sábado, 17 de junio de 2023

Cine y Pediatría (702). “Adiós, Mr Chips”, toda una vida dedicada a la enseñanza, en blanco y negro y en color

 

La frase de Andy Rooney, famoso personaje de la radio y televisión en Estados Unidos, es bastante significativa: "La mayoría de nosotros no tenemos más de cinco o seis personas que nos recuerdan. Los maestros tienen miles de personas que les recuerdan por el resto de sus vidas". Y también el séptimo arte nos ha devuelto un buen número de personajes del mundo de la educación, algunos reales y otros de ficción, los cuales hemos ido recordando en Cine y Pediatría: Ana Sullivan (Anne Brancroft) en El milagro de Ana Sullivan (Arthur Penn, 1962),  Mark Thackeray (Sidney Poitier) en Rebelión en las aulas (James Clavell, 1967),  John Keating (Robin Williams) en El club de los poetas muertos (Peter Weir, 1989),  LouAnne Johnson (Michell Pfeiffer) en Mentes peligrosas (John N. Smith, 1995), Glenn Holland (Richard Dreyfuss) en Profesor Holland (Stephen Herek, 1995),  Sean McGuire (Robin Williams) en El indomable Will Hunting (Gus Van Sant, 1997),  Roberta Guaspari (Meryl Streep) en Música del corazón (Wes Craven, 1999),  Don Gregorio (Fernando Fernán Gómez) en La lengua de las mariposas (José Luis Cuerda, 1999),  Katherine Watson (Julia Roberts) en La sonrisa de Mona Lisa (Mike Newell, 2003),  Clément Mathieu (Gérard Jungnot) en Los chicos del coro (Christophe Barratier, 2004),  Dan Dunne (Ryan Gosling) en Half Nelson (Ryan Fleck, 2006),  Pierre Dulaine (Antonio Banderas) en Déjate llevar (Liz Friedlander, 2006), Erin Gruwell (Hilary Swank) en Diarios de la calle (Richard LaGravenese, 2007),  Brad Cohen (Jimmy Wolk) en Al frente de clase (Peter Werner, 2008), Stacy Bess (Emily Vancamp) en Más allá de la pizarra (Jeff Bleckner, 2011),  Bachir Lazhar (Mohamed Fellag) en Profesor Lazhar (Philippe Falardeau, 2011),  Henry Bathes (Adrien Brody) en El profesor (Tony Kaye, 2011),  Carlos González (Carlos González) en Entre maestros (Pablo Usón, 2012),  Anne Gueguen (Ariane Ascaride) en La profesora de Historia (Marie-Castille Mention-Schaar, 2014),  Master Carvelle (Dustin Hoffman) en El coro (François Girard, 2014),  La hermana Marguerite (Isabelle Carre) en La historia de Marie Heurtin (Jean-Pierre Améris, 2014),  María Drazdechova, (Zuzana Mauréry) en La profesora (Jan Hrebejk, 2016); François Foucault (Denis Podalydès) en El buen maestro (Olivier Ayache-Vidal, 2017),  Lisa Spinelli (Maggie Gyllenhaal) en La profesora de parvulario (Sara Colangelo, 2018),  Ugyen Dorji (Sherab Dorji) en Lunana: un yak en la escuela (Pawo Choyning Dorji, 2019),  Alex (David Verdaguer) en Uno para todos (David Ilundain, 2020), entre otros.

Pues bien, por delante de todos ellos, cabe recordar al profesor Arthur Chipping, personaje creado en la novela británica de James Hilton “Good-bye, Mr. Chips” publicada en 1934, si bien originalmente fue publicada como un suplemento del British Weekly, un periódico evangélico. Esta novela ha tenido varias adaptaciones teatrales y ha sido llevada al cine en dos películas ganadoras del Premio Óscar, la primera en blanco y negro y la segunda en color. 

La novela narra la vida de un profesor a lo largo de su larga estancia de medio siglo en Brookfield, la ficticia escuela pública en la que enseña griego y latín. Allí donde el Sr. Chipping supera su incapacidad para conectar con los niños en la escuela, así como su timidez inicial, cuando se casa con Katherine, una joven corista a la que conoce en las vacaciones y que rápidamente comienza a llamarlo por su apodo, "Chips". La novela describe los cambios personales de nuestro protagonista, asociado al momento histórico, que comienza su permanencia en Brookfield en 1870, cuando la Guerra Franco-Prusiana acaba de estallar, y finaliza en su lecho de muerte poco después del ascenso de Adolf Hitler al poder, apreciándose una nostalgia hacia aquel orden social Victoriano que desapareció rápidamente tras la muerte de la Reina Victoria en 1901. Se cree que la obra se basó en la The Leys School de Cambridge, de donde James Hilton fue alumno entre 1915 y 1918, y la inspiración para el protagonista, Chips, procedía de muchas fuentes, pero principalmente de W. H. Balgarnie, uno de los profesores de Leys. Pero hoy nos interesan sus dos adaptaciones cinematográficas principales, ambas británicas. 

Adiós, Mr. Chips (Sam Wood, 1939)

Esta es la primera y la más conocida versión de la novela, también la de mayor calidad, y con el soporte de la Metro-Goldwyn-Mayer. El papel de Mr. Chips fue para Robert Donat (quien ganó el Óscar a mejor actor) y de Katherine para Greer Garson, y entre sus actores contó con Terry Kilburn, John Mills y Paul Henreid, entre otros. Y, aunque algunas de las escenas que aparecen en las adaptaciones cinematográficas no aparecen en el libro, esta película intenta ser lo más fiel posible a las historia original.  Algunas reflexiones son merecedoras de ser recordadas: “Nuestra profesión no es fácil, Mr. Chipping. Requier algo más que un título universitario, créalo. Nuestra tarea es formar hombres. Hace falta carácter y valor. Ante todo requiere la habilidad de saber ejercer autoridad. Si no sabe ejercerla creo que, como todo joven, debería preguntarse seriamente si quizás no habrá equivocado su vocación”

Adiós, Mr. Chips (Herbert Ross, 1969). 

La segunda película fue una versión musical, también soportada por la Metro-Goldwyn-Mayer. El papel de Mr. Chips fue para Peter O´Toole (que fue nominado al Óscar a mejor actor, pero que fue a parar a John Wayne por la película de Henry Hathaway, Valor de ley, si bien si consiguió el Globo de Oro al mejor actor de comedia o musical) y de Katherine para Petula Clark (conocida y reconocida según el Libro Guinness como la artista británica más prolífica, especialmente en la década de los sesenta), y que entre sus actores contó con Michael Redgrave, Siân Philips y Jack Hedley, entre otros. 

La película incluyó música y letras compuestas por Leslie Bricusse con partitura original de John Williams. El proyecto estuvo en desarrollo varios años antes, inicialmente con una banda sonora compuesta por André Previn y su entonces esposa Dory Previn, aunque la carrera musical del compositor en el momento de la realización de la película impidió que se usara. Las canciones, interpretada alguna por Peter O´Toole y la mayoría por Petula Clark son “Where Did My Childhood Go?”, “London is London”, “And the Sky Smiled”, “Apollo”, “Know Yourself”, “Fill the World With Love”, “Flossie From Fulham Overture”, “Pompeii” y “When I Am Older”. Y las canciones van encajando en la historia y las reflexiones que nos deja las conversaciones entre Chips y Katherine, verdadero soporte emocional del profesor: (“Los chicos me llaman cenizo porque dicen que les doy mala suerte. No lo creo, lo que quizá ocurre es que soy fastidioso… Pero no me importaría que me pensaran que lo soy si al menos logrará hacerles ver cuánto los quiero y cuánto me preocupo por ellos. Es la verdad”) o entre los propios profesores (“Verdad que no es justo que mientras nosotros nos vamos haciendo mayores, ellos siempre tengan la misma edad”, “Siguen sin quererme y no creo que me quieran nunca… Después de 35 años me he vuelto tan insensible como ellos”). Y tras la decepción de no haber podido tener hijos, su comprensiva mujer le dice: “Pero, cariño, si tengo centenares de hijos, varones todos”. 

Y cuando finalmente Chips es nombrado director de Brookfield, su mujer no pudo disfrutar de tal logro, pues falleció en un bombardeo en plena contienda de la Guerra Mundial. Y con su despedida de Broomfield, somos espectadores de una vida (de novela y de cine) dedicada por y para la docencia. 

Y, aparte de estas dos famosas adaptaciones, la novela también ha sido volcada en la pantalla en la miniserie de 1984 Goodbye Mr. Chips, protagonizada por Roy Marsden y Jill Meagher y organizada en 6 capítulos de media hora cada uno, donde muchas escenas fueron grabadas en la Repton School en un intento de ser lo más fieles posibles a la novela original; y en la película británica para la televisión Goodbye Mr. Chips (Stuart Orme, 2002) protagonizasa por Martin Clunes y Victoria Hamilton. 

Porque Mr Chips es uno de los primeros docentes emblemáticos en el cine. Ese profesor del que tantas generaciones se han podido acordar, alumnos y espectadores. Y que este fin de semana recordamos, justo cuando expira un curso escolar más.
 

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