sábado, 1 de julio de 2023

Cine y Pediatría (704) “Las semanas mágicas” de la crianza

 

Pañales, biberones, juguetes de bebés, un libro por título “Oei, ik groei” y los gritos de una mujer dando a luz en la bañera de su casa, acompañada de su marido y una matrona. Con estas rápidas imágenes en el recorrido de cámara comienza Las semanas mágicas (Appie Boudellah, Aram van de Rest, 2023), película neerlandesa distribuida por la todopoderosa Netflix, cuyo guion parte del libro que vemos en esa imagen. 

Porque “Oei, ik groei” es ya todo un clásico escrito en los Países Bajos por la antropóloga Hetty van de Rijt y el etólogo y psicólogo del desarrollo Frans Plooij. Y cuyo título se ha traducido como “The Wonder Weeks / Las semanas mágicas”, título de la propia película. Publicado el libro originalmente en 1992, y debido a su continuado éxito, tuvo una actualización en 2019. En realidad es un libro de autoayuda a padres y madres, y que se fundamente en los muchos años de observación y análisis del neurodesarrollo infantil de sus autores, por lo que brinda una guía práctica para ayudar al desarrollo cognitivo del bebé a través de sus etapas predecibles o "saltos", como ellos lo definen. Su base teórica es la Teoría del control perceptivo, que predice y explica los fenómenos observados y, aunque también ha sido cuestionado, lo cierto es que el libro continúa siendo popular y el editor ha producido una aplicación móvil basada en el libro y su propia webY es así que “las semanas mágicas” son definidas por estos autores como aquellas semanas en las que el comportamiento del bebé, debido a su desarrollo cerebral, suelen ir precedidas por periodos más intensos de llantos, apego, irritabilidad e insomnio. 

Y el guiño continúa con esta película que nos adentra en esta comedia sobre la maternidad (y paternidad) que gira alrededor de tres parejas modernas que hacen lo que saben (o lo que pueden) para conciliar sus relaciones y sus exigentes carreras profesionales mientras se enfrentan a las vicisitudes de la crianza. De hecho, en la carátula de presentación de Las semanas mágicas se indica que es una película que sigue la estela de ¿Qué esperar cuando estás esperando? (Kirk Jones, 2012), película también basada en un libro superventas, “What to Expect When You're Expecting”, publicado en 1984 por Heidi Murkoff y apodado como “la Biblia americana del embarazo”; y aquí la historia de la película, ya tratada en Cine y Pediatría, nos introduce en la intimidad de cinco parejas de Atlanta que están esperando a un recién nacido. 

Y en Las semanas mágicas todo comienza con el nacimiento de tres bebés… y la promesa de una de las madres: “Vas a tener los mejores padres del mundo. Lo prometo”. Y la pregunta de rigor: "¿Qué tal la prueba de Apgar?” y la respuesta esperada “Ha sacado siete puntos. No nos tenemos que preocupar”; pero la madre procreadora replica: “¿Siete?...¿puede volverá hacerla?”. Un buen guiño y un buen comienzo… 

Primera familia. Anne (Salle Harnsen), prometedora abogada especializada en divorcios y separaciones familiares, y su esposo Barry (Soy Kroon) avanzan en la crianza de Mia, que tiene que sobrellevar que le diga la pediatra que es una lactante con sobrepeso. Y se tienen que apoyar en una niñera a la que le marcan pautas y horarios rígidos para el cuidado de Mia. Aún así, siguen agobiados, sobre todo por el obsesivo control que Anne ejerce sobre su hija (con el monitor continuamente), pero también sobre su matrimonio, la propia niñera y su vida. 

La visita a la pediatra no tiene precio: “Su hija está en la parte más alta de crecimiento. La curva de crecimiento va creciendo. Puede tener consecuencias a largo plazo para las capacidades motoras y el desarrollo físico y emocional… Su bebé está gorda. Código amarillo” Y la conversación posterior con los padres seguro que nos va a sacar más de una sonrisa a los pediatras, por reconocer que tanta medicina preventiva puede no ser buena para la salud: “Hagan algo diferente. Yoga para bebés, natación para bebés, todo ayuda”, les dice la pediatra con la cara de susto correspondiente de los progenitores. Y al regresar tiempo después a la consulta, ya el código se ha convertido en rojo. Y la madre se justifica: “Seguimos todos los horarios. Fuimos a natación para bebés y a reiki”. Y es que son de esos padres que viven todo como si fuera el principio y el fin, desde conseguir guardería hasta que su hija voltee por primera vez. 

Luego vienen los “ckeck list” que la madre deja al padre cuando ella se incorpora al trabajo en relación con el cuidado del bebé, mientras ella se lleva ese sacaleches espacial a la oficina de su bufete de abogados. Y surgen continuos debates: hasta cuándo la lactancia materna y cuándo introducir biberón; quien acude por la noche ante los llantos (que casi acaba recayendo del lado de quien tiene dos cromosomas X). Y cuando buscan guardería, la lista de espera para entrar es peor que hacerlo en la Universidad de Harvard: “Apunté aquí a mi hija hace unos meses y aún no sé nada”. Y para conseguirlo se tiene que apuntar al grupo "Mamás por mamás", un club de élite particular. 

Segunda familia. Kim (Katja Schuurman, famosa cantante y presentadora) y Roos (Sarah Chronis) forman una pareja de lesbianas que tienen a un padre donante, el apuesto Kaj (Louis Talpe), que ahora se ha encariñado con el segundo hijo que les ha dado, Teun; y que además, crean un acuerdo de custodia compartida finalmente con el bebé y la otra preciosa hija de 8 años, Didi, de la que también es donante de esperma y, por tanto, padre biológico (ah, y el tercer bebé en camino). Kim además es la creadora del grupo de apoyo "Mamás por mamás", allí donde las madres miembro realizan actividades a favor de la dieta infantil saludable, el embarazo en adolescentes y otras similares. Y aunque Kaj quiere mucho a sus hijos biológicos y se esfuerza en ello, ciertos antecedentes penales que saca a la luz Kim, le cuestan la custodia. 

Tercera familia. Ilse (Yolanthe Cabau) tiene de pareja a Sabri (Iliass Ojja), musulmán de origen y quien, tras el nacimiento de Samih, trae a su madre para “ayudar”, así como a su amplia familia de Marrakech, con el consiguiente malestar para la relación de pareja. Y chocan las costumbres culturales entre ellos, con epicentro en la circuncisión. 

Y la película avanza de forma simpática entrecruzándose los personajes y las confusiones, en este formato de comedia que se sonríe con algunas circunstancias que surgen alrededor de la crianza de los hijos, en el film alrededor de una sociedad neerlandesa moderna donde la diversidad familiar es la pauta. Y tras los conflictos que se desencadenan, llega la reconciliación. Con ese mensaje final tan positivo para la sociedad, donde el perdón y el amor todo lo solucionan. Y con el primer cumpleaños conjunto de los tres bebés finaliza esta película sobre cómo ser madres y padres hoy en día a través de las semanas mágicas. 

Una película fácil de ver, refrescante para este verano entre la poco original cartelera que nos rodea, y donde los padres (y por qué no, también los pediatras) podrán rescatar algunos mensajes de aquellos estereotipos alrededor de la crianza en nuestra sociedad actual.

 

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