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miércoles, 2 de julio de 2025

La infancia (y la familia) bajo el prisma de Yasujirō Ozu

 

Yasujirō Ozu (1903-1963) es considerado uno de los maestros del cine japonés y mundial y era visto como uno de los directores "más japoneses". Su obra, caracterizada por la sutileza y la profundidad emocional, ha dejado una huella imborrable en la historia del séptimo arte. Durante su vida recibió dentro y fuera de su país todo tipo de galardones y, tras su muerte su fama alcanzó cotas aún más altas y su obra influyó en directores como Jim Jarmusch, Wim Wenders, Aki Kaurismäki o Hou Hsiao-Hsien. 

Rodó un total de 53 películas, más de la mitad en sus primeros cinco años como director; y todas menos tres con los estudios Sochiku, estudio en el que ingresó en 1923 como asistente de cámara. Fue un firme defensor de la cámara estática y las composiciones meticulosas, allí donde su plano característico era el tomado desde solamente unos 90 centímetros sobre el suelo, esto es, el punto de vista de un adulto sentado sobre un tatami, nada más nipón que esto. Un repaso a su filmografía esencial incluye su obra más universal, Cuentos de Tokyo / Tokyo monogatari (1953), pero también otras como Primavera tardía / Banshun (1949), Las hermanas Munekata / Munekata kyodai (1950), El comienzo del verano / Bakushû (1951), El sabor del té verde con arroz / Ochazuke no aji (1952), Primavera precoz / Soshun (1956), Crepúsculo en Tokyo / Tokyo boshoku (1957), Flores de equinoccio / Higanbana (1958), La hierba errante / Ukikusa (1959), El otoño de la familia Kohayagawa (El final del verano) / Kohayagawa-ke no aki (1961) o El sabor del sake / Sanma no aji (1962). Y en ellas siempre aparece otra de las señas de identidad en el cine de Ozu: el de ser el uno de los directores que más y mejor ha reflexionado sobre la familia en la historia del cine. 

El cine de Yasujirō Ozu es un tesoro cinematográfico que invita a la reflexión y la contemplación. Y hoy recordamos expresamente dos películas de su filmografía donde los niños son una pieza fundamental como reflejo de los anhelos y las frustraciones de los adultos, en un entorno que gravita entre el hogar, la escuela y el grupo de amigos: una película muda y en blanco y negro, He nacido, pero… (1932), otra sonora y en color, Buenos días (1959). 

- He nacido, pero…/ Otona no miru ehon (1932). Algunos la consideran aún hoy una de las grandes películas sobre niños de la historia del cine, descrito al inicio como “un cuento para adultos”. Fusiona el “slapstick” y el “shoshimin", un subgénero que nace en aquella época para prestar atención a las fricciones sociales del oficinista medio y su familia con un Japón pleno de mutaciones. Una obra en tono de comedia con ese proceso de aprendizaje de los dos hermanos protagonistas a través de una sencilla historia que resguarda unos cuantos mensajes sobre la jerarquización social del mundo de los adultos, y que tiene bastante de autobiográfico. 

- Buenos días / Ohayo (1959). Es como una actualización de la anterior joya del cine mudo. De nuevo, las familias, el hogar, la escuela y el mundo adulto son sabiamente entrelazados con sus habituales dosis de encanto y elegancia. Aquí con la aparición de la lavadora y el televisor en las vidas domésticas. Y bajo su aparente sencillez, esconde una aguda observación de la sociedad japonesa de la época con una profunda reflexión sobre la comunicación, el cambio generacional y la importancia de la autenticidad en las relaciones humanas. 

La sombra de Yasujirō Ozu sobre la importancia de la infancia (y la familia) se ha extendido fuera y dentro de Japón. Y en este país del sol naciente hay dos ejemplos carismáticos: Studio Ghibli e Hirokazu Koreeda. Pero toda esta particular visión de la infancia y la familia desde el país del sol naciente comenzó con Yasujirō Ozu. 

Y el análisis en profundidad de estas películas se puede revisar en reciente artículo publicado en el último número de la revista Arte y Medicina, que se puede revisar en las páginas 42 a 48. Porque la representación de la infancia en el cine japonés abarca una amplia gama de perspectivas, y ello en un contexto social y cultural específico como es el nipón. Y aunque Ozu es conocido por sus retratos de la vida adulta, los niños a menudo aparecen en sus películas, sirviendo como un contraste con el mundo adulto y un recordatorio del paso del tiempo. .

lunes, 16 de junio de 2025

Trépanos, una ventana interdisciplinaria a la cultura que llama a la puerta de Cine y Pediatría

 

Trépanos es una revista cultural digital española que emerge como una propuesta fresca y contemporánea en el panorama de las publicaciones en línea. Nacida en el seno del histórico Ateneo Guipuzcoano, la revista se caracteriza por su enfoque interdisciplinario, su formato monográfico y su profunda vocación de diálogo entre las artes, las ciencias y las humanidades

Su andadura comenzó oficialmente con la presentación de su número 0, titulado “Luz”, en enero de 2019. Desde su concepción, Trépanos se ha definido como "la mirada contemporánea" de una institución con más de 150 años de historia, buscando renovar y adaptar su espíritu a los nuevos tiempos y formatos digitales. 

La revista es una publicación de acceso gratuito y se articula en torno a números monográficos cuatrimestrales. Cada edición se sumerge en un tema central desde múltiples perspectivas, fomentando una reflexión rica y poliédrica. Algunos de los temas que han protagonizado sus números incluyen “Mapas”, “Sueños”, “Beethoven”, “Crisis”, “Inteligencia artificial”, “Violencia”, “Dios en el arte” “Elcano”, “Vargas Llosa”, “Antropoceno, “Amor”, “Transhumanismo”, "Kafka", “Literaturas perseguidas”, “Humor”. Esta estructura permite a la revista explorar en profundidad conceptos universales y de actualidad y todos los números se pueden revisar en este enlace

Además de sus números temáticos, Trépanos mantiene una sección de actualización continua llamada "Tribuna", donde se publican artículos, reseñas y otros textos de forma semanal. La revista ha desarrollado también un importante componente multimedia a través de su canal de YouTube, donde se pueden encontrar entrevistas en profundidad con destacadas figuras del mundo de la cultura y el pensamiento, como los escritores Fernando Savater, Eduardo Mendoza, Luisa Etxenike y Álvaro Pombo, o el cineasta Victor Erice. Estas entrevistas se realizan a menudo en colaboración con emblemáticos espacios culturales, como la librería Lagun de Donostia, y se pueden revisar en este enlace. 

La figura central en la creación y dirección de Trépanos es Juan Alberto Vich Álvarez, escritor, químico y filósofo, quien figura como fundador y director de la publicación. La revista cuenta con un comité de redacción que refleja su vocación interdisciplinar, compuesto por profesionales de diversos campos, donde hay psicólogos, filósofos, economistas, historiadores y profesionales de ciencias de la salud, entre otros. Este equipo multidisciplinar garantiza la diversidad de enfoques y la riqueza de contenidos que caracteriza a la publicación. 

Trépanos ha logrado consolidarse como una plataforma relevante para la difusión cultural en España, atrayendo a más de un centenar de especialistas y colaboradores de prestigio que participan en sus diferentes números y secciones. La revista representa un esfuerzo exitoso por tender puentes entre la tradición humanista de una institución como el Ateneo Guipuzcoano y las nuevas formas de comunicación y divulgación del conocimiento en la era digital. 

Hace tres meses, su director, Alberto Vich Álvarez, se puso en contacto conmigo para colaborar en el último número monográfico, por título “Dolor”, y cuyo contenido se puede revisar en este enlace. Y a través de mi proyecto Cine y Pediatría se me solicitó la colaboración en el tema “La representación del dolor en la infancia a través del séptimo arte”, y que podéis revisar en este enlace.  

Una experiencia muy gratificante y que abre las conexiones del arte, la ciencia y la humanización. Y una sorpresa ver que en el mismo número colabora Álvaro Pombo, nuestro más reciente premio Cervantes, pero también premio Nadal (2012), premio Planeta (2006) y premio Nacional de Narrativa (1997).  

miércoles, 16 de abril de 2025

Lo que vivimos y aprendimos con el Cine Quinqui en España

 

En la década de los 60 y 70 en España se produjo una amplia emigración del campo a la ciudad y, como consecuencia, se crearon muchos barrios periféricos que fueron núcleos de pobreza y marginalidad. Junto con el paro juvenil y la llegada de la heroína se creó un caldo de cultivo perfecto para el auge de la delincuencia, incluyendo aquí a niños y adolescentes. Una generación maldita que pasaría a la historia en aquella época de emigración, miseria y posterior transición. Y alrededor de este contexto histórico de nuestro país nació el cine quinqui, ese subgénero cinematográfico que narra las vivencias y las aventuras de jóvenes delincuentes de estrato social muy bajo y que han alcanzado la fama por los delitos cometidos. 

El cine quinqui se hizo muy popular en España a finales de los años 70 y tuvo una década de recorrido, cuando alcanzó su máximo esplendor debido a la gran inseguridad ciudadana que vivía el país en aquella época. Se rodaron numerosas películas y sagas al respecto, una gran mayoría a cargo de dos directores: José Antonio de la Loma y Eloy de la Iglesia. Y de ambos hablaremos en este post, así como de un buen número de otras películas de otros directores y también de films etapas posteriores conocido como cine neoquinqui. Películas donde es difícil separar a los actores de sus protagonistas en la vida real, como fueron "El Torete", "El Vaquilla" o "El Jaro", apodo de jóvenes reales cuyo recorrido en la vida no fue mejor que el de sus personajes en la ficción 

- El cine quinqui bajo la dirección de José Antonio de la Loma, a quien se le considera el padre del cine quinqui con su película Perros callejeros (1977), al que siguieron otras como Perros callejeros II: Busca y captura (1979), Perros callejeros III: Los últimos golpes de El Torete (1980), Yo, El Vaquilla (1985) y Tres días de libertad (1995). 

- El cine quinqui bajo la dirección de Eloy de la Iglesia, quien consolidó el cine quinqui en nuestro país, y quien para algunos ha sido definido como “el Pasolini” español, con películas Navajeros (1980), Colegas (1982), El pico (1983), El pico 2 (1984) y La estanquera de Vallecas (1987). 


- El cine quinqui bajo la dirección de otros directores, y que se pueden clasificar en dos momentos: 

a) Películas de la época típica del cine quinqui (década de los 70 y 80), como ¿Y ahora qué, señor fiscal? (León Klimovsky, 1977), Juventud drogada (José Truchado, 1977), Los violadores del amanecer (Ignacio F. Iquino, 1978), Chocolate (Gil Carretero, 1980), La patria del Rata (Francisco Lara Polop, 1980), Maravillas (Manuel Gutiérrez Aragón, 1980), Deprisa, deprisa (Carlos Saura, 1981), De tripas corazón (Julio Sánchez Valdés, 1984), La reina del mate (Fermin Cabal, 1985), 27 horas (Montxo Armendáriz, 1986), El Lute: camina o revienta (Vicente Aranda, 1987) y El Lute II: mañana seré libre (Vicente Aranda, 1988), Matar al Nani (Roberto Bodegas, 1988),… 

b) Películas de la época neoquinqui (a partir de la década de los 90): Historias del Kronen (Montxo Armendariz, 1995), Barrio (Fernando León de Aranoa, 1998), Báilame el agua (Josecho San Mateo, 2000), 7 vírgenes (Alberto Rodríguez, 2005), Volando voy (Miguel Albaladejo, 2006), El idioma imposible (Rodrigo Rodero, 2010), Ärtico (Gabriel Velázquez, 2014), Barcelona 92 (Ferrán Ureña, 2015), Criando ratas (Carlos Salado, 2016), Las leyes de la frontera (Daniel Monzón, 2021),… 


Porque el cine quinqui fue un fenómeno fascinante y complejo dentro del panorama cinematográfico español, y no exento de aristas. Y cabe no olvidar que, a pesar de las críticas que muchas de estas películas recibieron en su momento, el cine quinqui dejó un legado importante en la historia del cine español. Muchas de sus películas son consideradas hoy en día como obras de culto y han influido en directores posteriores.

Y el análisis en profundidad de estas películas se puede revisar en un reciente artículo publicado en el último número de la revista Arte y Medicina, que se puede revisar en las páginas 32 a 39.

lunes, 10 de marzo de 2025

Emociones. El poder empático del cine

 

Hace algo más de un año hablamos por primera vez en este blog de la Fundación Aprender a Mirar, entidad bajo el protectorado del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, sin ánimo de lucro, que trabaja por la defensa de los usuarios de los medios de comunicación audiovisual, en especial, de los niños y los jóvenes. Esta defensa la lleva a cabo a través de la formación, la información, la acción social de prevención, denuncia y defensa y la promoción de valores.  

Entre los varios proyectos de la Fundación Aprender a Mirar se encuentra el Programa de Educación Audiovisual (PEA), que se pone a trabajar al lado de las instituciones educativas y nos ofrece herramientas útiles y efectivas para trabajar, junto con los menores, contra las adicciones y el uso inadecuado de las tecnologías. El PEA aporta un conjunto de herramientas complementarias, sencillas de usar y aplicar, enriquecedoras y siempre actualizadas, entre ellas: el Boletín educativo mensual, la Revista digital Contraste y web CONTRASTE, así como Webinars trimestrales, con entrevistas a figuras del mundo educativo, sanitario, audiovisual… 



Pues tras un par de años de colaboración con Fundación Aprender a Mirar, en el pasado mes de febrero fui invitado a una de estas webinars, bajo el título “Emociones. El poder empático del cine”. Una entrevista de casi una hora de duración en la que pudimos responder a las siguientes preguntas: 
1. ¿Podemos hablar del cine como una de las herramientas más eficaces a la hora de influir en nuestras emociones y reflexiones? 
2. ¿A través de qué mecanismos se "encienden" o "disparan" las emociones del espectador cuando ve una película? 
3. ¿Qué debe tener en cuenta un espectador cuando va a ver una película? 
4. ¿Qué consejos darías a padres y/o educadores sobre el modo de ver una película? 
5. El cine puede ser una buena herramienta de transmisión de valores ¿lo aconsejas para trabajar temas en el aula o en casa? 
6.- ¿Equiparas el poder del cine al de las series? 
7. ¿Nos dirías algunas películas imprescindibles para visionar con los más jóvenes? 

Y cuyas respuestas partieron de estos tres lustros de experiencias y vivencias junto al proyecto Cine y Pediatría, con ese objetivo de “prescribir” películas argumentales y de aprender a ver el cine con otros ojos a través de la observación narrativa. Y hacer del séptimo arte una oportunidad para la humanización a través de las emociones y reflexiones que nos devuelven sus historias, un lugar de encuentro de la familia y una oportunidad para trasmitir valores a los más jóvenes. Una línea de trabajo la de Cine y Pediatría muy acordee con el planteamiento de Fundación Aprender a Mirar. 

Os dejamos abajo el vídeo de la webinar.

 

miércoles, 5 de febrero de 2025

La infancia y adolescencia que Robert Mulligan nos dejó desde Hollywood

 

Robert Mulligan (1925-2008) fue un director estadounidense de cine y televisión adscrito al movimiento del Nuevo cine estadounidense y, más concretamente, a la llamada “generación de la televisión”, junto con Stanley Kramer y Robert Altman, pero donde se incorporaron otros nombres: Sidney Lumet, Martin Ritt, Arthur Penn o John Frankenheimer. 

Robert Mulligan fue un cineasta bastante controvertido y ecléctico, cuya trayectoria se pasea a lo largo de tres décadas por el Hollywood clásico en todos los géneros: del western a la comedia sentimental, del film fantástico a la comedia musical, del drama al cine policíaco. Pero algo destacamos en Robert Mulligan: en sus películas ha abordado a menudo el tema del paso de la niñez a la adolescencia (para el que se usa frecuentemente el anglicismo coming of age) y también la educación sentimental, habiéndosele comparado como una especie de Francois Truffaut americano (por cierto, Truffaut fue un ferviente admirador de Mulligan). 

Porque Robert Mulligan poseía una especial sensibilidad para retratar el mundo infantil y adolescente, sin caer en los clásicos estereotipos ni vestirlos con esa postiza inocencia que Hollywood suele atribuirles. Y con estas películas creó casi el origen de un subgénero con características propias y valgan para ello cinco ejemplos de su filmografía. 

- Matar a un ruiseñor / To Kill a Mockingbird (1962). Es su obra maestra, basada en la novela homónima de Harper Lee, donde se narra el drama racial contado a través de los ojos de una niña. Atticus Finch (Gregory Peck) es un honesto abogado viudo con dos hijos pequeños (Scout y Jem) que vive en una pequeña ciudad del estado de Alabama en la década de 1930. Destacar que la película está narrada desde el punto de vista de la hija Scout (magnífica Mary Badham), una inquieta niña que despierta a la realidad asistiendo a lo que se experimenta cuando uno se topa con la injusticia y la arbitrariedad. 
Pero Matar a un ruiseñor alcanzó más tarde otra distinción quizá más significativa: en una encuesta desarrollada por el American Film Institute a principios del siglo XX colocó al personaje de Atticus Finch en el primer lugar entre la nómina de héroes favoritos del cine, junto al Dr Hanibal Lecter (El silencio de los corderos / The Silence of the Lambs; Jonathan Demme, 1991) y por delante de Indiana Jones (En busca del arca perdida / The Silence of the Lambs; Steven Spielberg, 1981), y otros. Y por ello Matar a un ruiseñor ya es una película emblemática. 

- Verano del 42 / Summer of '42 (1971). Gran éxito de crítica y de público, siendo su argumento la iniciación a la sexualidad de los adolescentes con un visión de hace medio siglo. Narra los amores platónicos entre Hermie (Gary Grimes), un adolescente de 14 años, y Dorothy (bellísima Jennifer O´Neill), una joven casada cuyo esposo está en el frente de batalla durante la Segunda Guerra Mundial. Y donde, a buen seguro, a todos nos sonará la banda sonora de Michel Legrand ("The summer knows"), quien ganó el Óscar a la mejor música original, único premio de las cinco nominaciones de esta película a los Premios de la Academia. Inolvidable ese primer amor de verano y la pérdida de la inocencia. 

- El otro / The Other (1972). Esta película es la antítesis de la anterior: se pasa de un coming of age romántico a un thriller psicológico. Aquí se nos narra la historia de dos hermanos gemelos de 11 años de aspecto angelical (Niles y Holland), allí donde Holland, quien era un niño cruel, murió dos años atrás en un accidente, y vive Niles, un niño bueno y tranquilo, incapaz de aceptar la muerte de su gemelo. Un filme morboso y difícil, quizás una de las más crueles, malsanas y escalofriantes que ha narrado el cine de terror… y todo sin efectos especiales ni derramar sangre, y en donde continuamente brilla la luz y el sol del verano en la campiña de la década de 1930. 

- El corazón de Clara (El desafío de una mujer) / Clara's Heart (1988). Basada en la exitosa novela homónima de Joseph Olshan, donde un matrimonio acaba de perder a su hija y, tras el doloroso acontecimiento, viajan a Jamaica para pasar una temporada. Allí conocen a Clara (Whoopi Goldberg), una mujer llena de sabiduría que trabaja como asistenta y acaba estableciendo un fuerte lazo de cariño y amistad don David, el otro hijo del matrimonio, 

- Verano en Louisiana / The Man in the Moon (1991). Fue la última película en la filmografía de Robert Mulligan, una icónica película basada en hechos reales sobre el primer amor de juventud en la que nos enamoramos con el conmovedor debut de una joven actriz de 14 años llamada Reese Witherspoon. 

Y el análisis en profundidad de estas películas se puede revisar en reciente artículo publicado en el último número de la revista Arte y Medicina, que se puede revisar en las páginas 22 a 29. Porque es así como este neoyorquino nacido en tiempos de la Gran Depresión, Robert Mulligan, definió un estilo en el que a menudo se remite a los recuerdos de la infancia y adolescencia de sus personajes y una revisión crítica, no exenta de valores éticos y épicos, de la historia de su país. Y todo ello desde el Nuevo cine estadounidense de un Hollywood de hace varias décadas. 

miércoles, 25 de diciembre de 2024

Navidad desde Cine y Pediatría

 

La Navidad es una época muy vinculada a la infancia. La disfrutamos verdaderamente cuando somos niños y la re-disfrutamos cuando tenemos hijos (o nietos) y los niños vuelven a vincularnos a estas fechas. El cine no es ajeno a ello, pues una de las actividades habituales en estos días de frío y hogar es ir en familia por las tardes al cine o ver en casa (por enésima vez) las películas que se reponen con temas relacionados con la Navidad. Un cine para todos los públicos, también para todos los gustos. 

Las películas navideñas suelen transmitir mensajes de amor, familia, esperanza y magia,… a veces solo entretenimiento. Y hay diferentes opciones dependiendo del género cinematográfico. Desde Cine y Pediatría, tras 15 años de proyecto, hemos podido pasar ya 15 fiestas de Navidad juntos y tras 780 entradas (y casi 900 películas analizadas), es posible que algunas se puedan recomendar para estos días y en familia. 

Es difícil no comenzar con un clásico internacional como Qué bello es vivir (It´s a Wonderful Life, Frank Capra, 1946) y que, casi ocho décadas después, ha conseguido que George Bailey (inolvidable James Stewart), su ángel de segunda clase y el pueblo de Belford Falls se conviertan en la historia que más se ha emitido en las televisiones de todo el mundo por estas fechas. Y con un clásico nacional como La gran familia (Fernando Palacios, 1962), todo un documento sociológico que fue durante mucho tiempo película en la Navidad de los hogares españoles de la generación baby boom, con esa escena memorable del mercadillo navideño en la Plaza Mayor de Madrid cuando el abuelo pierde a uno de los hijos (de esa familia de 15 hermanos) y su grito de angustia: “¡¡¡Chenchooooooooooo!!!".
   
Y cabe continuar con una de las obras que más veces ha sido versionada en el cine: "A Christmas Carol", novela que Charles Dickens escribió en 1843. Y un mensaje muy sencillo: cómo una persona huraña puede cambiar su actitud durante la Navidad. Porque Dickens es uno de los autores más creativos en la literatura inglesa, con personajes memorables que han trascendido en el mundo de la literatura y de nuestras vida, como Oliver Twist, David Copperfield, Fagin, Miss Havisham, Charles Darnay y muchos otros, pero entre ellos Scrooge, el protagonista de "A Christmas Carol", un hombre avaro y tacaño que no celebra la fiesta de Navidad a causa de su solitaria vida y su adicción al trabajo, a quien no le importan las personas, sólo le interesan sus negocios y ganar dinero. La visita de tres espíritus de la Navidad (el del Pasado, el del Presente y el del Futuro) le darán la última oportunidad de salvarse. 

Y esta obra de Dickens ha sido versionada en el cine en todas las épocas y en todos los géneros. La primera versión se remonta a los inicios del siglo XX: Un cuento de Navidad (Scrooge; or Marley’s ghost, Walter R. Booth, 19019. En la primera mitad del siglo XX encontramos diferentes versiones tanto en el cine mudo (A Christmas Carol de J. Searle Dawley, 1910) como en el cine ya hablado (Scrooge de Hugh Croise, 1928, Scrooge de Henry Edwards, 1935, A Christmas Carol de Edwin L. Marin, 1938). Incluso en España se realiza una versión bajo el título de Leyenda de Navidad (Manuel Tamayo, 1947). 

En la segunda mitad del siglo XX encontramos más versiones, en clave de musical (Muchas gracias, Mr Scrooge de Ronald Neame, 1970), de animación infantil (Una Navidad con Mickey adaptación hecha por Disney en 1983 o Los Teleñecos en cuentos de Navidad de Brian Henson, 1992), de comedia (Los fantasmas atacan al jefe de Richard Donner, 1988), de drama (A Christmas Carol en su versión de 1999 por David Hugh Jones o en su versión de 1984 por Clive Donner, una de las mejores adaptaciones con con George C. Scott en el papel de Scrooge y un magnífico elenco de actores británicos). 

Y en el siglo XXI continúan las versiones: Cuento de Navidad de Charles Dickens (Christmas Carol: The Movie, Jimmy T. Murakami, 2001), Cuento de Navidad: el músical (A Christmas Carol: The Musical, Arthur Allan Seidelman, 2005), y Cuento de Navidad (Disney's A Christmas Carol, Robert Zemeckis, 2009), la última versión, ya en formato del revolucionario 3D, quien captura el movimiento de actores reales, convirtiéndolo en imágenes animadas tridimensionales de gran realismo y bBajo la apariencia de personajes animados, encontramos a un Jim Carrey irreconocible por las ilimitadas posibilidades de la era digital: él da vida al viejo egoísta Scrooge, pero también al fantasma de las Navidades Pasadas (un ser luminoso que enseña al protagonista recuerdos de su juventud), al fantasma de las Navidades Presentes (un divertido gigante que le sitúa ante su forma de ser actual) y al fantasma de las Navidades Futuras (un monstruo siniestro que le advierte sobre lo que puede pasar). Y es que Zemeckis es un gran artesano del cine que nos muestra un espectáculo visual apabullante en otra película alrededor de la Navidad: Polar Expres (2004). 

Con este mismo título encontramos la película francesa Un cuento de Navidad (Un conte de Noël, Arnaud Desplechin, 2008), sugestivo e irónico título que nos muestra todo un carrusel de personajes de una familia y la realidad incómoda que significa encontrarse en Navidad con tantos conflictos por resolver.  

Pero cabe enumerar algunas otras películas alrededor de la Navidad:  

- De ilusión también se vive (Miracle on 34th Street, George Seaton, 1947), que ha tenido su versión en Milagro en la ciudad (Miracle on 34th Street, Les Mayfield, 1994) 

- Eduardo Manostijeras (Edward Scissorhands, Tim Burton, 1990), en una de las muchas asociados de este director con el actor Johnny Deep. 

- Solo en casa (Home Alone, Chris Columbus, 1990) y Solo en cas 2: Perdido en Nueva York (Home Alone 2: Lost in New York, Chris Columbus, 1992), en donde el pequeño Kevin McCallister (que encumbró al jove actor Macaulay Culkin) es abandonado sin querer en Navidad por su familia numerosa, en la primera parte en Chicago y en la segunda en Nueva York. 

- Pesadilla antes de Navidad (The Nightmare Before Christmas, Henry Selick, 1993), en una historia del propio Tim Burton. 

- Elf (Jon Favreau, 2003), ese niño que se mete en el saco de Papá Noel y es criado por error como un elfo en el Polo Norte, para el exceso actoral de Will Ferrer. 

- Bad Santa (Terry Zwigoff, 2003), con un Papa Noel poco ejemplar interpretado por Billy Bob Thornton. 

Y muchas películas clásicas se han ambientado alrededor de la Navidad, pero destacamos tres obras de arte: la estadounidense El apartamento (The Apartment, Billy Wilder, 1960), la española Plácido (Luis García Berlanga, 1961) y la sueca Fanny y Alexander (Fanny och Alexander, Ingmar Bergman, 1982).  

Y siempre nos quedará el cine de animación y con valores, y en ese sentido quiero compartir el valor de Studio Ghibli, películas que tocan el alma, donde infancia, magia y naturaleza se fusionan en obras de directores como Isao Takahata o Yoshifumi Kondō, pero especialmente de Hayao Miyazaki y sus obras clave como Mi vecino Totoro (1988) o El viaje de Chihiro (2001)   

¡Feliz Navidad desde Cine y Pediatría!...

miércoles, 11 de diciembre de 2024

Pintores en el cine, humanización y alfabetización visual

 


Seguimos con nuestra colaboración con la Fundación Aprender a Mirar, entidad bajo el protectorado del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, sin ánimo de lucro, que trabaja por la defensa de los usuarios de los medios de comunicación audiovisual, en especial, de los niños y los jóvenes. Entre los varios proyectos de la Fundación Aprender a Mirar se encuentra el Programa de Educación Audiovisual (PEA), quien trabaja para que padres, profesores y alumnos estén informados y formados de modo que saquen el máximo partido al entorno digital en el que vivimos. 

La cuestión principal es aportar una auténtica alfabetización digital y audiovisual a adultos, pero también a jóvenes y niñas y niños. Entre las herramientas del PEA se encuentra la Revista digital Contraste y web CONTRASTE, que realiza un análisis del ocio audiovisual a fondo y de la mano de especialistas, tanto en cine como en televisión, tanto en internet como en videojuegos. 

Ya hemos colaborado con una serie de artículos sobre la relación del cine con la música, y que se fundamentaba en nuestro artículo “Lo sonoro en lo visual: la música como “tercer” personaje y leitmotiv de Cine y Pediatría”. Y hoy lo hacemos sobre la relación del cine con la pintura y que se fundamenta en nuestro artículo “Pintores de cine, cuando la paleta de colores adorna el séptimo arte”.    

Y esta fusión del cine y la pintura en la gran pantalla se divide en Contraste en dos partes: 


El valor añadido de esta web es que, a diferencia del artículo, está llena de hiperenlaces a pintores, directores y actores, y que lo interrelaciona con otros temas ya tratados en esa web CONTRASTE, lo que no deja de aumentar el conocimiento sobre el tema. 

Lo que se espera es que esta fusión de pintura y arte sirva para pintar de color el séptimo arte, pero especialmente que su visionado nos permita cimentar la formación humanística a través de ese despertar de emociones y reflexiones que supone el visionado de la vida y obra de estos artistas. 


 

lunes, 14 de octubre de 2024

La infancia en blanco y negro de Ladislao Vajda


El caso de Ladislao Vajda (Budapest, 1906 – Barcelona, 1965) es muy especial en el mundo del cine. Y es que este húngaro de nacimiento se introdujo en el séptimo arte en contra de todo y de todos, y es el prototipo de cineasta itinerante. Su obra cinematográfica fue producida en ocho países tan distintos como Hungría, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, España, Portugal y Suiza. La convulsa Europa de la primera mitad del siglo XX fue la causa de sus cambios de país. Pero es en España donde realizará el grueso de su filmografía y gran parte de sus mejores obras, especialmente cuando se vincula a Producciones Chamartín y a uno de los conocidos como niños prodigio del cine español, Pablito Calvo. 

La unión entre Ladilaslao Vajda y Pablito Calvo se prolonga durante tres años y tres películas, con enorme éxito de público: 

- Marcelino, pan y vino (1955). Una película española que traspasó fronteras y que traspasó el simple cine religioso de la época para convertirse en todo un fenómeno social, logró premios en aquella época, además de ser una de las más taquilleras de la postguerra en nuestro país. Es una adaptación cinematográfica de un relato homónimo, un cuento de padres a hijos de José María Sánchez Silva, quien actúo de guionista con el propio Ladislao Vajda. Luego hubo más adaptaciones de esta película, también en Italia y en México, pero ninguna llegó a la magia del original. 

- Mi tío Jacinto (1956).   Puro neorrealismo hispano y que algunos críticos han visto en ella una relación adulto-niño y unidad temporal y geográfica de la acción que recuerda de alguna manera a Ladrón de bicicletas (Ladri di biciclette, Vittorio de Sicca, 1948). La diferencia es que la película italiana es todo un hito y la española en ocasiones ha sido una gran olvidada. 

- Un Ángel pasó por Brooklyn (1957).   Comedia con tintes sobrenaturales ambientada en el americano distrito de Brooklyn, al más puro estilo de Frank Capra. Todo un cóctel de diferentes nacionalidades para ofrecernos una historia encantadora y divertida, que encuadrada dentro del tópico "haz el bien". Y aquí el símil argumental bien podría ser con otra icónica película neorrealista, en este caso con Milagro en Milán (Miracolo a Milano, Vittorio de Sica, 1951). 

Y esta trilogía Ladislao Vajda-Pablito Calvo se encuentra entre lo mejor de su amplia filmografía realizada en España, donde cabe recordar algunas otras obras, generalmente de menor calidad que las enunciadas, y que van desde Se vende un palacio (1943) a La dama de Beirut (1965), y en el que podemos enumerar también Cinco lobitos (1945), Séptima página (1950), Doña Francisquita (1952), Ronda española (1952), Carne de horca (1953), Aventuras del barbero de Sevilla (1954), Tarde de toros (1956), María, matrícula de Bilbao (1960) o Una chica casi formal (1963), entre otras. 

Pero su gran obra maestra fue una película coproducida con Suiza, filmada allí y con un reparto de actores alemanes: El cebo/Es geschah am hellichten Tag (1958), una alarde de guion y de fotografía en blanco y negro, un film que gana en cada visionado, una película que nos transporta al mejor Fritz Lang (M, El vampiro de Düsseldorf/M, 1931) y al mejor Charles Laughton (La noche del cazador/The Night of the Hunter, 1955), al más puro expresionismo que nos regala el cine en blanco y negro. El cebo es una obra en la que prima la trama, no los personajes, que más bien son arquetipos, una película que no se marchita con los años y que siguen manteniendo la emoción, visionado a visionado. 

Y el análisis en profundidad de estas películas se puede revisar en reciente artículo publicado en el último número de la revista Arte y Medicina, que se puede revisar en las páginas 22 a 28. Pura reivindicación a la infancia en blanco y negro de Ladislao Vajda, un director peculiar, por su vida y por su obra, un nómada del séptimo arte que llegó desde Hungría para dejarnos su obra expandida durante casi cuatro décadas por diversos países, pero que fue en España donde dejó su esencia en la década de los 40 y, principalmente, de los 50.

miércoles, 4 de septiembre de 2024

Las 72 leyes universales de los soñadores… también en Medicina

  


“Todo el mundo sueña. Soñar nace del corazón, nos salva y nos transforma. Y todos y cada uno de nosotros tenemos sueños que, en lo más profundo de nuestro ser, queremos cumplir. Pero convertir en realidad un sueño no siempre es fácil porque hay obstáculos (externos e internos) nos impiden hacerlo. La buena noticia es que podemos conseguirlo si sabemos cómo. ¿Por que algunos sueños se cumplen y otros no? Porque algunos sueños se alinean con las leyes universales de los soñadores…”. Con esta palabras nos presenta su libro “Las 72 leyes universales de los soñadores”, con el subtítulo de “El arte de cumplir nuestros sueños”, la periodista Mayte Ariza, devenida en coaching o entrenadora personal desde hace años con su Dreamer´s Factory, y donde nos desvela los secretos y las sencillas fórmulas que debemos seguir para ver nuestros deseos convertidos en éxitos. 

Un libro de 290 páginas en el que expone y argumenta estas 72 leyes, dividas en tres grupos (leyes físicas, leyes mentales y leyes espirituales) y que forman parte de los diferentes capítulos del índice. Y estos son para su reflexión inicial. 

a) Leyes físicas: 

1. Ley de la claridad 
2. Ley de la simetría 
3. Ley de la proximidad 
4. Ley de la integración 
5. Ley infinita 
6. Ley de la arquitectura 
7. Ley del ambiente 
8. Ley de la belleza 
9. Ley del brillo 
10. Ley del magnetismo 
11. Ley de la estructura 
12. Ley del impacto 
13. Ley del equilibrio 
14. Ley de la sincronía 
15. Ley de la causa 
16. Ley de la estrategia 
17. Ley del desapego 
18. Ley de la equivalencia 
19. Ley de la semejanza 
20. Ley de la afirmación 
21. Ley de la reverberación 
22. Ley de la unión 
23. Ley biunívoca 
24. Ley de la emoción 

b) Leyes mentales: 

25. Ley del poder 
26. Ley sin límites 
27. Ley del tiempo 
28. Ley de la determinación 
29. Ley del lenguaje 
30. Ley de la coherencia 
31. Ley del juego 
32. Ley del caos 
33. Ley de la aceptación 
34. Ley de la visión 
35. Ley del cambio 
36. Ley del futuro 
37. Ley de la intención 
38. Ley secreta 
39. Ley de la ambición 
40. Ley de la responsabilidad 
41. Ley del compromiso 
42. Ley de la prioridad 
43. Ley de la efectividad 
44. Ley de las probabilidades 
45. Ley de la adversidad 
46. Ley de la compensación 
47. Ley del talento 
54bis. Ley del permiso 

c) Leyes espirituales: 

48. Ley de la calidad 
49. Ley de la pureza 
50. Ley de la unicidad 
51. Ley de la misión 
52. Ley de la proyección 
53. Ley de la gratitud 
54. Ley del merecimiento 
55. Ley del perdón 
56. Ley de la profundidad 
57. Ley del respeto 
58. Ley de la conexión 
59. Ley de la humildad 
60. Ley de la revelación 
61. Ley del silencio 
62. Ley del aprendizaje 
63. Ley del crecimiento 
64. Ley de la inspiración 
65. Ley de la autoestima 
66. Ley de la evolución 
67. Ley de la armonía 
68. Ley de la consciencia 
69. Ley de la trascendencia 
70. Ley de la observación 
71. Ley de intuición 
72. Ley de la energía 

Un total de 72 leyes de valores (diría que universales) recopilados para soñar a lo grande... como personas y como profesionales. Y válido también en Medicina, donde, tal como están los temas de nuestra profesión, nos puede ayudar en nuestro día a día. Porque soñar a lo grande salva de la mediocridad. Y nuestros pacientes lo agradecerán… 

Tuve la oportunidad de conocerla hace medio año en la presentación de su libro en Alicante, y en ese momento surgió su compromiso de ser una de las prologuistas del próximo número de Cine y Pediatría 14 (donde también apostamos por soñar a lo grande).

miércoles, 3 de julio de 2024

La trilogía infantil de Frances Hodgson Burnett: de la novela a la pantalla

 

La escritora británico-estadounidense Frances Hodgson Burnett ha traspasado la memoria literaria con tres obras infantiles ya universales publicadas en ese puente temporal que cruza del siglo XIX al XX. Porque fue en su tarea como novelista donde Frances obtuvo gran éxito como autora de historias románticas y de protagonismo infantil, esa trilogía que fueron “Little Lord Fauntleroy” (1886), buscando inspiración en su propio hijo Vivian; “A Little Princess" (1905), libro retitulado del previo y original “Sara Crew” y que antes fue obra teatral; y “The Secret Garden” (1911), uno de sus mejores y más populares trabajos, aunque no fuera valorada en su época como las dos anteriores. Porque aunque esta escritora nos dejó casi dos docenas de obras para adultos durante su vida, es recordada hoy en día por sus tres novelas para niños. Novelas que han sido llevadas a la pantalla en numerosas ocasiones como guion adaptado y que la convierten en una verdadera autora “de cine”

- De “Little Lord Fauntleroy” se contabilizan cuatro adaptaciones para la gran pantalla bajo el mismo título original que la novela, así como una serie japonesa para la televisión de 43 episodios, El pequeño lord (Shoukoushi Sedi, Kôzô Kusuba, 1988). Por orden cronológico, las películas son: El pequeño Lord Fauntleroy (Little Lord Fauntleroy, Alfred E. Green y Jack Pickford, 1921. EE.UU.); ¿Chico o chica? (L'ultimo Lord, Augusto Genina, 1926. Italia); El pequeño lord (Little Lord Fauntleroy, John Cromwell, 1936. EE.UU.); El pequeño lord (Little Lord Fauntleroy, Jack Gold, 1980. EE.UU.). 

- De “A Little Princess" hay tres adaptaciones para la gran pantalla bajo el mismo título original que la novela, así como una serie británica para la televisión de 6 episodios, La princesita (A Little Princess, Carol Wiseman, 1986). Por orden cronológico, las películas son: The Little Princess (Marshall Neilan, 1917. EE.UU.); La princesita (The Little Princess, Walter Lang, 1939. EE.UU.); La princesita (A Little Princess, Alfonso Cuarón, 1995. EE.UU.). 

- De “The Secret Garden” hay tres adaptaciones de esta novela para la gran pantalla bajo el mismo título original que la novela, así como dos películas británicas para la televisión (la dirigida por Ala Grint en 1987 y la dirigida por Dave Edwards en 1994, esta última de animación) y una serie de televisión japonesa de 39 episodios, El jardín secreto (Anime Himitsu no Hanazono, Tameo Kohanawa, 1991). Por orden cronológico, las películas son: El jardín secreto (The Secret Garden, Fred M. Wilcox, 1949. EE.UU.); El jardín secreto (The Secret Garden, Agnieszka Holland, 1993. Reino Unido); El jardín secreto (The Secret Garden, Marc Munden, 2020. Reino Unido). 

Y el análisis en profundidad de estas películas se puede revisar en reciente artículo publicado en el último número de la revista Arte y Medicina, que se puede revisar en las páginas 31 a 37. Y por esta trilogía infantil, Frances Hogdson Burnett es recordada en la historia, siendo, además, una de las autoras mejor pagadas de su tiempo. No había editorial que la rechazara, sentó precedente en cuestiones de derechos de autor, fue una sufragista convencida y su impronta en la literatura de finales del XIX y principios del XX es incuestionable. Y también nos ha dejado huella en el cine…

lunes, 1 de abril de 2024

La tetralogía neorrealista de Vittorio De Sica y la pobreza de posguerra


El NEORREALISMO ITALIANO fue un movimiento cinematográfico surgido en Italia durante los años posteriores al fin de la Segunda Guerra Mundial y la caída del régimen fascista de Mussolini. Un cine que se fundamenta por una serie de características estéticas y técnicas (basarse en historias realistas, rodadas en exteriores, con iluminación natural, grabación de cámara en mano y protagonizadas frecuentemente por actores no profesionales) y características narrativas y éticas (se prefieren las historias cotidianas que representen a la sociedad, donde se eliminan las reglas del guion estricto y se basan mucho más en la improvisación; y en la misión de los cineastas hay una creencia de que a través del cine se pueden cambiar las cosas). 

Las películas neorrealistas venían a mostrar los cambios en la sociedad italiana de la posguerra donde la pobreza y la precariedad estaban más que presente. Entre los directores más destacados de este “nuevo realismo” se encontraban Roberto Rosellini, Luchino Visconti, Vittorio De Sica, Giuseppe de Santis, y el guionista Cesare Zavattini. 

Y dentro del Neorrealismo, una figura esencial fue la del director y actor VITTORIO DE SICA. Y hoy recordamos desde Cine y Pediatría esa tetralogía neorrealista que nos dejó junto con el guionista Cesare Savatini, colaborador habitual, un reflejo de la cruda realidad italiana (por extensión europea) de la posguerra, en las tres primeras con un especial protagonismo de la infancia, en la última con un protagonista en su senectud: El limpiabotas (1946), Ladrón de bicicletas (1948), Milagro en Milán (1951) y Umberto D. (1952). En estas cuatro películas sus personajes son ingenuos e inocentes; y sufren por las injusticias de una sociedad vil, marcada por el hambre, el egoísmo y la guerra. 

Y el análisis en profundidad de estas películas se puede revisar en reciente artículo publicado en el último número de la revista Arte y Medicina, que se puede revisar en las páginas 30 a 35. Es así como el Neorrealismo pintó, con una inmejorable paleta de blancos y negros, la depresión social que invadió todos los ámbitos en los años de la posguerra. 

miércoles, 13 de marzo de 2024

El camino de Cine y Pediatría se encuentra con la Revista Medicina y Cine

 

Fue en enero de 2010 cuando se iniciaba el camino de Cine y Pediatría. Y lo hice con un post en este blog hablando de una revista referente en el campo de asociar la ciencia (médica) y el arte (cinematográfico). Y esa revista era “Revista de Medicina y Cine” / “Journal of Medicine and Movies” , posiblemente la única conocida que reúne estas dos materias. Una revista bilingüe (español e inglés), electrónica y de acceso libre, publicada por Ediciones Universidad de Salamanca. Aunque se publica de forma trimestral desde el año 2005, conocí de su existencia casualmente al compartir ponencia con su editor en el XXV Congreso Nacional de Estudiantes de Medicina en el año 2007. Fue un satisfactorio encuentro, máxime al reconocer que los editores responsables fueron profesores míos en la Universidad de Salamanca: los hermanos José Elías y Enrique García Sánchez, que comparten su trabajo en el Departamento de Microbiología y Parasitología de la Universidad de Salamanca y su enorme afición al cine.  

De aquel encuentro nació el compromiso de los editores de la Revista Medicina y Cine de prologar mi primer libro de Cine y Pediatría. Y así fue en el año 2012. Ha pasado el tiempo y los lazos han continuado, de forma que desde noviembre de 2023 fui invitado a formar parte del Equipo Editorial de la Revista Medicina y Cine, coincidiendo con un cambio en la dirección de la revisa, actualmente a cargo de la Prof. María José Fresnadillo Martínez. Lo cual es un honor, al ser alumno de dicha Universidad de Salamanca. 

Y este compromiso de colaboración comienza con un artículo publicado en el último número de la revista, bajo el título de “El embarazo en adolescentes a través del séptimo arte”, que se puede consultar en este enlace y también en el archivo adjunto.

 

miércoles, 31 de enero de 2024

En ocasiones veo… Cine y Pediatría

 

El director y guionista M. Night Shyamalan, norteamericano de origen indio criado en Pensilvania y graduado en Medicina (aunque decidió estudiar cinematografía en la Escuela de Arte de la Universidad de Nueva York), no deja indiferente a nadie, tiene unas señas de identidad marcadas y una trayectoria bastante peculiar, amado por unos pero cuestionado por otros. Logró sorprendernos en el año 1999 con la impactante El sexto sentido / The Sixth Sense, gran éxito internacional de público y crítica con ese tour de forcé entre Bruce Willis y el niño Haley Joel Osment. Y este niño nos dice aquí su famosa frase: “Quiero decirte mi secreto ahora. En ocasiones veo muertos”. 

Pues bien, con la inspiración de esa frase nació el título del programa televisivo dedicado al cine, “En ocasiones veo cortos”, dirigido por el periodista Vicente Hipólito. Y desde este programa se ha dedicado recientemente un programa casi monográfico para nuestro proyecto Cine y Pediatría, enfocado principalmente a destacar el objetivo de que nos atrevamos a “prescribir películas” para mejorar la ciencia, conciencia y humanización en nuestra práctica sanitaria. 

Y aquí recordamos que ya hace 8 años que el discurso de ingreso en ASEMEYA (Asociación Española de Médicos Escritores y Artistas” tuvo como título "¿Te atreves a prescribir películas en Pediatría?", y que tras más de 14 años de andadura tiene en su haber la publicación de más de 750 post (uno cada sábado, sin fallar uno desde enero de 2010), 12 libros de Cine y Pediatría (con el 13 en fase de publicación, el 14 ya escrito y camino del 15), el libro electrónico “Trilogías de películas para pediatras de cine” o el inicio de la serie "Terapia cinematográfica" en la revista Pediatría Integral.    

Os dejamos el programa, y entre los minutos 13 y 30 se puede revisar la entrevista de la semana dedicada a Cine y Pediatría.

 

lunes, 1 de mayo de 2023

Directoras de cine que han contribuido (y contribuyen) a romper el techo de cristal

 

Se denomina techo de cristal a la limitación velada del ascenso laboral de las mujeres al interior de las organizaciones. Se trata de un techo que limita sus carreras profesionales, difícil de traspasar y que les impide seguir avanzando. Es invisible porque no existen leyes o dispositivos sociales establecidos y oficiales que impongan una limitación explícita en la carrera laboral a las mujeres, pero es una realidad objetiva y mantenida en el tiempo. A pesar de ocupar las mujeres hoy día mejores puestos y mayores oportunidades laborales, la condición de la mujer aún continúa limitada bajo la existencia de ciertos parámetros. 

El techo de cristal impide a las mujeres pasar a un nivel mayor y tiene que ver con fenómenos de las mismas empresas y con la repartición del poder. Las mujeres ascienden hasta cierto nivel, pero los directivos generales, jefes, catedráticos y otros puestos de alta responsabilidad suelen ser hombres y esto tiene varias causas. El famoso techo de cristal afecta a todos los ámbitos profesionales, en un amplio espectro que abarca desde la ciencia al arte. Y que también abarca al séptimo arte. 

Este artículo, publicado en Revista Pediatría de Atención Primaria, es un homenaje todas aquellas directoras de cine que han contribuido a romper este techo de cristal. Y lo hacemos destacando las 74 películas que desde Cine y Pediatría tienen a mujeres en la dirección, número que contextualiza este techo de cristal, pues son más de 700 películas las analizadas en los trece años de recorrido del proyecto. Hemos dividido el análisis en directoras internacionales (en un recorrido de 51 películas desde El pequeño Tate de Jodie Foster en el año 1991 hasta CODA: Los sonidos del silencio de Siân Heder del año 2021) y en directoras españolas (en un recorrido de 23 películas desde El camino de Ana Mariscal del año 1963 hasta Cinco lobitos de Alauda Ruiz de Azúa del año 2022). 

Y así, cuando consigamos un mundo más justo, equitativo y sin brechas de género, podremos decir que vivimos en una sociedad “de cine”. Y compartir este tema y artículo (que se puede revisar completo en este enlace) en un 1 de mayo, Día del Trabajo, es todo un símbolo también. Y así lo hacemos desde este blog y desde Cine y Pediatría. 

lunes, 10 de abril de 2023

Trilogías del séptimo arte para pediatras "de cine"

 

CINE Y PEDIATRÍA es un proyecto muy vinculado a la Asociación Española de Pediatría, a la que debe su apoyo desde su nacimiento hace más de 12 años. Un proyecto que nació como un proyecto de un post semanal (cada sábado) en el blog Pediatría basada en pruebas, y así viene ocurriendo – sin faltar uno – desde enero de 2010. Y de la recopilación de los 52 post anuales ha surgido cada uno de los 11 libros ya publicados de Cine y Pediatría (que lleva por subtítulo “una oportunidad para la docencia y la humanización en nuestra práctica clínica”), con el 12 pendiente de publicar en un par de meses, el 13 ya escrito y habiendo iniciado ya el contenido del libro número 14 en enero de 2023. 

Y ahora, de nuevo de la mano de la editorial Lúa Ediciones 3.0. y con el apoyo de la marca Nutribén, se acaba de lanzar un nuevo libro electrónico que hemos denominado como TRILOGÍA DEL SÉPTIMO ARTE PARA PEDIATRAS “DE CINE”. Y cuya justificación se fundamenta en los siguientes cinco apartados: a) porque la Pediatría es una especialidad “de cine”; b) porque la infancia y adolescencia son los actores de nuestra vida; c) porque consideramos que puede ser importante "prescribir" películas; d) porque proponemos ver "mirar" las películas a través de una observación narrativa; y e) porque hay película argumentales en relación con nuestra especialidad, la Pediatría, que vale la pena prescribir para mejorar en ciencia y en conciencia en nuestra profesión. 

Son muchas las trilogías de cine que nos ha dejado el séptimo arte, algunas emblemáticas como "El padrino" o "El señor de los anillos". Y estas son las 10 trilogías "prescritas" en nuestro libro para pediatras. 

Tres joyas para entender la infancia 
Bebés (Bébé, Thomas Balme, 2010) 
Solo es el principio (Ce n'est qu'un debut, P. Barougier, J-P Pozzi, 2010) 
Camino a la escuela (Sur le chemin de l'école, Pascal Plisson, 2013) 

Tres joyas para entender la importancia de ser pediatra 
El mundo en sus manos (Gifted Hands: The Ben Carson Story, Thomas Carter, 2009) 
El milagro de Carintia (Das Wunder von Kärnten, Andreas Prochaska, 2011) 
22 ángeles (Miguel Bardem, 2016) 

Tres joyas para entender las enfermedades raras 
El aceite de la vida (Lorenzo's Oil, George Miller, 1982) 
Medidas extraordinarias (Extraordinary Measures, Thom Vaughan, 2009) 
Wonder (Stephen Chbosky, 2017) 

Tres joyas para entender las enfermedades oncológicas 
Cartas a Dios (Oscar et la dame rose, Éric-Emmanuel Schmitt, 2009) 
La decisión de Anne (My Sister's Keeper, Nick Cassavetes, 2009) 
Declaración de guerra (La guerre est déclarée, Valerie Donzelli, 2011) 

Tres joyas para entender el trastorno del espectro autista 
Mary and Max (Adam Elliot, 2009) 
María y yo (Félix Fernández de Castro, 2010) 
La sonrisa verdadera (Juan Rayo, 2015) 

Tres joyas para entender otros trastornos del neurodesarrollo 
El milagro de Anna Sullivan (Arthur Penn, 1962)
Cromosoma cinco (María Ripoll, 2013) 
Línea de meta (Paola García Costas, 2014) 

Tres joyas para entender el síndrome de Down 
El octavo día (Le huitième jour, Jaco Van Dormael, 1996) 
León y Olvido (Xavier Bermúdez, 2004) 
La historia de Jan (José Bernardo Moll, 2016) 

Tres joyas para entender el acoso escolar 
Después de Lucía (Michel Franco, 2012) 
Marion, 13 años eternamente (Marion, 13 ans pour toujours, Bourlem Guerdjou, 2016) 
El silencio roto (Piluca Baquero, 2017) 

Tres joyas para entender los malos tratos en la infancia 
Matilda (Danny DeVito,1996) 
El Bola (Achero Mañas, 2000) 
No tengas miedo (Montxo Armendáriz, 2011) 

Tres joyas para entender el embarazo en adolescentes 
Juno (Jason Reitman, 2007) 
Nunca, casi nunca, a veces, siempre (Never Rarely Sometimes Always, Eliza Hittman, 2020) 
El acontecimiento (L'événement, Audrey Diwan, 2021) 

Y para profundizar en este libro, os dejo la ponencia recientemente emitida en México dentro de las sesiones CIBERPEDS bajo el liderazgo del Dr. Enrique Mendoza.

También se puede acceder a la misma a través de: 
Registro Offline: https://bit.ly/38Rhb0r 
CIBERPEDS: https://tinyurl.com/5n7mvrzy 
CONAPEME: https://tinyurl.com/4zkcv5vp

 

miércoles, 2 de noviembre de 2022

Congreso Nacional de Estudiantes de Medicina, un congreso "de cine"... y ya de Pediatría

 


Fue a principios de la década de los 80 cuando comenzó el germen del Congreso Nacional de Estudiantes de Medicina (CNEM) en Alicante, congreso pionero en el país en esta actividad, mucho antes incluso que las reuniones y congresos de muchas sociedades científicas. Pero todo tiene su historia y mucho ha cambiado desde entonces… 

En su principio nació como “el minicongreso de terapéutica farmacológica” que el Profesor Dr. Antonio G. García puso en marcha durante su estancia en la por entonces recién creada Facultad de Medicina de la Universidad de Alicante. Desde su llegada, el profesor García extrapoló a Alicante una actividad que ya venía realizando en la Universidad Autónoma de Madrid: la exposición, con la estructura formal de un “minicongreso” de dos días de duración, de una serie de trabajos realizados por los estudiantes de la asignatura de Farmacología, bajo la tutela de profesores. Esta exposición se celebraba al finalizar el curso de Farmacología (finales de mayo o primeros de junio), como una parte más de esta disciplina; y fue en junio de 1983 cuando se celebró el I Minicongreso de Terapéutica Farmacológica, germen del CNEM. Y mantuvo esta nomenclatura en dos ediciones, pero que en la edición de 1987 se llamo V Minicongreso de Patología y Terapéutica, manteniéndose a partir de entonces esta numeración. A la evolución desde un congreso asignado a una asignatura hasta lo amplio que es el congreso hoy en día, contribuyo sin duda, el establecimiento de un orden “rotatorio” tácito en la presidencia y organización del Minicongreso por parte de los diferentes Departamentos de la Facultad, que convirtió esta actividad en algo conocido y compartido por todos ellos, transformándolo, en el transcurso de pocos años, en una actividad de toda la Facultad. 

Cabe destacar la decima edición, en 1992, en la cual quedaron fijadas las características que se mantienen hasta ahora: realización en octubre, se invito a estudiantes de toda España, se solicitó a los Departamentos que valoraran los trabajos realizados bajo su tutela como una actividad formativa regular, y se amplió el programa de actividades sociales. Un año más tarde (XI edición) el congreso recibió la “declaración de interés científico-sanitario para la Comunidad Valenciana”, de la Conselleria de Sanitat i Consum, pasando de esta forma a tener reconocimiento oficial. 

En el año 1997, en el marco de un convenio de colaboración entre el Instituto de Cultura Juan Gil-Albert, de la Excma Diputación de Alicante, y la recién creada Universidad Miguel Hernández (a la que quedó adscrita la Facultad de Medicina), se consignó una dotación presupuestaria suficiente para el desarrollo anual del Congreso. La previsión de que ésa dotación pudiera mantenerse en los años sucesivos animó al Comité Organizador a incluir, por vez primera, la calificación de Nacional en el nombre del Congreso: así, el XV Congreso Nacional de Estudiantes de Medicina se celebró, ya en la Universidad Miguel Hernández, en octubre de 1997. La principal novedad del mismo consistió en un sistema de Becas para estudiantes foráneos, que se mantiene hasta la actualidad, cuyo fin era facilitar a los estudiantes de otras facultades su asistencia al encuentro. 

Y así es como este año hemos 2022, entre los días 26 y 28 de octubre, se ha desarrollado en el Colegio de Médicos de Alicante el XL Congreso Nacional de Estudiantes de Medicina (CNEM) - correspondiente también a la XVIII edición internacional del mismo -. Durante este tiempo el congreso solo ha ganado en prestigio, mejor organización, número de asistentes y calidad de los ponentes (como lo han sido Pedro Laín Entralgo, Santiago Grisolía, Bernat Soria, Mariano Barbacid. Pedro Barri Ragué, Joan Rodes Teixidor, Carlos Belmonte, Jesús Millán…). 

Esta edición de 2022 ha contado con casi 600 inscritos y un programa lleno de ciencia y conciencia, con temas punteros como la Medicina de cooperación humanitaria, la Cirugía plástica, estética y reasignación de sexo, la Mutilación genital femenina, los Premios Nobel de Fisiología y Medicina, o aspectos como la organización del SAMU o el futuro de la Atención Primaria. Mi participación en el CNEM se prolonga durante seis ediciones, en un principio como tutor de las comunicaciones de estudiantes y en las últimas ediciones como ponente: 

- En el año 2016 (XXXIV CNEM) con la organización de la Mesa redonda: “Transexualidad, un abordaje entre la ciencia y la conciencia”


- Y este año 2022 (LX CNEM) para entregar el Premio de Investigación Infantil, premio establecido por primera vez en el congreso, junto al que ya existía de otras especialidades. Un premio que han obtenido estudiantes de la Facultad de Medicina de Valladolid en conjunción con el Complejo Asistencial Universitario de León alrededor de un estudio sobre marcadores bioquímicos en la sepsis neonatal precoz. Y mi papel ha sido en representación de la Asociación Española de Pediatría (AEP) y, previo a la defensa del premio, he sido invitado a realizar una aproximación a la Pediatría y sus Áreas Específicas, en lo que es “mucho más que una Medicina Interna con chupete” (como suelo definirla), pues no solo abarca las 24 áreas de especialidad de la AEP (incluyendo dos apasionantes áreas específicas en los extremos de nuestra influencia etaria, como es la Peri-Neonatología y la Adolescencia), sino también el desarrollo de la Pediatría preventiva, la Pediatría social y la Ecopediatría. 

No cabe más que felicitar a los estudiantes por mantener esta iniciativa. Y como parangón a mi ponencia, previa a la entrega del premio, solo cabe decir que el CNEM es un congreso “de cine”… y ya de Pediatría.