miércoles, 24 de enero de 2024

Terapia cinematográfica (3). Prescribir películas para entender la importancia de ser médico pediatra

 

Seguimos avanzando en la sección de la revista Pediatría Integral que hemos denominado “Terapia cinematográfica en la infancia y adolescencia”. Y hoy queremos prescribir película para entender la importancia de ser pediatra. Porque la historia de la Pediatría se pierde en el tiempo y en la Historia, paralela a la historia de la Medicina. Y el Comité de Historia de la Pediatría de la Asociación Española de Pediatría clasifica el desarrollo de la pediatría española en cuatro etapas diferenciadas: 1) Nacimiento de la pediatría como especialidad médica (finales siglo XIX y principios del XX); 2) Los inicios de la consolidación de la especialidad (1914-1936); 3) Consolidación definitiva de la pediatría (1939-años 60); y 4) Desarrollo de la pediatría y de sus especialidades (años 70 hasta la actualidad). 

Y este recorrido histórico y docente alrededor de la Pediatría refuerza la importancia de ser pediatra. Ya hemos definido que la Pediatría es una ciencia médica y una profesión que abarca casi todas las especialidades, todos los ámbitos sanitarios y múltiples etapas entre el nacimiento y la adolescencia. Por tanto, una especialidad apasionante de la que se podrían reseñar muchos momentos “de cine. Y que hoy queremos apoyar con la prescripción de un conjunto de películas que indagan sobre la formación y la práctica clínica de un médico pediatra. Y la elección de estas siete películas tienen en común que sus guiones están basados en hechos reales (con personajes y acontecimientos adaptados al guión cinematográfico) y, curiosamente, cuatro de ellas son películas realizadas para la televisión (y no para su estreno en la gran pantalla). 

Estas películas son, por orden cronológico de estreno: 

- Patch Adams (Tom Shadyac, 1998), para tener en cuenta siempre la humanización en el acto médico. 

- Las confesiones del Dr. Sachs (La maladie de Sachs, Michel Deville, 1999), para visualizar la extraordinaria labor de un médico (o pediatra) general. 

- A corazón abierto (Something The Lord Made, Joseph Sargent, 2004), para no olvidar cómo se gestan los epónimos en Medicina. 

- El mundo en sus manos (Gifted Hands: The Ben Carson Story, Thomas Carter, 2009), para entender la magia de aprender, de superarse a sí mismo y llegar a la excelencia profesional. 

- El milagro de Carintia (Das Wunder von Kärteb, Andreas Prochaska, 2011), para reconocer la importancia y esfuerzo de una guardia médica. 

- Hipócrates (Hippocrate, Thomas Lilti, 2014), para conocer la peculiar vida de un residente en formación. 

- 22 ángeles (Miguel Bardem, 2016), para reivindicar que la mejor cura frente a la vacunofobia (y los movimientos antivacuna) es la vacunofilia (y los hechos históricos). 

Siete películas que son solo una pequeña selección para entender la importancia de formarse y ser médico y especialista en Pediatría, una profesión que abarca todas las especialidades en la infancia y  adolescencia.

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