sábado, 7 de septiembre de 2024

Cine y Pediatría (766). Profesores singulares en las infancias del mundo

 

Son decenas el número de películas que hemos ido desgranando ya en Cine y Pediatría alrededor de la docencia en las aulas y junto a esos alumnos peculiares y profesores singulares. Algunos de estos docentes ya quedan grabados en nuestra memoria fílmica, y baste recordar algunos como Arthur Chipping o Mr. Chips, Ana Sullivan, Mark Thackeray, John Keating, Glenn Holland, Sean McGuire, Katherine Watson, Clément Mathieu, Erin Gruwell, Brad Cohen, Bachir Lazhar, Anne Gueguen, Dieter Bachmann, María Montessori, entre otros muchos profesores ficticios o reales.           

Profesores singulares en la formación de la infancia, a los que hoy sumamos dos títulos más, uno desde Italia y el otro desde Francia (país donde la filmografía alrededor de la educación siempre ha estado muy presente), aunque ambientado en Groenlandia. 

- Un profesor singular (Marco Ferrari, 1979) gira alrededor de Roberto (Roberto Beningni), un joven neófito en la docencia, quien consigue un nuevo trabajo como profesor en una guardería y acaba incorporando peculiares métodos educativos. Es el primer y único encuentro entre dos italianos singulares, el director Marco Ferreri (quien filmó en España tres obras que se encuentran entre lo mejor de su filmografía: El pisito, 1958; Los chicos, 1959; y El cochecito, 1960) y el actor Roberto Benigni (que forma parte ya de Cine en Pediatría en obras como La vida es bella y Pinocho, en ambas como director y actor). Para el histriónico Beningi este era su segundo papel protagonista, tras Berlinger, te quiero (Giuseppe Bertolucci, 1977) y su pequeño papel en La Luna (Bernardo Bertolucci, 1979).    

Y es que el papel le va Benigni como anillo al dedo, el de este histriónico profesor que se enfrenta cada día a decenas de preescolares y que usa particulares métodos docentes, como un televisor, una grabadora o un asno. No es de extrañar que alguien le diga: “Hoy en día los maestros estáis locos”. Y con los persistentes acordes del bandoneón del tango, somos espectadores de su enamoramiento con Isabella (Dominique Laffin), la madre de una de sus alumnas, así como su convivencia con un compañero de piso, Luca el Magnífico, con un fenotipo peculiar que mezcla características de un síndrome de Margan y un cromosoma X frágil, así como ese alumno que no habla y no quiere comer, GianLuigi, con rasgos de un trastorno del espectro autista (distorsión profesional, claro está, ambas divagaciones). 

Una extraña película, no fácil de entender y encuadrar, donde la excesiva espontaneidad actoral y la libertad de grabación nos lleva a la isla de Cerdeña, allí donde acuden algunos niños de la guardería con Roberto e Isabella a punto de parir, momento en el que una niña nos devuelve esta reflexión: “Todos nacemos de la tripa. Después te haces mayor, vas a la escuela. Luego te vuelves viejo”. Y el final de la película nos lleva a esa playa donde las olas ahogan el llanto del recién nacido y el sonido del bandoneón. 

Porque Un profesor singular es una película singular de la suma de un director y actor singulares que se enfrentan a un guion singular. 

- Profesor en Groenlandia (Samuel Collardey, 2018) es la historia de Anders (Anders Hvidegaard, interpretándose a sí mismo), un profesor recién licenciado, quien decide dejar su Dinamarca natal en busca de una aventura laboral en Groenlandia (como sabemos, un territorio danés autónomo que es la mayor isla del mundo y que atesora una de las más bajas densidades de población). De nuevo un profesor sin experiencia, como nos ocurría en Un profesor singular, pero aquí con toques de la mítica Nanook, el esquimal (Robert J.Flaherty, 1922) y de aquella famosa serie de televisión de la década de los 90, Un doctor en Alaska. Una película con paisajes increíbles, auroras boreales y climatología extrema, un mundo de nieve y hielo que nos devuelve maravillosos fotogramas (fotografía realizada por el propio director). Y no es la primera vez que el director francés, Samuel Collardey, nos presenta ese contraste entre la vida de ciudad y la vida rural, y así ya lo vimos en films previos como L´apprenti (2008), Como un león (2013) o Tempête (2015). 

En esa inmensidad se encuentra Tiniteqilaag, un asentamiento con unos cien habitantes, un conjunto de casas de colores dispersas entre el blanco del paisaje, casas sin agua corriente donde tres veces a la semana llegan “los hombres de mierda” a llevarse los restos del inodoro. En ese contexto, no es difícil entender que Anders sienta el reto en primera persona y, además, se siente extraño y alejado de sus habitantes, al ser una comunidad muy cerrada. Su misión será enfrentarse a una decena de niños algo rebeldes entre 7 y 10 años, donde aprenden en danés (no en groenlandés). También percibe que la mayoría de estos alumnos no viven con los padres, sino con los abuelos. Y pregunta: “¿Sabéis si algún niño no come lo suficiente en casa?”

El tiempo pasa y el desánimo no mejora, pues la falta de respeto de los alumnos hacia la escuela no es posible mejorarla con los padres, quienes no dan importancia a la escolarización. Y donde va percibiendo la tensión que implica que los daneses no sean bien recibidos, a los que consideran colonizadores de su territorio. Con el tiempo, Anders cuestionará sus convicciones centroeuropeas y aceptará su nuevo estilo de vida polar, donde establece una especial relación con el niño Asser (quien está más tiempo pescando con el trineo del abuelo que en la escuela). 

Curiosamente, un conflicto de fondo entre Dinamarca y Groenlandia filmado por un francés, y con un dilema personal, el de este profesor que toma una decisión final con el avistamiento de ballenas que disfrutan Anders y Asser. Una película entre la ficción y el documental que termina así: “Cuando se acabó de hacer esta película, en enero 2018, Anders Hvidegaard aún era maestro en Tiniteqilaag”. 

Dos profesores singulares entre las infancias del mundo…

 

miércoles, 4 de septiembre de 2024

Las 72 leyes universales de los soñadores… también en Medicina

  


“Todo el mundo sueña. Soñar nace del corazón, nos salva y nos transforma. Y todos y cada uno de nosotros tenemos sueños que, en lo más profundo de nuestro ser, queremos cumplir. Pero convertir en realidad un sueño no siempre es fácil porque hay obstáculos (externos e internos) nos impiden hacerlo. La buena noticia es que podemos conseguirlo si sabemos cómo. ¿Por que algunos sueños se cumplen y otros no? Porque algunos sueños se alinean con las leyes universales de los soñadores…”. Con esta palabras nos presenta su libro “Las 72 leyes universales de los soñadores”, con el subtítulo de “El arte de cumplir nuestros sueños”, la periodista Mayte Ariza, devenida en coaching o entrenadora personal desde hace años con su Dreamer´s Factory, y donde nos desvela los secretos y las sencillas fórmulas que debemos seguir para ver nuestros deseos convertidos en éxitos. 

Un libro de 290 páginas en el que expone y argumenta estas 72 leyes, dividas en tres grupos (leyes físicas, leyes mentales y leyes espirituales) y que forman parte de los diferentes capítulos del índice. Y estos son para su reflexión inicial. 

a) Leyes físicas: 

1. Ley de la claridad 
2. Ley de la simetría 
3. Ley de la proximidad 
4. Ley de la integración 
5. Ley infinita 
6. Ley de la arquitectura 
7. Ley del ambiente 
8. Ley de la belleza 
9. Ley del brillo 
10. Ley del magnetismo 
11. Ley de la estructura 
12. Ley del impacto 
13. Ley del equilibrio 
14. Ley de la sincronía 
15. Ley de la causa 
16. Ley de la estrategia 
17. Ley del desapego 
18. Ley de la equivalencia 
19. Ley de la semejanza 
20. Ley de la afirmación 
21. Ley de la reverberación 
22. Ley de la unión 
23. Ley biunívoca 
24. Ley de la emoción 

b) Leyes mentales: 

25. Ley del poder 
26. Ley sin límites 
27. Ley del tiempo 
28. Ley de la determinación 
29. Ley del lenguaje 
30. Ley de la coherencia 
31. Ley del juego 
32. Ley del caos 
33. Ley de la aceptación 
34. Ley de la visión 
35. Ley del cambio 
36. Ley del futuro 
37. Ley de la intención 
38. Ley secreta 
39. Ley de la ambición 
40. Ley de la responsabilidad 
41. Ley del compromiso 
42. Ley de la prioridad 
43. Ley de la efectividad 
44. Ley de las probabilidades 
45. Ley de la adversidad 
46. Ley de la compensación 
47. Ley del talento 
54bis. Ley del permiso 

c) Leyes espirituales: 

48. Ley de la calidad 
49. Ley de la pureza 
50. Ley de la unicidad 
51. Ley de la misión 
52. Ley de la proyección 
53. Ley de la gratitud 
54. Ley del merecimiento 
55. Ley del perdón 
56. Ley de la profundidad 
57. Ley del respeto 
58. Ley de la conexión 
59. Ley de la humildad 
60. Ley de la revelación 
61. Ley del silencio 
62. Ley del aprendizaje 
63. Ley del crecimiento 
64. Ley de la inspiración 
65. Ley de la autoestima 
66. Ley de la evolución 
67. Ley de la armonía 
68. Ley de la consciencia 
69. Ley de la trascendencia 
70. Ley de la observación 
71. Ley de intuición 
72. Ley de la energía 

Un total de 72 leyes de valores (diría que universales) recopilados para soñar a lo grande... como personas y como profesionales. Y válido también en Medicina, donde, tal como están los temas de nuestra profesión, nos puede ayudar en nuestro día a día. Porque soñar a lo grande salva de la mediocridad. Y nuestros pacientes lo agradecerán… 

Tuve la oportunidad de conocerla hace medio año en la presentación de su libro en Alicante, y en ese momento surgió su compromiso de ser una de las prologuistas del próximo número de Cine y Pediatría 14 (donde también apostamos por soñar a lo grande).

lunes, 2 de septiembre de 2024

Protocolos de la sección de Oncología y Hematología Pediátrica del Hospital General Universitario Dr. Balmis de Alicante

 

Continuamos comparitendo los protocolos clínico asistenciales del Servicio de Pediatría del Departamento de Salud Alicante-Hospital General (HGUA), documentos esquemáticos, rigurosos desde el punto de vista científico, útiles desde el punto de vista práctico, y que describen la secuencia del proceso de atención a las principales patologías de atención sanitaria de la infancia y adolescencia.

Hemos trabajado estos protocolos desde las distintas áreas y secciones de especialidad de la Pediatría. Hace un mes publicamos los protocolos de la sección de Neonatología. Y hoy queremos reseñar los protocolos de la sección de ONCOLOGÍA Y HEMATOLOGÍA PEDIÁTRICA. En este enlace podéis revisar los 13 protocolos volcados desde el año 2015 hasta la actualidad

Y sirva como ejemplo alguno de estos protocolos que se pueden revisar desde cada hiperenlace: 





Como siempre, se han procurando realizar protocolos necesarios, bien por su frecuencia de utilización, bien por su especial dificultad, por su elevada variabilidad en la práctica clínica o por el amplio margen de mejora.