En términos sencillos, la inteligencia artificial (IA) es una rama de la informática que busca crear sistemas capaces de realizar tareas que normalmente requerirían de la inteligencia humana. Estas tareas pueden variar desde el reconocimiento de patrones y la toma de decisiones hasta la comprensión del lenguaje natural y la resolución de problemas complejos.
La IA se clasifica de diversos modos según la complejidad de sus funciones, los métodos que utiliza para procesar información y tomar decisiones, las técnicas de aprendizaje automático que emplea, la transparencia en su funcionamiento, y los diferentes sistemas que la componen. Además, podemos categorizar la IA según el tipo de resultado o tarea que realiza, lo cual nos ayuda a comprender mejor cómo se aplican estas tecnologías en distintas áreas y sectores.
1) IA según nivel de complejidad
La IA se puede categorizar según su nivel de capacidad para imitar la inteligencia humana, desde tareas simples hasta potencialmente superar las habilidades humanas.
• IA débil: son máquinas que solo pueden hacer tareas simples y específicas que se les ha programado.
• IA fuerte o inteligencia artificial general (AGI) es el objetivo de crear máquinas que puedan igualar la inteligencia humana en cualquier tarea, pero aún no existe.
• IA superinteligente: es el concepto hipotético de crear máquinas más inteligentes que los humanos en todo, algo que no se ha logrado.
2) IA según métodos
La IA se puede categorizar según los métodos que utiliza para representar la inteligencia y tomar decisiones.
• IA basada en reglas: usa reglas definidas por humanos para tomar decisiones.
• IA basada en aprendizaje automático: las máquinas aprenden de los datos que se les proporcionan.
• IA simbólica: emplea reglas lógicas en lugar de estadísticas para representar conocimiento.
3) IA según técnicas de aprendizaje
Existen distintas técnicas de aprendizaje automático que se pueden aplicar en IA.
• Aprendizaje supervisado: se entrena la máquina con muchos ejemplos etiquetados. Por ejemplo, identificar objetos en imágenes.
• Aprendizaje no supervisado: la máquina debe encontrar patrones por sí misma en datos no etiquetados. Por ejemplo, segmentar clientes según sus hábitos de compra.
• Aprendizaje profundo: utiliza redes neuronales artificiales complejas, inspiradas en el cerebro. Por ejemplo, reconocimiento facial o de voz.
• Aprendizaje por refuerzo: la máquina aprende probando distintas acciones para maximizar una recompensa. Por ejemplo, jugar al ajedrez.
4) IA según transparencia
Se distingue entre IA transparente o explicable, frente a IA de caja negra, cuyo razonamiento es difícil de interpretar.
• Explicable: se pueden entender las razones detrás de las decisiones de la máquina. Por ejemplo, en un diagnóstico médico.
• Caja negra: es difícil interpretar cómo la máquina llega a sus resultados. Por ejemplo, en redes neuronales muy complejas.
5) IA según tipos de sistemas
Existen distintos tipos de sistemas para crear inteligencia artificial.
• Sistemas expertos: imitan el conocimiento de humanos expertos sobre un tema para resolver problemas. Por ejemplo, diagnóstico de enfermedades.
• Redes neuronales: modelos informáticos inspirados en la conexión entre neuronas, de ahí su nombre. Por ejemplo, reconocimiento de imágenes.
• Agentes inteligentes: máquinas que perciben su entorno y actúan de forma autónoma para cumplir sus objetivos. Por ejemplo, un robot explorador.
• Algoritmos genéticos: imitan la evolución natural para resolver problemas de optimización. Por ejemplo, en logística.
6) IA según resultados
La IA se puede categorizar según el tipo de resultado o tarea que realiza.
• Predictiva: hace pronósticos sobre sucesos futuros. Por ejemplo, predecir la demanda energética.
• Prescriptiva: recomienda acciones óptimas en una situación determinada. Por ejemplo, crear planes de inversión financiera.
• Descriptiva: identifica y describe patrones en los datos. Por ejemplo, descubrir grupos de clientes con comportamientos similares.


