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miércoles, 19 de febrero de 2025

Diagnóstico precoz del cáncer en niños, niñas y adolescentes

 

Acabamos de celebrar, el pasado 15 de febrero, el Día Intenacional del Cáncer en Pediatría, efeméride que recordamos casi cada año en este blog. Porque este día se celebró por primera vez en el año 2002 y desde entonces ha generado el apoyo de redes globales e instituciones líderes incluyendo: SIOP (Sociedad Internacional de Oncología Pediátrica), SIOPE (Sociedad Europea de Oncología Pediátrica), Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátrica (SEHOP), UICC (Unión por el Control Internacional del Cáncer) e IARC (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer) entre otras. Y lo hemos recordado con el lazo dorado y lo hemos recordado "prescribiendo" películas sobre el cáncer en la infancia y adolescencia. 

Y ahora también es un buen momento para recordar (y compartir) la actual Guía interactiva de diagnóstico precoz del cáncer en niños, niñas y adolescentes que acaban de lanzar la OMS (Organización Mundial de la Salud) y OPS (Organización Panameriacana de Salud). Porque el diagnóstico precoz del cáncer en niños, niñas y adolescentes (NNA) constituye la piedra angular en la atención de estas enfermedades y representa no solo un desafío clínico, sino también una prioridad dentro de las políticas de salud pública a nivel mundial. La detección temprana es crucial para mejorar las tasas de supervivencia, reducir la morbilidad asociada a los tratamientos y mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias. 

Y, en este marco, la Iniciativa Mundial contra el Cáncer Infantil, liderada en la Región de las Américas por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en colaboración con el St. Jude Children’s Research Hospital y otros actores clave, ha establecido como meta para el año 2030 incrementar la tasa de supervivencia mundial del cáncer infantil por lo menos al 60% (a nivel global, pues las tasas de supervivencia en el primer mundo son muy superiores, pero nada que ver con el resto del planeta), con el ambicioso objetivo de salvar a un millón de NNA. Este objetivo resalta la importancia de poner en práctica estrategias integrales que abarquen desde la promoción, la prevención y el diagnóstico precoz hasta el tratamiento efectivo, el cuidado paliativo y el seguimiento a largo plazo de los pacientes. 

La presente guía, que se puede revisar en este enlace, se inscribe en el marco de esta iniciativa mundial, proporcionando a los profesionales de la salud una herramienta práctica, interactiva y concisa para la detección temprana de signos y síntomas asociados al cáncer en pacientes de 0 a 19 años. Su objetivo es facilitar una intervención oportuna que permita comenzar el tratamiento en las fases iniciales de la enfermedad, cuando las posibilidades de éxito terapéutico son mucho mayores. Porque abordar el cáncer infantil desde el diagnóstico precoz ofrece una ventaja doble: por un lado, aumenta las probabilidades de curación, y reduce los efectos secundarios y las secuelas a largo plazo derivadas de los tratamientos.

Os animamos a explorar esta guía, muy útil, sencilla e interactiva, con fácil acceso a la información y recursos anexos.

miércoles, 16 de febrero de 2022

Febrero, mes del cáncer infantil... y quizás un mes de cine



El cáncer es una enfermedad que se presenta por la alteración que sufren las células, en algún lugar del organismo. Las células enfermas al crecer sin control, adquieren tamaños y formas anormales, destruyendo las células sanas e invadiendo otros órganos y tejidos. Si esta enfermedad es importante siempre, lo es aún más en la infancia y adolescencia. 

El cáncer en Pediatría aparece con mayor frecuencia en el primer y cuarto año de vida y afecta a más niños que a niñas. Considerando todos los grupos de edad, los cánceres más frecuentes en la infancia y adolescencia son la leucemia, el linfoma y los tumores del sistema nervioso central. El CÁNCER en la infancia y adolescencia es algo más que cifras, pero estas son impactantes
- Segunda causa de mortalidad entre 1 y 14 años, solo superado por los accidentes
- En el mundo cada año más de 160.000 niños se diagnostican de cáncer
En España hay 1.000 nuevos casos de cáncer entre 0 y 14 años y 500 entre 15 y 19 años
Tasas globales de curación a los 5 años > 75% (aunque muy variable según el tumor)

El cáncer pediátrico tiene un gran impacto social, psicológico, emocional y físico en los niños, sus familias y la sociedad.  Los principales elementos para mejorar la supervivencia en estos niños son el diagnóstico oportuno, acceso al tratamiento especializado y disminución de las secuelas a largo plazo. Y por ello, son muchos los motivos para la esperanza en este campo. Y es bueno recordarlo en un día como ayer, 15 de febrero, cuando celebramos el Día Internacional del Cáncer en Pediatría. Y cuando febrero se convierte en el mes del cáncer infantil. 

Y por eso ayer nos sumamos desde nuestro Servicio de Pediatría al #PañueloChallenge que ha lanzado a nivel nacional Fundación Aladina en homenaje a este día y la foto que inicia este post es el apoyo desde el Hospital de Día de Oncología Pediátrica y nuestra Unidad Pedagógica Hospitalaria.

En mi papel como pediatra con tres décadas y media de experiencia y sumando mi afición al valor docente del cine a través del proyecto Cine y Pediatría nacido en el año 2010, hace tiempo que publique la mirada que el cine ha realizado al cáncer en dos artículos, bajo el título de "La mirada del cine al cáncer".

La mirada del cine al cáncer (I): arte, ciencia y conciencia. 
Se revisan 41 películas significativas alrededor del cáncer en adultos, con distinta representatividad de la enfermedad oncológica: películas "puntuales" (8 títulos), "argumentales" (22) o "relevantes” (11 películas). 

En ellas, el cine puede ayudar a los profesionales de la salud que trabajan alrededor del cáncer, a los pacientes, a la familia y a la sociedad. Porque el cine es una oportunidad para hablar con arte, ciencia y conciencia de la enfermedad oncológica y, sobre todo, de los pacientes con cáncer y su entorno. Una oportunidad para mejorar la relación profesional-paciente, para mejorar la humanización y para abrir el debate bioético.
El cáncer infantil llevado a la gran pantalla se puede clasificar en dos grandes grupos: 1) la leucemia es, con gran diferencia, el principal protagonista entre las enfermedades oncológicas en el cine; 2) el otro grupo es un cajón de sastre en el que podemos incluir el resto de enfermedades oncológicas de la infancia y adolescencia. 

De la recopilación realizada, destacamos 10 títulos, por ser películas que atesoran valores y que pueden ayudar a mejorar la relación médico-paciente: y de ellas, hemos considerado cinco títulos como imprescindibles (Camino, Cartas a Dios, Cartas al Cielo, Declaración de guerra y Surviving Amina) y cinco títulos como adecuados (El llanto de la mariposa, La decisión de Anne, Maktub, Planta 4ª y Vivir para siempre). En una patología tan sensible para pacientes, familiares y profesionales sanitarios como es el cáncer en la infancia y adolescencia, no solo hay que prescribir sofisticadas pruebas diagnósticas y modernos tratamientos, sino también películas (antiguas y modernas), que ayudan a comprender la enfermedad, a mejorar el duelo, a humanizar la atención y a mejorar la relación entre profesionales sanitarios y pacientes. 

Pero hay muchas más que siempre podemos incluir a esta lista imperfecta e inconclusa: Alabama Monroe (Felix Van Groeningen, 2012), Bajo la misma estrella (Josh Boone, 2014), Yo, él y Raquel (Alfonso Gómez-Rejón, 2015), Soy Unoentrecienmil (Penélope Cruz, 2016),  Lo que de verdad importa (Paco Arango, 2017), etc.

Abajo os dejamos el PDF de ambos artículos. Y os proponemos en este mes de febrero (y el resto del año) el reto de "prescribir" películas, sabiendo que prescribir es un acto muy serio que debemos hacer con ciencia y conciencia y teniendo muy en cuenta el mejor momento para cada uno de sus posibles espectadores (estudiantes, residentes en formación, profesionales sanitarios, pero también familias o, incluso en ocasiones, los propios pacientes).

 

miércoles, 23 de junio de 2021

Aproximación a la terapia CAR T


1. Definición. 

La terapia CAR T (Chimeric Antigen Receptor T-Cell o receptor de antígeno quimérico de células T) es una nueva aproximación para la cura del cáncer que utiliza el sistema inmunológico del propio paciente. Se basa en el principio de que ciertas células del sistema inmunológico, denominadas células T o linfocitos T, son capaces de identificar células anormales (como las células de cáncer) y destruirlas antes de que se multipliquen y causen la enfermedad. Según ello, la terapia CAR T toma células T de la sangre y les inserta un nuevo gen para facilitarles la tarea de combatir el cáncer: a estas nuevas células se las denomina células CAR T. El procedimiento crea millones de estas células CAR T y las infunde al cuerpo del paciente para combatir el cáncer. 

2. Tipos de terapia CAR T 

Actualmente, cuatro terapias CAR T han sido aprobadas por el FDA (US Food and Drug Administration) para el tratamiento de pacientes que sufren ciertas enfermedades: 
- Kymriah® (tisagenlecleucel) para niños y adultos jóvenes (hasta la edad de 25 años) con leucemia linfoblástica aguda de células B, adultos con linfoma difuso de células B grandes, adultos con linfoma folicular transformado. 
- Yescarta® (axicabtagene ciloleucel) para adultos con linfoma difuso de células B grandes, linfoma primario del mediastino de Células B grandes, linfoma de células B de alto grado, linfoma folicular refractario 
- Tecartus® (brexucabtagene ciloleucel) para adultos con linfoma de células de manto 
- Breyanzi® (lisocabtagene maraleucel ) para adultos adultos con linfoma de células B grandes. 

Aún se encuentra en investigación determinar si la terapia CAR T puede ayudar a pacientes con otros tipos de cáncer, como el mieloma múltiple, otros tipos de leucemia o linfoma, e incluso pacientes con algunos tumores sólidos. 

3. Fases de la terapia CART T 

La terapia CAR T consta de los siguientes ocho pasos: 1) Aféresis: recolectar las células T por leucaféresis; 2) Reprogramación celular: convertir las células T en células CAR T en un laboratorio especializado; 3) Expansión: lograr la reproducción de cientos de millones de células CAR T en el laboratorio; 4) Preparación del paciente: preparación del organismo para recibir las células CAR T, generalmente con quimioterapia; 5) Infusión: infusión de las células T en el organismo; 6) Ataque de las células: las células CART ataca las células cancerosas y empieza la erradicación de las mismas; 7) Monitorización: entre un 30 y un 40% de los pacientes tratados pueden padecer efectos adversos y en algunos casos son graves; 8) Seguimiento y resultados: que comienza después del momento de infusión de las células CAR T. 

La terapia CAR T suele precisar de 4 a 8 semanas desde el momento de la recolección de las células T hasta el seguimiento. En el seguimiento post terapia CAR T cabe advertir que aparecerá cansancio, pérdida de apetito, somnolencia, confusión y problemas temporales de coordinación y memoria. Y cabe tener en cuenta los principales efectos secundarios de la terapia CAR T: el síndrome de liberación de citoquinas y neurotoxicidad. 

4. Objetivos de la terapia CART T 

Aunque nadie pueda predecir con certeza si la terapia CAR T lo curará del cáncer, ciertamente ha ayudado a muchos pacientes. Y por ello, en la terapia CAR T caben distintas posibilidades, de más a menos: puede llevar el cáncer a un estado de remisión total por muchos meses o años, dejarlo en un estado de remisión por un corto período de tiempo antes que la enfermedad regrese, dejarlo en estado de remisión parcial o, también, no lograr para nada un estado de remisión. De hecho, en algunos casos la terapia CAR T puede ser usada como un “puente” hacia otros tratamientos, como un trasplante de células madre, para reducir la cantidad de la enfermedad en su organismo. 

5. Centros que aplican terapia CART T en España 

Según el Ministerio de Sanidad, estos son los centros actuales: Complejo Asistencial de Salamanca, Hospital Clinic de Barcelona, Hospital Clínico Universitario de Valencia, Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, Hospital Universitario Gregorio Marañón, Hospital Universitario i Politècnic La Fe, Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, Hospital Vall d’Hebrón de Barcelona, Hospital del Niño Jesús de Madrid, Hospital Sant Joan de Deu de Barcelona, ICO Hospital Duran i Reynals en Hospitalet de Llobregat, ICO Hospital Germans Trias i Pujol en Badalona, Hospital Universitario La Paz en Madrid. Y con carácter excepcional el Hospital Universitario de Gran Canaria Dr Negrín. 

6. Experiencia terapia CART T en Pediatría en España 

El CAR-T 19 es un tratamiento basado en la utilización de las propias células del paciente para destruir las células leucémicas. Se trata de un nuevo paradigma de terapia que permite la personalización del tratamiento contra la leucemia linfoblástica aguda (LLA), el tipo de cáncer más común entre los niños que afecta a 4 por cada 100.000 en nuestro país. 

La terapia de células CAR-T, tal como hemos descrito previamente, consiste en extraer linfocitos T del paciente mediante aféresis; estos son modificados posteriormente para que reconozcan y ataquen las células tumorales, y se vuelven a transferir al cuerpo del paciente para que, tras ser reprogramados, puedan reconocer, atacar y destruir las células cancerosas. En las leucemias se producen por una alteración o malignización de los linfocitos B, tienen en común que expresan una proteína o antígeno en su superficie llamada CD-19. Cuando se produce un cáncer, los linfocitos no pueden reconocer el antígeno y, por tanto, no pueden atacar ni frenar la replicación de células cancerosas. Gracias a la ingeniería genética es posible reprogramar los linfocitos e introducir información génica para que estas células expresen en su superficie el receptor quimérico o CAR-T que reconocerá al antígeno tumoral (CD19), lo reconocerá y destruirá las células malignas. 

Actualmente esta terapia está indicada para pacientes pediátricos y adultos jóvenes de hasta 25 años con leucemia linfoblástica aguda (LLA) de células B refractaria que tienen mal pronóstico. El tratamiento CAR-T 19 está indicado para los pacientes de leucemia que han sufrido al menos una recaída tras un trasplante o una segunda o tercera recaída con otras terapias. Se trata, generalmente, de pacientes que no responden al tratamiento y que no tienen opciones curativas con los tratamientos convencionales (quimioterapia y trasplante de médula ósea). 

Porque el futuro es ya presente…, aunque reste mucho por avanzar.

miércoles, 14 de febrero de 2018

Reflexiones en el mes del cáncer


Febrero es un mes muy especial para el cáncer, en el sentido que dos de sus "días" grandes acontecen en el mismo. El pasado día 4 de febrero celebramos el Día Mundial contra el cáncer, y mañana, 15 de febrero, se celebrará el Día Mundial contra el cáncer infantil. Un buen momento para reflexionar en qué punto estamos, porque globalmente el cáncer avanza para ser la primera causa de muerte en España. Y para ello utilizaremos "Las cifras del cáncer en España" recientemente publicadas por la Sociedad Española de Oncología Médica. 

Porque el cáncer avanza firmemente para sustituir a corto-medio plazo, quizá en la próxima década, a las enfermedades del sistema circulatorio como principal causa de muerte en España. Baste recordar las cifras de dos años separados por una década: en el año 2007 las patología cardiovasculares causaron más de 124.000 fallecimientos y las oncológicas más de 103.000; en el año 2016 las primeras mataron a 120.000 personas y las segundas a 113.000. De forma que el cáncer es actualmente el 28% de todas las muertes en España, principal causa entre 1 y 14 años y entre los 45 y 80 años. 

El Top10 de la incidencia de cáncer en España en 2017 fue: cáncer de colon (34.311 casos), próstata (30.076), pulmón (28.370), mama (26.370), vejiga (14.677), estómago (8.264), riñón (6.878), páncreas (6.760), linformas no Hodgkin (6.429) e hígado (5.878). El cáncer de pulmón sigue siendo la principal causa de muerte por cáncer en Europa con más de 180.000 muertes al año. 

El peso del cáncer en el sistema sanitario es importante por su morbi-mortalidad, por sus fallecimientos, por sus tratamientos y diagnósticos, por su tasa de ingresos. Las enfermedades oncológicas son las tercera causa de estancia hospitalario (3,6 millones de ingresos), por detrás de las enfermedades del aparato circulatorio (4,7 millones) y respiratorio (3,9 millones). 

Y luego está el CÁNCER EN LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA, un problema que es mucho más que cifras: 
- Segunda causa de mortalidad entre 1 y 14 años, solo superado por los accidentes 
- En el mundo cada año más de 160.000 niños se diagnostican de cáncer 
- En España hay 1.000 nuevos casos de cáncer entre 0 y 14 años y 500 entre 15 y 19 años 
- Tasas globales de curación a los 5 años superan el 70% (aunque muy variable según el tumor) 
- Tumores más frecuentes en la infancia: leucemias, tumores SNC y linfomas 
- Hay un predominio de presentación por la edad en la infancia y adolescencia 
- Mayor impacto sanitario, emocional y social 
- Las situaciones personales, familiares, sociales, médicas y psicológicas que rodean al cáncer en la infancia y adolescencia son un filón para el cine . 
- Y los sentimientos que provocan una noticia así sobre un hijo o hija nos sitúan frente a un ejemplo claro de “consulta sagrada”

Reflexiones necesarias en todo momento, pero especialmente entre estos días del mes de febrero.


viernes, 9 de junio de 2017

Fundación Amancio Ortega: GRACIAS de parte de un pediatra de la Sanidad Pública

www.faortega.org/


Soy actualmente pediatra de atención primaria. Trabajo en el sistema sanitario público desde hace 30 años (me acaban de pagar el décimo trienio). Durante mi ya dilatada carrera profesional he sido residente, adjunto de hospital, urgenciero, primarista... Siempre en el Sistema Sanitario Público. No he ejercido la medicina privada - contra la que no tengo nada en contra - jamás.

Durante estos 30 años uno cree que lo ha visto todo... pero no.

Leo hace unos días en el principal periódico de mi ciudad: "Critican la donación de 10 millones de Amancio Ortega para la investigación contra el cáncer". El titular llama mi atención y leo la noticia. Y leo con estupor que la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública emitió un comunicado en el que anunciaba el rechazo a las donaciones de la fundación de Amancio Ortega a distintas Comunidades para la lucha contra el cáncer, incluida Aragón. El estupor va conviertiéndose en indignación cuando leo "Aragón no tiene que recurrir, aceptar, ni agradecer la generosidad, altruismo o caridad de ninguna persona o entidad". Añaden que todavía menos si se trata del "mayor accionista de una de las mayores empresas y fortunas personales del Estado que tendría que demostrar no su filantropía sino su obligación de contribuir al erario público de forma proporcional a sus beneficios y en la misma proporción que el resto de los contribuyentes", han explicado". Dejando de este modo "caer", de forma nada inocente, la comisión de un presunto delitopor parte del donante con sus deberes fiscales.

Mi indignación crece cuando leo que la donación de la Fundación Amancio Ortega es de 320 millones de euros para todo el Estado. Una cantidad de dinero no distribuida al azar sino tras sentarse con profesionales sanitarios de cada comunidad. Y crece porque pienso: ¿Quién en su sano juicio se permite el lujo de rechazar semejante ayuda? Solo en Aragón hay dos capitales de provincia, Huesca y Teruel, cuyos hospitales carecen de aparatos de radioterapia. Los pacientes con cáncer de ambas provincias deben ir a Zaragoza con las consiguientes molestias para ellos y la sobrecarga correspondiente de unas unidades de radioterapia ya sobrecargadas.

La cosa empeora. Empiezan a opinar algunos políticos. Algunos representantes de "la nueva política", que se definen a sí mismos como defensores de "la gente", hacen declaraciones: "No me gustan las dinámicas tercermundistas del millonario que regala dinero al sector público", sentenció Pablo Iglesias el pasado 9 de abril en una entrevista publicada por una revista sanitaria especializada. Y, aún, añadió, "no puede ser que la sanidad se vaya a financiar porque haya un millonario que quiere ser generoso con la sanidad de los pobres". Mi indignación se transforma en repugnancia cuando leo que otros miembros de ese partido describen la donación como "«limosna de millonario», de «dudosa procedencia», criticó, que vincula a casos de «explotación laboral y competencia desleal» de Inditex".  Es aquí cuando los prejuicios de los miembros de este partido "de la gente" dejan traslucir el profundo odio hacia una persona que, partiendo de la más absoluta nada, creó una formidable empresa que comercializa sus productos por todo el mundo. Empresa que da trabajo a cientos de miles de personas. Empresa con beneficios. Aborrecimiento e inquina hacia una persona que, a través de su Fundación (cuya página web deberían visitar los que tanto la critican), quiere ayudar económicamente invirtiendo parte de esos beneficios en combatir el cáncer en nuestro país. Aborrecimiento, en suma, a la "meritocracia" en general por parte de unas personas que seguramente prefieren la sopa boba y la subvención frente a la iniciativa y el emprendimiento.

Fundación Amancio Ortega, gracias por su donación. que espero acepten las diferentes consejerías de salud de las 17 comunidades autónomas. Supongo que ni un solo gobierno automático rechazará semejante ayuda, o eso quiero creer. Gracias por parte de un pediatra como yo que está orgulloso de trabajar en el sector público pero que no se cierra en modo alguno a que dicho sector pueda colaborar con iniciativas privadas como la suya, muy necesarias. Iniciativas que ya existen en otros países de nuestro entorno, por cierto. Países en donde los sectarismos, los odios y la cortedad de miras no influyen en la toma de decisiones realistas, cabales, y que se dirigen, de verdad, a mejorar la calidad de vida de "la gente".

En cuanto a los detractores, poco que añadir. Creo que el sistema sanitario público español, con sus problemas y limitaciones que los tiene y muchos, está bien situado a nivel mundial en cuanto a calidad. El séptimo sistema sanitario del mundo. Muy por encima de países como Venezuela, por ejemplo, señor Iglesias. Y desde luego muy por encima del que los pobres rusos "disfrutaron" en la antigua URSS. Modelos fracasados inexplicablemente añorados por algunos.

Y en cuanto a los colegas de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, sigan  luchando por mejorar nuestro sistema sanitario público pero sin dogmatismos ni desprecios incomprensibles. Y ya que están, luchen por mejorar las condiciones de los profesionales sanitarios españoles. Entre ellas, por ejemplo, nuestro miserable sueldo, muy inferior al de la mayoría de países con sistema sanitario público de nuestro entorno.

sábado, 18 de febrero de 2017

Cine y Pediatría (371). "Lo que de verdad importa" en la vida


"Las coincidencias de la vida son mucho más que simples coincidencias...". Con estas palabras comenzaba Paco Arango la presentación de su última película, en el preestreno al que pudimos asistir en Valencia hace unos días. Y ello para explicar cómo en esta película se funde lo mejor de dos fundaciones españolas, Fundación Aladina y Fundación Lo Que de Verdad Importa, ambas celebrando ya su décimo aniversario. 

La película en inglés se conoce con el título de The Healer (El curandero) y en español Lo que de verdad importa (2017) y, como comprobamos en su campaña de difusión, es una película 100% benéfica y optimista que nos robó el corazón ese día a casi 500 espectadores. Y, tras más de un año de proyectos en común con Paco Arango (no por casualidad él fue uno de los prologuistas de Cine y Pediatría 5), en este preestreno nos conocimos... y quedamos emplazados para nuevos proyectos. De momento este día nos convertimos (como las cientos de personas reunidas en la sala) en sus embajadores para decir que esta película vale la pena, al menos por dos motivos: porque es una película optimista (de las que te hacen sentir bien con la vida) y por su objetivo. Porque el film está dedicado a Paul Newman y a sus campamentos especiales para niños con enfermedades graves "Serious Fun Children’s Network”, por lo que Fundación Aladina asignará íntegramente lo recaudado a esta causa: la de llevar el espíritu, la fuerza y las risas de estos increíbles campamentos a tantos niños como sea posible.

Vale la pena conocer que, cada verano, Fundación Aladina traslada a una media de 120 niños con cáncer de toda España a Barretstown (Irlanda) y la estancia en este increíble castillo tiene un coste de 3.000 euros, que será posible financiar con los beneficios de esta película. Y, para esta ocasión tan especial, Fundación Aladina se ha aliado con la Fundación Lo Que De Verdad Importa, y valen las palabras del propio Paco Arango: "A ambas organizaciones nos une un objetivo: valorar lo que de verdad es importante y transmitir esos valores a los más jóvenes, sembrando ilusión". Lo mismo que pretende Paco con su cine.

Y, por fin, ayer se estrenó la película en 138 salas de cine de casi todas las provincias de España. Y el estreno es en este semana en la que acabamos de celebrar el 15 de febrero el Día Internacional del Cáncer Pediátrico y hoy esta película ya forma parte de la familia de Cine y Pediatría, como ya lo hiciera hace 5 años su película anterior y ópera prima, Maktub (2011), en lo que fue una magnífica oportunidad para ver el cáncer desde otra perspectiva a través de una historia real y cuyo título en árabe significa "lo que estaba escrito".

Y estaba escrito que conocería a Isthar Espejo (Directora de Fundación Aladina) en el proyecto de humanización y arteterapia para la planta de Oncología Pediátrica de nuestro hospital (que inauguramos en julio de 2016 con el nombre de "Como en casa") y estaba escrito que ella me diría que tenía que conocer a Paco Arango, pues posiblemente él y yo éramos las dos personas que más vinculadas estábamos a esta positiva fusión de la pediatría y el cine. Y estaba escrito que hoy estaríamos hablando de Lo que de verdad importa, la película que debemos ir a ver a los cines para contribuir a una buena causa. Esta es la magia del cine...

Lo que de verdad importa nos cuenta la historia de Alec (Oliver Jackson-Cohen), un joven inglés que trabaja en su empresa de reparación de aparatos electrónicos (y que ha denominado como The Healer), con más desorden laboral y sentimental que otra cosa, y al que un buen día un tío (Jonathan Pryce), que nunca supo que tenía, se ofrece a solucionar sus problemas (ocasionados por su adicción al juego) a cambio de que se traslade un año a Nueva Escocia, el lugar de origen de sus antepasados. Y de pronto este "viva la virgen" traslada temporalmente su vida de Inglaterra a Canadá, donde convivirá en un pequeño pueblo y conocerá a personas tan particulares como la joven veterinaria Cecilia (Camila Luddington) o el cura de la parroquia (Jorge García, ya visto en Maktub).

Las coincidencias que se conjugan a partir de ese momento hacen que Alex se convierta en ese “Elegido” al que el pueblo estaba esperando en su papel de curandero (aunque esta denominación la utilizara en su anterior empresa para electrodomésticos y no para personas). Y Alex se revela frente lo que la gente le dice: "Tienes el don de la familia, el don de curar". Y entre el tono de comedia y el de drama, entre las luces de los malentendidos y las sombras de la enfermedad, la película mezcla la magia y la realidad con la aparición de unos padres que vienen a que el "Elegido" logre salvar a su hija Abigail (Kaitlyn Bernard), una adolescente con cáncer y gran desparpajo. "Tiene cáncer. No va a curarse. Pero es una luchadora", piensa Alex mientras llegan a un pacto de estar juntos el fin de semana y hacer creer a sus padres que ha aceptado curarla. Y lo que menos imaginaba es que la curación le llegaría a él, por todo lo que se aprende de un adolescente con una enfermedad así.

Nos quedamos con la imagen de Alex, Cecilia y Abigail frente al lago y las palabras de ésta: "Espero que el cielo sea así". Y también con las palabras que nuestra adolescente regala a su peculiar pareja de nuevos amigos: "Vivid por mí como si fuera el último día". Y con ello esta película se convierte en la invitación a un compromiso, el de entender mejor qué es y qué significa el cáncer en la edad pediátrica.

Porque en Pediatría convivimos con muchas enfermedades oncológicas, pero los cánceres más frecuentes en la infancia y adolescencia son la leucemia, el linfoma y los tumores del sistema nervioso central (que suman casi dos de cada 3 neoplasias a esta edad). Pero el cáncer en la infancia y adolescencia es algo más que cifras, aunque estas son impactantes: es la segunda causa de mortalidad entre 1 y 14 años, solo superado por los accidentes; en el mundo cada año más de 160.000 niños se diagnostican de cáncer; en España hay 1.000 nuevos casos de cáncer entre 0 y 14 años y 500 entre 15 y 19 años; las tasas globales de curación a los 5 años superan el 75% (aunque muy variable según el tumor); e informes realizados por la Organización Mundial de la Salud, demuestran que la incidencia de cáncer en menores de 15 años ha aumentado en más del 200% en los países en desarrollo.

Porque el cáncer pediátrico tiene un gran impacto social, psicológico, emocional y físico en los niños, sus familias y la sociedad. Los principales elementos para mejorar la supervivencia en estos niños son el diagnóstico oportuno, acceso al tratamiento especializado y disminución de las secuelas a largo plazo. Y, sin embargo, son muchos los motivos para la esperanza en la oncología pediátrica... y esta película (y su proyecto asociado) es una de ellas.

Lo dicho, "Vivid por mí como si fuera el último día". porque así de sencillas (y grandes) son las cosas que importan. Porque desde Fundación Aladina nos dicen que el cáncer nunca va a ejercer su dominio en la risa de un niño enfermo, y nos recuerdan que sí es posible mejorar la vida de quienes nos rodean: con una sonrisa, con un guiño, con un achuchón. Porque siempre se puede hacer más y esta película nos lo recuerda. Porque la magia existe y los milagros también. Y eso es… Lo que de verdad importa en la vida y no conviene desoír el mensaje.

 

miércoles, 15 de febrero de 2017

Día Internacional del Cáncer en Pediatría: todos con el lazo dorado


El cáncer es una enfermedad que se presenta por la alteración que sufren las células, en algún lugar del organismo. Las células enfermas al crecer sin control, adquieren tamaños y formas anormales, destruyendo las células sanas e invadiendo otros órganos y tejidos. 

El cáncer en Pediatría aparece con mayor frecuencia en el primer y cuarto año de vida y afecta a más niños que a niñas. Surge de manera espontánea, no hay responsables, ni se puede prevenir, pero si detectar a tiempo para evitar la muerte. No es una enfermedad infecciosa, ni contagiosa.

Considerando todos los grupos de edad, los cánceres más frecuentes en la infancia y adolescencia son la leucemia, el linfoma y los tumores del sistema nervioso central. El CÁNCER en la infancia y adolescencia es algo más que cifras, pero estas son impactantes
- Segunda causa de mortalidad entre 1 y 14 años, solo superado por los accidentes
- En el mundo cada año más de 160.000 niños se diagnostican de cáncer
En España hay 1.000 nuevos casos de cáncer entre 0 y 14 años y 500 entre 15 y 19 años
Tasas globales de curación a los 5 años > 75% (aunque muy variable según el tumor)

El cáncer pediátrico tiene un gran impacto social, psicológico, emocional y físico en los niños, sus familias y la sociedad.  Los principales elementos para mejorar la supervivencia en estos niños son el diagnóstico oportuno, acceso al tratamiento especializado y disminución de las secuelas a largo plazo. Pero informes realizados por la Organización Mundial de la Salud, demuestran que la incidencia de cáncer en menores de 15 años ha aumentado en más del 200% en los países en desarrollo

Sin embargo, son muchos los motivos para la esperanza en este campo. Y es bueno recordarlo en un día como hoy, 15 de febrero, cuando celebramos el Día Internacional del Cáncer en Pediatría. Este día se celebró por primera vez en el año 2002 y desde entonces ha generado el apoyo de redes globales e instituciones líderes incluyendo: SIOP (Sociedad Internacional de Oncología Pediátrica), SIOPE (Sociedad Europea de Oncología Pediátrica), UICC (Unión por el Control Internacional del Cáncer) e IARC (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer) entre otras. 

El Lazo Dorado simboliza el cáncer infantil comparando la fortaleza y resistencia de los niños con cáncer con el oro. Organizaciones del todo mundo, así como instituciones públicas y privadas, grupos de la sociedad civil y el mundo académico, han empleado el símbolo del lazo dorado para expresar su apoyo y solidaridad a la lucha contra el cáncer infantil. Aunque, hoy por hoy no ha alcanzado la importancia y visibilidad del lazo rosa del cáncer de mama, o el rojo del VIH. Pero seguro que es cuestión de tiempo..., pues la conciencia existe. 

Y muchos profesionales y organizaciones luchan cada día por mejorar la atención y el seguimiento de estos pacientes y sus familias. Por ello, ¡¡ todos con el lazo dorado !!

lunes, 23 de enero de 2017

Seguimiento a largo plazo de niños y adolescentes supervivientes de cáncer


El Registro de Tumores Infantiles de la Comunidad Valenciana acaba de cumplir 30 años y, que desde el año 2007, cubre toda la franja etaria por debajo de los 20 años. Con motivo de esta feliz efeméride, la revista Viure en Salud que edita la Dirección General de Salud Pública de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública y ya en su número 108, dedica este número monográfico al tema del cáncer en la infancia y adolescencia y con estos capítulos: 
- 30 años del Registro de Tumores Infantiles y Adolescentes de la Comunidad Valenciana. 
- Seguimiento a largo plazo de niños y adolescentes supervivientes de cáncer en la Comunidad Valenciana. 
- La vida a través de los ojos de un superviviente. 
- Situación del cáncer en la adolescencia. Modelo asistencial. 
- El Pla Estratégic de la Societat Europea d´Oncología Peditàrica. 
- Avances diagnósticos y tratamientos del cáncer infantil en los últimos años. 
- Aspectos psicológicos del niño y adolescente con cáncer y su familia. 
- Cuidar en el cáncer infantil desde el trabajo social. 
- ASPANION, el papel de las asociaciones. 
- Atenció educativa a l´alumnat d´oncologia pediàtrica. 

En este enlace podéis acceder a la revista completa y a todos los artículos. 

Pero hoy queremos destacar un tema, por ser uno de los proyectos estrellas y novedosos de nuestra Sección de Oncología Pediátrica del Hospital General Universitario de Alicante, liderado por el Dr. Carlos Esquembre, y que hoy también es noticia en prensa: el Seguimiento a largo plazo de niños y adolescentes supervivientes de cáncer... y cuyo texto reproducimos. 

Durante las últimas décadas hemos asistido a un aumento progresivo de las tasas de supervivencia del cáncer infantil, que actualmente se acercan al 80%. Sin embargo, la baja especificidad de los tratamientos curativos para el cáncer pediátrico resulta a menudo en efectos secundarios a largo plazo debido al impacto sobre los tejidos sanos normales, por lo que los supervivientes de cáncer pediátrico se encuentran con riesgos aumentados de efectos adversos para su salud y calidad de vida comparados con individuos sin historia previa de cáncer. Estos efectos incluyen un aumento del número y severidad de problemas de salud crónicos, hospitalizaciones, aumento de mortalidad general y por segundos tumores, aceleración de envejecimiento, disfunciones neuropsicológicas, problemas laborales, así como alteraciones en la percepción de salud general y calidad de vida. 

Se considera que en los últimos 25 años 1 de cada 640 adultos mayores de 15 años es un superviviente de cáncer pediátrico y, según los datos del Registro Español de Tumores Infantiles, se estima que en España existen alrededor de 10.500 adolescentes y adultos jóvenes (15-29 años de edad) que fueron diagnosticados de cáncer en la edad de 0-14 años. Esto supone un 1,4 por mil de la población con edad comprendida entre 15 y 29 años, y que 1 de cada 716 personas en este grupo de adolescentes y adultos jóvenes ha tenido un cáncer en su infancia. 

El riesgo de complicaciones tardías depende del diagnóstico y del tratamiento específico recibido. Los hábitos y comportamientos de salud adversos, como fumar, beber, dietas o hábitos de ejercicio inadecuados pueden ampliar el riesgo de desarrollar algunas de estas complicaciones. También pueden afrontar problemas relacionados con el logro de su nivel deseado de educación, encontrar y desarrollar un trabajo, la asunción del rol social esperado y otros factores que pueden afectar su calidad de vida. Las chicas que recibieron irradiación mamaria se encuentran con un riesgo aumentado de desarrollar cáncer de mama. Los jóvenes tratados de tumores cerebrales en la infancia son a menudo el grupo que se encuentra afectado con mayor severidad, en particular si recibieran la radioterapia y quimioterapia además de la resección quirúrgica. Por otra parte, muchos de los supervivientes no son plenamente conscientes de la enfermedad de la que fueron tratados ni de los efectos secundarios del tratamiento recibido. 

Actualmente el seguimiento se realiza en las Unidades de Oncología Pediátrica de Referencia, que suelen dar de alta a sus pacientes a los 10 años de remisión completa, pasando posteriormente el mismo a los Equipos de Atención Primaria. Sin embargo, en nuestra Comunidad no existen guías estructuradas de Seguimiento a Largo Plazo para Supervivientes de Cáncer Pediátrico, aunque tanto a nivel europeo como nacional el Seguimiento a Largo Plazo se incluye en los estándares asistenciales reconocidos en Oncología Pediátrica. Aunque el número de publicaciones sobre los efectos secundarios a largo plazo ha ido en aumento, han sido muy pocos los esfuerzos realizados para homogeneizar el seguimiento de estos pacientes. Una reciente encuesta a nivel europeo indica que sólo en el 55% de los 24 países encuestados existían guías de seguimiento a largo plazo, aunque todos los consultados estaban de acuerdo en la necesidad de contar con unas guías comunes, tanto respecto al diagnóstico de efectos tardíos, tratamiento de los mismos, requerimiento mínimos de las guías y programas de transición y promoción de la salud. El Children’s Oncolgy Group (COG) publicó en 2004 sus guías de seguimiento a largo plazo basadas en la exposición al riesgo y que se pueden consultar online en su página web: www.survivorshipguidelines.org. Recientemente, la Unidad de Oncología Pediátrica del Hospital General Universitario de Alicante ha obtenido la autorización por parte del COG para la traducción al castellano de las Guías (Versión 4.0) y su difusión posterior, Esta traducción está siendo evaluada en estos momentos por la Consellería de Sanidad para su posible implementación y divulgación. 

Los efectos tardíos, además, pueden no ser estables en el tiempo y pueden aparecer nuevos o modificarse los ya existentes, por lo que es imperativo la existencia de un Programa de Seguimiento a Largo Plazo que actúe tanto a nivel asistencial, para identificarlos de forma precoz y ofrecer el mejor tratamiento disponible como a nivel de investigación para conocer, reconocer, describir y relacionar los efectos encontrados, contribuyendo a su prevención. 

Es fundamental por lo tanto desarrollar un sistema de seguimiento a largo plazo estructurado que permita: 
1.- Identificar los problemas más relevantes para desarrollar programas específicos de rehabilitación tanto física como neurocognitiva en los casos que lo precisen, estableciendo las bases para la creación de los Equipos Interdisciplinares necesarios para su correcta atención. 
2.- Inclusión y participación de los Supervivientes en su propio seguimiento, ofreciendo el apoyo y los recursos asistenciales necesarios para establecer hábitos de vida saludables y comportamientos que mejoren su calidad de vida. 
3.- Establecer las bases del Seguimiento a Largo Plazo y la participación de los Equipos de Atención Primaria en el mismo, según los riesgos específicos de cada paciente basados en la aplicación de Guías específicas a tal efecto.

miércoles, 20 de abril de 2016

Sobre_VIVIR con cáncer


Las III Jornadas de eSalud celebradas a principio de este mes en Oviedo, nos dejaron buenas enseñanzas y experiencias. Pero una de las más recordadas quizás sea el acierto de Fernando Comas (delegado de ANIS en Asturias y Cantabria), moderador de la mesa redonda titulada "Sobre_VIVIR con cáncer" por permitir ofrecer una enfoque multidisciplinar a través de la elección de sus componentes: 

- Manuel Vilches, jefe del Servicio de Radiofísica Hospitalaria y Protección Radiológica del IMOMA. Colabora en el blog "Desayuno con fotones" y tuvo la idea de realizar este corto, "¡Perfecto!", vídeo divulgativo realizado por TABÚ comunicación a partir de un guión elaborado por su equipo con el fin de desmitificar el proceso de la radioterapia. Os lo dejamos para disfrutarlo:


- Inma Grau, directora de la Fundación ISYS (Internet, Salud y Sociedad), cuya misión es contribuir a la mejora de la salud y la calidad de vida de la población a través de: la búsqueda de las mejores prácticas en comunicación de salud en internet, la implantación de proyectos de salud en red utilizando internet, y la colaboración, consultoría y docencia de estas prácticas, para un mejor impacto social. 

- Pablo Álvarez, periodista en La Nueva España de Asturias y autor del libro "Coraje frente al cáncer" 

- Valérie Dana, directora de la revista Rose, una revista femenina dirigida a mujeres pacientes de cáncer, y a sus familiares y amigos. En sus páginas ofrece información sobre la enfermedad escrita en un lenguaje sencillo y avalada por un comité de médicos, pero además la revista habla de todos los temas que interesan a una mujer: belleza, viajes, moda, cultura… Porque antes de ser una paciente, nuestra lectora es una mujer. Rose es una revista gratuita, y se distribuye en los hospitales públicos, en algunos centros privados, y en asociaciones y centros de oncoestética de todo el país. 

- Javier González de Dios, jefe de Servicio de Pediatría del Hospital General Universitario de Alicante y autor del proyecto "Cine y Pediatría" con cuatro libros publicados (el 5º en marcha, el 6º ya escrito y el 7º en marcha). Para conocer un poco mejor de lo que consiste, os dejamos el vídeo promocional del primer libro de la serie:

   

Y en esta mesa redonda nos atrevimos a prescribir 10 películas para sobrevivir con cáncer en la infancia y adolescencia, y que se pueden revisar en este enlace

- Alfredo Domínguez, vicepresidente de la Asociación Galbán. La Asociación de Familias de Niños con Cáncer del Principado de Asturias “Galbán” se creó en 2001 como respuesta a las necesidades de los padres y madres de niños y niñas con cáncer, que reciben tratamiento en el Hospital Materno-Infantil del Hospital Central Universitario de Asturias (HUCA). 

- Martín Escandón, psicólogo de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). 

Dos libros he leído últimamente sobre este tema. Uno regalado por el propio moderador, mi buen amigo Fernando: la experiencia como persona y como paciente de su hermano José Comas en el libro "Crónicas del linfoma". Y "El mundo amarillo" de Albert Espinosa. 

Esta mesa redonda fue un perfecto colofón a estas vivencias literarias. Y como nos recuerda Albert Espinosa, "Esta vida se trata de eso: de perder y de ganar". Y en esta mesa redonda, creo que ganamos todos, asistentes y ponentes.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

¿Cuánta carne debe comer un niño?


Hace tres semanas publicamos en este blog un post bajo el título de "OMS, Cáncer, Carne, Periodismo y Estupidez: totum revolutum" en relación con la noticia de que la OMS catalogaba a la carne roja como probable carcinógeno para los humanos (grupo 2A) y a las carnes procesadas como carcinógenos para los humanos (grupo 1). Como era de esperar, y gracias a la coherencia de la mayoría de los mortales que campamos por este mundo, el post tuvo amplia difusión y aceptación.

Hace poco el Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría, tras la polémica causada por este informe de la Agencia para la Investigación sobre el Cáncer respecto al consumo de carnes rojas y procesadas, ha lanzado un comunicado breve y de gran interés sobre cuánta carne debe comer un niño, por la ciencia y conciencia que comporta y que invito a leer en su totalidad en este enlace

Solo enumeraré unos párrafos, pero creo que son suficientemente significativos, para atender a cualquier posible duda de padres o familiares sobre cuánta carne debe comer un niño: 

"¿Y cómo deberá influir este informe en los consejos respecto al consumo de carne en nuestros niños? 

Probablemente no haga sino reafirmar las recomendaciones para la alimentación en nuestros niños. La dieta debe estar basada sobre todo en el consumo diario de alimentos a base de cereales u otro tipo de granos, junto con fruta, verdura y hortalizas en cantidad suficiente. Además, debe incluir alrededor de 400 ml de leche u otros derivados lácteos y 2 raciones diarias de carne magra, pescado, huevo o legumbres (una ración equivale aproximadamente a 100 gramos de carne o 125 gramos de pescado o un huevo mediano), como desde este Comité y desde la Asociación Española de Pediatría se aconseja. 

Las carnes –pero también los pescados y los huevos– son fuente de proteínas de alto valor biológico, y también de fósforo, hierro y vitaminas del grupo B. Generalmente se aconseja que los niños tomen sobre todo carnes blancas, por su menor contenido en grasas. No es necesario que todos los días el menú de los niños contenga carne, pues puede alternarse con los otros grupos de alimentos proteicos ya comentados. Por ejemplo, en el patrón tradicional de la dieta mediterránea, las carnes casi forman parte de la "guarnición" del plato principal, a base de pasta, arroz o legumbres. Tan importante como la carne en sí es su forma de cocinarla, siendo aconsejable limitar su consumo en forma de fritos; y, por supuesto, usando aceites de calidad –el de oliva es un buen ejemplo-, sin reutilizarlos para otros días. 

Comer bien es usar el sentido común. No hay alimentos "buenos" ni alimentos "malos". Hay buenos y malos hábitos alimentarios que surgen de saber hacer compatible comer de todo, en las cantidades necesarias, de acuerdo a las costumbres y tradiciones del lugar donde nacimos y nos criamos. Y estos buenos hábitos se aprenden pronto en la vida del niño, más por el ejemplo que por el consejo". 

Creo que queda claro... Nada que no hayamos dicho los pediatras (hasta quedarnos afónicos) desde hace muchos décadas y que conocen bien nuestras familias, con esas madres y abuelas tan inteligentes que nos rodean (que yo pienso que la OMS tendría que mirar en contratar a más de una y echar a unos cuantos de los de plantilla...). Y en España con más razón, pues es la esencia de nuestra preciada dieta mediterránea.

martes, 10 de noviembre de 2015

OMS, Cáncer, Carne, Periodismo y Estupidez: totum revolutum


Llevo muchos años vinculado al Comité de Trabajo de Pediatría Basada en la Evidencia de la AEP, así como a la revista Evidencias en Pediatría y a este blog, que lleva por nombre Pediatría basada en pruebas. Todo esta experiencia vital, con la compañía de muchos amigos pediatras de España y Latinoamérica, solo ha servido para que cada día sea más prudente y cauto con lo que se publica, venga de New England Journal of Medicine, de Pediatrics, de la OMS o del sunsum corda. Y, sobre todo, prudente con lo que se divulga por el llamado periodismo científico o el periodismo sin otros calificativos. 

La Medicina Basada en Pruebas (mal llamada en la Evidencia, cuando no hay nada menos evidente que este paradigma) surge como un medio para que afrontemos mejor los retos de la medicina actual y que nos afectan muy de cerca: entre ellos, la existencia de una enorme información científica y en continua evolución, la exigencia de ofrecer la máxima calidad asistencial y la limitación de recursos destinados a la atención sanitaria. Quizá por ello cada vez creemos menos en las noticias "milagro" o en las noticias "desastre", versiones especulares del amarillismo en el periodismo, cuando éste no va a asociado a pruebas sólidas y confirmadas, a noticias coherentes y consistentes.

Hace unas semanas que nos desayunamos con las noticias de prensa, radio y televisión sobre que la OMS catalogaba a la carne roja como probable carcinógeno para los humanos (grupo 2A) y a las carnes procesadas como carcinógenos para los humanos (grupo 1). Y a uno se le viene enseguida a la mente varias reflexiones: 
1) Que la noticia sonaba a alarma social posiblemente poco justificada y a uno le venían recuerdos del año 2009 cuando la OMS ya metió la pata con la gripe A (y este blog, queridos lectores, nació gracias a José Cristóbal Buñuel como un medio para combatir la sinrazón y estupidez en la gestión de la gripe A, por si alguien no lo sabía).. y como se sabe, el hombre (y la OMS), es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. 
2) Que esta alarma sonaba a canto de sirena para los periodistas amarillistas que tanto conocemos y que tanto daño hacen a los verdaderos profesionales del periodismo científico. 
3) Que lo de la coherencia y consistencia científica, lo de la plausibilidad biológica y lo de los factores confusores no debían formar parte de la noticia, algo indispensable cuando abordemos la lectura crítica de los originales de la revista The Lancet Oncology que han motivado la nota de prensa y que esperamos desentrañar. 
4) Que en temas de nutrición se han dicho muchas falacias, cuando tampoco es tan difícil entender que lo de realizar una alimentación variada y equilibrada lo entiende todo el mundo, por ser un consejo lógico y sano. Y que con pequeños cambios de nutrición ni uno consigue la vida eterna ni el infierno, aunque para el marketing de cada día vaya muy bien hacer pensar eso a la población en muchos temas. Y que, además, lo de consumir con moderación carne roja es algo que ya sabíamos bien por la pirámide de nutrición desde tiempos inmemoriales. 
5) Que mis amigos de Guijuelo, con todo esto, deben estar muy contentos (ya veis, me tira mi vena charra por adopción), al igual que los carniceros de este mundo
6) Que los "memes" no se harían esperar y que iban a salir muchos padres/madres adoptivos/as de los jamones pata negra y demás embutidos y carnes de primera, pues, puestos a hacer el bien a la humanidad, que menos que eliminar estos cancerígenos del entorno y guardarlos para consumir con deleite en nuestras casas. 

Tiempo habrá de hacer un análisis en profundidad, aunque ya otros han realizado. Mucho se lleva escrito y se escribirá sobre este asunto. Pero hoy retomo literalmente en el título de este post escrito hace unos días por Carlos Abehsera en el blog "Adelgazar sin milagros" y que comienza así: "OMS, Cáncer, Carne, Periodismo y Estupidez. Junta todos estos ingredientes y tendrás la receta perfecta para generar una alarma social sin precedentes y, me temo, que sin mucho sentido...". Y luego continúa un extenso texto que recomiendo leer en toda su extensión en este enlace. Vale la pena y no tiene desperdicio. 
Un ejemplo del texto descrito: "La OMS denomina carne roja a la carne muscular procedente de todos los mamíferos como la carne de res, ternera, cerdo, cordero caballo o cabra. No menciona todos los mamíferos como es natural , pero imagino que la carne de conejo, ciervo, canguro o cebra están también ese grupo. Me llama la atención porque me parecen carnes tan distintas que meterlas todas en el mismo saco es, cuando menos, curioso. Además, habla específicamente de la carne muscular, de modo que deja fuera las vísceras como el hígado o los riñones y los huesos, lo que me parece curioso también, pues tradicionalmente hemos asociado más riesgo al consumo de este tipo de alimentos procedentes de los mamíferos. Según dice la nota de prensa, un grupo de trabajo de 22 expertos (sin nombre) de 10 países (sin especificar) clasificó el consumo de carne roja como probablemente carcinógeno para los humanos (Grupo 2A), basado en evidencia limitada de que el consumo de carne roja causa cáncer en los humanos y fuerte evidencia mecanicista apoyando un efecto carcinógeno (esto último no alcanzo a entender con exactitud que significa). Esta asociación -dice la nota- se observó principalmente en el cáncer colorectal, aunque también se han visto asociaciones con el cáncer de páncreas y el de próstata. Con respecto a la carne procesada, la OMS nos dice que en esta categoría entran todas las carnes que se han transformado a través de salazón, curado, fermentación, ahumado u otros procesos para mejorar su conservación o sabor. O sea, viene a decirnos que un jamón ibérico es lo mismo que un trozo de chopped, que un lomo embuchado es lo mismo que una salchicha Frankfurt y que la cecina de buey es lo mismo que una lata de paté, que no deja de ser carne procesada. Interesante asociación de productos con composiciones químicas y nutritivas absolutamente dispares…" 

No sé por qué, cuando más experiencia tengo y más tiempo pasa, temo más a los "expertos" que a un nublado... Será cosa de la edad. Y será cosa de la edad que me hace muy feliz tomar una tapa de buen jamón (con su veta) con un buen vino rodeado de amigos y reflexionar que, con la que está cayendo, no nos faltaba más que nos toquen las narices con este incoherente e inconsistente tema, sea por la evidencia científica o por el saber popular (que es muy sabio). 

Que nos aproveche una dieta sana y equilibrada, con verduras, frutas, legumbres, cereales, lácteos, cereales, pescado... y carne. Algo así concluye un reciente artículo en ABC la Prof. M. Elisa Calle Purón, del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública y coordinadora del grado de Nutrición Humana y Dietética de la Universidad Complutense de Madrid: "De hecho, la pirámide de la dieta mediterránea indica que la carne roja se consuma menos de dos veces por semana y, las carnes procesadas, como mucho, una vez a la semana. Es decir, en nuestra dieta diaria no deben estar la carne ni roja ni procesada y sí los cereales integrales, las verduras, las frutas y el aceite de oliva virgen. Ahora bien, comer en ocasiones un trozo de buena carne en compañía de los amigos y la familia, o hacer una barbacoa en el buen tiempo, nos va permitir gozar de la vida que es una buena forma de disfrutar la salud".

viernes, 12 de junio de 2015

Criterios Paliativos Pediátricos: Criterios de atención del Sistema Nacional de Salud

El cáncer es, afortunadamente, una enfermedad infrecuente en la edad pediátrica. Además, cuenta con un elevado porcentaje de curación, más alto que en edades más tardías.

Sin embargo, muchos tipos de cáncer siguen teniendo un mal pronóstico y el niño necesitará tarde o temprano acceder a unos cuidados paliativos de calidad.

En relación con esta importantísima cuestión la Federación Española de Padres de Niños con Cáncer ha publicado una guía sobre los Criterios de Atención en Cuidados Paliativos Pediátricos del Sistema Nacional de Salud aprobados en el Consejo Interterritorial del año pasado. Podemos leer la información completa en la web de la AEPap. Ahí podemos leer que "esta guía tiene como objetivo que los padres y los menores con cáncer y otras enfermedades crónicas conozcan sus derechos y puedan velar por sus intereses en relación a estos cuidados. El documento responde a la necesidad de acercar a las familias la realidad sobre los cuidados paliativos pediátricos, pues es un asunto sobre el que hay un desconocimiento importante de gran parte de la sociedad. Por ejemplo, es desconocido que estos cuidados han de comenzar cuando se diagnostica una enfermedad amenazante para la vida y continúan independientemente de si el niño recibe o no tratamiento de la propia enfermedad".

Los cuidados paliativos pediátricos siguen siendo una asignatura pendiente en nuestro país. Es por ello que esta guía, que contiene los criterios de atención a los que pacientes y familiares tienen derecho,  es de obligada lectura por parte de padres de niños afectados y de profesionales de la salud implicados en la atención a pacientes onocológicos pediátricos. Puede accederse a la guía desde este enlace. También desde el slideshare que insertamos bajo estas líneas.


jueves, 5 de febrero de 2015

Cáncer en la infancia y adolescencia: más que un día...


Ayer se conmemoró, como cada día 4 de febrero, el Día Mundial del Cáncer. El lema para este año 2015 lleva por título “A tu alcance”

El cáncer es una enfermedad (incluso una palabra) que impresiona, asusta y emociona. Estos calificativos se agranda cuando afecta a la infancia y adolescencia. El cáncer infantil es la segunda causa más frecuente de mortalidad infantil en niños con edades comprendidas entre 1 y 14 años, sólo superado por los accidentes. Las frías estadísticas muestran que cada año más de 160.000 niños son diagnosticados con cáncer en el mundo; y hay estudios que aportan evidencias de un incremento de la incidencia del cáncer en la infancia y adolescencia en Europa a lo largo de las pasadas décadas y para prácticamente todos los tumores. Según la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC), en los países desarrollados, tres de cada cuatro niños con cáncer sobreviven al menos 5 años después de ser diagnosticados, gracias a los progresos en el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad; sin embargo, en los países en vías de desarrollo, más de la mitad de los niños diagnosticados con cáncer morirán. 

En España se diagnostican casi 1.000 nuevos casos de cáncer cada año en niños entre 0 y 14 años, a lo que se suma los casi 500 nuevos casos en adolescentes entre 15 y 19 años. Según los datos de la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátrica (SEHOP) los grupos diagnósticos más frecuentes en nuestro país son, por este orden, leucemias (el 80% son leucemias linfoblásticas agudas), tumores del sistema nervioso central (astrocitomas, meduloblastomas, ependimomas, etc) y linfomas (el 60% son linfomas no Hodgkin). Otros tipos de tumores, por orden de frecuencia descendentes son: tumores embrionarios (neuroblastomas, tumores de Wilms, retinoblastomas y hepatoblastomas), tumores óseos malignos (osteosaromas y tumores de Ewing), sarcomas de tejidos blandos (rabdomiosarcomas, y otros). 

Existe un predominio de presentación por edad: los tumores predominantes en el primer año de vida son neuroblastomas y leucemias; entre 1 y 4 años, leucemias y tumores del sistema nervioso central; entre los 5 y 9 años, leucemias, tumores del sistema nervioso central y linfomas; y entre los 10 y 14 años, los anteriores y los tumores óseos. Globalmente, y para la mayoría de los tumores, la incidencia es mayor en niños que en niñas. 

Las tasas globales de curación en los países desarrollados (entre ellos España) han aumentado desde el 20-30% a finales de los años setenta hasta cifras superiores al 70% a principios del siglo XXI. Este aumento de la supervivencia es debido a los avances en el campo del diagnóstico y tratamiento, con la introducción de nuevos agentes quimioterápicos y nuevos esquemas terapéuticos, mejores resultados de radioterapia y cirugía, y un mejor control de las complicaciones asociado un mejor tratamiento de soporte (soporte nutricional, soporte antiemético, soporte transfusional, factores de crecimiento hematopoyético, tratamiento del dolor, profilaxis de las infecciones, accesos vasculares, etc). Y todo ello desde la atención integral en unidades de referencia y en el marco de protocolos internacionales. 

Quizás una de las experiencias más dolorosas y desconcertantes que pueda vivir una persona es saber que su hijo tiene cáncer. Una de las reacciones frecuentes junto al miedo, el dolor y la incertidumbre, es querer saber más, conocer más esta enfermedad, sus causas, sus tratamientos, y sobre todo, saber más cosas con las que poder ayudar al niño a enfrentarse a los tratamientos que serán necesarios para combatir la enfermedad. Y es por ello que la Asociación Española contra el Cáncer editó el libro que os dejo debajo: "El cáncer en los niños".

Decía Regina Brett, la que fuera Premio Pulitzer a mejor columnista: “El cáncer me enseñó a parar de guardar cosas para una ocasión especial. Cada día es especial. No tienes que tener cáncer para vivir una vida al máximo. ¿Mi filosofía post-cáncer? No hay pérdida de tiempo. No hay ropa fea. No hay películas aburridas”. Y hace un tiempo publicamos dos artículos sobre películas que tienen al cáncer como protagonista, y se convierten en arte, ciencia y conciencia
Porque muchas películas se han acercado o basado en el cáncer infantil, con mayor o menor don de la oportunidad. Sea como sea, son películas que nos impactan, como espectadores, como sanitarios, como familiares o como afectados. Porque la realidad supera a la ficción y cada día, cientos de profesionales de la sanidad hacen una labor humana y científica sin límites en el cuidado de los niños con cáncer. Una labor que dignifica nuestra profesión y que recupera nuestra estima como pediatras. 

El cáncer infantil llevado a la gran pantalla se puede clasificar en dos grandes grupos: 1) la leucemia es, con gran diferencia, el principal protagonista entre las enfermedades oncológicas en el cine; 2) el otro grupo es un cajón de sastre en el que podemos incluir el resto de enfermedades oncológicas de la infancia y adolescencia. En una patología tan sensible no sólo hay que prescribir sofisticadas pruebas diagnósticas y modernos tratamientos, sino también películas (antiguas y modernas), películas que ayudan a comprender la enfermedad, a mejorar el duelo, a humanizar la atención y a mejorar la relación entre profesionales sanitarios y pacientes.  Os dejamos el enlace de este trabajo que permite otra mirada al cáncer, tanto en su Día Mundial como en cada día del año...

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martes, 6 de enero de 2015

No radiarás a tus pacientes en vano (II)



La realización de pruebas radiológicas innecesarias a nuestros niños ha sido motivo de diversas entradas de este blog ("No radiarás a tus pacientes en vano", "Radiografía de cráneo y traumatismo craneal: ¿Es necesaria?"). Es un tema siempre presente. En el contexto de la medicina hiperdemandante que padecemos, uno de los efectos secundarios de la misma es la petición excesiva de pruebas radiológicas (y de todo tipo).

La cuestión se ha puesto sobre el tapete de nuevo y ha saltado a la prensa generalista. Así, podemos leer ayer mismo que existe "un exceso de pruebas radiológicas en niños". En el texto de la noticia se hace referencia a un reciente estudio realizado en Estados Unidos. Dicho estudio, que analizaba 719 radiografías de tórax realizadas en niños y adolescentes, concluyó que en el 88% de los casos la prueba no alteró el tratamiento prescrito por el médico. Se trataba, por lo tanto, de radiografías innecesarias.

Sirva esto para recordar que la radiografía de tórax, dentro de las pruebas radiológicas existentes, es de la que menos radia. Dentro de la necesaria concienciación de padres y médicos, cabe tener muy presente esta tabla que no es la primara vez que aparece en este blog. ¿Cuánto radia una radiografía de tórax? Pues casi, çasi es la que menos radia. Le ganan por goleada otras como la de cráneo, abdomen... y no digamos ya pruebas radiológicas más complejas como gammagrafías o un escáner. 

Antes de "disparar" una radiografía... tengamos esta tabla siempre presente. Y valoremos si realmente el niño va a beneficiarse del resultado de la prueba realizada.



miércoles, 9 de enero de 2013

La mirada del cine al cáncer: ¿te atreves a prescribir películas...?


En la presentación que realizamos del proyecto Cine y Pediatría en el mes de noviembre durante el XVI Congreso Latinoamericano de Pediatría en Cartagena de Indias, pudimos compartir que el cine es una oportunidad para la docencia y la humanización en nuestra práctica clínica. Planteamos tres objetivos específicos: 
1) Analizar el cine como prototipo de OBSERVACIÓN NARRATIVA. 
2) Conocer el libro y el proyecto “CINE Y PEDIATRÍA”.
3) Implementar la idea de que es bueno PRESCRIBIR PELÍCULAS. 
Esta última parte la enfocamos a través de la mirada que el cine ha realizado al cáncer. Hoy compartimos los dos artículos que recientemente hemos publicado en la revista de Pediatría de Atención Primaria, bajo el título de "La mirada del cine al cáncer".

La mirada del cine al cáncer (I): arte, ciencia y conciencia. 
Se revisan 41 películas significativas alrededor del cáncer en adultos, con distinta representatividad de la enfermedad oncológica: películas "puntuales" (8 títulos), "argumentales" (22) o "relevantes” (11 películas). 
En ellas, el cine puede ayudar a los profesionales de la salud que trabajan alrededor del cáncer, a los pacientes, a la familia y a la sociedad. Porque el cine es una oportunidad para hablar con arte, ciencia y conciencia de la enfermedad oncológica y, sobre todo, de los pacientes con cáncer y su entorno. Una oportunidad para mejorar la relación profesional-paciente, para mejorar la humanización y para abrir el debate bioético.
El cáncer infantil llevado a la gran pantalla se puede clasificar en dos grandes grupos: 1) la leucemia es, con gran diferencia, el principal protagonista entre las enfermedades oncológicas en el cine; 2) el otro grupo es un cajón de sastre en el que podemos incluir el resto de enfermedades oncológicas de la infancia y adolescencia. 
De la recopilación realizada, destacamos 10 títulos, por ser películas que atesoran valores y que pueden ayudar a mejorar la relación médico-paciente: y de ellas, hemos considerado cinco títulos como imprescindibles (Camino, Cartas a Dios, Cartas al Cielo, Declaración de guerra y Surviving Amina) y cinco títulos como adecuados (El llanto de la mariposa, La decisión de Anne, Maktub, Planta 4ª y Vivir para siempre). En una patología tan sensible para pacientes, familiares y profesionales sanitarios como es el cáncer en la infancia y adolescencia, no solo hay que prescribir sofisticadas pruebas diagnósticas y modernos tratamientos, sino también películas (antiguas y modernas), que ayudan a comprender la enfermedad, a mejorar el duelo, a humanizar la atención y a mejorar la relación entre profesionales sanitarios y pacientes. 

Abajo os dejamos el PDF de ambos artículos. Y os proponemos el reto de "prescribir" películas.