películas en Pediatría?", fue expuesto durante 45 minutos en los siguientes apartados (y que podéis revisar en el archivo adjunto):
1) El STORYBOARD… hasta llegar aquí 
2) El GUIÓN… de nuestro por qué, para qué y para quién 
3) Los ACTORES (principales y secundarios)… dentro y fuera de la pantalla 
4) Los EFECTOS ESPECIALES… cuando es posible (y bueno) “prescribir” películas 
5) THE END… “Cine y Pediatría”, una nueva trilogía. 

En Pediatría (como en casi todas las ramas y especialidades de la medicina) nos encontramos con patologías y entornos socio-sanitarios muy sensibles para pacientes, familiares y para profesionales sanitarios. Es en estos entornos médicos donde no sólo hay que prescribir sofisticadas pruebas diagnósticas y modernos tratamientos, sino también películas (antiguas y modernas), que ayudan a comprender la enfermedad y los enfermos, a humanizar la atención, a mejorar el duelo y a profundizar en la relación entre profesionales sanitarios y pacientes. 
La prescripción de películas puede orientarse a muy diversos receptores: a estudiantes de medicina, a residentes de pediatría (y otras especialidades), a los propios especialistas médicos y a otros profesionales sanitarios. También podrían “prescribirse” a familiares de los niños enfermos e, incluso, a los propios niños y/o adolescentes (sanos o enfermos), estudiando muy bien el objetivo que se pretende en cada receptor, para que el mensaje positivo llegue correctamente

Porque, al igual que cualquier medicamento tiene indicaciones y contraindicaciones, condiciones de uso, interacciones y efectos adversos, asimismo, una película debe mirarse con los mismos ojos. No consiste en prescribir, sino en prescribir bien. No consiste en recetar, sino en hacer un buen uso de aquellas películas con alto valor humano, afectivo y emocional, por sus enseñanzas: en este caso hablamos de las que hemos denominado como películas “argumentales”. 
No todas las películas serán válidas para todos los potenciales espectadores y debe ser un tema que se maneje con la prudencia, ciencia y conciencia que se merece, teniendo muy presente (en el caso de que nos dirijamos a familias y pacientes) la fase de la enfermedad y el estado de ánimo. 

Pero no debemos despreciar el valor que tiene el cine como arma educativa y como herramienta de reflexión, y el impacto que puede tener como estrategia de afrontamiento, cuando se pasa de un mero espectador a un auténtico protagonista en la vida real. Ahora bien, siempre que prescribamos una película estudiemos muy bien su “ficha técnica” con cada una de los pasos a seguir: 
1.Nombre de la película. 
2.Composición y forma cinematográfica (la propia ficha cinematográfica de la película).
3.Datos clínicos: 3.1 Indicaciones terapéuticas. 3.2. Posología y forma de administración. 3.3 Contraindicaciones. 3.4 Advertencias y precauciones especiales de empleo. 3.5 Interacción con otras películas y otras formas de administración. 3.6 Reacciones adversas. 3.7 Sobredosis. 3.8 Incompatibilidades. 3.9 Período de validez. 

La prescripción de películas tiene especial interés en las denominadas como consultas “sagradas”, entendiendo como tal aquellos pacientes con problemas que exigen un respeto exquisito, y el tiempo necesario, un tiempo sin prisas para crear una atmósfera de serenidad espiritual y científica, de dignidad con lo que allí se debate entre médico, paciente y familia. Y, aunque toda consulta tiene algo de sagrado, de cruce de límites entre piel y espíritu, al que se puede aportar dignidad y humanidad, hay consultas más sagradas que otras, hay encuentros dignos del máximo respeto, donde no sólo mejoran para siempre la relación médico-paciente y obtienen un impacto en salud proporcional, sino que compensan al médico del diario apresuramiento tormentoso. Pongamos como ejemplo dos consultas “sagradas” en Pediatría (el cáncer infantil y el embarazo en adolescentes) y, a través de estos ejemplos, nos atreveremos a prescribir películas “argumentales”.

Sobre ello y más hablamos en ASEMEYA. Y en un tiempo publicaremos el discurso completo en Revista de Pediatría de Atención Primaria.

 

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Un regalo de Nochebuena: ASEMEYA acoge a "Cine y Pediatría"


Hoy es un día especial del año, quizás el momento para agradecer uno de mis momentos especiales del año. Ocurrió el pasado 15 de diciembre en la Organización Médica Colegial de Madrid y rodeado de colegas, amigos y familiares. Y fue la lectura del discurso de ingreso de "Cine y Pediatría" en la Asociación Española de Médicos Escritores y Artistas (ASEMEYA).

ASEMEYA es una entidad en la que se agrupan más de dos centenares de profesionales de la medicina con inquietudes, afición y al menos una mínima obra realizada en los campos de la literatura, el arte o ambos. Los orígenes hay que buscarlos en el primer tercio del siglo XX, cuando se funda en Madrid la Asociación Española de Escritores Médicos para intentar reunir a un buen número de profesionales que realizaban labores periodísticas sobre cuestiones médicas y cuyas obras andaban desperdigadas por la prensa de la época. 
Es dudoso poder atribuir a la asociación fundada en 1928 el papel de germen de la actual ASEMEYA, si bien en los primeros años esta Asociación se parece mucho a la propia Asociación de la Prensa Médica, de la que en cierto sentido se había desgajado. Llegamos a los años cincuenta, a partir de los cuales su actividad se revitaliza, gracias en gran parte a presidentes de la talla de Bosch Marín, Blanco Soler, Zúmel y Rico-Avello. Y es en 1987 cuando se procede a una profunda reestructuración de la Sociedad Española de Médicos Escritores y pasa a englobar también el concepto de Artistas, para acoger de médicos con otras inquietudes en el mundo del arte.


Y con estos antecedentes defendí mi discurso de ingreso, bajo el título "¿Te atreves a prescribir películas en Pediatria?", y con la mejor compañía, la de dos amigos maestros del lenguaje, pues la Laudatio corrió a cargo del Dr. José Ignacio de Arana Amurrio y la Conversatio fue expuesta por el Dr. Fernando A. Navarro. Sonroja, en palabras finales de Fernando, al recordar que uno forma parte de una institución a la que pertenecieron ilustres miembros como Santiago Ramón y Cajal o Pío Baroja. 

En el comienzo de mi discurso, abría la exposición con dos frases, una de un director de cine, Orson Welles (“El escritor necesita una pluma, el pintor un pincel, el cineasta todo un ejército”) y otra de un escritor, Eduardo Galeano ("Mucha magia y suerte tienen los niños que consiguen ser niños”), y que condensan alguna de los motivos de este proyecto llamado "Cine y Pediatría". 
En el discurso desarrollaba mi exposición en los siguientes apartados: 
1) El STORYBOARD… hasta llegar aquí
2) El GUIÓN… de nuestro por qué, para qué y para quién
3) Los ACTORES (principales y secundarios)… dentro y fuera de la pantalla
4) Los EFECTOS ESPECIALES… cuando es posible (y bueno) “prescribir” películas
5) THE END… “Cine y Pediatría”, una nueva trilogía. 

Y, tras 45 minutos de exposición, finalizaba con unas frases de "cine": 

“Ve lo que los demás no ven. Lo que los demás deciden no ver, por temor, conformismo o pereza. Ver el mundo de forma nueva cada día”. Patch Adams (Tom Shadyac, 1998) 

“Tú cierra los ojos y abre bien la mente”. Un puente hacia Terabithia (Gábro Csupó, 2007) 

“Todos los niños son filósofos, pero solo unos pocos continúan siéndolo”. Sólo es el principio (Pierre Barougier y Jean-Pierre Pozzi, 2010) 

"Dedicado a todos los niños y jóvenes que quieren crecer en libertad". La educación prohibida (Juan Vautista, 2012).

 En realidad, aunque el título de mi discurso fue el que fue, bien podía haber sido ¿Cómo llegar de "friki" a "artista"?. Pues disfrutar de la condición de “artista” en ASEMEYA, alguien que por su actividad bien pudiera haber adquirido la denominación de raro (porque mira que es raro estar en un blog desarrollando esta idea desde hace más de 260 semanas seguidas... y lo que te rondaré morena), es todo un sueño. 

En poco más de cuatro años se ha hecho realidad un sueño no soñado y, sin duda, esto ha sido posible ha tantos amigos que me han arropado hasta aquí. Por ello, mi agradecimiento a todos los que me han ayudado a llegar hasta aquí. En primer lugar a Exlibris Ediciones por poner “música” donde yo puse “letra”. Y al apoyo de la Asociación Española de Pediatría, de la Asociación Latinoamericana de Pediatría, de Sociedad Argentina de Pediatría, Sociedad Colombiana de Pediatría, Sociedad Portuguesa de Pediatría, del Festival Internacional de Cine de Alicante, etc. y de los lectores. 
Y, sin duda, de todos los familiares y amigos que forman parte del árbol de mi vida. Especialmente a mis dos estrellas en la vida (mi mujer, Mayte, y mi hija María), que brillan con más intensidad que todas las estrellas de Hollywood. Este honor es vuestro, por todas las horas de cine compartido, por compartir la magia, por compartir la vida.

miércoles, 23 de abril de 2014

Viaje al corazón de uno mismo


Hoy, Día del Libro (y también el Día de mi querida Castilla y León), rememoro en esta entrada una reflexión sobre los médicos escritores y los escritores médicos. Y me baso en las reflexiones de un amigo salmantino (Fernando A. Navarro) y en dos de sus escritos: su Discurso de ingreso en la Asociación Española de Médicos Escritores y Artistas (ASEMEYA), de donde recogemos el título de la entrada de hoy, y un artículo publicado en Dendra Médica, de aconsejable lectura. 

"La necesidad de interesarse por todo lo humano para poder ejercer de forma óptima su profesión; la afluencia de jóvenes con vocación literaria a las aulas de medicina por presiones familiares o motivos económicos, si , pero también atraídos por el afán de penetrar las verdades más profundas de la vida o por la romántica imagen del médico entregado al prójimo; el contacto íntimo y constante con el ser humano en su más absoluta desnudez y con las experiencias vitales más intensas; el imperativo vital de evasión reparadora, catártica o transcendental ante una vida cuajada de dolor y desesperación: todas ellas son razones de peso capaces de explicar, por separado y más aún conjuntamente, la abundancia de médicos que han cultivado la creación literaria desde la Antigüedad clásica hasta la actualidad"

Y en los textos se plantean dos preguntas: 

- ¿Por qué estudian medicina los escritores? Presiones familiares, motivos económicos, afán de saber, imagen romántica de la medicina, etc. 

- ¿Por qué escriben los médicos? Contacto humano (contacto vital, contacto con la miseria, contacto íntimo, la medicina escuela literaria), evasión (evasión simple y pura, evasión catártica, evasión trascendental) u otros motivos. 

En España fueron escritores médicos Mateo Alemán, Pío Baroja o Luis Martín Santos y fueron médicos escritores, Santiago Ramón y Cajal, Gregorio Marañón o Juan Antonio Vallejo-Nájera. Pero también ocurre en cualquier lugar del mundo: en el Reino Unido nos encontramos a John Keats, Henry Vaughan, Arthur Conan Doyle o William Somerset Maugham, en Francia a François Rabelais o George Duhamel, en Alemania a Friedrich Shiller o Gottfried Benn, en Portugal a Miguel Torga o Antonio Lobo Antunes, en Brasil a Manuel de Almeida o Alberto de Oliveira, en México a Manuel Acuña o Mariano Azuela, en Rusia a Antón Chéjov o Mijail Bulgákov, etc. 

Sea como sea, la escritura (y la lectura) nos acerca a lo humano. Y lo humano es esencia de la medicina. Y con la escritura disponemos de ayuda para realizar el viaje al corazón de uno mismo... y de los demás. Sí, el Discurso de ingreso de Fernando A. Navarro en ASEMEYA, allá por el año 1999, tuvo el mismo título que hoy damos a este post. Y, en breve, con "Cine y Pediatría" daremos el Discurso de ingreso en ASEMEYA... y, casi sin querer, nos uniremos a ese dilema de médicos escritores o escritores médicos. 

Bendito sea el dilema, los libros y el buen uso del idioma y del lenguaje. ¡¡ Feliz Día del Libro !!