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miércoles, 27 de enero de 2016

Traducir protocolos de ensayos clínicos


No es un libro nuevo, pues Fundación Esteve lo publicó en el año 2012, pero si es un libro de gran interés que he podido volver a revisar en estos días. Hablo del texto "Manual de traducción inglés-español de protocolos de ensayos clínicos" de Pablo Mugüerza, traductor médico autónomo. 

Como se comenta en el prólogo del libro,"si a toda traducción cabe exigirle rigor, precisión y claridad, estos atributos cobran aún más relevancia tratándose del protocolo de un ensayo clínico. Un error de traducción en un protocolo puede acarrear consecuencias graves, y hasta poner en peligro la vida de las personas estudiadas. No es exagerado, por tanto, afirmar que en cierto sentido el traductor de un ensayo debería también regirse por una norma deontológica de los médicos: ante todo, no hacer daño". Y como nos comenta el autor, "Traducir protocolos de ensayos clínicos es sumamente difícil y no está al alcance de cualquiera. No basta, por ejemplo, con ser licenciado en traducción e interpretación. Para traducirlos es preciso pertrecharse con otros elementos, cuando menos un máster en la especialidad, unas cuantas traducciones fallidas y un importante bagaje cultural. Pero un texto difícil de traducir no es una excusa para torturar al idioma, sino todo lo contrario: es una oportunidad para mimarlo. Queremos ayudar al lector a aprovechar esta oportunidad"

Y nuestro amigo Pablo Mugüerz nos regala este manual que se puede usar de varias formas: 
1) Como un libro de lectura, para saberlo todo sobre los protocolos en la primera parte del manual (Poética de la traducción de protocolos de ensayos clínicos). 
2) Como un diccionario de equivalencias especializado, mediante la consulta del glosario que se recoge al final del texto (Glosario de equivalencias inglés-español). 
3) Como libro de consulta para conocer la opinión del autor sobre la traducción elegida y saber algo más sobre el término dudoso. 
4) Como una guía para traducir protocolos de ensayos clínicos. 
5) Además de servir para consultar términos concretos, la segunda parte (Aspectos prácticos) puede ser lectura para el traductor de protocolos que desee hacerse una idea general de la vida íntima de éstos. 

Disponía de este libro en papel, pero también es posible abordar al formato PDF de sus 185 páginas en este enlace

El mundo de la traducción médica está en buenas manos,  compuesto por grandes profesionales, muchos de ellos buenos amigos, pero este manual tiene la peculiaridad de centrarse en el entorno del ensayo clínico. Un buen libro que Pablo nos regala en materia de traducción médica y lo hace en dos grandes apartados, desde la Poética del ensayo clínico a la Práctica del mismo.

martes, 5 de mayo de 2015

Celebrando el Día Mundial del Asma en "Evidencias en Pediatría"

http://www.evidenciasenpediatria.es/ListaArticulos/_lukXXz-ZZwFQ2rYFPAhwzNRKT2EjInkPcGOC7Q43h44


Hoy se celebra el Día Mundial del Asma. Y no se nos ocurre mejor manera que hacerlo ofreciéndoos una recopilación de diversos artículos publicados en "Evidencias en Pediatría" sobre aspectos relacionados con esta enfermedad. Aquí va nuestra selección:

Artículos Valorados Críticamente:
Traducción autorizada:
Comentario asociado:
Desce "Evidencias en Pediatría" deseamos que os resulte interesante esta amplia selección de artículos. Hay muchos más y podéis encontrarlos en el siguiente enlace.




lunes, 24 de noviembre de 2014

Palabras y expresiones inglesas de traducción difícil o engañosa en investigación clínica, bioestadística y MBE


La semana pasada recordábamos que este año se conmemora el 300 aniversario de la creación de la Real Academia Española. Y en el artículo de opinión "El español como vehículo de transmisión de los avances científicos" exponíamos nuestra visión de las “revoluciones” pendientes y de los muchos pasos por caminar en los años venideros si queremos conseguir que el español tenga un lugar mejor en la investigación científica y en la publicación biomédica. 

Y quizás uno de los primeros pasos sea un buen uso del español en el lenguaje médico. Porque así como el idioma universal de la ciencia en los siglos XVII y XVIII fue el francés, en los siglos XIX y principios del XX fue el alemán, es más que evidente que en el siglo XX y XXI el idioma de la ciencia y los científicos es el inglés. 
Y es por ello que, desde hace muchos años las publicaciones médicas en lengua española son en gran medida el resultado de un proceso de traducción a partir del inglés. No es sólo que una cuarta parte de los libros de medicina editados en España e Hispanoamérica corresponda a traducciones de obras extranjeras; se trata fundamentalmente de que la mayoría de los artículos de nuestras revistas incorporan más de un 80% de las referencias bibliográficas en inglés. 

Debemos aceptar, pues, que en un país como España, de ciencia dependiente, todo autor médico es en buena medida también traductor.  El peligro más grave para el traductor lo forman las palabras y expresiones cuyo significado desconocemos, pero tienen apariencia similar en inglés y castellano. Debido a esta aparente similitud, las pasamos directamente de un idioma a otro sin confirmar su significado en los diccionarios o los libros de consulta. 

Hace 15 años, gracias al saber y amistad de un mago de la palabra y del lenguaje, como Fernando A. Navarro, publicamos en Anales de Pediatría el artículo "Palabras inglesas de traducción engañosa en Pediatría", cuyo objetivo era presentar un glosario con algunas de las palabras inglesas que más frecuentemente son causa de traducciones erróneas o impropias en los textos pediátricos. Digamos que, de aquella buena intención, el éxito se ha demostrado escaso, pues aún es difícil asistir a alguna ponencia científica en que las enfermedades no sean "severas" y todo se pase por el tamiz de la "evidencia" científica. 

Ahora tenemos el honor y la gratitud de que la revista Emergencias haya publicado nuestro artículo "Palabras y expresiones inglesas de traducción difícil o engañosa en investigación clínica, bioestadística y «medicina basada en la evidencia»", cuyo objetivo es analizar cerca de dos centenares de palabras y expresiones inglesas de traducción difícil o engañosa en el ámbito de la investigación clínica, la bioestadística y la medicina basada en pruebas. Y lo hacemos con un glosario que no pretende ser exhaustivo, desde luego, pero que sí recoge gran parte de los términos más frecuentes, útiles o complicados a los que debemos enfrentarnos como lectores o autores de artículos científicos. 

Porque lo más importante en la valoración de una publicación científica es el «fondo» del artículo (lo que se dice), pero también debemos prestar atención a la «forma» (cómo se dice), pues el estilo científico puede condicionar que el trabajo sea aceptado o leído. Las palabras son la herramienta del escritor: el empleo de la palabra exacta, propia y adecuada es una regla fundamental del buen estilo científico. Y, hoy por hoy, los científicos aún debemos aprender a escribir mejor, a traducir mejor, a expresarnos mejor. 

En el campo de la traducción, las palabras no siempre son lo que aparentan; y el mejor modo de decir algo en una lengua no siempre consiste en calcar, imitar o remedar el modo de decirlo en la otra. Por otro lado, cada año se acuñan en inglés neologismos médicos por millares, que hemos de importar rápidamente en castellano con la máxima precisión, claridad, rigor y corrección si queremos que nuestro idioma siga siendo útil como lengua de cultura y nos permita expresar el mundo que nos rodea, así como las hipótesis científicas que pretenden explicarlo. 

Para aquéllos interesados en este tema, os dejamos ambos artículos: el previo de Anales de Pediatría y el actual de Emergencias. A ambos podéis acceder a través de los enlaces de la revista que os dejamos o bien a través del PDF en Slideshare adjuntos.

Feliz traducción...

 

miércoles, 22 de enero de 2014

Diccionario de dudas y dificultades de traducción del inglés médico: el nuevo "libro rojo"


Es un placer hablar bien de las personas. Esta virtud tan positiva para el ser humano es especialmente fácil si la persona es un amigo y un genio; en este caso un genio de la palabra y del lenguaje. Esta persona es Fernando A. Navarro, compañero en la Facultad de Medicina en Salamanca (curiosamente ambos fuimos los afortunados de recibir el Premio Extraordinario de Licenciatura), compañero en MEDES, amigo del que aprendo lo que no está escrito (y, sino, espero a que lo escriba). Quien conozca a Fernando A. Navarro y a su obra sabrá que soy objetivo, pese a la amistad. 

En el año 2005 tuve el honor de prologar en el entorno de la Pediatría la 2ª edición de su Diccionario crítico de dudas inglés-español de medicina (al que muchos llaman como el "libro rojo") y en el año 2011 comentaba desde este mismo blog que su participación fue crucial en todo un hito en medicina: el Diccionario de términos médicos de la Real Academia Nacional de Medicina

Hoy queremos hablar de la 3ª edición del "libro rojo", que es exclusivamente electrónica, de consulta en línea a través de la plataforma Cosnautas. El salto del papel a la nube es de tal magnitud, que el autor ha considerado conveniente rebautizar incluso el diccionario. Si en las dos primeras ediciones el "libro rojo" llevaba por título Diccionario crítico de dudas inglés-español de medicina (2000 y 2005), en esta tercera pasa a llamarse Diccionario de dudas y dificultades de traducción del inglés médico (2013)

Las más de 47.000 remisiones clicables que trufan la obra (en la primera edición eran poco más de 15.000) habrán de servir al lector para utilizar el diccionario como un conjunto homogéneo y extraer el máximo partido didáctico y profesional de cada búsqueda. Al hacerlo, además, percibirá la coherencia interna y la uniformidad de criterio que solo la autoría única permite conseguir en una obra de estas características y de esta envergadura. 
En la web, el propio autor nos responde a 5 preguntas: ¿Por qué otro diccionario?, ¿Por qué un diccionario de dudas?, ¿Por qué un diccionario crítico?, ¿Por qué un diccionario inglés-español? y ¿Por qué un diccionario de medicina? Y esta nueva versión de el "libro rojo" que apareció el Día de Reyes contiene las ventajas que entraña la publicación electrónica sobre la impresa. 

Porque en el año 460 antes de Cristo nació en la isla de Cos el gran Hipócrates; y el año 2013, la Plataforma Cos se ha estrenado con tres recursos: esta 3ª edición del Diccionario de dudas y dificultades de traducción del inglés médico, el Árbol de Cos de Laura Munoa (un potente buscador gratuito con más de un millar de recursos internéticos seleccionados y clasificados por tema, calidad, idioma y tipo de recurso) y la segunda edición del Repertorio de siglas médicas en español (que pasa de 18.500 entradas con 37.000 acepciones a más de 27.500 entradas con 78.000 acepciones, ahora también con equivalencias inglesas en forma siglada y desarrollada).

Las palabras son la herramienta del escritor y, por ende, del científico: el empleo de la palabra exacta, propia y adecuada es una regla fundamental del buen estilo científico. Y, hoy por hoy, los científicos, los sanitarios, los médicos, los pediatras... debemos aprender a escribir mejor y debemos aprender a traducir mejor.

Bienvenido esta nueva edición del Diccionario de dudas y dificultades de traducción del inglés médico, bienvenidos el nuevo "libro rojo".