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lunes, 9 de enero de 2012

Neo-Dividencias. Actualizaciones en la reanimación neonatal: un decálogo para recordar


El reciente artículo de Jonathan Wyllie resume los cambios surgidos del año 2005 al 2010 en las normas de reanimación neonatal del European Resuscitation Council. El artículo completo, publicado a finales del 2010, es bien conocido.

Los cambios principales a tener en cuenta son los siguientes. Los resumimos en un decálogo de buenas prácticas clínicas:

1) En los recién nacidos sanos (sean pretérminos o a término), retrasar al menos 1 minuto el clampaje del cordón umbilical.

2) Comenzar la reanimación neonatal con aire, no con oxígeno al 100%. Si, a pesar de efectivas medidas de ventilación no hay una adecuada respuesta, se deberá aplicar oxígeno. Es básico intentar conseguir aplicar la concentración justa de oxígeno.

3) Colocar el pulsioxímetro en la muñeca o mano derecha para monitorizar la aplicación de oxígeno. Se utilizan los niveles objetivos de saturación de oxígeno de Dawson y cols.

4) Los prematuros de menos de 28 semanas de gestación debe cubrirse con una bolsa de plástico completamente hasta el cuello, inmediatamente al nacer y sin secar. Los cuidados y estabilización se realizarán bajo calor radiante a una temperatura de la habitación de al menos 26ºC.

5) Ya no se recomienda la aspiración del meconio de nariz y boca del recién nacido cuando la cabeza aún se encuentra en el perineo.

6) La aspiración traqueal de meconio (previa intubación) sólo se realizará en los recién nacidos asfícticos con hipotonía y apnea (no en los recién nacidos con adecuada vitalidad) y siempre en manos expertas en la técnica. Si no se consigue la intubación en un tiempo adecuado y se mantiene la bradicardia, iniciar ventilación con mascarilla.

7) Si se precisa adrenalina, se recomienda la vía IV a dosis de 10-30 mcg/Kg. Si se usa la vía intratraqueal (menos efectiva) se precisará aumentar la dosis a 50-100 mcg/Kg.

8) Usar la detección de CO2 exhalado (capnografía) como complementario a la valoración clínica para confirmar la correcta posición del tubo endotraqueal.

9) La hipotermia terapéutica debe ser ofertada a los recién nacidos a término o casi a término con encefalopatía hipóxico-isquémica moderada-grave. Comienza a ser una obligación ética instaurar el "código hipotermia".

10) Discontinuar las maniobras de reanimación neonatal sigue siendo un tema complejo: parece claro si no se detecta frecuencia cardíaca tras los primeros 10 minutos de vida, pero es menos claro cuando la frecuencia cardíaca es <60 lpm tras 15 minutos de una adecuada reanimación profunda.

Un decálogo que debemos recordar, pero, sobre todo, hay que aplicar en la práctica. La adecuación de nuestra práctica a las evidencias científicas es la base de la mejora continua en toda profesión.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Reanimación neonatal y oxígeno: en busca de la concentración justa



La reanimación neonatal con oxígeno es un paradigma instaurado en la práctica clínica, más fundamentado en la experiencia que en pruebas científicas sólidas. El debate sobre la concentración óptima de oxígeno para la reanimación neonatal sigue abierto desde hace más de dos décadas, especialmente desde los estudios de tres grupos de investigación que abogan por la reanimación con aire ambiental: S. Ramji y cols (India), O.D. Saugstad y cols (Noruega) y M. Vento y cols (España).

Además de los estudios individuales de estos grupos (generalmente ensayos clínicos -EC- comparando la reanimación neonatal con oxígeno al 100% frente al 21%), se constata la colaboración entre ellos plasmado en forma de artículos originales, comentario editorial y revisión sistemática, en los que se apoya la eficacia y seguridad de la reanimación con aire ambiental, basado en la prevención del estrés oxidativo causado por el exceso de oxígeno. La revisión sistemática de estos autores, publicada en Neonatology en el año 2008 y basada en 10 EC, encuentra que existe una disminución significativa en la mortalidad (RR=0,69, IC95% 0,54-0,88) y una tendencia a la disminución de la encefalopatía hipóxico-isquémica grave (RR= 0.88, IC95% 0,72-1,08).

Estas conclusiones no coinciden con la revisión sistemática publicada en la Colaboración Cochrane en el año 2005 y basada en 5 EC : "Actualmente no existen pruebas suficientes para recomendar una política de uso de aire ambiental en lugar de oxígeno al 100% en la reanimación de los recién nacidos. El reducido número de estudios identificados y sus limitaciones metodológicas indican que se debe tener precaución al interpretar y aplicar estos resultados: en más de la cuarta parte de los neonatos asignados de forma aleatoria al aire ambiental se observa el uso de oxígeno al 100% de apoyo. Por lo tanto, según las pruebas actualmente disponibles, si se elige el aire ambiental como gas inicial para la reanimación, debe seguir disponible el oxígeno complementario".

El artículo publicado recientemente en Pediatrics por Vento y cols se suma al debate, aportando resultados sobre recién nacido extremadamente prematuros (24-28 semanas de gestación) en los que se compara la reanimación con bajo aporte de oxígeno (30%; n=37) frente a la reanimación con alto aporte de oxígeno (90%; n= 41). Aunque los autores asumen las limitaciones del EC (no cegamiento y pequeño tamaño muestral), si encuentran que los prematuros reanimados con oxígeno al 30% presentan significativamente menos soporte respiratorio (menos días de oxigenoterapia y ventilación mecánica), menor incidencia de displasia broncopulmonar, así como datos analíticos de menos estrés oxidativo.

Si bien existen algunas pruebas de que el aire ambiental es suficiente para reanimar a los recién nacidos asfixiados, el principio de precaución en medicina no permite aún aceptar que el cambio en las guías de reanimación sea pasar del 100% al 21% en la concentración de oxígeno. Probablemente la solución se encuentra en fórmulas conciliatorias ya propuestas por expertos: mediante un dispositivo de mezcla usar inicialmente el oxígeno del 30% al 40% y modificarse según la saturación de oxígeno del recién nacido.

En cualquier caso, el cambio de paradigma está en marcha.