Blog personal, no ligado a ninguna Sociedad científica profesional. Los contenidos de este blog están especialmente destinados a profesionales sanitarios interesados en la salud infantojuvenil
Mañana, martes 20 de mayo, tendrá lugar la presentación de Cine y Pediatría 14. Y, como todos los números y todos los años, se celebrará en el contexto del Festival Internacional de Cine de Alicante, que este año llega a su XXII edición.
Y este acto acaba de coincidir con la efeméride que celebramos de haber llegado hace una semana a publicar la entrada (o post) número 800 de Cine y Pediatría. Lo que implica 800 sábados seguidos - sin fallar uno desde aquel lejano 9 de enero de 2010 donde todo empezó - publicando un post al respecto.
Y como es costumbre, celebramos en este blog cada centena. Lo hicimos con las primeras 100 entradas de Cine y Pediatríacon un recopilatorio de las películas comentadas hasta entonces Y, a partir de entonces, intentamos que a efeméride de un nuevo centenar coincida con alguna película especial. Y esta es la relación hasta ahora:
- Celebramos la entrada 200 con una película muy especial, la francesa La vida de Adéle (Abdallatif Kechiche, 2013), ese vértigo a que nos enfrenta el primer amor.
- Celebramos la entrada 300 con otra película muy especial también, una película documental que contiene unas imágenes tan duras que pueden herir la sensibilidad del espectador, imágenes de una realidad injusta que todos conocemos, el conflicto de Siria: Sylvered Water, Syria self-portrait(Ossama Mohammed y Wiam Simav Berdixan, 2014) nos despierta de ese posible estado de anestesia moral permanente en que caemos.
- Celebramos la entrada 400 y lo hicimos con una pequeña gran joya como es la película belga Aves de paso (Olivier Ringer, 2015), un conmovedor cuento iniciático que habla sobre la amistad, la sobreprotección de los progenitores, la discapacidad, la superación de los límites o la necesidad de libertad de niños y niñas.
- Celebramos la entrada 500 con otra película emblemática, en este caso el film danés Pelle el conquistador (Bille August, 1987), un bello poema fílmico para acercarnos al desarraigo y la tierra prometida
- Celebramos la entrada 600 con la película estadounidense Más allá de las palabras (Anthony Fabian, 2013), una inspiradora película sobre una historia real, lo que le da un valor añadido, especialmente para los pediatras que conocemos la importancia de la humanización en nuestra profesión.
- Celebramos la entrada 700 y lo hicimos con una revisión de la figura del director japonés Yasujiro Ozu, un perfeccionista que combinó el blanco y negro y el color, el cine mudo y el sonoro, un firme defensor de la cámara estática y las composiciones meticulosas, un artista cuya obra influyó en directores como Jim Jarmusch, Wim Wenders, Aki Kaurismäki o Hou Hsiao-Hsien.
- Y acabamos de celebrar la entrada 800 con la Trilogía de Apu del director indio Satyajit Ray constituida por tres películas en blanco y negro, basadas en las novelas autobiográficas de Bibhutibhushan Bandyopadhyay: Pater Panchali (La canción del camino) (1955), Apajarito (El invencible) (1956), y Apur Sansar (El mundo de Apu) (1959). Una de las más bellas metáforas visuales que haya regalado el séptimo arte a ese ciclo de la vida que transcurre por la infancia, juventud y madurez.
Y por ello he querido elegir esas películas para conmemorar un hito más en Cine y Pediatría, y es que hemos llegado a la séptima centena de entradas en el blog. Nos seguiremos viendo (y leyendo) cada sábado...
Los personajes de Caín y Abel, los dos primeros hijos de Adán y Eva, cuya historia es narrada en el libro del Génesis, no solo es un relato del primer asesinato, sino una alegoría sobre la naturaleza humana (Caín representa la inclinación hacia los celos, la ira y la violencia, mientras que Abel representa la bondad, la humildad y la fe), la elección entre el bien y el mal, así como el pecado y sus consecuencias dentro de la compleja dinámica de las relaciones familiares. Y esta aproximación bíblica nos introduce en la película Hijo de Caín (Jesús Monllaó, 2013), en lo que fue su ópera prima en el largometraje (y hasta el momento la única película que ha dirigido) y que adapta la novela “Querido Caín”, de Ignacio García-Valiño.
La historia nos presenta a Coral (María Molins) y Carlos (José Coronado), un matrimonio muy bien acomodado que atraviesa una crisis familiar provocada por su hijo Nico (David Solans), un inquietante adolescente superdotado y obsesionado con el ajedrez, que manifiesta un comportamiento poco sociable con su entorno en general y con su padre en particular, con el que prácticamente no tiene ningún tipo de comunicación. Esta situación preocupa a sus padres, que incapaces de resolver el conflicto y alarmados por la escalada de agresividad que comienza a mostrar Nico deciden contratar a un psicólogo icomo última alternativa para ayudar al hijo y evitar enviarlo a un internado. Julio (Julio Manrique), el psicólogo, usará el ajedrez como eje de su terapia, una apuesta arriesgada donde Julio se lo jugará todo convencido de su capacidad para bucear en el interior de Nico y descubrir el origen de su conducta.
En una de las primeras escenas vemos que Nico tiene en sus manos el libro “El pequeño tirano” de Raymond Gibson, en donde nos acerca al conocido como Síndrome del emperador, la manera en que se define a aquellos hijos que se comportan de forma tirana con sus padres, desafiando su autoridad, exigiendo constantemente y, en algunos casos, siendo agresivos; un síndrome que se caracteriza por una falta de empatía, poca tolerancia a la frustración y una tendencia a dominar la dinámica familiar. Algo que veremos que no será ajeno a nuestro protagonista y por ello los a madre le dice a su marido: “Carlos, Nico no es normal”, a lo que el padre responde: “Tiene 14 años. A ese edad ningún chico es normal”. Pero una serie de hechos hacen más disruptiva la situación en la familia y en las clases, hasta el punto que el director del colegio expresa a sus padres. “Ya era muy extraño de pequeño. Ahora es muy extraño y muy mezquino”.
Es en ese momento cuando aparece Julio, y este se intenta ganar la confianza de Nico con una afición común de ambos por el ajedrez. Y así le explica Julio a Nico: “El 11 de mayo de 1997 un ordenador de IBM ganó al campeón del mundo de ajedrez. De seis partidas, el ordenador, que se llamaba Deep Blue, ganó tres y empató una. Aquello fue el final de una época. Hasta ese día se consideraba que el ajedrez era una mezcla entre arte y deporte, una cuestión de inteligencia, de memoria y de talento… Pero la IBM desmanteló Deep Blue y nunca permitió que volviese a jugar. Tenían miedo, miedo al talento”, pues él también fue un gran jugador de ajedrez antes de abandonarlo. Y ajedrez y psicología se unen en la trama, también con la aparición de la niña Laura (Abril García), nueva campeona de España de ajedrez. Y poco a poco Nico y Laura se transforman a ritmo de enroque, apertura española, gambito de dama y defensa siciliana en nuestros modernos Caín y Abel.
Pero la maldad de nuestro Nico/Caín también se extiende a su familia, y difama a su padre bajo la sospecha de una actitud incestuosa con su hermana pequeña. Pero es algo que conviene no desvelar al espectador por los giros de guion de este thriller en lo que es un jaque mate a la maldadque nos demuestra este adolescente superdotado con una fascinación inquietante por el ajedrez y una personalidad compleja y enigmática.
Porque Hijo de Caín es una película dura en la que el espectador asiste a la progresiva aniquilación de todos los personajes. Si en la película estadounidense En busca de Bobby Fisher (Steven Zaillian, 1993) el niño prodigio del ajedrez, Joshua Waitzkin, nos regala un jaque mate a la inocencia, en la película española Hijo de Caín, nuestro Nico nos ofrece un jaque mate a la maldad. Un personaje con rasgos psicópatas que nos acerca al Niles de El otro (Robert Mulligan, 1972), al Dan de la película estadounidense El niño que gritó puta (Juan José Campanella, 1991), pero sobre todo al Kevin adolescente de la película británica Tenemos que hablar de Kevin (Lynne Ramsay, 2011). Porque a veces se nos refiere que la infancia es al hombre y la mujer lo que el paraíso originario es a la sociedad actual, una época en la que no existía la maldad. La vigencia del mito de la infancia bondadosa es indiscutible y el cine se refiere a los niños casi siempre bajo la óptica que hace de ellos el reservorio de los valores más excelsos, lo cual no es óbice para que resulten la mayoría de las veces violentados por los adultos, quienes encarnan de este modo la esencia del mal. Pero no siempre es así, y películas como las referidas también nos recuerdan que el mal puede acantonarse en la infancia y adolescencia.
Ayer, 13 mayo, hemos celebrado en España el Día del Niño Hospitalizado, efeméride que llevamos celebrando desde el año 2015. Esta fecha fue elegida en conmemoración de la publicación, el 13 de mayo de 1986, de la Carta de los Derechos del Niño Hospitalizado por el Parlamento Europeo. La iniciativa surgió de diversas fundaciones y organizaciones (fundaciones Atresmedia, Abracadabra, Aladina, Menudos Corazones, Pequeño Deseo y Theodora, así como la Asociación Española Contra el Cáncer y la Federación Española de Padres de Niños con Cáncer) que trabajan con niños, niñas y adolescentes hospitalizados, con el objetivo de sensibilizar a la sociedad sobre las necesidades y derechos de estos menores y sus familias, así como para homenajear la labor del personal sanitario y los voluntarios. En este blog dimos en su momento cumplida información de este hecho.
Desde entonces, cada 13 de mayo se realizan diversas actividades en hospitales de toda España para hacer más llevadera la estancia de los niños ingresados. Y en el caso de nuestro Servicio de Pediatría del Hospital General Universitario Dr Balmis de Alicante este año 2025 lo hemos celebrado con un emotivo acto: la inauguración de una ‘campana del alta’ en la Unidad de Neonatología. Una iniciativa de humanización que ha sido posible gracias a la Fundación Pequeño Deseo Este nuevo símbolo representa la esperanza y el apoyo para los recién nacidos prematuros y sus familias que permanecen ingresados durante meses, al tiempo que marca el final de una etapa hospitalaria y el inicio de una nueva fuera del hospital. Y, además, en la Unidad Pedagógica Hospitalaria se han repartido juguetes a los peques ingresados, regalándoles también sonrisas y alegría en un día tan especial.
Cierto que cada 13 de mayo, esta celebración nos recuerda la importancia de humanizar los entornos hospitalarios, promoviendo el bienestar emocional de los pacientes pediátricos y de los profesionales que los acompañan. Pero hoy queremos comentar el mensaje de la Asociación Española de Pediatría, a través del Comité de Calidad Asistencial y Seguridad del Paciente y la Sociedad Española de Pediatría Interna Hospitalaria, desde donde quieren reafirmar su compromiso con una atención centrada en la seguridad, calidad y dignidad de nuestros pacientes más jóvenes en el ámbito de la hospitalización en todas sus modalidades y niveles asistenciales.
Porque los niños y adolescentes representan una población con necesidades específicas de cuidado. Por ello, esta campaña tiene como objetivo fortalecer una cultura institucional que priorice su bienestar, promueva su participación, y minimice los riesgos inherentes a la atención sanitaria. Y algunas de las líneas estratégicas para este fin son:
1. Fortalecimiento de la cultura de seguridad del paciente pediátrico, mediante formación continua y fomento de la notificación de eventos.
2. Identificación segura del paciente, con protocolos reforzados y adecuados a cada etapa del desarrollo.
3. Participación de los niños, niñas adolescentes y sus familias, como aliados clave en el proceso de atención segura y de calidad.
4. Prevención de infecciones asociadas a la atención en salud, con énfasis en higiene de manos y ambientes hospitalarios seguros.
5. Uso seguro de medicamentos pediátricos, mediante prácticas clínicas ajustadas por peso y edad, en especial con aquellos fármacos considerados a alto riesgo.
6. Seguridad diagnóstica, promoviendo la comunicación efectiva entre equipos clínicos, el uso adecuado de pruebas complementarias y el seguimiento oportuno para reducir errores en el diagnóstico.
Desde este comité y esta sociedad científica se invita a todos los implicados -organizaciones, profesionales sanitarios, familias y en su medida a los propios pacientes- a participar activamente a esta iniciativa, que no solo visibiliza la importancia de la seguridad, sino que impulsa mejoras en la calidad de nuestros servicios.
La primera exigencia básica un día como hoy es la de un entorno hospitalario seguro. Un año más, recordamos con tristeza el doble sufrimiento de los niños hospitalizados en los distintos países con conflictos bélicos, atrapados entre la enfermedad y las bombas. De la misma forma mostramos el máximo apoyo a sus familiares y a los profesionales que heroicamente permanecen junto a ellos.
Y desde el blog Pediatría basada en pruebas nos sumamos a este mensaje. Porque en tiempos inciertos, una sociedad debe apostar más que nunca por el bien común, que comprende hospitales más humanos, seguros y confiables para nuestros niños y adolescentes
Los DECÁLOGOS de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) son documentos que recogen diez principios o recomendaciones fundamentales sobre un tema específico relacionado con la salud y el bienestar infantil.
Estos decálogos tienen como objetivo principal ofrecer información clara y concisa a familias, cuidadores y profesionales de la salud sobre aspectos importantes del cuidado de los niños y adolescentes. Se presentan de forma sencilla y práctica para facilitar su comprensión y aplicación en el día a día.
Estos decálogos se editan en formato de carteles y tarjetas para facilitar su difusión y también están disponibles para su descarga gratuita en formato PDF en la web de Familia y Salud y de la AEPap. También puedes descargarte los pdf de todos los Decálogos de AEPap en catalán, euskera y gallego.
Esta es una labor de muchos años en los que la AEPap ha publicado diversos decálogos sobre una amplia variedad de temas, entre los que se incluyen:
Es tradicional en este proyecto de Cine y Pediatría que cada entrada centenaria se corresponda con una película que tenga un especial valor o impacto, y así lo hicimos con películas como la danesa Pelle el conquistador(Bille August, 1987), la francesa La vida de Adèle(Abdellatif Kechiche, 2013), la siria Silvered Water, Syria Self-Portrait (Wiam Bedirxan, Ossama Mohammed, 2014), la belga Aves de paso (Olivier Ringer, 2015), o la estadounidense La ballena (Darren Aronofsky, 2022). Y hoy, en esta entrada número 800 vamos a hablar una de las películas míticas del cine indio y del cine internacional, una trilogía que es una metáfora visual de la infancia, juventud y madurez: la Trilogía de Apu del director Satyajit Ray.
Cierto que el cine indio sigue siendo un gran desconocido para Occidente, aunque en el caso de Satyajit Ray, con 29 largometrajes y varios documentales en su filmografía, quizás represente al realizador por excelencia de la India, quien tuvo su trono desde la década de los 50 y durante más de tres décadas. Admirable y admirado, resuenan las palabras de Akira Kurosawa quien nos decía que “no haber visto el cine de Ray es como existir en este mundo y no haber visto el sol o la luna”. Y es que se cuentan con los dedos de la mano los directores que han dejado una huella tan profunda como el cineasta bengalí, un autor de culto, hábil orfebre de la composición visual y poeta de la imagen. Sus tesoros cinematográficos se concentran en la década de los 50 y 60, donde aparecen obras como El salón de música (1958), La diosa (1960), Teen Kany (Dos muchachas-Tres muchacha) (1961), La gran ciudad (1963), Charulata. La esposa solitaria (1964) El cobarde (1965) o El héroe (1966). Pero donde todo empezó con su impactante ópera prima, Pather Panchali (La canción del camino) (1955), el inicio de la Trilogía de Apu, que cabe recordar que se financió recurriendo a los propios ahorros del director, con precariedad de medios y grandes dificultades, por lo que tardó tres años en concretarse.
Satyajit Ray creció en Calcuta con ambas culturas, bengalí y occidental, pues en la primera mitad del siglo XX la ciudad estaba llena de militares estadounidenses y allí se proyectaba todo Hollywood. Fue un enamorado del cine americano, pero también del neorrealismo italiano, del cine soviético y de los documentales de Robert J. Flaherty, aunque la mayor influencia fue la del poeta y filósofo Rabindranath Tagore, en cuya escuela se formó. Fue un maestro enamorado del séptimo arte que envolvió sus imágenes de exotismo, observando detenidamente la condición humana, por lo que todas sus películas destilan importante carga social. Y así expresa el amor a su oficio: “El cine es más bello que la vida: no hay atascos ni tiempos muertos y avanza como un tren que atraviesa la noche”.
¿Y qué tiene de especial La trilogía de Apu? Supongo que muchas cosas y ello se ha analizado desde distintos puntos de vista a lo largo de la historia. La trilogía está constituida por tres películas en blanco y negro, basadas en las novelas autobiográficas de Bibhutibhushan Bandyopadhyay en lenguaje begalí: Pater Panchali (La canción del camino) (1955), 115 minutos de metraje, abarca los años de la infancia del protagonista y especialmente su relación con las dos mujeres más importantes de su vida: su madre y su hermana; Apajarito (El invencible) (1956), 105 minutos, se centra en la adolescencia, la relación con su padre, su profesor y en particular con su madre, además de tomar contacto con el mundo adulto; y Apur Sansar (El mundo de Apu) (1959), 117 minutos, con un Apu idealista, ya maduro, quien al terminar sus estudios debe de enfrentarse al mundo, al matrimonio y a la paternidad. Un paseo por la infancia, juventud y madurez con una idea que se repite: las cosas en la vida son cíclicas y, por lo tanto, no nos queda otra que aprender de ellas, bien sea el amor, la soledad o la muerte. Y ello a través de planos y secuencias llenas de belleza plástica, con la naturalidad que ya nos directores como Jonh Ford o Jean Renoir, y que nos permite transitar por un camino tan realista como poético, apoyados por la fotografía de Subrata Mitra y la música de Ravi Shankar, donde ambas se combinan para trasladarnos a la India en ese camino de crecimiento, pérdida y búsqueda del significado de la vida para Apu.
Adentrémonos un poco más en cada una de las partes de la trilogía...
- Pather Panchali (La canción del camino). La infancia
Nos introduce en la vida de una familia pobre en una aldea rural de Bengala a principios del siglo XX: "En este remoto rincón, lejos del bullicio de la ciudad, vivían dos niños. Durga, la mayor, y Apu, su hermano pequeño. Su mundo era pequeño, pero lleno de maravillas". El padre Harihar Ray (Kanu Banerjee) es un sacerdote y poeta con sueños de una vida mejor, pero sus ingresos son escasos; su esposa, Sarbojaya Ray (Jaruna Benerjee), se encarga de las tareas del hogar y de criar a sus dos hijos: Durga (Runki Banerji), la hija mayor, traviesa y cariñosa, y Apu (Subir Banerjee), el hijo pequeño, curioso y observador. También vive con ellos Indir Thakrun (Chunibala Devi), una anciana pariente de Harihar, a la que Sarbajaya resiente por suponer una carga económica adicional.
La película retrata la vida cotidiana de la familia, donde Durga y Apu comparten juegos y travesuras, disfrutan de la naturaleza y se maravillan con las pequeñas cosas, como la llegada ocasional de un vendedor ambulante o el sonido lejano del tren. Cuando la situación económica de la familia se vuelve más precaria, el padre tiene que ausentarse durante largos periodos en busca de trabajo y la tensión aumenta en el hogar, especialmente entre Sarbajaya e Indir. El punto de inflexión viene marcado por la muerte, primero de Indir y posteriormente de Durga, y el dolor por la pérdida de esta última hace que la familia decida abandonar su hogar ancestral y mudarse a Benarés con el pequeño Apu, en busca de un nuevo comienzo con la incertidumbre del futuro.
Pather Panchali (La canción del camino) captura la belleza y la dureza de la vida rural, la inocencia de la infancia y los lazos familiares frente a la adversidad. Nos marca el inicio de la conmovedora historia del crecimiento y las experiencias de Apu.
- Aparajito (El invencible). La juventud
Ya en la ciudad sagrada de Benarés, Sarbajaya trabaja como sirvienta para una familia adinerada, aunque añora su hogar y la vida sencilla del campo, mientras Apu (Pinaki Sengupta) explora la vibrante ciudad. El padre fallece poco tiempo después y somos espectadores de la creciente dependencia mutua entre madre e hijo. Pero también como Apu siente la necesidad de buscar nuevos caminos y muestra gran curiosidad por el aprendizaje, destacando en la escuela. El amor materno luchando contra la necesidad de dejar caminar solo a su hijo.
La película da un salto temporal y nos presenta a un joven Apu (Smaran Ghosal) que acaba de conseguir una beca para estudiar en Calcuta, donde queda fascinado por la gran ciudad. En Calcuta, Apu se sumerge en sus estudios, y se distancia cada vez más del mundo rural y de su madre, cuyas cartas se vuelven menos frecuentes y más llenas de añoranza. Finalmente, Sarbajaya enferma gravemente. Apu regresa al pueblo, pero llega demasiado tarde. Consumido por el dolor y el remordimiento, se enfrenta a la pérdida de su último lazo familiar directo, y de poco valen algunos consejos: "No llores, Apu. Los padres no viven para siempre. Lo que tiene que pasar, pasa".
Aparajito (El invencible) explora el tema del crecimiento y la separación, el choque entre la tradición y la modernidad, y el doloroso proceso de la individuación.
- Apur Sansar (El mundo de Apu). La madurez
Un Apu ya en su madurez (Soumitra Chatterjee) instalado en Calcuta, sueña con ser escritor, pero vive con dificultades económicas y se dedica a trabajos esporádicos. El destino hace que conozca a Aparna (Sharmila Tagore), con la que acaba casándose para evitar el escándalo y deshonra familiar que supuso que fuera rechazada por su novio en el último momento. “Mi padre murió cuando tenía 10 años. Mi madre murió cuando tenía 17. Tuve una hermana mayor… No tengo nada, ni casa, ni trabajo siquiera. Mi futuro es muy vago. ¿Qué voy a hacer contigo’…”, pregunta a la esposa con la que le han obligado a casarse y que no se conocen. Él que iba a una boda con su amigo Pulu y, sin querer, se viene con la novia. Pero, contra todo pronóstico, surge un profundo amor entre ellos, a través de una vida sencilla repleta de complicidad y donde Aparna apoya las ambiciones literarias de Apu y le brinda la estabilidad emocional que nunca antes había tenido. Sin embargo, la felicidad se ve truncada cuando regresa la muerte a su vida: Aparna muere al dar a luz a su hijo, Kajal. Devastado por la pérdida, Apu se sume en una profunda depresión y aislamiento, abandona a su hijo recién nacido y se marcha, vagando sin rumbo durante años.
La película da un salto temporal y nos traslada al reencuentro de Apu con su hijo Kajal, quien ya tiene 5 años y vive con sus abuelos maternos. Apu lucha por conectar con su hijo, quien inicialmente lo rechaza. La película culmina con una escena emotiva donde Apu logra finalmente abrazar a su hijo, simbolizando la reconciliación y la aceptación de su papel como padre. Aunque la sombra de la pérdida de Aparna siempre estará presente, Apu encuentra una razón para vivir y reconstruir su mundo junto a su hijo. El abrazo final, aunque lleno de cicatrices emocionales, ofrece una poderosa sensación de esperanza y reconciliación.
Apur Sansar (El mundo de Apu) es una poderosa conclusión para la trilogía, explorando temas profundos como la naturaleza inesperada del amor, el devastador impacto de la pérdida, la dificultad de la paternidad y la redención a través del amor filial, la continuidad de la vida a pesar del dolor, la complejidad de la condición humana.
La Trilogía de Apu en su conjunto ofrece una visión profunda y poética del ciclo de la vida, con emotivas enseñanzas traducidas en poéticas imágenes que nos llevan a reflexiones profundas sobre temas universales: la belleza y la fragilidad de la infancia, el amor incondicional y a menudo sacrificado de los padres, el dolor de la pérdida y el proceso del duelo, la búsqueda de la identidad y el lugar en el mundo, la tensión entre las tradiciones y la modernidad, la resiliencia del espíritu humano ante la adversidad, sí como la importancia de las conexiones humanas y el amor para encontrar sentido en la vida. Y todo ello en una de las más bellas metáforas visuales que haya regalado el séptimo arte a ese ciclo de la vida que transcurre por la infancia, juventud y madurez.
Los “Días Mundiales” surgen como herramienta de movilización, conciencia y llamada de atención. Y esta semana, el día 5 de mayo, acabamos de celebrar el DÍA MUNDIAL DE LA HIGIENE DE MANOS, fecha que fue establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2009, aunque la OMS ya había iniciado campañas de concienciación sobre la higiene de manos desde 2005.
La creación de este día se enmarca en la iniciativa global de la OMS llamada "Save Lives: Clean Your Hands". El objetivo era destacar la importancia de la higiene de manos en la prevención de infecciones, especialmente en el ámbito de la atención sanitaria. La fecha del 5 de mayo (5/5) fue elegida estratégicamente para recordar los cinco momentos clave para la higiene de manos definidos por la OMS:
1. Antes de tocar al paciente. ¿Cuándo?: higienícese las manos antes de tocar a un paciente cuando se acerque a él. ¿Por qué?: para proteger al paciente de los gérmenes que tenemos en las manos.
2. Antes de realizar una tarea limpia/aséptica. ¿Cuándo?: higienícese las manos inmediatamente antes de realizar una tarea aséptica. ¿Por qué?: para proteger al paciente de los gérmenes dañinos que podrían entrar en el cuerpo, incluidos los gérmenes del propio paciente.
3. Después de la exposición a fluidos corporales. ¿Cuándo?: higienícese las manos inmediatamente después de un riesgo de exposición a líquidos corporales y al quitarse los guantes. ¿Por qué?: para protegerse y proteger al entorno de atención de salud de gérmenes dañinos del paciente.
4. Después del contacto con el paciente. ¿Cuándo?: higienícese las manos después de tocar a un paciente y la zona que le rodea, cuando deje la cabecera del paciente. ¿Por qué?: para protegerse y proteger al entorno de atención de salud de gérmenes dañinos del paciente.
5. Después de tocar el entorno del paciente. ¿Cuándo?: higienícese las manos después de tocar cualquier objeto o mueble del entorno inmediato del paciente, cuando lo deje (incluso aunque no haya tocado al paciente). ¿Por qué?: para protegerse y proteger al entorno de atención de salud de gérmenes dañinos del paciente.
El Día Mundial de la Higiene de Manos tiene varios objetivos fundamentales:
- Concienciar: sensibilizar a nivel mundial a profesionales de la salud, pacientes, cuidadores y al público en general sobre la importancia de la higiene de manos para prevenir la propagación de infecciones.
- Promover las mejores prácticas: fomentar la adopción de prácticas correctas de higiene de manos en los centros de salud y en la vida cotidiana.
- Reducir las infecciones: disminuir la incidencia de infecciones asociadas a la atención sanitaria y otras enfermedades infecciosas transmisibles.
- Combatir la resistencia antimicrobiana: la higiene de manos es una medida clave para prevenir infecciones, lo que a su vez reduce la necesidad de antibióticos y ayuda a combatir la creciente amenaza de la resistencia a los antimicrobianos.
- Crear una cultura de seguridad: integrar la higiene de manos como un componente fundamental de la seguridad del paciente y de la calidad de la atención sanitaria.
- Apoyar a los trabajadores de la salud: reconocer el papel crucial de los profesionales de la salud en la promoción de la higiene de manos y proporcionarles las herramientas y la formación necesarias.
- Fomentar la participación: movilizar a líderes, responsables de la formulación de políticas y al público en general para que prioricen la higiene de manos.
Y nuestro Hospital General Universitario Dr. Balmis se ha sumado un año más a la celebración de la Jornada Mundial de la Higiene de Manos, con el liderazgo del Servicio de Medicina Preventiva, quien ha organizado un programa de actividades para involucrar a los profesionales para adherirse a la campaña liderada por la OMS, que este año 2025 tiene por lema "Guantes, a veces. Higiene de manos, siempre".
Y en ese ha entregado un reconocimiento a las Unidades del centro que obtuvieron durante el pasado año los mejores resultados de cumplimiento de la higiene de manos. Y, un nuevo año, la Unidad de Neonatología se encuentra en ese podio, ocupando un segundo lugar de todo el hospital (en esta ocasión, solo por detrás de la sección de Medicina Intensiva). Para el Servicio de Pediatría es un honor estar en este podio y sea por ello mi felicitación a todos mis compañeros neonatólogos, enfermeras y resto de profesionales sanitarios.
Dentro del blog Pediatría basada en pruebas, en el año 2011 abrimos la serie que denominamos Neo-Dividencias, neologismo que creamos para debatir sobre polémicas científicas alrededor de la Peri-Neonatología. Desde entonces ya han sido una veintena de post los publicados sobre diferentes temas a debate, valorando los puntos a favor y en contra en diferentes aspectos del diagnóstico, tratamiento o prevención en la atención del recién nacido, y entre los que hemos incluido aspectos como los niveles asistenciales en Neonatología, los límites de la viabilidad, el alta precoz, el método madre-canguro, el transporte neonatal, la hipotermia terapéutica, el uso de probióticos en la prevención de NEC, geles de dextrosa en hipoglucemia, el NIDCAP, etc.
Un aspecto clave también ha sido la prevención cuaternaria, entendiendo como tal al conjunto de actividades sanitarias que atenúan o evitan las consecuencias de las intervenciones innecesarias o excesivas del sistema sanitario, ese exceso de celo diagnóstico, terapéutico y preventivo de nuestra medicalizada sociedad. Y dentro de esta prevención los programas de cribado universal han ocupado un lugar destacado (ver 1, 2, 3).
Y que hoy regresa tras revisar el artículo especial de Anales de Pediatría publicado recientemente: “Situación actual y nuevos pasos en el cribado neonatal en España” En este artículo se tratan varios temas de interés, como la historia del cribado universal (tanto en el ámbito mundial como en España), los tipos de cribado (enfermedades metabólicas, hipoacusia congénita, cardiopatía congénita crítica) y estado actual, así como el futuro (con un posible avance más rápido con el cribado genómico neonatal). Un artículo interesante y una buena puesta al día, pero donde se valoran bien los aspectos a favor conocidos del cribado neonatal universal, pero donde se echa de menos una reflexión sobre los aspectos en contra (o cuanto menos que plantean un debate).
Es por ello que, a vueltas con el cribado neonatal universal, en la tabla adjunta se hace un resumen de los aspectos a favor y en contra del mismo.
Y no era algo tan complejo, solo basta dar buenos artículos y buenos prompts a la inteligencia artificial (IA). Y es que la reflexión va a ser más necesaria que nunca en el futuro y más con las conclusiones que el artículo citado nos devuelve: “Los avances tecnológicos y de marcadores metabolómicos sumados a la mayor evidencia ya generada en más enfermedades susceptibles de cribado hacen que el cribado neonatal poblacional esté avanzando sustancialmente en estos últimos años, con un futuro muy prometedor con la incorporación de las técnicas de secuenciación masiva. Todo ello es de gran interés para los pediatras”.Así es, y será de gran interés siempre hacer una valoración global, de los aspectos a favor y en contra de cada entidad a cribar.
La directora madrileña Juana Macías es otro nombre femenino a considerar entre el elenco de directoras españolas de esta nueva hornada de la última década. Su debut fue con el cortometraje Siete cafés por semana (1999), por el que obtuvo el premio Goya al mejor cortometraje de ficción. Y tras un breve recorrido por el corto, se estrenó en el largometraje con Planes para mañana (2010), obra por la que fue nominada al premio Goya al mejor director novel. Llegaron luego una serie de comedias de regular resultado de público y crítica, hasta que en el año 2024 da un golpe sobre la mesa con una serie y una película, dos dramas sociales basados en hechos reales. La serie (codirigida junto a Polo Menárguez) es Las abogadas, seis capítulos alrededor de los últimos años de la dictadura franquista y con el protagonismo de cuatro abogadas laboralistas bien reconocidas en la reciente historia de España (Cristina Almeida, Manuela Carmena, Paca Sauquillo y Lola González). Y la película es la que hoy nos convoca, Las chicas de la estación, y que comienza con este mensaje: “Esta película está basada en hechos reales. La identidad de los personajes y la trama se han alterado por motivos dramáticos. Septiembre, 2019. Palma de Mallorca”.
Las chicas de la estacióncentra la historia en tres adolescentes de 14-15 años tuteladas que viven en un centro de acogida: Jara (Julieta Tobío), Álex (Salua Hadra) y Miranda (María Steelman). Es peculiar cómo cada una de ellas nos presenta a su compañera en el primer cuarto del metraje: Jara nos presenta a Alex como la más del barrio, la dispuesta a ayudar, aunque con genio y por ello nadie la aguanta mucho; Miranda nos dice de Jara que cuando perrea se te mete dentro, que a ella nunca se le ve el lado oscuro y que le gusta que le miren; Alexa comenta de Miranda que la peña cree que está chalada, pero es tope y dibuja cosas chulas en la libreta esa que tiene, que siempre está happy, pero a veces se le cruzan las nubes negras.
Las tres viven en este centro de acogida con otros chicos y chicas y al cuidado de sus monitores, allí conviven en espera de un hogar de adopción o acogida. Pero algunos fines de semana regresan a sus hogares cuando vienen a buscarlas, y confirmamos la familia disfuncional que a cada una les ha llevado allí: Jara va con su moderna madre y nuevo novio, junto a su hermano pequeño; Alex acude a su casa, donde la relación con el padre es muy tensa; a Miranda nadie la viene a buscar, pues sus padres la abandonaron de pequeña, y ante los demás se inventa que tiene unos padres espías a los que no puede ver. Pero lo más duro, es que la madre de Jara decide que vaya a otro hogar de acogida, y el padre de Alex le pide que no vuelva a casa durante un tiempo y que les dejen espacio.
Con estos mimbres no es duro percibir que Jara, Álex y Miranda han crecido sin saber qué es el amor en sus familias. Es el cumpleaños de Jara y las tres quieren celebrarlo en el concierto de su rapera preferida (todo un guiño a la importancia de la música urbana en el desarrollo de la historia). Necesitan dinero para ello y no tienen muchas opciones para conseguirlo. Ahí es cuando aparece una joven del barrio, La China, quien funciona como intermediaria de encuentros y trapicheos, extravagante hasta con el diente que le falta. “No te puedes fiar de nadie, pero de La China menos”, piensa Miranda, pero aún así Jara acepta encuentros sexuales con adultos en los baños de la estación de autobuses, y, más adelante, también convence a Álex para acudir a una fiesta nocturna.
Y a partir de aquí llega el núcleo duro de la historia. La escena de la furgoneta llena de niños y niñas menores de edad en busca de una fiesta de adultos para intercambios sexuales es dramática, donde la fiesta es grotesca y la vuelta atroz. Al día siguiente Jara busca la píldora del día después, y la exploran en busca de enfermedades de transmisión sexual, mientras ella nos devuelve este pensamiento en off: “La primera pastilla del día después me la dio mi madre cuando pilló a un novio suyo metiéndome mano… y la polla, claro. Aunque tampoco me acuerdo muy bien, pues hace mucho”. Finalmente logran ir al concierto, pero colándose, pues no consiguen el dinero: “Ha sido el mejor cumpleaños de mi vida”, dice Jara a sus amigas.
Llega la Navidad al centro de acogida y todos abren sus regalos. Pero el de Alex queda sin abrir, porque la noche previa se fue en un coche con chicos y no ha regresado. Se descubre que ha sufrido una violación múltiple en manada y uno de los monitores del centro le da un consejo para que hable con la policía, en lo que es un declaración de muchos quilates actorales: “Y piensa también una cosa: no puedes elegir de dónde vienes, pero sí a dónde vas”. Finalmente, por miedo, Alex prefiere cambiar de centro e ir a la Península. Porque estas jóvenes no solo son víctimas de la sociedad y víctimas de abusos, sino que no se sienten protegidas por las instituciones y la sociedad. Las palabras de la detective de policía son difíciles de olvidar: “No existen niños y niñas prostitutas. Son víctimas de abuso. Y los adultos que tiene relación con estas niñas son los culpables”.
Tanto agobio y sufrimiento para un final esperanzador, con este colofón final para la reflexión: “En toda España, cientos de menores tuteladas han sido captadas por redes de prostitución sin que la Administración haya tomado medidas para evitarlo. La mayoría de las denuncias por explotación sexual a menores tuteladas están pendientes de juicio o han sido archivadas”, Y por ello la directora, Juana Macía, se documentó sobre esta problemática de la explotación sexual de menores tutelados en España, particularmente en casos que salieron a la luz en Mallorca y una violación grupal que tuvo lugar en la Nochebuena de 2019. Y sitúa la acción en el barrio de Palma de Mallorca conocido como "Corea", un nombre que se remonta a la época de su construcción en la década de los 50, coincidiendo con la Guerra de Corea. Aunque no hay un consenso claro sobre el porqué exacto de este nombre, fue un barrio de viviendas sociales que en la actualidad es una de las zonas más vulnerables y conflictivas de la ciudad, con problemas de marginalidad, delincuencia y okupación.
Una historia tan dura como real, donde cabe destacar su banda sonora original, compuesta por Isabel Royán, pero que cuenta con una importante selección de música urbana que funciona como hilo narrativo y refleja el estado emocional de las protagonistas. En ella se incluyen canciones de artistas como: La Zowi, Yung Beef, Albany, Negro Jari, Somadantina, Kitty110, L'Beel, La Blackie, Gata Cattana, Pipo Beatz, Dalila… y canciones de bella factura como “Nadie”, “Mis niñas”, “Sueños rotos”, “La gata baila”, “Perra del futuro”, “Habibi”, “Niña suicida”, “Estoy bien” y otra decena más de ellas. Una música que es mucho más que leitmotiv, es la música urbana de sus vidas, la de estas menores tuteladas.
El movimiento Adolescencia Libre de Móvilesaparece a raíz de la iniciativa surgida en el barrio barcelonés de Poblenou con el objetivo es empoderar a las familias y promover un pacto social para que el máximo número de hogares retrasen la entrega del primer smartphone a sus hijos e hijas y trabajar en el buen uso para aquellas que ya lo tienen.
El movimiento ha crecido significativamente en España, aglutinando a miles de familias a través de grupos regionales y redes sociales. En este movimiento ya han confluido más 30.000 familias y profesionales de la salud, educación y tecnología de toda la geografía española, con diferentes ideologías, religiones y niveles socioeconómicos, con el objetivo compartido de educar y proteger a nuestros hijos.
Su objetivo principal es generar un pacto social para que no se perciba como "normal" o socialmente impuesto el regalar un smartphone a los niños al pasar de la primaria a la secundaria. Y con ello conseguir una infancia y una adolescencia sanas, críticas y libres. Porque en las circunstancias actuales, en que internet se convierte en una invasión descontrolada de contenidos nocivos, estos valores no están garantizados. Hace falta, pues, repensar como hacemos las cosas como sociedad y encontrar vías de solución. Quizás aún estamos a tiempo si nos podemos a trabajar en conjunto… y basta hacerse estas preguntas:¿has pensado en cómo puede afectar a su desarrollo intelectual?, ¿en los riesgos por un uso desmedido o por consumir contenido inapropiado para su edad?, o ¿en todo el tiempo que dejan de hacer actividades realmente positivas para su desarrollo?.
Las principales acciones del movimiento "Adolescencia libre de móviles" son:
• Retrasar la edad de entrega del smartphone: consideran que el desarrollo cerebral de los niños y preadolescentes no está preparado para el impacto que tienen estos dispositivos y las redes sociales.
• Concienciar y empoderar a las familias: buscan informar a los padres sobre los riesgos asociados al uso temprano y excesivo de móviles y pantallas, ofreciéndoles apoyo para resistir la presión social de entregar un smartphone a sus hijos a edades tempranas.
• Fomentar un uso saludable y consciente: para aquellos adolescentes que ya tienen móvil, buscan promover un uso responsable, regulado y seguro de las tecnologías.
• Poner de manifiesto el problema de salud pública: que las autoridades reconozcan los riesgos de la exposición temprana a pantallas y actúen para proteger a la infancia de los peligros de internet.
• Movilizar a las instituciones: se solicitan regulaciones a nivel escolar y legislativo que protejan a los menores de aplicaciones, redes sociales y contenido inapropiado.
• Centros educativos libres de móviles: se aboga por la prohibición de la tenencia y uso de smartphones en los centros educativos, buscando un entorno de aprendizaje libre de distracciones tecnológicas.
El movimiento "Adolescencia libre de móviles" surge de la preocupación de muchas familias por las consecuencias negativas que el uso temprano y sin control de los smartphones puede tener en los niños, niñas y adolescentes, tales como:
• Problemas de salud mental: ansiedad, depresión, estrés, trastornos del sueño.
• Adicción: desarrollo de una dependencia del móvil y las redes sociales.
• Bajo rendimiento académico: dificultad para concentrarse y estudiar.
• Problemas sociales: aislamiento, dificultades en las relaciones interpersonales cara a cara, ciberacoso.
• Riesgos en línea: exposición a contenido inapropiado, grooming, sexting, ciberbullying.
• Problemas de salud física: sedentarismo, problemas de visión, dolores de cabeza y cuello.
El movimiento no se considera anti-tecnología, sino que aboga por una digitalización responsable y regulada, con el objetivo de proteger la salud y el bienestar de los menores. Buscan un cambio de paradigma social donde retrasar la entrega del móvil sea la norma, permitiendo a los adolescentes disfrutar de una adolescencia más libre de las presiones y los riesgos del mundo digital temprano.
Desde aquí se puede acceder a la web de “Adolescencia libre de móviles”, que cabe conocer y apoyar, pues como nos manifiestan “juntos somos más fuertes”. Y aquí, el enlace a algunos documentos de interés:
Diana Baumrind (1927- 2018) fue una psicóloga clínica, especializada en psicología del desarrollo, conocida por su investigación sobre los estilos de crianza parental. Su trabajo pionero en la década de 1960 identificó tres estilos parentales iniciales, a los que posteriormente Maccoby y Martin añadieron un cuarto. Estos estilos se basan en dos dimensiones clave del comportamiento parental:la exigencia (el grado en que los padres establecen reglas y esperan obediencia) y la respuesta (el grado en que los padres son sensibles a las necesidades de sus hijos, los apoyan y se comunican con ellos).
Los estilos de crianza son importantes debido a que la forma en que un padre interactúa con su hijo sienta las bases para el desarrollo social y emocional futuro del niño. He aquí los cuatro estilos.
1. Estilo Autoritario
• Características: Alto en exigencia y bajo en respuesta. Los padres autoritarios son estrictos, establecen muchas reglas y esperan obediencia sin cuestionamientos. Utilizan el castigo y la disciplina firme, a menudo sin explicar las razones detrás de las reglas. La comunicación suele ser unidireccional, de padres a hijos.
• Impacto en los hijos: Los niños criados bajo este estilo tienden a ser obedientes y competentes, pero pueden ser menos felices, tener baja autoestima, ser más ansiosos y tener dificultades para tomar decisiones por sí mismos. Pueden mostrarse más agresivos fuera de casa.
2. Estilo Permisivo o Indulgente
• Características: Bajo en exigencia y alto en respuesta. Los padres permisivos son cálidos y afectuosos, pero establecen pocas reglas y límites. Son indulgentes y evitan la confrontación. Tienden a ser más amigos que figuras de autoridad.
• Impacto en los hijos: Los hijos de padres permisivos pueden tener dificultades con la autodisciplina y el autocontrol. Pueden ser impulsivos, inmaduros, demandantes y tener problemas con la autoridad. Aunque suelen tener buena autoestima y habilidades sociales, pueden presentar bajo rendimiento académico y mayores problemas de conducta.
3. Estilo Democrático
• Características: Alto en exigencia y alto en respuesta. Los padres autoritativos establecen reglas claras y expectativas elevadas, pero también son cálidos, sensibles y comunicativos. Explican las razones detrás de las reglas, escuchan las opiniones de sus hijos y fomentan la independencia dentro de los límites establecidos. Utilizan la disciplina con apoyo y razonamiento, en lugar de castigos severos.
• Impacto en los hijos: Los niños criados con este estilo tienden a ser más felices, seguros de sí mismos, socialmente competentes, responsables y con mejor rendimiento académico. Desarrollan buenas habilidades de autorregulación y toma de decisiones. Este estilo se considera el más beneficioso para el desarrollo infantil en culturas occidentales.
4. Estilo Negligente o No involucrado
• Características: Bajo en exigencia y bajo en respuesta. Los padres negligentes muestran poco interés en la vida de sus hijos. Proporcionan las necesidades básicas, pero son emocionalmente distantes, no establecen reglas ni límites, y no supervisan a sus hijos de manera adecuada. A menudo están centrados en sus propios problemas.
• Impacto en los hijos: Los niños criados en este ambiente suelen tener baja autoestima, problemas de conducta, bajo rendimiento académico, dificultades en las relaciones sociales y un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud mental y abuso de sustancias. Este estilo tiene los resultados más negativos en el desarrollo infantil.
Según esto, el modelo de Baumrind ofrece un marco valioso para comprender cómo los diferentes enfoques parentales pueden influir en el desarrollo de los niños. Si bien cada estilo tiene sus propias características e impactos, la investigación sugiere consistentemente que el estilo democrático se asocia con los resultados más positivos para los niños. Este estilo logra un equilibrio entre establecer límites claros y ofrecer calidez y apoyo, fomentando así el desarrollo de niños competentes y bien ajustados.
Es importante tener en cuenta que estos estilos representan categorías generales y que la práctica parental real puede ser más compleja y variar en diferentes situaciones y a lo largo del tiempo. Además, el contexto cultural también influye en la efectividad de los diferentes estilos de crianza. Pero no deja de ser una buena orientación.
Pues bien, estos estilos de crianza son equiparables, de alguna forma, a los estilos de liderazgo (y como pediatras, ambos nos tocan muy de cerca). Porque el liderazgo en las organizaciones es la capacidad de influir, motivar y guiar a un grupo de personas hacia el logro de objetivos comunes. Va más allá de la simple autoridad o gestión, ya que implica inspirar confianza, fomentar la colaboración y crear una visión compartida. Un líder efectivo no solo dirige, sino que también apoya, desarrolla y empodera a su equipo.
Es importante destacar que no existe un único estilo de liderazgo "mejor" para todas las situaciones. La efectividad de un estilo de liderazgo depende de diversos factores, como la cultura organizacional, la naturaleza de la tarea, las características del equipo y la situación específica. Un líder eficaz a menudo utiliza una combinación de diferentes estilos según las circunstancias, pero está claro que el liderazgo democrático o participativo tiene mucho ganado para el equipo y para el que lo lidera.
Sobre liderazgo hemos hablado durante mucho tiempo en este blog, y aconsejo el libro “Liderar con corazón” de Joan Carles March, sobre el que realizasmo dos post hace una década (ver enlace 1 y 2).
Las novatadas son un conjunto de rituales, bromas y actividades que tradicionalmente realizan los estudiantes veteranos a los estudiantes de nuevo ingreso (novatos) en diversos ámbitos, principalmente educativos (universidades, colegios mayores) pero también en otros contextos como el militar o deportivo. Estas prácticas suelen tener como objetivo declarado la integración de los nuevos miembros al grupo, la creación de lazos y la transmisión de ciertas tradiciones o códigos del colectivo.
En su concepción inicial y en algunos contextos más benignos, las novatadas podrían argumentarse como una forma de romper el hielo, superar la timidez inicial y fomentar la camaradería entre estudiantes de diferentes cursos. Se podría alegar que ayudan a los recién llegados a conocer a sus compañeros veteranos, a familiarizarse con el entorno y a sentirse parte de una comunidad, quizás buscando aliviar la tensión del inicio de una nueva etapa. Sin embargo, esta visión idealizada a menudo contrasta fuertemente con la realidad de muchas novatadas, especialmente en el ámbito universitario, donde con frecuencia degeneran en prácticas humillantes, vejatorias, peligrosas e incluso ilegales, con actos de abuso de poder y coerción que pueden suponer riesgos para la integridad física y psicológica de los novatos. A menudo, las novatadas se llevan a cabo en un clima de permisividad o incluso complicidad por parte de algunos miembros de la comunidad universitaria, lo que contribuye a la perpetuación de estas prácticas y normaliza la violencia y el abuso.
Siendo como es un tema relevante, su presencia argumental en el cine es excepcional. Si bien, desde Cine y Pediatría ya hemos tratado tres películas nucleares: desde España, Novatos (Pablo Aragües, 2015), se fundamenta en la experiencia real del director en su llegada a un colegio mayor universitario en Madrid; desde Estados Unidos, La furia de una madre (Vibeke Muasya, 2021), que saca a la luz este problema en el contexto de las reconocidas fraternidades universitarias yanquis; y desde México, Heroico (David Zonaza, 2023), sobre el abuso en la instrucción militar dentro del duro y violento proceso de formación de los cadetes en el ejército, algo que ya nos dejara en el recuerdo la icónica película La chaqueta metálica (Stanley Kubrick, 1987) o la película alemana Napola, escuela de élite nazi (Dennis Gansel, 2004).
Ya en ese análisis previo comentamos que en, el año 2015, Juan Gautier realizó un corto español sobre este tema bajo el título de El aspirante, alrededor de Carlos, un estudiante universitario recién llegado a un colegio mayor y que en los primeros días tendrá que enfrentarse a las novatadas de los veteranos. Un corto de 18 minutos que comienza con esta frase de Erich Fromm: “El bien y el mal no existen si no hay libertad para desobedecer”. Y con esa frase final: “Yo prefiero integrarme a ser un marginado”. Pues bien, como le ocurre a algunos cortos de éxito, ahora se ha convertido en un largometraje de 94 minutos: El aspirante (Juan Gautier, 2024). En ambas obras solo coinciden algunos autores, no los principales. Carlos, el protagonista principal motivo de las novatadas, está interpretado por Patrick Criado en el corto y por Lucas Nabor en el largometraje. Si coincide la canción grunge que suena al final de la película, durante los títulos de crédito, y que corresponde al "Heart-Shaped Box" de Nirvana. El director, Juan Guatier, sabe de lo que habla, pues su padre fue director del madrileño colegio mayor Chaminade, que prohibió estas prácticas hace años (y, de hecho, la película se ha rodado en las instalaciones de este colegio mayor). Y revisados ambos productos quizás se vuelve a confirmar lo ya conocido para la vida (y el cine): que muchas veces, menos es más.
El aspirante es un thriller que se desarrolla durante la "Jornada Cero" de novatadas en una residencia universitaria y se nos muestra, con marcas horarias, el transcurso de esas 24 horas. Y todo comienza con el sermón que reciben estos universitarios en la iglesia del colegio al inicio del día. “Estar en el San Nicolás de Tolentino es un privilegio, pero también es una responsabilidad. Porque aquí cultivamos valores de respeto y de fraternidad, y desde ahí nos relacionamos. Y vuestra obligación, vuestro deber, vuestra responsabilidad, por tanto, es inundar el mundo viviendo estos valores orgullosos de lo que somos y de dónde venimos. Vivid el espíritu de la fraternidad y el espíritu de la fraternidad estará en vosotros”. Y a partir de ahí se desgranan las horas y lo hechos que acaecen sobre Carlos (Lucas Nabor), al que llaman “Principito”, y Dani (Jorge Motos), dos estudiantes de primer año de Ingeniería, a los que se les introduce así en la Jornada Cero: “Ustedes eligen, ¿están con los que mandan o con los que eligen? Bienvenidos al puto infierno”. Y ahí comienza el enfrentamiento con los dos líderes del grupo, Pepe (Eduardo Rosa) y Olmo (Pedro Rubio), dos personajes manipuladores y con una personalidad tóxica que dirigen los rituales con crueldad.
La película explora cómo la presión del grupo, el miedo al rechazo y el deseo de pertenecer pueden llevar a los jóvenes a participar en actos humillantes y potencialmente peligrosos. Lo que empieza como un juego divertido, pronto se convierte en una espiral perversa. Y a medida que avanza la noche, aumenta el alcohol, la droga, el sexo,… y la tensión aumenta progresivamente hasta que la violencia amenaza con estallar fuera de control: “No sé que me da más asco, si los amos que guían o los siervos que obedecen”, dice un Carlos que se revela frente a ello. Y con un final que nos devuelve a la iglesia. Ahora todos de luto…
Porque El aspirante (tanto en su versión de corto como de largo) ofrece una dura crítica a las tradiciones de novatadas en los entornos universitarios, mostrando cómo estos rituales de iniciación pueden degenerar fácilmente en abuso de poder, humillación y violencia (física y psicológica). Y utiliza el formato de thriller psicológico para explorar temas oscuros sobre la naturaleza humana, la dinámica de grupo y los peligros de la conformidad ciega que se esconden detrás de esas novatadas aparentemente inofensivas.
Un buen mensaje, pero que se diluye en el largometraje cuando ya estaba presente en el corto. No es la primera vez que se quiere explorar el éxito de un corto premiado alargando la historia para convertirlo en largometraje. Lo hizo Rodrigo Sorogoyen con el corto Madre (2017) que lo transformó en la película Madre (2019), y también Carlota Pereda con el corto Cerdita (2018) que acabó en el largometraje Cerdita (2022). Ahora ha sido el caso de Juan Gautier. Y en los tres casos se confirma que, también en el séptimo arte, casi siempre menos es más…
Las enfermedades reumáticas en la edad pediátrica son condiciones crónicas que pueden causar dolor, limitación funcional, fatiga y complicaciones sistémicas, afectando significativamente la calidad de vida de los niños y adolescentes y teniendo implicaciones a largo plazo. Su diagnóstico y tratamiento son complejos y requieren un enfoque multidisciplinar.
Dentro de la calidad de vida de estos jóvenes pacientes con enfermedades reumáticas, es importante tener actualizado el calendario vacunal. Se recomienda revisarlo anualmente y, si es necesario y posible, implementar un calendario acelerado de vacunación, así como actualizar el calendario de los convivientes.
En el reciente tríptico, elaborado por la Sociedad Española de Reumatología Pediátrica (SERPE), con el aval del Comité Asesor de Vacunas (CAV-AEP), se expone que, en general, se deben administrar las vacunas recomendadas según el calendario de vacunación vigente, pero con algunas puntualizaciones:
- Se recomienda actualizar el calendario de vacunación 2-4 semanas antes de iniciar un tratamiento inmunosupresor con el objetivo de maximizar la eficacia vacunal. Nunca retrasar el inicio de un tratamiento necesario por la vacunación.
- Es recomendable administrar las vacunas durante la fase estable de la enfermedad.
- Los pacientes vacunados en las 2 semanas antes del inicio del tratamiento o durante el mismo, pueden necesitar ser revacunados tras suspender la inmunosupresión, se recomienda hacer control serológico.
- Para administración de vacunas inactivadas no es necesario interrumpir la medicación: a) se podría valorar retrasar 2 semanas el metotrexato y rituximab en pacientes estables tras la vacunación antigripal; b) se recomienda diferirlas si toman dosis de prednisona ≥20 mg/día o equivalente.
- En caso herida tetanígena en pacientes que han recibido tratamiento que depleciona las células B en los 6 meses previos, se recomienda poner además de una dosis de vacuna, inmunización pasiva (inmunoglobulinas).
- Se recomienda la vacuna VPH según calendario en todos los pacientes mujeres y hombres a partir de los 9 años, especialmente en aquellos con LES. Se recomiendan 3 dosis (0, 1-2 y 6 m) en pacientes con tratamiento inmunosupresor, preferentemente VPH9.
- Actualmente existe indicación de administrar a pacientes mayores de 18 años con inmunodepresión grave, la vacuna recombinante contra el herpes zóster.
Pero en el tríptico, que se puede consultar en este enlace, podemos encontrar información sobre:
- Vacunas especialmente recomendadas.
- Vacunas con recomendaciones específicas.
- Vacunas de actualización periódica: gripe y SARS-CoV-2.
En breve comienza un nuevo curso de Continuum: "Medicina medioambiental: qué hacer para mejorar mi salud y la de todos", un curso coordinado por el Comité de Salud Medioambiental de la AEP.
Este curso proporcionará al alumno una sólida formación para la asistencia comunitaria e individualizada sobre los factores medioambientales que afectan a la salud de los niños. Exponiéndolo a los problemas de la salud medioambiental de la infancia y adolescencia en la práctica clínica.
Los objetivos del curso son:
- Conocer las características de vulnerabilidad especial y susceptibilidad de la infancia, embarazo y periodo de lactancia a los contaminantes medioambientales.
- Desarrollar la historia clínica medioambiental como herramienta de trabajo para abordar un aprendizaje basado en los problemas.
- Desarrollar un plan para reducir la exposición de un paciente a los contaminantes en la casa y la escuela.
- Reconocer los aspectos esenciales de un modelo de salud planetaria en el que todo está interconectado.
- Promover estilos de vida más saludables para crear ambientes más saludables.
- Enfrentarse a temas complejos aportando soluciones creativas e innovadoras.
- Evaluar el impacto de las estrategias implementadas para reducir la exposición a contaminantes en la salud de niños y adolescentes.
- Diseñar estrategias de educación comunitaria para sensibilizar sobre los riesgos ambientales en la infancia y adolescencia.
- Conocer los modelos de innovación aplicados a la salud medioambiental.
- Describir las amenazas, retos y oportunidades de la salud medioambiental.
- Conocer las principales bases de datos de búsqueda de información en salud medioambiental para aplicar en la práctica clínica.
Y estos serán los capítulos que se van a tratar:
- Conceptos básicos
- Unidades clínicas de salud medioambiental pediátrica y sus herramientas clínicas
- Salud medioambiental escolar
- Manejo ambiental de la contaminación atmosférica en la consulta
- Estudios de casos clínicos (Parte I)
- Estudios de casos clínicos (Parte II)
El curso comienza el 8 de mayo de 2025 y estará en activo hasta el 3 de julio. Un curso tutorizado en cada una de las siete unidades didácticas.
Toda la información e inscripciones en la página web de Continuum. Os esperamos...
Javier Fesser funda en 1992, junto con el productor Luis Manso, la productora Películas Pendelton, caracterizada por utilizar la fantasía como recurso, con ese humor absurdo y surrealista, personajes atípicos y marginales, y todo sembrado de optimismo y humanismo a través de original estética visual. Los dos primeros trabajos que escribe y dirige son los cortometrajes Aquel ritmillo (1995) y El secdleto de la tlompeta (1996), que se convierten en los dos cortos más premiados del cine español, incluyendo el Goya el primero de ellos. Su primer largometraje fue el icónico film El milagro de P. Tinto (1998), un comedia del absurdo que se ha convertido ya en película de culto con un Luis Ciges inolvidable rodeado de inolvidables personajes, y al que le seguirían obras de gran versatilidad como La gran aventura de Mortadelo y Filemón (2003) y su secuela Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo (2014), Binta y la gran idea (2004) - una de las cinco partes con cinco directores de la película En el mundo a cada rato, a la postre nuestra primera película comentada en este proyecto de Cine y Pediatría -, Camino(2008), la película menos Pendelton de todas, pues en un drama que aborda el camino de la fe en la enfermedad inspirado en la historia real de Alexia González Barros, la hija menor de una familia perteneciente al Opus Dei, y que conllevó más polémica de la necesaria, aunque fuera la gran triunfadora de los Goya de aquel año.
Tuvieron que pasar un buen número de cortometrajes hasta que se embarcó en la obra que hoy nos convoca, Campeones (2018), alrededor de las personas con capacidades diferentes, de la que se ha derivado la secuela Campeonex (2023) y el remake estadounidense Champions (Bobby Farrelly, 2023). De la filmografía de Javier Fesser solo restaría comentar el largometraje Historias lamentables (2020), comedia negra de historias cruzadas. Y ahora que ya se conocen los próximo galardonados de la 22ª edición del Festival Internacional de Cine de Alicante que comienza en un mes, recordamos al que fuera Premio Ciudad de la Luz de la pasada 21ª edición, Javier Fesser, con el que pude hablar y al que regalamos el libro de Cine y Pediatría que contenía la película Camino, prometiendo en ese momento buscar el hueco para hablar de estas dos películas de hoy tan particulares e innovadoras.
Porque las películas Campeones y Campeonex representan un hito en la comedia dramática española reciente, al abordar la discapacidad intelectual desde una perspectiva innovadora, alejándose de clichés paternalistas y abrazando la humanidad, el humor y la complejidad de sus personajes.
Campeones (2018) nos introduce a Marco Montes (Javier Gutiérrez), un entrenador de baloncesto profesional frustrado y con problemas personales. Tras un incidente con la ley, es sentenciado a realizar trabajos comunitarios entrenando a un equipo de baloncesto formado por personas con discapacidad intelectual. Inicialmente, Marco ve esta tarea como un castigo humillante, pero su interacción con el equipo "Los Amigos" transformará su perspectiva de la vida.
La película se centra en la dinámica entre Marco y los miembros del equipo, cada uno con una genuina personalidad ante el reto de entrenar y competir en los partidos de baloncesto, donde su mosaico de personalidades y sus reacciones que son el corazón de la película: Marín (Jesús Vidal), Collantes (Gloria Ramos), Sergio (Sergio Olmos), Benito (Alberto Nieto Fernández), Manuel (Stefan López), Paquito (Fran Fuentes), Roman (Roberto Chinchilla), Jesús (Jesús Lago), Juanma (José de Luna) y Fabian (Julio Fernández). Y el camino transformación de Marco es la clave, al pasar del cinismo y la frustración a la empatía, el respeto y, finalmente, el cariño hacia sus jugadores.
Una película llena de valores, entre ellos: la superación de los prejuicios sobre la discapacidad intelectual, mostrando la capacidad, el talento y la humanidad de estas personas; la importancia de la inclusión, destacando su derecho a participar en actividades deportivas y a ser valorados por sus capacidades; la transformación personal a través del otro, y esa capacidad de generar un crecimiento personal profundo; el verdadero significado del éxito en el deporte (y en la vida), donde más que mirar el marcador, cabe fijarse en el esfuerzo, la unidad y la alegría de participar. Y todo en busca de normalizar la discapacidad (hoy definida con los términos de capacidades diversas o diversidad funcional) y ello a través de un humor lleno de respeto.
Ni que decir tiene que Campeones fue el gran impacto cinematográfico español en el año 2018, un rotundo éxito de público y de crítica (decenas de premios, entre ellos las 11 nominaciones a los Goya, con tres galardones: mejor película, canción y actor revelación para Jesús Vidal, un hito significativo en la representación de la discapacidad en nuestro séptimo arte patrio).
Campeonex (2023) retoma la historia del equipo "Los Amigos", ahora bajo la dirección de una nueva entrenadora, Javi (Elisa Hipólito), tras la marcha de Marco. En esta ocasión, el equipo se enfrenta a un nuevo desafío: el mundo del atletismo adaptado, concretamente la Champion League de Atletismo para Personas con Discapacidad Intelectual. La película explora las dificultades de adaptarse a una nueva disciplina, las nuevas dinámicas dentro del equipo y los desafíos personales de cada uno. La mayoría del elenco original de Campeones regresa (con algún nuevo personaje, como el del youtuber Brianeitor, Brian Albacete, afecto de espina bífida), permitiendo al público reencontrarse con personajes ya queridos, pero ni la calidad ni el éxito de esta segunda parte llegó a la del original.
Sea como sea, tanto Campeones como Campeonex (con ese o con equis) son películas valiosas y necesarias que contribuyen a una representación más justa y humana de la discapacidad intelectual en el cine. Campeones se centra más en la sorpresa inicial y la transformación de un personaje ajeno al mundo de la discapacidad como es Marco; Campeonex explora la continuidad de la vida del equipo, su capacidad de adaptación y la superación de nuevos retos en un contexto diferente. Javier Fesser y su equipo logra crear personajes entrañables y situaciones divertidas sin trivializar las dificultades que enfrentan estas personas, nos permite reflexionar como sobre nuestros propios prejuicios y nos recuerdan la importancia de la inclusión, el respeto y la celebración de la diversidad humana. En última instancia, dos historias para hacer del mundo un lugar un poco mejor.
Y todo ello se puede analizar en la película documental Ni distintos ni diferentes: Campeones (Álvaro Longoria, 2018) sobre las vidas de los actores protagonistas de esta película. Y que comienza así “En la primavera de 2017 comienza el rodaje de la nueva película de Javier Fesser, “Campeones”. Para la elección de los personajes principales se toma una decisión sin precedentes en el cine español: nueve actores con discapacidad intelectual serán los protagonistas de su nueva película. Estas son sus historias…”
Y se nos presenta a cada uno de estos actores con discapacidad intelectual: Gloria Ramos, 24 años, síndrome de Down; Sergio Olmos, “el Risitas”, 28 años, 68% de discapacidad intelectual; Alberto Nieto Fernández, 42 años, síndrome de Sotos; Stefan López, 22 años, trastorno general del desarrollo, trastorno del espectro autista (adoptado desde Bulgaria); Fran Fuentes, 52 años, síndrome de Down; Roberto Chinchilla, 35 años, esclerosis tuberosa (síndrome de Bourneville), y con una hermana afecta de la misma enfermedad; Jesús Lago, 28 años, 65% de discapacidad intelectual (también adoptado, de padres biológicos también discapacitados); José de Luna, 31 años, negligencia médica en el parto (hemorragia cerebral tras no aplicar vitamina K al nacimiento); Julio Fernández, 30 años, síndrome de Noonan. Todos ellos con patologías muy reconocibles para los pediatras, pues todas estas entidades surgen en la infancia, aunque se manifiesten también en edades posteriores, como nuestros protagonistas. Decir que no aparece Jesús Vidal, pues realmente no presenta una discapacidad intelectual, sino una discapacidad visual del 90% debido a una miopía patológica y la pérdida total de visión en su ojo derecho tras varios desprendimientos de retina.
Y en esta película documental cierra perfectamente el círculo sobre los actores que protagonizan estas dos películas. Y que comienza con el debate sobre qué título darle a la misma, y pensó en “Distintos”, también en “Diferentes”, pero nadie estaba de acuerdo, así que al final “Ni Distintos, ni Diferentes…Campeones”, título del propio documental. Allí donde nos nutrimos de las entrevista a padres y familiares, quienes nos manifiestan su experiencia sobre el diagnóstico de cada hijo o hija, y el día a día para superarlo, aceptarlo y disfrutarlo. Donde también conocemos de cada actor sus aficiones y su ocio, su vida en familia o en pisos tutelados, sus parejas sentimentales y el amor, la sexualidad y afecto en sus vidas. Y que también aborda temas como el bullying en discapacitados, la educación especial y los profesores, la integración laboral y las fundaciones, el qué será de ellos cuando falten los padre,… Entre los entrevistados también aparece el actor Javier Gutiérrez, el director Javier Fesser y el productor Luis Manso. Y esa declaración final de Julio Fernández: “Nos gustaría que nos trataran como gente normal. Que lo somos, pero nos cuesta”.
Y el colofón a esta película documental: “El 3 de abril de 2018 tuvo lugar el estreno en los cines Kinépolis de Madrid de la película Campeones. Y esa noche, Alberto, Fran, Gloria, Jesús, José, Julio, Roberto, Sergio y Stefan cumplieron un sueño: ser unas estrellas de cine... Campeones se convirtió en la película revelación de 2018 en España y fue seleccionada por la Academia para representar a España en los Óscar”.
Es el 3 de diciembre, día de San Francisco Javier, mi santo, el día elegido para conmemorar el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Y ahora recodamos el lema de su última edición: “Fomentar el liderazgo de las personas con discapacidad para un futuro más inclusivo y sostenible”. Así que vale la pena recordar el di-capadidad de todos estos campeones.