lunes, 29 de septiembre de 2025

Ser científico: La ciencia como vocación y profesión


Hoy vuelvo a desgranar un libro de interés. Un libro publicado con el apoyo de Fundación Lilly, una fundación que conozco bien y que es fiel a los objetivos de la misma, que no es otro que combinar la ciencia, la medicina y el humanismo. En este caso el autor ya es conocido en este blog, pues se trata del biólogo molecular, genetista y divulgador científico Lluis Montoliu, del que hablamos recientemente en relación con su libro “¿Por qué mi hijo tiene una enfermedad rara?”.  

El libro de hoy lleva el título de nuestra entrada en el blog: "Ser científico: La ciencia como vocación y profesión". Un libro que destaca por su enfoque personal y motivador, abordando tanto la pasión por el descubrimiento como los desafíos reales de la vida profesional, en lo que es una reflexión profunda sobre la ciencia con una guía práctica para aquellos que consideran una carrera en este campo. 

El contenido del libro se articula en 31 capítulos, secciones que cubren todo el espectro de una persona que decida dedicarse a la vida científica, desde la escuela a la carrera universitaria, del grado, máster y doctorado (con el camino por los TFG, TFM y tesis), de los congresos y sociedades científicas, de las publicaciones y patentes, de la gestión de equipos y liderazgo profesional. 

Un texto de fácil lectura, que concentra su contenido en cuatro apartados: 
1) La esencia de la ciencia. El autor comienza explorando qué es la ciencia, no solo como un cuerpo de conocimiento, sino como una forma de vida. Habla de la curiosidad, el rigor, la creatividad y la ética como pilares fundamentales. 
2) El camino para ser científico. Describe las distintas etapas de la carrera académica, desde el grado universitario y el doctorado hasta la consolidación como investigador principal. Se ofrecen consejos prácticos sobre la elección de un laboratorio, la redacción de propuestas de investigación y la publicación de artículos científicos, entre otros muchos. 
3) La profesión y el día a día. Uno de los puntos fuertes del libro es su honestidad sobre la vida del científico. Aborda temas como la financiación, la gestión de proyectos, la colaboración internacional y el equilibrio entre la vida laboral y personal. No idealiza la profesión, sino que muestra sus frustraciones y sus grandes satisfacciones (muchas más estas, sin duda). 
4) Reflexiones personales. El autor intercala anécdotas y experiencias personales que humanizan el relato, haciendo el libro más accesible y cercano. Al compartirnos su propia trayectoria, sus fracasos y sus éxitos, añade credibilidad a sus consejos. 

El libro de Lluís Montoliu es de gran interés para un público amplio, no solo para quienes ya están en el ámbito académico. Entre ellos es de interés para jóvenes y estudiantes (ahora que están decidiendo su futuro profesional, pues esta visión realista y completa de lo que significa ser científico, les ayudará a tomar una decisión informada) y para científicos en activo (porque invita a reflexionar sobre el propósito de su trabajo y les ofrece una perspectiva renovada sobre los desafíos de la carrera), pero también para el público general (porque el libro es una ventana al "laboratorio" de un científico). 

“Ser científico. La ciencia como vocación y profesión” es un libro motivacional y didáctico. Y ello porque no se limita a describir, sino que inspira a través de su lectura amena y enriquecedora. Pero, además, es un libro necesario, porque en el título ya une dos palabras que o van juntas (vocación y profesión) o nuestra vida laboral puede abocar en la frustración y el “burn out” demasiado pronto. 

Las generaciones cambian por factores genéticos y, sobre todo, epigenéticos. Y con ello cambian los intereses. Lo vemos en el trabajo a lo largo del tiempo. Es razonable: siempre ha sido así y lo será. Pero esta unión de vocación y profesión se siente como una pareja razonable para que permanezcan unidas a lo largo de las generaciones, una buena base de partida para la felicidad personal y de los que nos rodean en el ámbito laboral. 

Una nota final. El libro, como su título indica, habla de la ciencia básica, experimental, de laboratorios (que es el ámbito de trabajo de su autor). Pero lo que en ella se cuenta, en un porcentaje muy alto, es igual de válido para profesionales de la ciencia de la salud, para médicos, para pediatras... a los que va dirigido principalmente este blog. Y en nuestro caso con un motivo de humanización clave: trabajamos directamente con personas con problemas de salud y con sus familias. Y eso es un valor añadido esencial para mantener alta la vocación en nuestra profesión.

Y ya se conoce el dicho, pero lo recordamos: "El único lugar donde la palabra éxito viene por delante de trabajo es en el diccionario". 

sábado, 27 de septiembre de 2025

Cine y Pediatría (820) Un viaje documental trans “Hacia mi nombre”

 

Las películas sobre personas trans, a lo largo de la historia del cine, han evolucionado desde representaciones a menudo distorsionadas y estereotipadas hasta convertirse en una herramienta poderosa para la visibilidad, la empatía y el cambio social. El cine trans ha ayudado a sacar a la luz a una comunidad históricamente marginada, lo que contribuye a normalizar su existencia, pues el espectador puede entender mejor sus luchas, alegrías, miedos y esperanzas, lo que fomenta la empatía y derriba prejuicios. Es un cine que muestra la diversidad de identidades y la complejidad de la vivencia de género, cuestionando el binarismo. Y un paso más allá lo tenemos con las películas documentales, pues conllevan estos aportes a un nivel más profundo y directo, al dar una dimensión de realidad y testimonio que el cine de ficción, aunque valioso, no puede replicar del todo. 

Los documentales, por su propia naturaleza, suelen dar la palabra directamente a las personas trans y a sus familias, donde se abordan las problemáticas sociales y políticas que enfrenta la comunidad trans, como la discriminación laboral, la violencia, la transfobia institucional o las barreras legales. Un enfoque que contrasta con la historia del cine de ficción, donde a menudo los roles trans eran interpretados por actores cisgénero, perpetuando estereotipos. El formato documental es una herramienta educativa muy poderosa, pues pueden ser utilizados en centros docentes o foros para sensibilizar y educar a la población sobre las realidades trans, desmintiendo mitos y proporcionando información veraz sobre temas como las infancias trans o los procesos de transición, así como un gran diversidad de experiencias que pueden enriquecer la comprensión del público. 

Ejemplos de películas documentales sobre la transexualidad proceden de muy diversos países. Sirvan de ejemplo las siguientes películas estadounidenses: Suited (Jason Benjamin, 2016), la visión de la trastienda de la sastrería de Brooklyn especializados en confeccionar ropa para personas transgénero; La vida y muerte de Marsha P. Johnson (David France, 2017), alrededor de esta activista trans; Disclosure: Ser trans en Hollywood (Sam Feder, 2020), donde se examina la representación trans tanto en el cine como en la televisión; Man Made (T Cooper, 2018), centrada en el único campeonato de culturismo transgénero en el mundo; Haciendo la calle (Zackary Drucker, Kristen Lovell, 2023), la historia de prostitutas transgénero en un barrio de Nueva York; etc. 

Pero también encontramos ejemplos en otras latitudes. Sirvan de ejemplo la película española Vestida de azul (Antonio Giménez Rico, 1983), sobre seis transexuales en la España de los ochenta; la película portorriqueña Mala Mala (Antonio Santini, Dan Sickles, 2014), sobre el poder de transformación contado a través de los ojos de nueve personas trans en Puerto Rico; la película argentina Reina de corazones (Guillermo Bergandi, 2016), la historia de diez mujeres trans que pertenecen a una cooperativa de teatro, quienes, por medio del arte, pretenden visibilizar sus luchas y realidades; las películas brasileñas Laerte-se (Lygia Barbosa, Eliane Brum, 2017), una de las viñetistas más brillantes de Brasil, quien tras pasar casi 60 años viviendo como hombre, decide mostrarse ante el mundo como mujer, e Indianara (Marcelo Barbosa, Aude Chevalier-Beaumel, 2019), sobre esta revolucionaria en defensa de las personas transgénero; las películas colombianas Wërapara (Claudia Fischer, 2022), sobre mujeres trans indígenas en ese país, y Alma del desierto (Monica Taboada Tapia, 2024), sobre una mujer transgénero wayúu al final e su vida; las películas mexicanas Las flores de la noche (Eduardo Esquivel y Omar Robles, 2020), alrededor de un coreógrafo trans que forma comunidad con las juventudes de su localidad, La felicidad en la que vivo (Carlos Morales, 2020), basada en una mujer trans de 87 años que sueña con crear un hogar de ancianos para la comunidad LGBTTI + de personas mayores, y Kenya (Gisela Delgadillo, 2022), activista trans que se enfrentó al sistema de justicia de México tras el asesinato de su mejor amiga,… 

Y la infancia y adolescencia trans es protagonista de alguno de estos documentales, como los siguientes títulos: Real Boy (Shaleece Haas, 2016), la historia del rito de iniciación de Bennett Wallace, un adolescente transgénero en búsqueda de su propia identidad como músico, amigo, hijo y hombre; Transhood (Sharon Liese, 2020), filmado durante más de cinco años en la ciudad de Kansas, donde se sigue a cuatro niños transgénero, a partir de los 4, 9, 12 y 15 años, mientras se acercan o pasan por la adolescencia; o La vida soñada de Georgie Stone (Maya Newell, 2022), que sigue la andadura de niña a adolescente de esta activista por los derechos de las personas trans. Y entres estos, ya algunas de estas películas documentales forman parte de Cine y Pediatría y han sido analizadas: They (Anahita Ghazvinizadeh, 2017) desde Qatar; Me llamo violeta (David Fernández de Castro, Marc Parramon, 2019) desde España; Una niña (Sébastien Lifshitz, 2020) desde Francia; y Gabi, de los 8 a los 13 años (Engeli Broberg, 2021) desde Suecia.   

Y hoy llega la película italiana Hacia mi nombre (Nicolo Bassetti, 2021), otro genuino ejemplo de que es posible visibilizar a las personas del colectivo LGTBIQ+, así como mirar con ellas, en lugar de mirar hacia ellas. El milanés Nicolo Bassetti no solo es director, sino también productor, guionista y fotógrafo de este relato coral donde los cuatro jóvenes trans (Leonardo, Raffaele, Nicolò y Andrea) comparten con la audiencia fragmentos de su vida en Bolonia junto con sus respectivas parejas. Un proyecto personal que en realidad es un regalo a su hijo trans, quien le asesoró durante el rodaje. Y la película se ha promocionado porque Elliot Page se ha constituido en padrino de honor por sus buenas críticas a este documental: “Nunca he visto una película como esta, no puedo esperar a compartirla con vosotros”. Recordemos que Elliot Page es una actor trans que se declaró como tal en el año 2020, pero que antes nos dejó como Ellen Page películas tan significativas como Hard Candy (David Slade, 2005) y Juno (Jason Reitman, 2007).   

Una película que comienza con este texto: “2017. Extracto de una sentencia del Tribunal de Milán. En nuestro ordenamiento jurídico no hay cabida para un tercer género que contemple la presencia de caracteres sexuales primarios y secundarios tanto masculinos como femeninos, por mucho que ampliemos la definición de ser humano”. Y Hacia mi nombre nos cuentan la historia de su transición de género, experiencias diferentes en cada uno de ellos, pero que les ayuda a entenderse y a sentirse menos solos. Los cuatros nos comparten sus reflexiones más profundas, como la elección de sus pronombres, la terapia hormonal, las decisiones sobre la cirugía y el trato con las instituciones. Porque en el sistema estrictamente binario en el que vivimos, la decisión de determinar la propia identidad de género se convierte en un acto de subversión, y así lo expresa uno de ellos al comienzo: “Una transición de género es uno de los actos inofensivos más subversivos“. Pero el documental también hace hincapié en la diversidad de identidades, en esa heterogeneidad de personas que conforman el colectivo trans y que, por lo tanto, no se les puede englobar a todas bajo la misma etiqueta. Algunas querrán hormonarse, otras no. Algunas querrán operarse, otras no. El único denominador común que comparten es que quieren ser felices mostrándose tal y como son, pudiendo expresar su identidad de género sin miedo a ser juzgadas u oprimidas. 

Una película de historias personales, de voces que deben ser escuchadas. He aquí algunas de esas reflexiones: 
Nicolò/Nico nos explica: “Para pedir el cambio legal del nombre, debo tener un informe psicológico y un informe endocrinológico. Cuando los tenga, puedo ir a un abogado y pedirle que solicite el cambio de nombre y el permiso para las posible operaciones quirúrgicas”. 
Raffaele/Raffi nos confiesa: “Este tipo de expectativas de género que percibía antes al ser unachica atípica, pero que se rebelaba contra esa clase de prisión, es algo que todavía percibo, ya que cualquier desconocido me ve como un chico. La gran contradicción es que antes era demasiado masculino, es decir, como chica no encajaba en los cánones femeninos, y ahora no soy suficientemente masculino para los cánones. Antes era demasiado, ahora no soy suficiente. Así que, sea como sea, nunca encajo”. 
Leonardo/Leo expresa: “He vivido 30 años como mujer y quiero vivir el resto con mi nuevo nombre. El nuevo nombre, que se elige y se anuncia, no el amuleto de una presunta masculinidad. Es un proyecto de vida, una esperanza. Una combinación de sonidos que, cuando alguien lo pronuncia en alto, te recuera todo lo que siempre has sido”

La identidad de nuestros cuatro protagonistas no solo se ve conformada por su género, sino por todas las piezas que han ido recogiendo en el camino de sus vidas. Los cuales son reconocidos por su nombre, aquel que ellos mismos han elegido tener. Porque lo que no se nombra, no existe. Pero la existencia nunca debe ser impuesta, sino siempre construida y elegida por una misma. 

La película finaliza con un largo colofón donde se describe cuál ha sido el futuro posterior de cada uno de nuestros cuatro protagonistas. Y se remata con estos datos para la reflexión: “Las personas trans representan alrededor del 1% de la población mundial, es decir, casi 80 millones de personas. En ningún lugar del mundo tienen los mismos derechos que los demás ciudadanos. Al contrario, se les discrimina de forma sistemática. En muchos países, se enfrentan a la cárcel y a la muerte”.

 

miércoles, 24 de septiembre de 2025

¿Dónde estamos hoy en la globosfera sanitaria en España?

 

Se acuñó el término blogosfera sanitaria hace casi tres décadas para referirse al conjunto de blogs, páginas web y redes sociales creadas por profesionales de la salud (médicos, enfermeros, farmacéuticos, gestores, documentalistas, etc.) y pacientes, donde comparten información, experiencias y opiniones sobre temas relacionados con la salud, la medicina y el bienestar. 

Los blogs sanitarios en España comenzaron aparecer con la llegada del nuevo siglo y empezaron a crecer al final de la primera década del siglo XXI, coincidiendo con el auge de las redes sociales y un acceso más fácil a internet desde los teléfonos móviles. Hospitales, centros de salud, servicios de salud y, sobre todo, profesionales individuales se sumaban a compartir información en la red. Fue tal el auge, que en 2010 y 2011 se llegaron a realizar dos congresos de la blogosfera sanitaria. En ellos se desvirtualizaban aquellos autores que se habían convertido en líderes de opinión, se aprendía a publicar contenido de calidad, y se compartían iniciativas y proyectos. 

En 2010 disponíamos de más de 300 blogs en el entorno sanitario de nuestro país. Estos blogs tenían mayor o menor relevancia y una periodicidad de publicación, temática e ideas dependientes exclusivamente del autor o autores. Pero tras ese auge, desde hace una década otras redes sociales han ido ganando el pulso a los blogs, incluso a los decanos y más consolidados. 

Nuestra experiencia con el blog Pediatría basada en la evidencia comenzó con la creación en 2008 del blog por parte de Cristóbal Buñuel, con un apoyo a la revista Evidencias en Pediatría. Al poco tiempo me sumé al proyecto junto a Cristóbal, con una cadencia en la que yo publicaba lunes, miércoles y sábados (aquí con Cine y Pediatría) y el resto de días, Cristóbal. Fue un inicio tímido que eclosionó en el año 2009 al amparo de la pandemia por gripe A y llegó a su cúspide en 2010, con un total de 411 post, más de uno al día. Fue tal el auge de la blogofera sanitria en aquel entonces que los domingos se publicaba un "resumen de la blogosfera sanitaria", lo que se mantuvo acitvo desde el año 2010 al 2013. Desde el año 2019 cuando este blog sigue adelante con mis publicaciones en los días citados, y una media de 160 post al año. De forma que, 17 años después, ya son 4.140 los post publicados y hemos alcanzado los 12 millones de visita. Sea como sea, si hemos apreciado que el impacto del blog, aunque se comparte en otras redes sociales su contenido (Facebook, X, Linkedin), nada tiene que ver en la última década con la década inicial. 

Pero, ¿cuál es la situación de otros blogs de la blogosfera sanitaria que fueron relevantes en nuestro medio? 

a) Blogs de estudiantes. Ej. Blog Motivos para Estudiar dejó de publicarse en el 2016, habiéndose iniciado en 2007. 

b) Blogs de MIRes. Ej. MIRentrelazados (de José María Rome Ladrero) sigue en activo desde 2007 y con buena dinámica aún. 

c) Blogs de Salud Pública. Ej. Salud Comunitaria (de Rafa Cofiño) sigue en activo desde 2006, pero con una actividad irregular, de entre 1 y 4 artículos al mes (y algunos meses sin actividad). 

d) Blogs de Enfermería. Ej. Enfermería Basada en la Evidencia (de Azucena Santullán) publicó su último post en septiembre de 2022. 

e) Blogs de Farmacia. Ej. El Rincón de Sísifo (de Carlos Fernández Oropesa) permanece en activo desde 2009, actualmente con un post semanal aproximadamente. 

f) Blogs de Documentalistas. Ej. BiblioGETAFE (de Concepción Campos-Asensio), presente desde 2006, sigue en activo, con post muy elaborados, pero sin un calendario establecido, sino que se ajusta a la noticia (así, a lo largo de este año 2025 se han publicado 19 post, de forma asimétrica según los meses). 

g) Blogs de Gestión. Ej. Salud con cosas (de Miguel Ángel Mañez), cuyo último post es de septiembre de 2024, precedido por una baja actividad en años previos ya. 

h) Blogs Médicos (con un predominio de Medicina Familiar y Comunitaria) 
- Primum non nocere (de Rafa Bravo), decano de los blogs en España, sigue en activo, pero ya con una actividad baja. En lo que va de año 2025 se han publicado 20 post, oscilando entre 0 y 5 al mes. 
- El Supositorio (de Vicente Baos), iniciado en 2007, fue bajando su número de post desde el año 2016 y su última publicación es de julio de 2022. 
- La consulta del doctor Casado (de Salvador Casado), sigue en activo desde el año 2008, pero con baja presencia de publicaciones en los últimos tres años, inferior a los 20 post al año. 
- El bálsamo de Fierabrás (con varios colaboradores), sigue en activo desde 2007, pero con bajas publicaciones en los últimos tres años, entre 2 y 10 al año. 
Quid pro quo (de Mateu Seguí Díaz), iniciado en 2008, pero cuya último post data de septiembre de 2024, fecha en la que conocimos su pérdida. 
- Dermapixel (de Rosa Taberner), sigue al pie del cañón desde 2011 con su actividad y que en el último año ya se ha reducido aproximadamente a la mitad de lo habitual, con un post semanal. 

i) Blogs Pediátricos 
- Diario de una mamá pediatra (de Amalia Arce), iniciado en el año 2009, pero cuya último post consta de agosto de 2018. 
- El médico de mi hij@ (de Jesús Martínez), iniciado en el año 2010, pero cuya último post data de febrero de 2019. 
- Hij@s de Adán y Eva (de Rubén García Pérez), ya no existe porque su autor (un pediatra amigo y comprometido) nos dejó hace unos años. 
- Maynet (de Isabel Rubio), sigue adelante pese a la jubilación de este buena compañera pediatra alicantina, si bien con una aportación puntual, con un post cada uno o dos meses. 
- Pediatresdeponent (colaborativo), sigue activo, pero de forma muy puntual, con 7 post en lo que llevamos de año 2025. 
Reflexiones de un pediatra curtido (de Santiago García-Tornel), activo desde el año 2007, si bien ya con escasa actividad en los últimos tres años (en este año 2025 solo consta u post). 
- Sin Estetoscopio (de Carlos A. Cuello y Giordano Pérez Gaxiola), procedente de nuestros dos amigos pediatras de México, realizó su último post en enero de 2019. Tenían otro blog titulado Con Estetoscopio, del que no hemos podido encontrar ya en el enlace. 

Y es que en esta somera revisión del estado actual de los blogs, muchos ya han desaparecido incluso. Por tanto, el panorama es que restan pocos blogs y los existentes son poco activos. Y ello porque de forma natural, los autores se ha adaptado a la influencia de las redes sociales (o también se han cansado o jubilado). 

Los blogs no han desaparecido, pero casi… Lo que no me queda duda es que siguen siendo importantes para volcar un contenido de relativa calidad y que luego se puede compartir por otras redes sociales. Porque, a diferencia del contenido efímero y rápido de las redes sociales, los blogs permiten crear contenido profundo, detallado y de alta calidad. Esto es ideal para generar credibilidad y autoridad, también para ofrecer información o soluciones a problemas complejos. Y también siguen siendo válidos para impulsar el posicionamiento SEO (optimización para motores de búsqueda) y generar relaciones duraderas de audiencia. 

En lugar de ser competidores, los blogs y las redes sociales funcionan mejor juntos. Los blogs son el "hogar" del contenido (el lugar donde resides y construyes tu marca y comunidad) y las redes sociales son los "megáfonos" (el canal perfecto para promocionar el contenido de tu blog, llevar tráfico a tu sitio web y fomentar la interacción en Instagram, Facebook, LinkedIn o Twitter). 

En el pasado, los blogs fueron pioneros en la creación de contenido individual y comunitario. Permitieron a las personas compartir sus opiniones, conocimientos y experiencias, estableciendo nichos de información y fomentando comunidades temáticas antes de la llegada masiva de las redes sociales. Luego vivimos su boom y desde hace una década su progresivo declive… Un buen momento para la reflexión sobre lo que fue antes y es hoy la blogosfera sanitaria en España.

lunes, 22 de septiembre de 2025

Nuevo número de Evidencias en Pediatría: junio 2025

 


Un nuevo número trimestral de la revista Evidencias en Pediatría ha llegado: ciencia con calidad y conciencia. 

El número libre en todos sus contenidos pueden ser consultados en este enlace, pero os dejamos los temas tratados. 

Editorial: 

Duración del tratamiento con corticoides en el síndrome nefrótico infantil: de la tradición a la evidencia 

Artículos Valorados Críticamente: 

Videolaringoscopia y laringoscopia directa en neonatos: buscando los mejores resultados 

La vacunación frente a la tosferina en embarazadas reduce la prevalencia y la duración de hospitalizaciones de los lactantes 

El tratamiento con crinecerfont en pacientes con hiperplasia suprarrenal congénita mejora el control terapéutico sustitutivo con corticoides 

No hay motivo para no vacunar frente al rotavirus en unidades de cuidados intensivos neonatales 

Lactancia materna y riesgo de obesidad infantil: hallazgos y limitaciones de un estudio prospectivo español 

Vacuna contra el virus del papiloma humano. Una dosis puede ser tan eficaz como dos dosis 

Salbutamol en exacerbaciones asmáticas leves en niños. Tres no es mejor que uno 

¿Es realmente útil el cribado neonatal del déficit de vitamina B12? 

La ausencia de piuria no descarta la infección urinaria febril en menores de tres años 

Prolongar el tratamiento con prednisona no disminuye las recaídas en el síndrome nefrótico corticosensible 

Existe riesgo de progresión a enfermedad renal crónica en niños críticamente enfermos 

Fundamentos de Medicina Basada en la Evidencia: 

Redes neuronales artificiales: fundamentos y aplicaciones

sábado, 20 de septiembre de 2025

Cine y Pediatría (819) “Sorda”, la maternidad desde el silencio

 

Desde Cine y Pediatría ya son varias las películas alrededor de la hipoacusia: historias reales como El milagro de Ana Sullivan (Arthur Penn, 1962) y La historia de Marie Heurtin (Jean-Pierre Améries, 2014); historias ficticias en tono de comedia como la película francesa La familia Bélier (Eric Lartigeau, 2014) y su remake estadounidense CODA: Los sonidos del silencio (Siân Heder, 2021), o historias ficticias en todo de drama como la película portuguesa Listen (Ana Rocha, 2020); también alguna película documental como la argentina Escuela de sordos (Ada Frontini, 2013). Y a todas estas se suma hoy la película española Sorda (Eva Libertad, 2025), una nueva ópera prima de esa gran escuela de directoras de cine en nuestro país y que procede de un corto previo de éxito.      

Ese paso del corto al largometraje en nuestro país ya lo hemos visto en la película Madre (Rodrigo Sorogoyen, 2019), Cerdita (Carlota Pereda, 2022) y La mitad de Ana (Marta Nieto, 2024). Y también lo vemos en nuestra película de hoy: primero llegó el cortometraje del año 2021 de 18 minutos de duración, y ahora llega el largometraje de 99 minutos. En ambos se cuenta la relación entre una joven sorda Ángela (Miriam Garlo en ambas películas) y su pareja oyente, por nombre Darío (Pepe Galera) en el corto y Héctor (Álvaro Cervantes) en el largo, enfrentados a llegada de su primer hijo en común. Cabe referir que Miriam Garlo es una actriz sorda y hermana de la directora; y que recordamos a Álvaro Cervantes en su papel en una de las historias de Adú (Salvador Calvo, 2020), pero especialmente por encargar al rey Carlos I de España y emperador Carlos V en la serie Carlos, Rey Emperador. Y ambos se dejan la piel en su interpretación.     

Es Sorda una de las agradables sorpresas del cine español de este año, este retrato tierno y realista de cómo una mujer sorda y su pareja oyente se enfrentan al nacimiento de su primer hijo en una sociedad hecha por y para los que oyen. Una película grabada en Molina de Segura, pueblo de nacimiento de la directora, y en distintos enclaves de la huerta de Murcia. Premio del Público en la sección Panorama del Festival de Berlín de 2025 y gran triunfadora en el de Málaga del mismo año (mejor película, actriz, actor, ópera prima y Premio del Público). 

La película comienza sin sonido, todo un guiño que se repetirá de forma más contundente al final de la historia. Nuestra pareja protagonista se baña en la poza de un río y en su conversación buscan el nombre para su hijo o hija que nacerá en breve. Vamos conociendo a Ángela, de quien sabemos que nació oyente, pero se quedó sorda años después (y también son sordos en su familia la abuela paterna y una tía), trabaja como alfarera en una fábrica, le gusta reunirse con sus amigos sordomudos para festejar (y ahora celebran su embarazo). Cuando acude a la revisión ginecológica les informan que hay probabilidad de que su descendencia sea sorda y esa preocupación se extiende en toda la familia (quizás más en el padre y abuelos maternos, todos oyentes). En la espera, Ángela observa con pesar como los hijos oyentes de sus amigas sordas se avergüenzan de que sus madres sigan signando. Compartimos con ella en la espera algunas de sus dudas… 

Cuando Ángela rompe aguas, la directora nos hace partícipe paso a paso de todo el proceso. Aunque ella quiere dar a luz en casa, le convencen de acudir al hospital: matrona, monitorización, epidural, contracciones, bradicardias en el monitor, aviso al ginecólogo, ventosa, aviso al pediatra, expulsión en tiempo real, llanto del bebé, es una niña. Todo ha llegado a buen puerto, pero en el camino Ángela ha tenido que apoyarse en las órdenes sanitarias que le transmitía Héctor, no exento de algún momento de tensión. Y ella no oye el llanto de su hija. 

Durante la estancia en Maternidad, el pediatra realiza el cribado universal de hipoacusia con las otoemisiones acústicas y llega la frase no esperada (pero tan habitual): “Bueno, la prueba no es concluyente. No nos dice si la niña oye o no… A veces, queda líquido amniótico, líquido del vientre de la madre, en los conductos del oído y el aparato no detecta bien… Tenemos que hacer otra prueba en un par de meses”. Y llega la tremenda espera para saber si Ona, el nombre que han puesto a la niña, es oyente o no. 

Durante esas interminables semanas de espera, comienzan las dudas. El padre le hace a escondidas pruebas a su hija chasqueando los oídos, la madre lo ve y piensa. Ya buscan guardería, pero la madre comenta: “Todavía no sabemos si es sorda u oyente. Pero si es sorda, no podrá ir ahí, tendrá que ir a la asociación… Mejor esperamos a ver qué pasa”. Y llega la nueva visita médica con la realización de los potenciales evocados auditivos y el diagnóstico final: “Pues la prueba sale normal. Oye perfectamente de los dos oídos”. Es uno de los momentos clave de la película, allí donde cada uno contiene su sentir: la alegría del padre, la duda de la madre de su capacidad de criar a una hija oyente. 

Porque somos partícipes de esa maternidad/paternidad y crianza entre lo sonoro y el silencio, entre la palaba y la signación… donde Ángela no se siente a gusto. Basta con recordar esas escenas diferentes de contar un cuento a la hija: el padre con la voz, la madre con los signos. Ángela no acepta ponerse los audífonos, pero si intenta ponerle cascos a su hija para estimularle que aprenda a signar. Es tal la extraña vivencia que están pasando como pareja por el modelo de crianza, que hasta Héctor tiene que contener su alegría cuando Ona dice su primera palabra. La confusión de la madre es tal que llega a decir a su pareja: “Tu sigue siendo el padre perfecto y disfruta de tu hija. Yo qué hago aquí… Antes era la sora que daba un toque mágico a tu hija. Pero ahora, desde que ha llegado Ona, ¿yo qué soy? Un estorbo, una carga”. A lo que Héctor replica: “¿Sabes lo que te pasa? Que tu quieres una pareja soda y una hija sorda. Pero me has elegido a mí y yo soy oyente. Y tu hija es oyente. Y el mundo es oyente”. 

Por ello Ángela tiene que volver a sentir y demostrar que es capaz y exclama: “¡Ser sorda es una mierda, una puta mierda!”. Y a partir de ahí la película da un brutal cambio a escenas sin sonido, para poner al espectador en la piel (y el oído) de Ángela, como ella lo vive en esa crisis de pareja. Unos 15 minutos finales sin sonido o con el ruido distorsionado que le proporcionan los audífonos. Y así llegamos a esa fiesta de celebración del primer cumpleaños de Ona en la guardería, en un final tan sencillo como contundente. 

Y el sonido reaparece con los títulos de crédito finales y la canción “Neskaren Kanta” de Verde Prato, nombre artístico de la artista multidisciplinar Ana Arsuaga. Y con esa canción analizamos las muchas emociones y reflexiones que nos ha dejado esta historia: la “violencia social” que experimentan las personas sordas antes las barreras de comunicación; la exploración de la maternidad desde una perspectiva única y no normativa, donde Ángela debe afirmarse como madre y mujer en sus propios términos; la representación inclusiva y no ejemplarizante, porque Ángela no es una heroína perfecta ni una víctima, sino un personaje complejo con sus virtudes y defectos; y ese juego entre el sonido y el silencio para sumergir al espectador en la experiencia sensorial de la protagonista. 

La maternidad desde el silencio con la honestidad de Sorda, gracias a dos hermanas, Eva Libertad, la directora oyente, y Miriam Garlo, la actriz con hipoacusia grave.

 

miércoles, 17 de septiembre de 2025

Día Mundial de la Seguridad del Paciente: “la seguridad del paciente desde el comienzo”

 

Reconociendo que la seguridad de los pacientes era una prioridad de salud mundial, en mayo de 2019 los 194 Estados Miembros de la OMS reunidos en la 72.ª Asamblea Mundial de la Salud respaldaron el establecimiento del Día Mundial de la Seguridad del Paciente (Resolución WHA72.6), que se celebraría anualmente el 17 de septiembre. 

Los objetivos del Día Mundial de la Seguridad del Paciente son despertar una mayor concienciación y participación de la sociedad, ampliar los conocimientos en todo el mundo y fomentar la solidaridad y la adopción de medidas para promover la seguridad del paciente a nivel mundial. Y el lema de este año 2025, «¡La seguridad del paciente desde el comienzo!», hace hincapié en la necesidad urgente de actuar pronto y de forma coherente para prevenir daños durante la infancia, ya que ello tiene efectos beneficiosos a lo largo de la vida. Por tanto, hoy se trata de una jornada muy pediátrica. 

Todos los niños y niñas tienen derecho a atención de salud segura y de calidad — desde el comienzo. Con todo, los recién nacidos y los niños pequeños se enfrentan a mayores riesgos por su rápido desarrollo, necesidades de salud en evolución continua y las diferentes enfermedades que les afectan. Dependen de que los adultos hablen y tomen decisiones en su nombre. También pueden tener problemas adicionales según sus circunstancias socioeconómicas, como no poder conseguir la atención que necesitan. Estos factores los hacen más susceptibles a daños si la atención no se adapta específicamente a su edad, tamaño, estado de salud y contexto. Un solo incidente de seguridad puede tener consecuencias de por vida para la salud y el desarrollo del niño. Por ello, el Día Mundial de la Seguridad del Paciente 2025 está dedicado a garantizar cuidados seguros para todos los recién nacidos y todos los niños, en particular desde el nacimiento hasta los nueve años. 

La OMS insta a progenitores, cuidadores, proveedores de atención de salud, dirigentes de la atención de salud, educadores y comunidades a que actúen juntos para prevenir daños evitables en la atención pediátrica y construir un futuro más seguro y saludable para todos los niños, como parte de la iniciativa mundial hacia el Objetivo de Desarrollo Sostenible 3. 

Los mensajes clave de la campaña son cuatro: 

1) Los niños no son adultos pequeños. Requieren atención segura e individualizada. Los niños necesitan atención que se adapte a ellos: su edad, peso, etapa de desarrollo, necesidades médicas, capacidad de comunicación y contexto específico. 

2) La seguridad es lo primero, siempre y en todos los entornos de atención de salud. Los niños corren mayores riesgos en cuidados intensivos y durante tratamientos complejos. Lo primero debe ser protegerlos de una atención prestada sin condiciones de seguridad. 

3) Las causas de daño más habituales se conocen. Se trata de errores con la medicación y el diagnóstico, infecciones contraídas durante la atención, problemas con equipamiento médico, como tubos o monitores, y señales de alerta no detectadas cuando el estado del niño empeora. 

4) Una atención más segura depende de la seguridad de los sistemas y del trabajo en equipo. La seguridad de los niños depende de sistemas bien concebidos, personal con el apoyo necesario y cuidadores comprometidos. Todas las voces cuentan. 

Porque la seguridad del paciente es la primea premisa en calidad asistencial. Y en Pediatría tiene un valor rigurosamente singular y fundamental. Y por eso hoy, en el Salón de Actos Ernest Lluch del Ministerio de Sanidad, se va a celebrar la Jornada Día Mundial de la Seguridad del Paciente bajo el título de “Asistencia segura en neonatología y pediatría”.

lunes, 15 de septiembre de 2025

Comienza el curso de Continuum "Patología nefrológica en urgencias pediátricas 2025"

 

La plataforma Continuum anuncia que pronto comenzará el curso "Patología nefrológica en urgencias pediátricas 2025", liderado por la Asociación Española de Nefrología Pediátrica (AENP), la tercera reedición del curso (tras los realizados en los años 2017 y 2023). 

Un curso que, al finalizar la actividad, el alumno habrá conseguido una serie de conocimientos, habilidades y actitudes en relación al diagnóstico, tratamiento, seguimiento e indicaciones de derivación y solicitud de exploraciones complementarias en las patologías tratadas en el curso. 

El curso está dividido en seis módulos, que son: 
- Alteraciones hidroelectrolíticas 
- Alteraciones del equilibrio ácido-base 
- Hematuria y síndrome nefrítico 
- Proteinuria y síndrome nefrótico 
- Hipertensión arterial 
- Daño renal agudo. 

En cada unidad didáctica se ofrece también información complementaria para los alumnos que quieran profundizar en un determinado aspecto. El curso está tutorizado, lo que implica que, a lo largo del curso, estaremos a su disposición para ayudarles a resolver las dudas que se les planteen. 

Al finalizar la actividad, el alumno habrá conseguido una serie de conocimientos, habilidades y actitudes: 
- Actualizar los aspectos generales más importantes de la patología nefrológica pediátrica que es motivo de consulta urgente. 
- Llevar a cabo la evaluación de un niño con patología nefrológica, determinar su gravedad y conocer las indicaciones de derivación al segundo nivel asistencial. 
- Planificar el manejo inicial de las patologías nefrológicas agudas. 

Todo esto en un curso de casi 2 meses de duración (comienzo el 16 octubre y finalización el 11 diciembre 2025), acreditado con por la Comisión de Formación Médica Continuada y avalado por un equipo de pediatras con amplia experiencia docente en esta materia. 

Toda la información y la manera de inscribirse al curso, la podéis encontrar en la web de Continuum. 

sábado, 13 de septiembre de 2025

Cine y Pediatría (818) “They” y el género fluido



El género fluido (genderfluid) describe a personas cuya identidad de género no es fija, sino que cambia y fluctúa con el tiempo, entre dos o más géneros, o de maneras más complejas, pudiendo ser hombre, mujer, ambos a la vez, o ninguna de las dos, sin un patrón predecible o definido. Esta identidad está dentro del paraguas no binario, se distingue de la orientación sexual, y representa la idea de que el género no tiene por qué ser estático ni limitado a dos opciones. El término "fluido" se usa para hacer una analogía con las características de los fluidos, que están en constante movimiento y no tienen una forma fija, al igual que la identidad de género de una persona genderfluid y sus características: la fluctuación de identidad (a diferencia de algunas identidades no binarias más estáticas), el espectro de género y su expresión (cómo la persona se viste, se comporta, etc.) que también puede cambiar según el momento, lo cual es diferente a la orientación sexual (que es la atracción emocional y sexual hacia otras personas). 

En el amplio espectro de las sigkas LGTBIQ+, son muchas las películas que abordan la homosexualidad (masculina o femenina) y la transexualidad, pero escasas aquellas en las que se debate sobre el género fluido. Se pueden rescatar la reciente película documental canadiense La verdad sobre el género fluido (Michelle Mama, 2024), y quizás se acerque algo la película Tomboy (Céline Sciamma, 2011), una historia alrededor de Laure, niña de 10 años que, al mudarse de domicilio, se presenta como Michael, explorando la fluidez de género desde la infancia. Pero la que sin duda mira de frente al género fluido de frente es la película They (Anahita Ghazvinizadeh, 2018), puro cine independiente y ópera prima de su directora, film coproducido entre Catar y Estados Unidos y que ha tenido el madrinazgo de Jane Campion, la directora y guionista neozelandesa que no deja indiferente con obras como Un ángel en mi mesa (1990), El piano (1993) o El poder del perro (2021).  

They lleva el subtítulo de “historia íntima de cómo llegar a casa” y continúa la estela ya iniciada por esta directora iraní, Anahita Ghazvinizadeh, en el cortometraje Needle (2013), donde tuvo como mentor a Abbas Kiarostami, y ya mostraba su interés por cuestiones de identidad de género desde la perspectiva de los más jóvenes. Porque They nace de la voluntad de seguir explorando esta misma temática sirviéndose de la historia de J (Rhys Fehrenbacher), joven protagonista de 14 años que se encuentra inmerso en una constante lucha interna por ubicarse a sí mismo dentro de un género y al que todos se refieren en plural; así, en lugar de definirlo como “he” o “she”, en inglés, se refieren a J –nombre sin género - usando el pronombre “they”. Cabe recordar que en el momento de la producción, Rhys Fehrenbacher, que interpreta a J, estaba en proceso de transición como hombre trans; y la directora le conoció en Chicago mientras investigaba sobre la población transgénero en esa ciudad. 

En They todo ocurre en un fin de semana y se nos exponen retazos de la historia de J de forma intimista, con una clara intencionalidad de dejar ver al espectador sin aleccionarlo, sin evidenciar sentimientos ni situaciones mediante un juego constante con planos fijos de los que el personaje escapa, o situándonos en la posición de un observador distante. Y vamos descubriendo que J es un adolescente de género fluido que lleva tratamientos hormonales para retrasar la pubertad y que, tras dos años de seguimiento médico y terapéutico, debe decidir su identidad futura. Cuando sus padres se marchan un fin de semana, su hermana mayor Lauren y su novio iraní Araz acuden para cuidar de J durante esos días que podrían cambiar su vida. 

Conocemos a Lauren, con vocación de artista y actriz, y Araz, fotógrafo de profesión y que convive en esos días con su dolor de muelas. Vemos como J pasa tiempo en el invernadero cuidando sus plantas y flores. Y cómo en algún paseo con su hermana le explica parte de su camino y los consejos de algún profesional: “Dijo que debía coger una hoja de papel y escribir cada mañana al levantarme como: chica, chica, chico, chico, chica. O escribir O de chico y A de chica, o vació si no lo sabía. Y luego lo cuentas a final de mes”, y de alguna forma acabamos por entender ese papel que vemos varias veces con recuadros y cruces con O, A y algunas casillas sin completar. Aún así, está confuso y preocupado: “Ojalá me pudiera quedar en chico. No sé si quiero crecer y convertirme…”. 

Una parte sustancial de la trama se circunda en la fiesta de la familia iraní de Araz, donde el farsi y las costumbres del país se reflejan con cierto asombro en las caras de Lauren y J, un ambiente que la directora conoce bien. Araz prepara su boda para poder obtener los documentos de residentes en Estados Unidos. Es una parte de la película que pueda llegar a desconcertar, pues parece alejarse del núcleo narrativo y de nuestro adolescente, para mezclarnos temas como la interacción entre culturas y las leyes de extranjería de Estados Unidos o el acceso a la sanidad. De hecho, posteriormente pasamos a la consulta que J tiene en el hospital y las palabras del doctor: “Creo que ahora es el momento de pensar en el siguiente paso, Asegurarnos de que tomamos la decisión correcta, y debes estar tú y tus padres para tomas esa decisión. Creo que el proceso ha ido bien. Has tenido tiempo para pensar, trabajar las decisiones que enfrentar. Pero los resultados de la densidad ósea son bajos. No es preocupante, pero vemos que están más bajos de lo que me gustaría. Hay que pensar en el siguiente paso. Cuando añadimos más hormonas, podemos reducir la dosis de bloqueador. Pero creo que debemos pensar qué dirección tomar desde aquí”. 

Regresan los padres. Y reaparece la voz en off de nuestro protagonista con esa poesías de fondo y la frase recurrente: “Dime cuántos años tengo…”. Un final distante, evanescente, delicado, diferente… como J. 

Por cierto, cabe indicar la sorpresa que una directora iraní y una película coproducida desde Catar, dada la intransigencia religiosa que define a ambos países, aborde este tema. Aunque se puede apuntar que la transexualidad está más aceptada y extendida en Irán que en muchos países occidentales, situación realmente paradójica, pues mientras la transexualidad cuenta con cierto reconocimiento legal, la homosexualidad es severamente castigada. Esta decisión se basa en Irán en base a la idea de que la transexualidad es una condición médica, una especie de "desorden de nacimiento", no una orientación sexual, mientras que la homosexualidad la consideran una perversión. Como resultado, Irán se ha convertido en uno de los países donde se realizan más cirugías de reasignación de sexo, junto con Tailandia. El gobierno incluso puede ofrecer asistencia financiera para estos procedimientos. Pero, a pesar del reconocimiento legal, las personas transgénero se siguen enfrentando en esos países a una gran discriminación social y falta de protección de los derechos humanos… Mucho que caminar aún. Mucho que fluir por la vida…

 

miércoles, 10 de septiembre de 2025

Medicina basada en la evidencia: 5 pasos para navegar en la incertidumbre


 

Siguiendo con los artículos encargados por Anales de Pediatría al Comité de Pediatría Basada en la Evidencia de la AEP-AEPap hoy compartimos el titulado “Medicina basada en la evidencia: 5 pasos para navegar en la incertidumbre”, un artículo básico para iniciarse en el profuso mar de las “evidencias” y que se puede revisar en este enlace. Pues como decía William Osler, «la medicina es la ciencia de la incertidumbre y el arte de la probabilidad», y para lidiar con ello, qué duda cabe, puede ser de ayuda formarse. 

Porque la medicina basada en la evidencia (MBE) surge como un medio para que afrontemos mejor los retos de la medicina actual; entre ellos, la existencia de una enorme información científica y en continua evolución, la exigencia de ofrecer la máxima calidad asistencial y la limitación de recursos destinados a la atención sanitaria. La MBE no solo busca garantizar la mejor calidad en la atención sanitaria, sino que también representa un imperativo ético, ya que evita tomar decisiones clínicas que se ha demostrado que no son las más adecuadas, lo que podría perjudicar los resultados en la salud de los pacientes. Y, para ello, propone un método sistematizado para resolver las dudas derivadas de la práctica clínica habitual, mediante 5 pasos estructurados fundamentales

1) Primer paso: hacer buenas preguntas. 
 Formular preguntas clínicas estructuradas claras a través del acrónimo PIO, PICO o PECOT elaborado por el Centro de Medicina Basada en la Evidencia de Oxford. Según el tipo de pregunta, podremos vislumbrar el mejor diseño del estudio que pueda responderla. 

2) Segundo paso: búsqueda eficiente sin perdernos en la “infoxicación”. 
Realizar búsquedas bibliográficas eficientes para no perdernos entre el exceso de bases de datos y de resultados obtenidos en la búsqueda. Desde el Comité de Pediatría Basada en la Evidencia proponemos cuatro pasos de búsqueda, donde es esencial gestionar la sobrecarga de información, priorizándose fuentes de alta calidad y adoptando estrategias que permitan encontrar respuestas rápidas y confiables. 

3) Tercer paso (y eje central de la MBE): toca decidir si leemos o creemos. 
Es decir, debemos valorar críticamente las pruebas científica encontradas y someterlas a un análisis en tres pasos: juzgar si las pruebas científicas son válidas (rigor científico), importantes (relevantes en la práctica clínica) y aplicables (en nuestro entorno médico). Este proceso ayuda a evitar el error de aceptar conclusiones sin cuestionarlas. 

4 y 5) Cuarto y quinto pasos: evitar nadar para morir en la playa frente a la variabilidad sanitaria. 
Consiste en evaluar su aplicabilidad en nuestro paciente (cuarto paso) y, finalmente, adecuar e integrar la “evidencia” científica en la práctica clínica habitual (quinto paso). Estos últimos pasos enfatizan la integración de la evidencia con la experiencia clínica y las preferencias del paciente, destacando que, sin una implementación adecuada, la medicina basada en la evidencia corre el riesgo de quedar como un marco teórico vacío. 

En un entorno clínico exigente, la medicina basada en la evidencia busca equilibrar calidad asistencial, eficacia y gestión de recursos, ayudando a los profesionales a tomar decisiones óptimas y basadas en evidencia para mejorar la atención sanitaria. 

Cabe considerar un apartado final del artículo, ese encuentro de la inteligencia artificial con la medicina basada en la evidencia que en ya en esto segundo cuarto del siglo XXI deberemos integrar como una ayuda estratégica para seguir haciendo buenas preguntas, buscar respuestas pertinentes y, sobre todo, tomar mejores decisiones clínicas.

Son más de tres décadas de este paradigma de la MBE que, en realidad solo vino a poner sistemática en la valoración de la ciencia escrita, un espíritu crítico que desde hace tiempo se va derivando a otros paradigmas complementarios como el de la medicina apropiada

lunes, 8 de septiembre de 2025

Un peligro más del uso incorrecto de las redes sociales: el "doomscrolling"

 

El "doomscrolling" es un neologismo en inglés que se refiere a la práctica de pasar compulsivamente tiempo en redes sociales u otros medios digitales consumiendo noticias negativas o angustiantes. El término combina "doom" (catástrofe o fatalidad) y "scrolling" (desplazarse por la pantalla). Y recibe este peculiar nombre porque refleja la naturaleza de la actividad: una búsqueda compulsiva de noticias negativas que, a menudo, generan una sensación de fatalidad o desesperanza. 

Cabe recordar que el término "doomscrolling" se popularizó durante la pandemia de COVID-19, cuando la gente buscaba constantemente información sobre la situación. Sin embargo, la práctica continúa incluso después de la pandemia, ya que las personas pueden verse atrapadas en un ciclo de búsqueda continua y repetitiva de contendio negativo, como noticias sobre crisis, desastres o conflictos. 

Esta conducta de búsqueda compulsiva de noticias negativas en el móvil puede llevar a un ciclo vicioso de ansiedad y malestar emocional, ya que la persona busca constantemente actualizaciones, incluso aunque no sean positivas (y esto se debe al sesgo de la negatividad, que explica cómo nos impactan este tipo de informaicones, y cómo tendemos a fijarnos más en ellas). 

¿Por qué la gente hace "doomscrolling"? Una de las principales razones es el diseño persuasivo y los algoritmos que utilizan los sitios de las redes sociales (se nos sugiere contenido en función de lo que vemos) y como estos canales son infinitos, significa que los usuarios pueden perder la nocitón del tiempo y navegar sin interrupciones. Otras razones son el control (de sus propias vidas), la curiosidad (morbosa por las noticias negativas) o el miedo (a sentirse excluios por sus amigos si no están al tanto de ciertas informaciones). 

Y se ha confirmado que el "doomscrolling" puede tener un impacto negativo en la salud mental, causando ansiedad, estrés, tristeza, disminución de la empatía, falta de sueño e incluso sensación de fatalidad o desesperanza. La exposición constante a noticias negativas puede amplificar emociones negativas y dificultar el manejo del estrés. 

Pero, ¿cómo se puede combatir? Lo primero es importante tomar conciencia del "doomscrolling" y sus efectos en la salud mental. Algunas estrategias para reducir su impacto incluyen:
- Establecer límites de tiempo: limitar el tiempo dedicado a redes sociales y noticias puede ayudar a reducir la exposición a contenido negativo. 
- Diversificar las fuentes de información: buscar noticias en diferentes fuentes y asegurarse de que sean confiables puede ayudar a obtener una visión más equilibrada (y dejar de seguir cuentas negativas). 
- Buscar contenido positivo: dedicar tiempo a consumir contenido positivo y actividades que promuevan el bienestar puede ayudar a contrarrestar el impacto de las noticias negativas. 
- Desconectar: tomarse descansos de las redes sociales y las noticias puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad. 
- Buscar apoyo: si el "doomscrolling" está afectando seriamente la salud mental, buscar apoyo profesional puede ser beneficioso. 

Y esto puede afectar a todos y a todas las edades. Por ello también hay que detectar si nuestros hijos están navegando en la red y atrapados en el "doomscrolling", un riesgo más sobre internet. He aquí una guía de seguridad para padres.

sábado, 6 de septiembre de 2025

Cine y Pediatría (817) “Gabi, de los 8 a los 13 años”, años de transición hacia la aceptación

 

Seguimos con películas alrededor de la transexualidad. Hace dos semanas hablamos de la película documental francesa Una niña (Sébastien Lifshitz, 2020) y hoy lo hacemos con la película documental sueca Gabi, de los 8 a los 13 años (Engeli Broberg, 2021) y que está disponible en dos versiones distintas: una de 50 minutos, especialmente recomendada para la infancia, y otra de 77 minutos, donde se amplía la historia de Gabi. Y en esta última nos centramos. 

Comienza con un adolescente enterrando una caja metálica (curiosamente con el logo del Real Madrid) y su voz en off: “Hola, Gabi del futuro. Ahora tengo 13 años y acabo de hacer sexto. Tengo un par de consejos para ti. Nunca dejes de jugar al fútbol, por mucho que te cueste, y deja de preocuparte por lo que los demás piensen de ti. Espero que sigas teniendo el valor de seguir siendo tú, aunque seas diferente a los demás. Gabi, 13 años”. Y a partir de aquí retrocedemos cinco años y se nos presenta a Gabriela (Gabriela Fletcher) con 8 años, vive en Estocolmo con su madre Tracy, que es inglesa y profesora de inglés, y su pareja sueca, Thomas; nos dice que su padre biológico es italiano, pero nunca lo ha conocido. 

Gabriela Jude Fletcher simplemente quiere ser Gabi. Un deseo que parece sencillo, pero que no lo es. Gabi se siente diferente. En sus 8 años de vida, decir las cosas claras nunca le ha supuesto ningún problema. Pronto se tienen que trasladar a Dalarna, una pequeña población del centro del país. Y crece con su pelo corto y con pañuelo a la cabeza, su amor al fútbol, su chándal y camisetas de distintos equipos de fútbol, y su elección por la compañía de chicos, lo que nos confirma su comportamiento como una chica tomboy. Le agrada que le digan que se parece a un niño e indaga en internet como cortarse el pelo, buscando como modelo a Cristiano Ronaldo o Gareth Bale. 

Pero cuando la familia se traslada a ese pequeño pueblo y llega a la pubertad, las cosas empiezan a cambiar. Porque Gabi teme que va ser una de las próximas víctimas de la menarquía, según nos dice: “Hay gente de mi clase que se acerca a la pubertad, pero a mí no me apetece nada, porque te crecen estas de aquí. Empiezan a crecer a los 11 o los 12 años. Yo ya tengo 11 años…”. Finalmente Tracy y Thomas se casan, aunque en el camino de la convivencia ya le han dado dos hermanos. Sigue queriendo conocer a su padre: “Le escribí una carta. Pero no se la envié nunca”. 

A través de Youtube se informa Gabi de la transexualidad y los métodos existentes para detener la pubertad, así como cuándo es posible en Suecia solicitar la cirugía de reasignación de sexo. Y así reflexiona en sus devaneos: “En el colegio ya me comporto como un niño. Llevo ropa de niño y siempre juego con los niños. Además, pongo la voz más grave…¿Eso significa que soy una niña? Si te operas para ser un niño y dejas de ser niña, ¿qué vestidos tienes que vestir?"

Y en ese camino llega la fiesta de su 13 cumpleaños. Y poco después llega la menarquía. Y comienza a escribir en su “Carta al amigo del futuro” sus dudas de no saber si es heterosexual, lesbiana o bisexual, sobre los pensamientos acerca de su padre de verdad… y aquel mensaje que iniciaba esta historia con el “Tengo un par de consejos para ti…”. Y tras enterrar aquella caja finaliza esta historia, dejando al protagonista (y también a los espectadores) con el futuro de Gabi por escribir. 

Porque la película Gabi, de los 8 a los 13 años es un retrato íntimo y profundo de la infancia y la preadolescencia, centrado en la lucha por la identidad de género, y ello a través de un seguimiento de nuestro protagonista y su familia durante cinco años. Un niño que se enfrenta a los estereotipos de la sociedad y a la búsqueda de su propio lugar en el mundo, y que en el camino nos deja una serie de mensajes clave. El primero es la lucha por ser uno mismo en un mundo binario, donde no encaja en las normas de género preestablecidas; porque Gabi desde su infancia se siente "diferente" y se niega a ser encasillado como una niña, presión que aumenta al mudarse a una localidad más pequeña y ante el acecho de la pubertad. El segundo es la importancia del apoyo familiar, que aquí se nos muestra como un entorno familiar que, aunque con sus propias dudas y aprendizajes, apoya incondicionalmente a Gabi. El tercer mensaje es reflexionar sobre la fluidez de la identidad en la infancia, pues a lo largo de los cinco años, vemos a Gabi pasar por diferentes etapas, probando distintas formas de vestirse, de comportarse y de relacionarse con sus amigos, en ese discurrir que va de comportarse como tomboy a sentirse como transexual, y todo ello enfrentado a la diatriba entre la presión social y el deseo de pertenencia. Y finalmente, y quizás en última instancia, entender que el viaje de Gabi es un viaje hacia la auto-aceptación, desde un niño extrovertido y seguro de sí mismo hasta un adolescente más introvertido y cauteloso, para finalmente encontrar una nueva confianza al reafirmar su identidad. De ahí ese mensaje que se envía a sí mismo y entierra en la caja. 

Una película más que nos invita a la reflexión y que nos recuerda la importancia de escuchar y respetar a los más jóvenes en su camino de autodescubrimiento.

 

miércoles, 3 de septiembre de 2025

Cómo elaborar y evaluar documentos de consenso: métodos y listas de comprobación

 

Desde la dirección de Anales de Pediatría nos solicitaron hace tiempo al Comité de Pediatría Basada en la Evidencia de la AEP-AEPap una serie de documentos de formación útiles para la investigación científica y con aplicabilidad para nuestra profesión como pediatras. De ahí se han elaborado una serie de artículos que se irán publicando progresivamente en la sección de Artículo especial de Anales de Pediatría. 

Y hoy comentamos este primer artículo, por título “Cómo elaborar y evaluar documentos de consenso: métodos y listas de comprobación” y cuya lectura completa os aconsejamos desde este enlace.  

Es bien conocido que la medicina basada en la evidencia (o en pruebas) busca la aplicación rigurosa de las mejores pruebas científicas para la toma de decisiones clínicas. Sin embargo, cuando la evidencia es insuficiente o inconsistente, los documentos de consenso permiten guiar la práctica clínica y reducir la variabilidad en la atención sanitaria

Los documentos de consenso, elaborados por expertos, requieren un enfoque estructurado para garantizar su validez y aplicabilidad. Un documento de consenso es un informe elaborado por expertos que sigue un proceso formalizado para responder a una pregunta clínica específica. La metodología utilizada debe ser rigurosa para minimizar sesgos, como la influencia de expertos dominantes o la falta de representatividad del panel consultado. 

Los métodos formales de consenso más utilizados son: la técnica Delphi, el grupo nominal, el método RAND/UCLA, las conferencias de consenso y otros menos estructurados como las reuniones de consenso y los grupos focales. Las características de cada uno de ellos se desgranan en el artículo. 

Para garantizar la calidad de un documento de consenso, es fundamental la utilización de estándares como la guía ACCORD (ACcurate COnsensus Reporting Document), publicada en el año 2024. Esta guía proporciona criterios para su redacción, asegurando la inclusión de información detallada sobre los materiales, recursos (tanto humanos como financieros) y procedimientos utilizados durante el proceso de consenso. El análisis en profundidad de la guía ACCORD se puede revisar en este enlace, donde se detalla cada apartado (título, introducción, métodos, resultados, discusión y otra información).  

Una vez publicados, es fundamental evaluar la calidad de los documentos de consenso mediante una lectura crítica que analice su validez, relevancia y aplicabilidad a la situación concreta que desencadenó la duda inicial. La lectura crítica de estos documentos debe considerar factores como la representatividad del panel, la claridad de los criterios de consenso y la existencia de posibles conflictos de interés. En este sentido, herramientas de evaluación crítica, como las propuestas por el Instituto Joanna Briggs, facilitan la identificación de sesgos y la evaluación de la validez de las recomendaciones. Se compone de 6 preguntas, con 4 respuestas posibles cada una (sí, no, no está claro, no aplicable). Las preguntas hacen referencia a: la identificación clara de los autores; el grado de conocimiento y experiencia de los autores, así como sus vínculos con cualquier tipo de organización; la priorización de los intereses de la población afectada; la argumentación lógica de las conclusiones; la referencia a la literatura existente; la coherencia con la literatura y otras fuentes de opinión. 

Y, como siempre, debe prestarse especial atención a los sesgos en tres frentes: 1) método de consenso utilizado: diferenciando los métodos formales de los informales, porque estos últimos, en ausencia de metodología sistematizada, son más proclives a presentar sesgos; 2) tipo de revisión bibliográfica: importante que sea exhaustiva y con una síntesis de la misma que estuviera disponible para los participantes, para evitar recomendaciones inadecuadas respecto al conocimiento actualizado; 3) fuente de financiación: diferenciando entre pública, entidad sin ánimo de lucro o industria privada (estos tienen el mayor riesgo de sesgo implícito y explícito).

Recordamos que este y muchos más temas se pueden revisar en el libro “Medicina Basada en la Evidencia. Lo que siempre quiso saber sobre la evidencia aplicada a la práctica clínica sin morir en el intento”. de consulta gratuita en este enlace

lunes, 1 de septiembre de 2025

7 (+1) hábitos para navegar de la efectividad a la grandeza

 


Stephen R. Covey (1932-2012) fue un consultor, autor y educador estadounidense reconocido mundialmente por su libro superventas "Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva". Este libro, publicado en1989, se convirtió en una obra fundamental en el ámbito del desarrollo personal y profesional y dio como continuación el libro publicado 2004, “El 8º hábito. De la efectividad a la grandeza”, que me regalaron hace tiempo con motivo de un cambio importante en mi vida profesional y que, con el tiempo, he vuelto a desgranar. 

Porque el estadounidense Stephen R. Covey a lo largo de su carrera se dedicó a enseñar y a impartir seminarios a líderes de empresas, organizaciones gubernamentales y educativas. Fue cofundador de FranklinCovey, una empresa de consultoría y capacitación que sigue promoviendo sus principios en la actualidad y que tiene oficinas en 123 países. Y de esa experiencia que tenía propuso un enfoque holístico e integrado para la efectividad, centrado en principios atemporales en lugar de trucos o técnicas rápidas. Los hábitos se dividen en tres etapas: 

1) De la dependencia a la independencia: 
Hábito 1: Ser proactivo. Se trata de tomar la iniciativa y responsabilizarse de la propia vida. 
Hábito 2: Empezar con un fin en mente. Define tus valores y metas para dar dirección a tus acciones. 
Hábito 3: Poner primero lo primero. Prioriza las tareas importantes sobre las urgentes. 

2) De la independencia a la interdependencia: 
Hábito 4: Pensar en ganar-ganar. Buscar soluciones que beneficien a todas las partes involucradas. 
Hábito 5: Buscar primero entender, luego ser entendido. Escuchar con empatía antes de expresar tu punto de vista. 
Hábito 6: Sinergizar. Colaborar con otros para crear soluciones que superen lo que se podría lograr individualmente. 

3) Renovación continua: 
Hábito 7: Afilar la sierra. Cuidar de ti mismo de forma regular para mejorar tu cuerpo, mente, emociones y espíritu. 

Estos 7 hábitos se resumen en este gráfico, que viaja de la "victoria privada" a la "victoria pública" en el liderazgo de equpos.


Y luego llegaría el Hábito 8: Encuentra tu voz e inspira a otros a encontrar la suya. Porque mientras que los primeros siete se centran en pasar de la dependencia a la interdependencia, el octavo hábito se enfoca en trascender la interdependencia para alcanzar un nivel de liderazgo trascendental (y pasar de la efectividad a la grandeza). 

Aunque la obra de Covey no está exenta de críticas, si cabe remarcar algunos aspectos positivos: 
- Enfoque en principios universales: a diferencia de muchos libros de autoayuda que ofrecen trucos rápidos, Covey se centra en principios atemporales como la honestidad, la integridad, la responsabilidad y la empatía. Su enfoque "de adentro hacia afuera" (cambiar primero el carácter personal para luego influir en el exterior) es considerado por muchos como un método más sólido y sostenible para el éxito. 
- Visión holística de la efectividad: los 7 hábitos abarcan no solo la productividad personal (hábitos 1, 2 y 3), sino también la interdependencia y las relaciones con los demás (hábitos 4, 5 y 6) y la renovación personal (hábito 7). Esta visión integral es muy valorada porque considera a la persona en su totalidad. 
- Lenguaje claro y práctico: aunque los conceptos son profundos, el libro incluye ejercicios que animan al lector a reflexionar y a poner en práctica los hábitos. 
- Influencia en el liderazgo y la gestión: los principios de Covey han sido adoptados por numerosas organizaciones y líderes en todo el mundo; conceptos como "pensar en ganar-ganar" o "sinergizar" se han convertido en parte del vocabulario de la gestión moderna. Su énfasis en la confianza y el trabajo en equipo ha sido crucial para muchas empresas. 

Stephen R. Covey falleció en 2012, pero su legado sigue siendo una gran influencia para millones de personas en todo el mundo que buscan mejorar sus vidas a través de un enfoque basado en principios y valores. 

Baste recordar algo tan conocido (pero quizás menos reconocido) con esas cuatro partes magníficas de nuestra naturaleza que cabe cuidar en el hábito 7: cuerpo, mente, corazón y espíritu. Y con ellas esas cuatro inteligencias que todos poseemos y su guía práctica para la acción: 

a) En la Inteligencia física (IF): nutrición sabia; ejercicio equilibrado y consciente; descanso adecuado, relajación, gestión del estrés y mentalidad de prevención. 
b) En la Inteligencia mental (IM): estudio y educación continuos, sistemáticos y disciplinados; cultivar la autoconciencia; aprender mediante la enseñanza y la práctica. 
c) En la Inteligencia emocional (IE): autoconciencia; motivación personal; autodisciplina; empatía; habilidades sociales. 
d) En la Inteligencia espiritual (IES): integridad a los propios valores más elevados; sentido de la contribución a las personas y a las causas; voz para alinear el trabajo con la vocación y dotes personales. 


Cuatro inteligencias que cabe cuidar y cultivar, también equilibrar. Y aunque estos libros van orientados al liderazgo de organizaciones, es válido para todos. Y en sus palabras se deduce: "Entre el estímulo y la respuesta, hay un espacio. En ese espacio reside nuestra libertad y nuestro poder para elegir nuestra respuesta. En nuestra respuesta yace nuestro crecimiento y nuestra felicidad."