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miércoles, 22 de septiembre de 2021

Neo-Dividencias. Probióticos y NEC: donde la prisa mata, pero la pachorra remata

 

Este es un tema clásico y recurrente en Neonatología y también en nuestro blog. Tema sobre el que se publica bastante, pero en el que seguimos casi en el mismo punto de partida de cara a su aplicabilidad. 

En el año 2008 publicamos en el libro “Infectología Pediátrica. Guía de actuación diagnóstico-terapéutica” el capítulo “Enterocolitis necrotizante (NEC)”. En el apartado clave de la prevención de la NEC concluíamos entonces: “Los probióticos enterales aparecen en los últimos años como una medida prometedora. A pesar de que los resultados de la mayor parte de ensayos clínicos han sido positivos, todavía no está clara la mejor combinación y modo de administración de sus componentes. Por otro lado, el uso de microorganismos en prematuros causa un cierto recelo y, aunque hasta el momento no se han descrito efectos indeseables importantes, el número de pacientes tratados es relativamente pequeño para establecer su total seguridad”

A partir de ahí se han prodigado los ensayos clínicos, revisiones sistemáticas y metanálisis. Y ello conllevó que en el año 2010 publicáramos el post “Probióticos en la prevención de enterocolitis necrotizante en prematuros: ¿la hora del cambio?”. 

Y en el año 2013 publiqué, incluido en la sección Neo-Dividencias, el post “Probióticos y enterocolitis necrotizante del prematuro: to NEC or not to NEC?”, donde extraíamos estas conclusiones tras una profunda revisión de la literatura y que fue motivo de una ponencia en el IV WORKSHOP Probióticos, Prebióticos y Salud: Evidencia científica y de una publicación en la revista Nutrición Hospitalaria. Nuestras conclusiones hace ocho años eran así de explícitas.

a) Recomendaciones para la práctica clínica: 
- El uso de probióticos debería considerarse fuertemente en el cuidado del prematuro ≤ 32 semanas de gestación y/o < 1500 gramos. 
- Aunque el balance beneficios-riesgos-costes es claramente favorable con los datos actuales, el uso rutinario de probióticos implicaría una estrecha monitorización. 
- En base a los ECA realizados hasta la fecha, es posible dar las siguientes recomendaciones en cuanto a tipo de cepa, dosis, inicio y duración. Incluso con datos más concretos: 
¿Qué cepa?: preferible una combinación de Bifidobacterium y Lactobacillus 
¿Cuándo comenzar?: cuando pueda iniciar alimentación enteral, preferible en los primeros 7 días de vida 
¿Qué dosis?: 3x10/9 UFC/día, preferible en dosis única; en < 1000 gramos comenzar con 1,5x10/8 UFC/día hasta alcanzar enteral de 50 ml/Kg/día 
¿Hasta cuándo continuar?: hasta las 35 semanas de edad postconcepcional o hasta el alta 
¿Alguna precaución?: no ofrecer el suplemento con probióticos si enfermedad aguda tipo sepsis, NEC activa o asfixia perinatal 

b) Recomendaciones para la investigación: 
- Preciso realizar un ECA multicéntrico con suficiente poder estadístico: para una incidencia de NEC de un 5%, en un ensayo doble ciego controlado (α= 5%, β= 20%), se requerirían 317 prematuros en cada rama para demostrar que los probióticos disminuyen incidencia de NEC al menos un 50% 
- Seleccionar una cepa de probiótico, dosis, comienzo y duración de ECA previamente realizados y con buen resultado en prematuros < 1500 gramos 
- En estos momentos en que todos los MA son consistentes en la buena relación beneficios-riesgos de los probióticos en prematuros, es necesario un ECA independiente y de calidad que confirme los resultados y evite los potenciales sesgos de los MA actuales. 

Pues bien, pasa el tiempo y todo parece en el mismo punto. Y ello pese a que en esta década han aparecido más ensayos clínicos, revisiones sistemáticas y metanálisis, todos consistentes en demostrar la favorable relación beneficios-riesgos-costes. Tal como se demuestra en el último número de Evidencias en Pediatría, volvemos al punto de partida
- El Archivo valorado críticamente (AVC) titulado “La combinación de simbióticos Lactobacillus spp. y Bifidobacterium parece la más eficaz en el tratamiento de recién nacidos prematuros” vuelve a confirmar los datos ya conocidos a través de esta revisión sistemática con metanálisis en red publicado en Pediatrics. 
- Y el Comentario asociado a este AVC “Probióticos y enterocolitis necrotizante: ¿dónde estamos en 2021?” plantea las mismas cuestiones, con un dato relevante: “En España solo se utilizan los probióticos en el 20% de las UCIN y este dato sirve para confirmar que en 2021 los neonatólogos españoles todavía no tienen claro el papel de estos en la profilaxis de la ECN. Después de más de 10 años de ensayos clínicos y metanálisis, continuamos con las mismas dudas: si usarlos o no y, de usarlos, cuales, cuándo y cómo hacerlo”

Y es que estas preguntas las respondimos en 2013, como hemos visto antes. Y no porque yo lo diga, sino porque lo dicen los ensayos clínicos realizados, las revisiones sistemáticas planteadas y los metanálisis (incluso en red) ejecutados. Por tanto, úsese el o los probióticos más utilizados, en el momento en que se plantean en los ensayos clínicos con buenos resultados y de la forma que se especifica en los estudios. Ni más ni menos que como hemos hecho con otros tratamiento en Neonatología. Pongo el ejemplo del palivizumab, cuya relación beneficio-riesgos-costes mucho peores que el de los probióticos (y quien tenga interés, puedo compartir ingente literatura al respecto) con un solo ensayo clínico (no decenas como en probióticos), con la dosis y momento que marcó el ensayo clínico (y nadie ha propuesto por qué no más o menos dosis, por qué no más o menos dosis, por qué no mejor en unos momentos o en otros). 

Creo que el rasero que se está realizando sobre un producto bueno, bonito y barato como los probióticos en Neonatología no es comparable al que se realizan con otros (como el del palivizumab; o también el de la hipotermia terapéutica, pues hay varios sobre los que comparar). Y es que, aunque parezca una paradoja, lo peor que le puede pasar a un producto, en ocasiones, es que sea barato. Posiblemente si en lugar de un probiótico estuviéramos hablando de “probioticozumab”, de otra reflexión hablaríamos pues ya estaría implantado, pues es conocido el aforismo de que “la evidencia es más evidente cuando interesa a la industria farmacéutica que al paciente”. 

La historia de la Neonatología está llena de errores por acción (precipitada), pero también por errores por omisión (y retraso en aplicación de intervenciones beneficiosas). Y todos recordamos el retraso en la utilización del surfactante en la prematuridad. Y es por ello que el título de este post en relación con el uso de probióticos en la prevención de la NEC es claro: las prisas matan, la pachorra remata. Y detrás de esta expresión hay mucho respeto, ciencia y conciencia.

lunes, 26 de octubre de 2015

Comienza el curso de Continuum "Probióticos en Pediatría"


La plataforma Continuum continúa con sus cursos de formación on line. Hoy anuncio el próximo comienzo del curso "Probióticos en Pediatría" liderado por el Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría. 
Un curso que proporciona al alumno los conocimientos y habilidades necesarios para mantener y mejorar su competencia en el empleo probióticos, a la luz de la evidencia disponible sobre la efectividad y eficiencia de los mismos tanto en la prevención como en el tratamiento de enfermedades en la edad pediátrica. 

El curso está dividido en seis módulos, que son: 
- Microbiótica autóctona 
- Probióticos, prebióticos y simbióticos 
- Microbiótica y probióticos en el binomio madre-hijo 
- Empleo de probióticos en procesos diarreicos 
- Aplicaciones clínicas de los probióticos y los prebióticos en patología digestiva 
- Empleo de probióticos en enfermedades no gastrointestinales y futuras aplicaciones. 

En cada unidad didáctica se ofrece también información complementaria para los alumnos que quieran profundizar en un determinado aspecto. El curso está tutorizado, lo que implica que , a lo largo del curso, estaremos a su disposición para ayudarles a resolver las dudas que se les planteen. 

Al finalizar la actividad el alumno habrá conseguido una serie de competencias que se recogen a continuación:
- Conocer las características de la microbiota en el ser humano 
- Entender cómo se realiza la colonización de la microbiota y los factores que influyen en la misma 
- Identificar las patologías en las que el empleo de probióticos se ha demostrado eficaz tanto en prevención como en tratamiento 
- Conocer las pautas de tratamiento más habituales 
- Utilizar los recursos más fiables de información sobre probióticos 

Todo esto en un curso de 2 meses de duración (comienzo el 11 noviembre 2015 y finalización el 13 enero 2016), acreditado con por la Comisión de Formación Médica Continuada y avalado por un equipo de pediatras con amplia experiencia docente en esta materia. 

Además, todos los socios de la Asociación Española de Pediatría, y en particular, los residentes de pediatría, se beneficiarán de un precio especial, fijado por el Comité Ejecutivo de la AEP, con objeto de que su coste no suponga un obstáculo para su realización en quienes deseen formarse en un tema tan actual como el de los probióticos.

Toda la información y la manera de inscribirse al curso, la podéis encontrar en este enlace de Continuum.

lunes, 19 de diciembre de 2011

¿Necesitan los probióticos y prebióticos una sociedad científica?


Alimentos funcionales son aquellos alimentos que son elaborados no sólo por sus características nutricionales, sino también para cumplir una función específica como puede ser el mejorar la salud y reducir el riesgo de contraer enfermedades. Los alimentos funcionales están de moda, con especial atención a probióticos, prebióticos y simbióticos.

La información científica sobre este tema se ha prodigado en los últimos 5 años. En La Biblioteca Cochrane Plus se recuperan al menos 16 revisiones sistemáticas, algunos de claro interés en Pediatría: infección de vías respiratorias superiores, enterocolitis necrosante, eccema, diarrea persistente, diarrea asociada a antibióticos, etc. Esta última acaba de ser actualizada en este mes, con metodología rigurosa (que ha incluido una valoración GRADE).
También en Evidencias en Pediatría hemos abordado este tema al menos en 8 artículos, por activa, pasiva y reflexiva. Y en PubMed se recuperan 3500 artículos en los últimos 5 años. No es la primera vez que tratamos este tema en el blog.

El pasado mes de septiembre se constituyó la Sociedad Española de Probióticos y Prebióticos (SEPyP) cuyo objetivo es hacer posible un foro de intercambio que permita conocer lo que se está investigando a nivel público y privado para establecer sinergias que contribuyan al conocimiento sobre probióticos y prebióticos. Esta sociedad está respaldada por un buen número de empresas implicadas en I+D+i en este campo, así como en la comercialización de estos productos: Danone, Numil Nutrición, Casen-Fleet, Beneo-Orafti, Ysonut, Italfarmaco, Puleva Food, Biosearch, Mead Johnson Nutrition, Salvat, Zambon y Dhu Ibérica. En los días 15 y 16 de diciembre acaba de celebrarse la primera actividad de la SEPyP («III Workshop Probióticos, Prebióticos y Salud: Evidencia Científica»), con el objetivo de fomentar la comunicación entre investigadores, clínicos y empresas interesadas en este ámbito.

Esta noticia tiene un punto de vista algo diferente al reciente grupo Iniciativa para una Prescripción Prudente (IPP). En un entorno actual que ha asumido acríticamente la “innovación” como sinónimo de bondad, reivindicar una prescripción cauta supone una toma de partido cuanto menos osada. Sobre todo si las innovaciones introducidas en los últimos años ocasionan beneficios marginales o escasos, poco acordes con su exigencia de más recursos, que necesariamente se detraen de otros aspectos de la asistencia. Al leer la noticia de la aparición de la SEPyP, uno se pregunta si realmente los probióticos y prebióticos necesitaban una sociedad científica arropada con tanta industria a su alrededor (el "sesgo del financiador" hace que el equilibrio entre la "evidence-based medicine" y la "evidence-biased medicine" sea más delicado, así como el equilibrio entre la medicina basada en pruebas y en el marketing).
Uno imagina a partir de aquí una Sociedad Española de Psicoestimulantes, ... de Melatonina,... de Antileucotrienos, ... de Anticuerpos monoclonales, etc. Esta última causa una cierta desazón en mi, pues cuando leo algo que termina en "...mab" me echo a temblar (pero eso será otra historia...).


miércoles, 19 de mayo de 2010

Probióticos en la prevención de enterocolitis necrotizante en prematuros: ¿la hora del cambio?


El campo más importante de estudio en la enterocolitis necrotizante (ECN) lo encontramos en la prevención.
Hace dos años publicamos en el libro “Infectología Pediátrica. Guía de actuación diagnóstico-terapéutica” las conclusiones siguientes derivadas de las pruebas científicas encontradas en ese momento:
- Aunque el uso preventivo de antibióticos enterales ofrece una significativa reducción del riesgo de ECN, los riesgos de su utilización rutinaria (especialmente la potencial aparición de microorganismos resistentes), no ha sido suficientemente cuantificados. Asimismo, las inmunoglobulinas orales parecen ser poco eficaces.
-Respecto a la fluidoterapia, las revisiones sistemáticas efectuadas sólo permiten una recomendación inconcreta de evitar las sobrecargas de líquidos.
-En la alimentación del prematuro, recibir la leche de su propia madre disminuye el riesgo de ECN en unas cuatro veces al compararse con la leche de fórmula; lo que no parece ocurrir con la procedente de banco. Sin embargo, las mejores estrategias de su introducción y progreso en la nutrición enteral no son claras. La nutrición mínima o trófica, con pequeñas cantidades de leche materna, aunque parece respaldada por los conocimientos fisiopatogénicos actuales, no se ha podido probar eficaz como prevención. También sigue la controversia sobre si es mejor un inicio precoz de la nutrición enteral o tardío. En la actualidad es práctica usual tratar de establecer un inicio precoz con nutrición trófica y procurar unos progresos razonablemente rápidos, aunque atendiendo al resto de patología del prematuro y su respuesta enteral. Sin embargo, se han comunicado resultados muy positivos con protocolos cuyas líneas maestras consistían en alimentación diferida y lenta mediante infusión enteral continua, además de la evitación de la indometacina y la dexametasona precoz.
-Los probióticos enterales aparecen en los últimos años como una medida prometedora. A pesar de que los resultados de la mayor parte de ensayos clínicos han sido positivos, todavía no está clara la mejor combinación y modo de administración de sus componentes. Por otro lado, el uso de microorganismos en prematuros causa un cierto recelo y, aunque hasta el momento no se han descrito efectos indeseables importantes, el número de pacientes tratados es relativamente pequeño para establecer su total seguridad.

Como respuesta a este último punto acaba de ser publicado en Pediatrics el metanálisis del grupo australinao de Deshpande y cols, que viene a actualizar el publicado por este grupo investigador en 2007 en Lancet . Destacamos los siguientes datos:

Results: a total of 11 (N = 2176), including 4 new (n = 783), trials were eligible for inclusion in the meta-analysis by using a fixed-effects model. The risk for NEC and death was significantly lower. Risk for sepsis did not differ significantly. No significant adverse effects were reported. Trial sequential analysis showed 30% reduction in the incidence of NEC (alpha = .05 and .01; power: 80%).
Conclusions: the results confirm the significant benefits of probiotic supplements in reducing death and disease in preterm neonates. The dramatic effect sizes, tight confidence intervals, extremely low P values, and overall evidence indicate that additional placebo-controlled trials are unnecessary if a suitable probiotic product is available.

Creo que el estudio merece una cuidadosa lectura crítica para confirmar la validez científica del estudio e importancia clínica de los resultados, en aras de su aplicabilidad en la práctica habitual. Los probióticos están de moda, pero ¿los actuales datos son suficientes para justificar el cambio y su uso rutinario en el manejo de manejo de los prematuros menores de 1500 gramos?.