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miércoles, 15 de noviembre de 2023

La profesión médica defiende la equidad y la cohesión nacional del sistema MIR actual

 

El sistema MIR, creado en la década de los setenta en España, pasó a ser la única vía de acceso a la formación especializada en 1984 y se ha mostrado como una forma eficaz de mejorar la competencia clínica de los médicos especialistas y la calidad asistencial de los hospitales. El sistema MIR goza de un merecido prestigio, aunque es consciente que debe adaptarse a las necesidades reales de nuestra sociedad. Pero entre esos cambios no se concibe la asimetría ni la desigualdad por Comunidades Autónomas. 

En estos complicados momentos de la política española, con una sociedad dividida por las concesiones políticas, económicas y sociales que el PSOE ha prometido a determinadas Comunidades Autónomas que buscan la segregación de España, acaban de aparecer noticias preocupantes al respecto del sistema MIR que ha sido ya anunciado en prensa: “El PSOE abre la puerta a transferir el MIR a Cataluña, País Vasco y Galicia”. 

Una noticia frente a la que la comunidad médica muestra su más firme rechazo, por lo que supodría dinamitar un modelo de éxito. Y en este sentido, el Foro de la Profesión Médica (conformado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos –CGCOM, la Federación de Asociaciones Científico Médicas de España – FACME, la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos - CESM, la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina - CNDFM y el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina – CEEM) acaba de publicar este documento, consensuado este fin de semana, y en el que se defendiede la equidad y la cohesión nacional del sistema MIR actual y la necesidad de cumplir con las directivas europeas para homologación de títulos. 

En un momento tan complejo y complicado para la ciudadanía española, el traspaso MIR a determinadas Comunidades Autónomas supondría dinamitar un modelo de éxito con nefastas consecuencias tanto para los especialistas en formación como para los centros docentes y, por extensión, para todo el sistema sanitario, lo que terminaría afectando también a los pacientes, destinatarios últimos del mismo. 

Os dejamos el texto íntegro del Foro de la Profesión Médica publicado el 13 de noviembre de 2023.

 

lunes, 28 de marzo de 2022

Unidad Docente Multiprofesional de Pediatría, la suma de MIR y EIR

 

La Unidad Docente se define como el conjunto de recursos personales y materiales, pertenecientes a los dispositivos asistenciales, docentes, de investigación o de cualquier otro carácter que, con independencia de su titularidad, se consideren necesarios para impartir formación reglada en especialidades en Ciencias de la Salud por el sistema de residencia, de acuerdo con lo establecido en los programas oficiales de las distintas especialidades. 

Cuando en febrero de 2008 se publica el RD 183/2008 de 8 de febrero por el que se determinan y clasifican las especialidades en Ciencias de la Salud y se desarrollan determinados aspectos del sistema de formación sanitaria especializada, se crea una nueva figura para la formación de especialidades multidisciplinares, la Unidad Docente Multiprofesional (o Multidisciplinar - UDM -). La UDM permite formarse en la misma unidad docente, a las especialidades que incidan en campos asistenciales afines, aunque se requiera para su acceso distinta titulación universitaria. En el caso de la especialidad de Pediatría, las UDM permiten la formación de médicos especialistas en Pediatría y sus áreas específicas y enfermeros especialistas en Enfermería Pediátrica. 

Dichas unidades deben cumplir los requisitos de acreditación comunes y los específicos de las especialidades que se formen en las mismas. La propuesta inicial de los requisitos de acreditación de las UDM-Pediatría fue redactada y publicada por la Comisión Técnica Delegada de Recursos Humanos el 30 de marzo de 2011. 

Las UDM deben contar necesariamente con: 
- Estructura y recursos necesarios para la adquisición de competencias establecidas en el programa formativo de cada especialidad. 
- Recursos para el apoyo a la investigación y acceso a la producción científica. 
- Dispositivos hospitalarios. 
- Dispositivos de Atención Primaria (centros de salud). 

Una vez constituidas, las UDM se deben someter a medidas de control de calidad y evaluación periódicas por la Agencia de Calidad del Sistema Nacional de Salud, con el fin de comprobar su adecuación a los requisitos generales de acreditación. 

El funcionamiento de las UDM, como su nombre indica, implica el trabajo conjunto de cada una de sus partes con el objetivo de planificar unos objetivos docentes uniformes, en algunos casos comunes, el seguimiento y la evaluación necesarios para la formación de cada uno de los residentes que de ella van a depender, tanto MIR como EIR. La formación, así entendida, es enriquecedora: la atención y el cuidado de la población infantil compartida por el equipo de profesionales pediatría/enfermería.

Es un nuevo reto y una oportunidad de mejora de la formación en Pediatría. La experiencia desde el Servicio de Pediatría del Hospital General Universitario Dr. Balmis de Alicante, actualmente con 6 MIR al año (en breve 7) y 2 EIR al año está siendo muy positiva tras caso dos años de funcionamiento. Y un ejemplo son las numerosas Sesiones docentes MIR y los actuales Talleres EIR, una combinación docente muy interesante y complementaria.  

lunes, 18 de abril de 2016

Top 10 de hospitales pediátricos

Sobre clasificaciones (rankings) de hospitales ya hemos hablado en otras ocasiones en el blog, cuestionando de forma positiva lo que significan. Pues estos rankings son bienvenidos cuando uno sale bien parado, denostados cuando ocurre lo contrario y, en la mayoría de los casos, con poca repercusión. 
Como todas las cosas el problema no es la herramienta, sino el uso que se haga de ella. ¿Habrá algún ranking que compagine la satisfacción del usuario externo –pacientes o clientes- con la satisfacción del usuario interno –profesionales sanitarios-?. Si no la hay, habría que crearlo. 
Y dado que en en estos días se están eligiendo las plazas MIR del año 2016 en España es un tema que tiene especial relevancia, pues este es otra cuestión: ¿cuál es el mejor hospital para formarse? 

Os dejamos el ranking de hospitales del año 2015 en España y en Estados Unidos, medidos con dos herramientas diferentes: en el caso de España con el Monitor de Reputación Sanitaria (a través la empresa independiente KPMG: encuesta a 2.700 médicos, enfermeros, pacientes, periodistas y sanitarios; y también se han evaluado hasta 900 indicadores objetivos de calidad) y en el caso de Estados Unidos con U.S. News & World Report (a través de la Empresa Best US Rankings: encuesta sobre 5.000 hospitales de USA divididos en 16 especialidades de adultos y 10 especialidades de pediatría). 

Según esto, el Top 10 de hospitales pediátricos españoles es: 
1.- Hospital Universitario La Paz (Madrid) 
2.- Hospital Infantil Universitario Niño Jesús (Madrid) 
3.- Hospital Universitario 12 de Octubre (Madrid) 
4.- Hospital Sant Joan de Déu (Esplugues de Llobregat, Barcelona) 
5.- Hospital Universitari i Politècnic La Fe (Valencia) 
6.- Hospital Universitari Vall d'Hebron (Barcelona) 
7.- Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Madrid) 
8.- Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla). 
9.- Clínica Universitari de Navarra (Navarra) 
10.-Hospital Universitario Ramón y Cajal (Madrid) 

Y el Top 10 de hospitales pediátricos en Estados Unidos es
1.- Boston Children's Hospital 
2.- Children's Hospital of Philadelphia 
3.- Cincinnati Children's Hospital Medical Center 
4.- Texas Children's Hospital 
5.- Children's Hospital Colorado 
6.- Seattle Children's Hospital 
7.- Children's Hospital Los Angeles 
8.- Children's Hospital of Pittsburgh 
9.- Nationwide Children's Hospital, Columbus 
10.-Children's National Medical Center, Washington 

Seguro que, como ocurre en cualquier listado, no están todos los que son. Pero probablemente si son todos los que están, pues lo dice el dicho: "cuando el río suena, agua lleva". Y aunque, en el caso de España, hoy por hoy no haya una correlación directa para la elección de la formación MIR según ese listado, puede ser un referente. Pero para la formación MIR seguramente necesitaríamos un listado con otros parámetros a considerar... 

Simulando los tiempos de una buena presentación científica, un hospital llega a conseguir esta consideración teniendo muy presente también estos tres tiempos: 
1) Tiempo de oro (10% del tiempo): Diga lo que va a hacer 
2) Tiempo de trabajo (80% del tiempo): Hágalo 
3) Tiempo de platino (10% del tiempo): Diga lo que ha hecho. 

Tener claro eso ya es un "top". El deseo de una buena elección a los MIRes, especialmente en el campo que nos atañe: la Pediatría.

 

sábado, 23 de enero de 2016

Cine y Pediatría (315). "Hipócrates", el primum non nocere de un Residente


Hipócrates de Cos es considerado el padre de la Medicina, gracias a una escuela intelectual que revolucionó la Medicina en la Antigua Grecia, allá en lo que se denominó como el siglo de Pericles dentro del siglo V antes de Cristo. No debemos confundir con Hipócrates de Quíos, matemático griego también del mismo siglo. Porque nuestro Hipócrates médico fue el creador, junto con sus estudiantes y discípulos, del conocido como "Corpus hipocrático", una colección de 70 obras médicas, entre las que se incluyen libros, lecciones, investigaciones, notas y ensayos filosóficos sobre diversos temas médicos. Y entre ellos destacan el conocido como Juramento hipocrático, documento clave para la ética y deontología médica. 

El Juramento hipocrático sigue siendo un acto público y obligatorio que deben hacer las personas que se gradúan en medicina y sus varias ramas, como veterinaria o farmacia, en definitiva, de las personas que se ocupan de la salud humana o animal. Su contenido es ético y sirve para orientar la práctica de la profesión con declaraciones como "Me comprometo solemnemente a consagrar mi vida al servicio de la humanidad" o "Desempeñaré mi arte con ciencia y con dignidad, donde la salud y la vida del enfermo serán las primeras de mis preocupaciones"

Y precisamente toma el nombre de Hipócrates una comedia dramática francesa dirigida por Thomas Lilti en el año 2014 y que resultó en su momento el "sleeper" de la temporada, entendiendo como tal aquella película que no parece gran cosa, pero que da la campanada. La pequeña historia de un residente de medicina en un hospital asfixiado por los recortes presupuestarios, pero donde nos adentra además en ciertos oasis para la reflexión sobre la eutanasia, la falta de medios sanitarios a causa de la crisis económica, la toma de conciencia moral frente a las injusticias o la discriminación racial. 

El cine francés últimamente está a bastante distancia de calidad de la mayoría de las filmografías y con gran éxito incluso en películas que siguen incluso el patrón de comedias dramáticas, desde Los visitantes (Jean-Marie Poiré, 1993) hasta Amélie (Jean-Pierre Jeunet, 2001), desde La cena de los idiotas (Francis Veber, 1998) a Los chicos del coro (Christophe Barratier, 2004), desde Bienvenidos al norte (Dany Boom, 2009) a La familia Bélier (Éric Lartigau, 2014), desde El Primer día del resto de tu vida (Rémi Bezançon, 2009) a Un feliz acontecimiento (Rémi Bezançon, 2011), por no hablar del gran taquillazo del cine francés de toda la historia: Intocable (Olivier Nakache y Eric Toledano, 2012). La mayor parte de los éxitos corresponden a este tipo de patrón establecido: comedias con un punto dramático que apelan a la fibra sensible del espectador a través de temas sociales comprometidos tratados de una manera bienintencionada. 

Y algo de ello es Hipócrates, que mezcla esa filosofía del último cine francés con las series de televisión sobre médicos, que en alguna ocasión nos hace dudar de si estamos ante un capítulo de Anatomía de Grey, House, Urgencias, Code Black, Hospital Central o tantas otras series sobre este tema. Y algo tendrá que ver que el director, Thomas Lilti, es médico con aficiones a la dirección (ésta es su segunda película, tras Les Yeus bandés en el año 2007 y a punto de estrenar Médecin de campagne), por lo que se sirve de su experiencia -quizás también un poco autobiográfica- para acercarnos a los temores y las dudas de un joven médico en formación (conocido como MIR, médico interno residente), al trabajo en un hospital y al funcionamiento particular de una parte del sistema de salud público en Francia. 

Hipócrates narra los inicios de Benjamin (Vincent Lacoste), un residente de 23 años que, como su nombre indica, se inicia en la formación y es el más joven entre los médicos de un hospital parisino: comienza como MIR en el hospital que dirige su padre, el doctor Barois (Jacques Gamblin). Allí coincide con Abdel (Reda Kateb), un facultativo argelino más experimentado que él, y que también comienza la residencia como extranjero, con el trámite de superar las pruebas que le permitan trabajar en Francia. Entre Benjamin y Abdel se establece la rivalidad, el conflicto y la amistad, en donde a Benjamin le acompaña el sentirse en un ambiente protegido, mientras a Abdel le acompaña la solvencia de conocer la profesión, su pensamiento crítico y objetivo. Pero para ninguno de los dos, las cosas son como esperaban, porque cuando conocen la realidad, ésta es menos glamurosa que la de las series de televisión. 

La película nos pasea por el complejo mundo de un residente en formación, no siempre conocido por quien desconoce lo que significa esta etapa de la profesión y de la vida: 
- El darse de bruces ante la complejidad médica (La punción lumbar fallida:. "tienes que oir un crujido") y social de los pacientes (enfrentarse por primera vez a la inmovilización de un paciente agitado y agresivo con síndrome de Korsakoff, nombre que se da a la encefalopatía por fracaso hepático secundario a alcoholemia). 
- El afrontar el servicio a la vida y a la muerte, y sufrir con ese primer paciente fallecido por infarto de miocardio y confundido con una pancreatitis. Y cuando su tutora le pregunta: "¿No le hiciste el electrocardiograma?", y mentir, porque el aparato estaba estropeado. Y el encubrimiento de su padre ante las preguntas de la mujer del fallecido: "Porque lo que hacemos ya es difícil de por sí..."
- El comenzar a conocer las complejas relaciones entre residentes, entre médicos y enfermería, entre las diferentes especialidades y especialistas, entre un Médico internista y un Anestesista. 
- El participar en las conversaciones sobres los seguros de responsabilidad civil o sobre el reparto de guardias, especialmente críticas en festivos (por cierto, los turnos de Navidad los tienen organizados de una forma mucho más caótica que en nuestro hospital). 
- El enfrentarse a las complicadas informaciones a ciertos pacientes (y familiares) y los problemas bioéticos latentes ("En realidad no quiero que me dejen mucho tiempo en mal estado, ¿me entiende doctor?"), como la decisión de no reanimar ("Crees que tenemos tiempo de leer los informes. Tenemos que tomar decisiones", dice un médico del equipo de UCI) o la adecuación del esfuerzo terapéutico, con la mejor gestión posible de los denominados cuidados paliativos. 
- El conocer en primera mano ese estado anormal del cuerpo y el alma llamado guardias médicas ("Eso son 58 horas de guardia...", comenta un residente extranjero), los días y las noches eternas, la llamada del busca a medianoche cuando uno intenta despertar en esas habitaciones tan peculiares de los residentes (casi nunca razonables para el descanso). Porque en la película son residentes en el más amplio sentido de la palabra, médicos que viven en el hospital, como era hace mucho tiempo en España y como aún ocurre excepcionalmente. Quien no se ha tenido que enfrentar a las guardias médicas no podrá entenderlo bien... 
- El vivir las huelgas hospitalarias, el enfrentamiento con la Dirección ("El gerente antes estaba en Amazon... y ahora nos quiere gestionar en el hospital"), los servicio mínimos, la angustia de gestionar las camas libres,... 
- Las horas de estudio en casa..., porque el trabajo no termina nunca en el hospital. 

No es de extrañar que Benjamín llegue a exclamar: "Creo que lo voy a dejar. No estoy hecho para esto. Es una locura. Ser médico no es un trabajo, es una especie de maldición". Y desesperado ante la injusticia, se emborracha y le atropellan. Entra en crisis, esa crisis que surge al sentir que nada funciona como debería funcionar, empezando por algunos profesionales. Y se precipita la revolución en el hospital, cuando la Dirección-Gerencia piensa más en la rentabilidad que en las personas. 

En Hipócrates el hospital es prácticamente el único escenario, tan realista como lo son esos pasajes subterráneos por los que accede Benjamín a su primer día de trabajo (que tendrán los sótanos de todo hospital que los hace tan lóbregos) y al recoger sus batas y ver que tiene manchas, la señora de la lavandería le dice aquello de "Está lavada, son manchas limpias"
Y así es como esta película aparentemente sencilla (y con manchas limpias... o no tanto) fue nominada a siete Premios César (aunque solo se aupó con la de Mejor actor secundario para Reda Kateb) y como paso de ser un "sleeper" a ser testimonio de una pequeña parte del mundo de un MIR y a mostrarnos temas de cada día en el debate ético de un hospital, donde predomina esa máxima de Hipócrates, en honor a su título, y que dice aquello de "primum non nocere" (lo primero, no dañar).

Una película dedicada a todos los MIR en formación, en agradecimiento a su labor al sistema sanitario.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Liderazgo tutor-residente


Una cosa es "jefear" y otra "liderar". Porque LIDERAR es la influencia saludable para favorecer el entendimiento del grupo de trabajo (aún en las dificultades) de cara al logro de unos objetivos. 

Y el liderazgo existe en todos los campos, también en el educativo y de hecho pudimos aprender con Pilar Feijoo en el XII Encuentros de Tutores y Jefes de Estudio (AREDA 2015). Porque el LIDERAZGO PEDAGÓGICO es la capacidad de dirigir la actividad de quien tiene que aprender a aprender. Liderar es crear espacios de sinergia y no debemos olvidar que para los Griegos, la Sinergia era un regalo de los dioses. 

Hay dos liderazgos: el formal (lo da el cargo y de forma aislada sería como "jefear") y el no formal (lo dan las capacidades). La combinación de ambos construye al líder sólido. Y lo más característico de los buenos y líderes es su capacidad para estimular la motivación y la competencia de la otra persona, para dirigirla hacia la autodirección responsable (madurez) mediante diferentes modos de usar su autoridad. 

En esta exposición recordaremos los 4 modelos de liderazgo situacional de Hersey & Blanchard, en busca de la madurez: 
- Imposición 
- Persuasión 
- Acercamiento 
- Delegación 

Madurez es la capacidad de autodirigirse en el proceso de aprender y se compone de dos aspectos: la competencia (saber) y la motivación (querer saber). Y se proponen tras claves para mejorar: 
1) Activando la “tensión creativa” 
2) Aplicando la “ley del beso” 
3) Teniendo presente el “efecto Pigmalión". 

Y como colofón una conclusión que ya propuse hace casi tres años: que en Sanidad tenemos que "besarnos" más. Todo ello en la presentación adjunta... que corresponden a las enseñanzas de Pilar Feijoo, licenciada en Pedagogía, en uno de los talleres del encuentro de AREDA 2015.